MANUEL DE FALLA
(1876-1946)

En Cádiz, en 1876, nace Manuel María de los Dolores Falla. No hay duda que aquel "mirador de colores", como lo definió el poeta, tendrá su parte de sugestión en el futuro maestro. Como la tendrá también, e importante, la ciudad donde -en un momento- quiso establecer su residencia. Granada a la que llegaba en 1919, pensando permanecer en ella.

Pero está claro, que para eso tenía que transcurrir el tiempo. Madrid primero. Hace la carrera y prueba suerte en la zarzuela en la que fracasa -se ha dicho- para bien de la música. Las necesidades económicas le apremian e intentará la aventura. Pero antes ha compuesto su Vida Breve y con ella bajo el brazo se instala en París.

Estamos en 1907, tiene ya treinta y un años, una sólida formación musical y unas claras ideas acerca de la nueva estética que se está generando en el mundo. París le acoge bien, pero tarda seis años en estrenar su "Vida" que constituirá un éxito apoteósico. El éxito que en España se le había negado. Pero cuando eso ocurre, algo importante está a punto de conmocionar al mundo: el estallido de la Guerra Europea, que le decide a emprender el retorno.

En Madrid de nuevo, intenta trabajar: siete canciones, tres melodías, noches en los jardines... Pero no puede. Le atrae Granada -paso fugaz por ella en 1907- y a esa marcha le anima Albéniz y, sobre todo, Angel Barrios, al que ha conocido en París.

En 1919, Manuel de Falla está decidido y emprende el camino junto con su hermana Mª del Carmen. La Alhambra va a ser su hogar. Carmen de la Antequeruela Alta. Se siente cómodo, participa en cualquier iniciativa de tono cultural que se organice. Y trabaja. El "Retablo" va tomando forma y sonido. Su figura se convierte en algo familiar en la ciudad. Es un momento que no volverá a repetirse. El estallido de la guerra civil le pone punto final, en el caso de Falla en forma definitiva. En Alta Gracia, sobre la Sierra de Córdoba, moría este granadino universal.