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Mapa de Saleres

SALERES

Muy cerca de las Albuñuelas queda la población de Saleres, situada al pie de una colina, en la confluencia del barranco del Marchal, el río que baja de las Albuñuelas, llamado Santo. Su horizonte es bastante limitado. Su clima es templado bastante caluroso en el estío, pero sano, padeciéndose únicamente las enfermedades propias de las estaciones. Tiene unas cien casas, resto del número mucho mayor que contaba hace unos setenta años y que desapareció en uno de los grandes aluviones del río, que se llevó las 38 casas del barrio de la Fuente.

Tiene esta población casa consistorial y pósito, así como escuela de niños, dotada con quinientos reales y una pequeña retribución de los diez niños que suelen concurrir a ella. La iglesia parroquial lleva el nombre de Santiago y es aneja a la de Restábal, estando servida por un teniente de la matriz; fue reedificada en tiempo del señor Perea, arzobispo de Granada, cuyas armas están colocadas sobre la puerta principal. El cementerio está unido al templo, en perjuicio de la salud pública.

Confina el término al norte con el de Cónchar; al Este con el de Restábal; al Sur con el de Guájar y al Oeste con el de las Albuñuelas, extendiéndose por el primer punto media legua, por el segundo un octavo, por el tercero una. y por el cuarto o sea por el oeste, un cuarto de legua. El terreno es de riego y de secano, de buena calidad, con unas setenta fanegas incultas; y aunque en lo general es quebrado, ni los barrancos son muy profundos, ni las prominencias muy elevadas, siendo apacible toda la ribera del río, la que con lo demás que se llama Vega, y es todo lo que se riega, está dispuesta en pequeñas porciones que llaman paratas o bancales.

Al Sur de la población, en el pago llamado de los Llanos, hay un manantial periódico cuya agua se ha experimentado aminorarse por espacio de siete años y que se aumenta por otros siete, a cuyo fenómeno se debe el que se le denomine la fuente de Siete Años. De ella hace mención en su teoría de la tierra el célebre escritor don Mariano Vallejo, que aunque nació en las Albuñuelas, se le considera oriundo de este pueblo.

También se encuentra en la cumbre de un monte una atalaya de tiempo de los moros, que se comunicaba con otra del inmediato término de Cónchar.

El expresado río Santo, en cuya margen derecha está situada la Población, que bebe de sus aguas, corre de Oeste a Este del término y sirve para el riego, como el barranco llamado del Marchal, mencionado también. Los caminos son locales, de herradura y malos. La correspondencia se recibe de la estafeta de Padul por Restábal. Produce aceite y vino, que forman la principal cosecha, maíz, trigo legumbres y algún ganado lanar y cabrio. La industria es agrícola: un molino harinero que  solo trabaja tres meses al año por faltarle agua en los restantes, y dos de aceite. Se exporta una insignificante cantidad de frutos sobrantes. Su población es de 102 vecinos y cuatrocientas sesenta y tres almas.

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Restábal

RESTÁBAL

No lejos de Saleres se halla el asentamiento de Restábal, situado en la margen derecha del río del Valle de Lecrín, a que pertenece, en una pequeña altura, que principia por la parte del Oeste en el barranco llamado de Misan, con clima sano, vientos del norte por lo regular y hermosas vistas, padeciéndose más comúnmente constipados en el invierno y tabardillos en el estío. Tiene ciento diez casas, divididas en dos barrios, llano el alto y un poco pendiente el bajo; tiene casa consistorial, una torre cuadrada, cárcel y pósito, y a alguna distancia al sur una fuente de agua gorda surtiéndose los vecinos del otro barrio del expresado barranco de Misan o de una fuente algo distante, pero de agua delgada y exquisita.

Tiene escuela de niños dotada con mil reales. La iglesia parroquial está dedicada a San Cristóbal y se halla situada en medio de los dos barrios. Es muy antigua y se cree fue la primera del valle en erigirse, siendo en el día su curato de segundo ascenso, del cual depende como anejo el lugar de Saleres. El cementerio es contiguo al templo por la parte oeste.

Confina el término por el norte con el de Melegís; al este y al sur con el de Pinos del Rey y al oeste con el de Saleres, extendiéndose un octavo de legua por unos puntos y por el norte y por el sur media legua. El terreno está erizado de pequeñas lomas, a cuya espalda por la parte del sur está la sierra de Chinchirilla, ramificación de la Almijara, conocida por aquel punto con el nombre de Sierra de las Albuñuelas, que se extiende hasta Pinos del Rey. El terreno, repetimos, es de tres clases: de secano, de monte y de regadío; le baña el río del valle de Lecrín, conocido vulgarmente en el país con el nombre de río Grande, cuando no toma el de las poblaciones de sus márgenes, el cual procediendo de la laguna de Padul, sigue su curso por el Este hasta desaguar en el Guadalfeo. También atraviesa el término el río de Saleres, que con el barranco o arroyo del Misan desagua en el anterior, aprovechándose sus aguas en el riego de la vega, que está poblada de buenos olivos. Los caminos son locales y malos, generalmente de herradura. La correspondencia se recibe por Talará de la estafeta de Padul. Produce aceite, vino, maíz, trigo, legumbres y alguna fruta. La industria es agrícola: posee tres molinos harineros y cinco de aceite, aunque no todos estos se usan. La población es de ciento seis vecinos, aunque otros datos le dan 133, y 482 almas.

Albuñuelas, 9 de junio de 1847.

ABEN FACIA