Artículos del Peñón de los Moros sacados del Periódico Valle de Lecrín

El Castillo de Dúrcal

Conocido como "Peñón de los Moros", lo que queda de él está muy deteriorado. Se conservan restos de una torre y un aljibe. Ocupó una gran superficie y posiblemente tuvo dos recintos, si bien del segundo no queda nada

Vista general del Peñón de los Moros, con Dúrcal y su vega al fondo, a los que sin duda sirvió como vigilancia y protección.

Se sitúa en el lugar conocido como El Castillejo o El Peñón de los Moros, a unos 1.500 metros al SO de Dúrcal, a 794 metros de altitud.

Ocupaba una gran superficie, y posiblemente dispusiera de dos recintos, si bien no se aprecian restos del segundo. Del primero quedan trozos de un muro de tapial que parte hacia el Sur desde una torre del mismo material, ubicada en al ángulo Noreste.

En el lado Norte se conservan bastantes restos de muros de mampostería, algunos de ellos con altura considerable, mientras que otros se encuentran enterrados en sus propios escombros. En el centro de este lado se encuentra, semienterrado, un gran torreón de tapial con fino enlucido, sobre base de mampostería.

Algunos de los escasos restos que quedan de la fortificación. En esta caso, al parecer, se trata de un aljibe

Sobre la mencionada torre hay un aljibe, de dimensiones interiores 4,95 x 2,20 metros, construido con muros de hormigón de cal, que ha perdido la mayor parte de su enlucido. Se cubre con bóveda de mampostería en la que se aprecia la situación del brocal. Próximos al aljibe hay restos de la puerta de acceso al conjunto.

Quedan también restos de murallas al Oeste y al Sureste, así como torres en los ángulos Noroeste y Sureste. Cercano a éste último se conservan restos de muro de hormigón de cal con fino, enlucido que podrían pertenecer a otro aljibe.

Los restos de la torre del ángulo Noreste del castillo se conservan gracias a que ha sido recalzado su núcleo central, al parecer con ladrillo enfoscado de cemento, ya que se encontraba completamente socavado por las cuatro caras, quedando el tapial en voladizo por todos sus lados.

Al aljibe le falta un trozo alrededor del brocal y tiene agujeros en los muros Este y Oeste. También se le ha practicado, en el muro

Norte, un hueco para su acceso interior, el cual se encuentra relleno de escombros. Los posibles restos del otro aljibe se encuentran enterrados y con vegetación.

El estado general de conservación del conjunto es malo. Su solar se encuentra ocupado por una plantación de almendros, lo que ha motivado que, para la preparación del terreno para las lobores agrícolas, las máquinas hayan roto algunos muros de la estructura interior del castillo, así como de la muralla exterior al abrir el camino de acceso. Carece de declaración específica.

Mariano Martín García Jesús Bledo Portero José María Martín Civantos

NOTA: este texto pertenece al libro "Inventario de arquitectura militar de la provincia de Granada".

El Peñón de los Moros"

Cuando en los años 70 un grupo de jóvenes inquietos de Dúrcal iniciamos la publicación de un boletín de noticias del pueblo, que con el tiempo daría paso a la aparición de El Valle de Lecrín en su tercera época, lo bautizamos con el nombre de El Peñón. Rendíamos así homenaje a uno de los lugares más emblemáticos en la memoria colectiva de los durqueños y también más olvidados y abandonados del pueblo. Basta para comprobarlo una breve visita al lugar. Para nosotros sin embargo, fue parte de nuestras aventuras infantiles, en las tardes de verano en que íbamos baño de Vacamia o a la Cueva de los Riscos. Si la leyenda hablaba de al menos uno o tal vez varios tesoros escondidos. ¿Porqué no iba a estar alguno de ellos en las inmediaciones de aquel castillo? También los niños de mi edad oímos siempre hablar a nuestros hermanos mayores de la existencia de una galería con escaleras, por la que en otro tiempo se había bajado, y que conducía hasta el río. Hoy prácticamente no existe. E intentar bajar desde allí hasta el río es una acción suicida.

Francisco Terrón