Libro de Apeo y Repartimiento de Suertes al-buñuelas 1572

Hemos sacado del libro de M. Ferrer S.I. realizada en 2003 y editada por el Ayuntamiento los apartados más significativos que nos ayudan a entender como era Albuñuelas en el S. XVI.

Los dos apartados que más nos interesan son "El Lugar de Buñuelas" ya que aquí se describe como era la población, sus habitantes, molinos, acequias, etc. y por otra parte la moxonera o lindado de Albuñuelas con los pueblos vecinos. Este apartado nos interesa principalmente porque al trazar el deslinde cita lugares y caminos que atravesaba, y que por lo tanto, que existían en aquel entonces.

Aparte hemos incluido un apartado de toponimia, una de las teorías que expone sobre el "Suspiro del Moro" y el apartado sobre las iglesias de Albuñuelas

Los libros de Apeo nos ofrecen los nombres, apellidos, lugar de origen de cada familia, propiedades que se le reparten, tierras, casas, viñas y obligaciones que tienen. Los libros de Apeo se crearon como base y fundamento de los Libros de Repartimiento. En estos libros reza además el deslindamiento de cada lugar

El lugar de Buñuelas en 1572

Este Lugar de las Albuñuelas está a cinco leguas de la ciudad de Granada, cerca del Val de Lecrín, hacia la sierra tiene el sitio de población en un valle e por medio de él da un río de mucha y buena Agua, tiene quatro barrancos apartados el uno del otro en que habia doscientos y cinquenta vezinos moriscos, muchas de las casas están caídas y maltratadas y otras están buenas, aunque todas tienen necesidad de reparos, y cerca del dicho lugar y su término hai pinos y otros árboles para Madera para el reparo de las casas,

Declararon los susodichos que en el dicho Lugar no havía ni lo uvo mas christianos biejos que dicho Pero Hernández y sus Hijos, e Francisco Hernández de Piñar que mataron los moros, y su muger está ausente, en el dicho Lugar,

Hai en el término de este Lugar mill e quinientas peonadas de viñas, poco más o menos, y otros mil e quinientos Marxales de tierra de labor de riego, y las tierras de labor labradas y reducidas a labor de secano en gran cantidad que serán mas de quatro mil marxales, y hay mucha disposición en los términos del dicho Lugar para romper (roturar) muchas mas tierra para sembrar por que tiene grandes términos y montes mui dispuestos para ello,

Habrá al presente cien onzas de cría (gusano) de seda, porque los Morales e Moredas están mui maltratadas aunque en tiempo de Moriscos havia mucha más, y que hay olibos en el dicho Lugar y su termino, aunque muchos están quemados e perdidos, y no supieron declarar la cantidad de Aceite que se cogerá de ellos, y hay otros muchos Arboles frutales de todo genero,

Las Heredades de riego del dicho Lugar se riegan con quatro Acequias que son: el Acequia grande que pasa por el pueblo, y el Acequia del Moxinar y el Acequia chica, todas se sacan del Agua del río que pasa por el dicho Lugar, y se toman por lo alto do están, e estas Acequias mui maltratadas que tienen gran necesidad de aderezarse y repararse, de todas las dichas Acequias tomaban e regaban con el Agua de ellas sus Heredades los que querían sin hacer otra orden ninguna en el regar, ecento el Acequia del Moxinar que se tomaba el Agua de ella por ramales e pagos, cada ramal y Pago un día de la Semana,

Havia en el dicho Lugar tres Hornos de cocer Pan, estos eran de la Yglesia, el uno que está en le barranco del cantil, este (lo) tenía a censo perpetuo el coraimen morisco, y el otro que está en el varrio de (a)vaxo (lo) tenia a censo perpetuo María Carmonia y su Hijo Hernando Carmoní, y el otro que está en el barrio del cantil tenía a censo perpetuo Juan de Guadalaxara y Miguel de Andarax y Lorenzo de la Sierra, están los dichos Hornos mui maltratados y perdidos, y tienen mucha necesidad de reparos.

Yten hay en el dicho Lugar quatro Molinos de Acéite que molían con cavalgaduras, y otros molían ansimismo Aceyte que molían con Agua, los quales todos eran de Moriscos, el uno de ellos está razonable que por poco reparo molerá, y los otros están perdidos,

Ansimismo hai en el dicho Lugar otros quatro Molinos de Pan en el río del dicho Lugar, junto a él, eran todos de Moriscos, los dos de ellos tienen a dos ruedas y los otros dos de una, todos están al presente perdidos de tal manera que no se puede moler en ellos sin grandes reparos.

Ansi mismo el dicho Pero Hernández el viejo e Pero Hernández su Hijo declararon que en el término del dicho Lugar de las Albuñuelas hai los cortijos siguientes:

MOXONERA DE LOS TÉRMINOS

Entre Albuñuelas y Saleres

E despues de lo susodicho, en el dicho día catorce de dicho años el Señor Juez E yo el dicho escribano y otros muchos vezinos de Salera y Buñuelas fuimos al pago que dice el Chil, termino de las Albuñuelas a empezar a hacer el Apeo y Mojonera y división del término de Buñuelas y Saleres y otros Lugares con quien deslinda, presentes los dichos Pero Hernández el viejo, y Pero Hernández el Mozo su Hijo a quien tiene nombrados por conocedores y Apeadores del dicho termino, y debajo del dicho Juramento que tienen fecho, el dicho Señor Juez les mandó declaren por donde va la división de los dichos términos entre Buñuelas y Saleres, y si empieza por el dicho pago del Hil, y los susodichos declararon que por allí se parten, y conocen los dichos términos y que se deben hacer los moxones por la forma y como de suso irá declarado, a lo qual estubieron presentes Benito López de Valladolí e Francisco Hernández Charne corregidores e vezinos de Saleres, y Lazaro de Contreras y Bastían de vega, e Pero Hernández de Penalve y Luis Hernández Varranco y Christobal García de la Parra, todos vezinos del dicho Lugar de Saleres a todos los quales Yo el dicho Escribano por mandado del dicho Sr. Juez les notifiqué se hallen presentes a la dicha moxonera y deslindamiento del término, y si alguno supiere que el dicho termino se divide y deslinda por otra parte de la que los dichos Pero Hernández declarare que lo digan para que el dicho Señor Juez provea justicia y los dichos rexidores y vezinos de Saleres dixeron que ello tienen por sospechoso el dicho Pero Hernández el viejo, e que ellos se han informado que la dicha moxonera no se ha de hacer por aquella parte, porque ellos son agraciados en gran cantidad de Tierras y Heredades que se les quita, que pedían y requerían al dicho Señor Juez no haga la dicha Moxonera hasta que traigan Moriscos y Personas que lo sepan, y declaren, y visto por el dicho Señor Juez que ninguno de los dichos vezinos de Saleres, ni otra persona no daban razón por donde iba la dicha división de termino porque todos son forasteros y solo havía allí el dicho Pero Hernández el viejo, y Pero Hernández su Hijo que diesen buena razón de sí en saver, conocer los dichos términos como personas biejas, y que ha tanto tiempo que son de quarenta años arriba que ha que viven e residen en el Lugar de Buñuelas, y sus términos, el dicho Señor Juez mandó hacer la dicha mojonera y división de términos en esta manera:

El dicho día, mes y año suso dicho presentes los susodichos por mandado del dicho Sr. Juez se hizo en el dicho

Entre Albuñuelas y Saleres

Entre Albuñuelas y Cónchar

Entre Albuñuelas y Padul

Nota marginal: El acta de deslinde verificado en 9 de Setiembre de 1869, de los términos del Padul y Albuñuelas se ha unido al libro de actas de dicho año a los folios 92 y siguientes

Entre Albuñuelas y tierras de Alhama (jurisdicción de Jayena)


Toponimia celtibérica en Albuñuelas

El complejo mundo de la toponimia, que no solo nos ofrece una explicación del por qué del origen y significación de muchos nombres de nuestro Valle, quizás más rico y variado que otras zonas, aporta una cuantiosa información sobre el origen, la vida, y cultura de sus pueblos. La mayoría de nuestros topónimos tiene sus raíces celtas, romanas, iberas, latinas, fenicias y otros muchos árabes y bereberes.

Dan Illíe en su obra: La Toponimie et l'Histoire, en Cahiers d'Etudes Romanes, n° 3, Aix an Provence (1977, pg.153-167, señala cómo las relaciones entre Toponimia e Historia han estadio sistemáticamente ligadas. Muchos topónimos ofrecen un verdadero valor lingüístico en cuanto a su origen y evolución, proporcionándonos datos valiosísimos para la historia sociocultural, arqueológica, etc. La Toponimia para muchos historiadores es una fuente de datos que suple la falta de documentos escritos, o confirma hipótesis formuladas, pues esos nombres son reflejo muchas veces de los acontecimientos históricos, constituyendo un legado transmisor valiosísimo.

No cabe duda que todas las culturas asentadas en el Valle han dejado su impronta en la toponimia, ello, rara vez, no hace referencia a algún rasgo distintivo del lugar. Puede ser el agua Padul (laguna); sus manantiales, fuentes o corrientes naturales por su gran influencia en el regadío de la agricultura, tan necesaria para la supervivencia de la población, o sus cualidades. La Malaha, Alhama, Deifontes; puede, igualmente, explicar su relieve: Autura, Los Güajares, o que hayan heredado le nombre de alguna tribu, o antiguo propietario: Pinos de Rich, Alhendín, Armilla, Velez de Benaudalla; ligados a la ganadería y pastoreo en ellos dominante: Bácor, Calicasas, Goraf, Gorafe (comunidades judías de pastores; que aún se conservan estos nombres en Alejandría, también de propietarios judíos); otros topónimos nos hablan de la flora, plantas cultivadas, huertos, arboricultora: Buñuelas, Al.Bolote (sitio de bellotas), Lecrín su rica y variada agricultura, Harat Albeitar (barrio del Veterinario); etc. Igualmente otros recuerdan acontecimientos: Barranco de la Sangre, Mesa del Juez, etc.

Otros topónimos como Monduxar, Almaizar, el Zahor (comida legal de los musulmanes durante el ayuno del Ramadán), Talará (Arat al Arat: Barrio árabe). En el Valle apenas aparecen los mas frecuentes en zonas, como Beni: Benicasín, Benicarló, etc, ni los en Ben: Bentarique, (Asín Palacios, Miguel: Contribución a la Toponimia de España Árabe de España, 2a edic., Madrid-Granada, 1044).

Sin embargo Pinos del Valle, con anterioridad Pinos del Rich, pertenecía a un clan arabo-bereber, establecido allí en el siglo XI. Este mismo topónimo se halla en un documento en el que el Conde de Barcelona: Ramón Berenguer en 1097, promete al Monasterio de Sant Cugat del Vallés un territorio situado al sur de la población, dependiente de una Rábita (Ermita musulmana). Era una pequeña villa o alquería perteneciente a unos clanes arabo-bereberes, cuyos nombres eran: Benijalen Binicalé, Pinos del Rich, Benidurames, Melilla, etc.

Por tanto Pinos nada tiene que ver con el árbol del pino, ni la zona en que se halla, y a esta ya podían haberle puesto un nombre más en consonancia con sus raíces históricas, pero no El Pinar. (España Sagrada,XLII, pg.279-280; Bayerri, Hist. de Tortosa, pgs.457-58; F.Hernandez Gimenez: El Ribat de Kas- kallu en la provincia de Marmaria: Andalus, 1936, pgs.317-332).

La documentación más antigua es la conservada en  los Libros de Habices, y son los que dan mas referencia de las antiguas acequias y regadíos, la mayo-ría de origen romano.

En la Alpujarra y el Valle aún es muy amplia la toponimia celta, que permanece.

En Albuñuelas y poniente del Padul y Alpujarra, es llamativa la cantidad de nombres celtas que aún se conservan: Pampanéira, Poquéira.. etc.. En el Libro de Apeo de Albuñuelas encontramos: Chirivaile, Bacaire, Balcaire. Aceitón de Fontáina, Pago de Ainatabal, Barranco de Blahadía, de Bulagáira, de Balagabra, Mojón de Bacáire, Cortijode Bacairena, Peñas de Bulagáira, la Boáira, la Boáixa, Cueva del Bermejal, el Cantil, Catachiles, Cijancos-Zijancos- Cijancos, Hocáira, Fonquéira, el Latir, la Loáina, el Marchal, la Midilza, Michar de Modáira, Acequia del Moxinar, Mojón del Valcáire, Pago de Bulagáira, Tantilén, Acequia de Zoráiba que va a Ynatabal, Varcaire, etc.

Para quienes deseen una mayor información sobre este tema, y mejor conocimiento de la geografía bereber, puede consultar las obras: C.E.Dubler: Uber Berberisdlungeb auf de iberischen Habinsel; Románica Helvética, XX, pg.182-196; Isidro de las Cagigas: Andalucía Musulmana, Aportaciones a la delimitación de la frontera de al-Andalus, C.S.IC. Instituto de Estudios Africanos, Madrid, 1965; Jacinto Bosch Vilá: Establecimiento de Grupos Humanos norteafricanos en la Península Ibérica, Atti del I Congresso Internationale di Studi Nord-Africani, Cagliari,1965,pg.147-161; Tarrase, H: Historire de Maroc, vol,2, Casablanca,1949; Romanelli, P. Storia della provincie romaine dell'Afrique, Roma,1959; Picard, G. La Civilisatión de l'Afrique romaine, París, 1959; Archivum: Pierre Guischard: Akl-Andalus, Estructura antropológica de una Sociedad Islámica en Occidente,. Franada,1995.


Mítica Leyenda del Suspiro del Moro/ Camino Militar

Al recordar la mítica leyenda del actual Suspiro del Moro, por donde ni pasó, ni suspiró Boabdil, pues en realidad, cuando Boabdil hizo su acatamiento a los Reyes Católicos, no quiso volver a la ciudad, y "tomó el camino de las sierras", para alcanzar a su familia, que ya había mandado por delante unos quince días antes, y llegar a Mondújar, por el camino de la Alpujarra, lugar que se le había asignado para vivienda. (Salazar de Mendoza: Crónica del Gran Cardenal). En Las Epístolas Familiares de D. Antonio de Guevara, obispo de Mondoñedo, pg. 218, hay toda una relación detallada sobre este hecho, que es el Camino Real desde Granada al Valle, la Alpujarra y la Costa.

El camino militar desde Granada tenía dos ramales uno que venía desde Alhendin y otro por la Zubia y Dílar, ambos se juntaban en las cercanías del llamado, actualmente, Barranco de la Cueva de la Teta, para subir por las Hoyas Bajas al Puerto de las Calaveras, cercano a las Minas del Viento en el Cerro del Manar, desde allí bajaba por el Barranco de las Rajas, hasta el Puntal, ya en el Valle, donde se asentaba el Campamento Militar.

En la cumbre, divisoria de aguas del Puerto de las Calaveras, por donde pasaba este camino militar, se puede contemplar uno de los panoramas mas bellos y grandiosos, que puede ofrecer Granada, su Vega, y parte de Sierra Nevada, y aún es mas espectacular si se sube al cercano Cerro de las Minas del Viento, pues el horizonte se amplia por el Temple, Almijara, Sierra de Alhama, el Valle de Lecrín y Sierra de las Albuñuelas.

Por este camino pasaría Boabdil en dirección a Mondújar, (no por el que actualmente llamamos Suspiro del Moro), pero al que inventó el cuento del "Suspiro del Moro", habría que darle una medalla, pues bien merece la pena, en el Collado, o Puerto de las Calaveras, sentarse en el suelo, sin prisas, y mirando hacia Granada, quedarse extasiado ante aquel grandioso panorama.

Y., en el viso de la divisoria de aguas entre la Vega de Granada y el Valle, recordando las palabras de Miguel de Unamuno. "Las lágrimas me subían a los ojos, y no eran lágrimas de yesar, ni de alegría, éranlo de plenitud de vida silenciosa y oculta", y yo habría sugerido a Boabdil: Majestad, deje de mirar a esa Granada, que ya no es suya, y vuelva sus ojos al Valle de la Alegría, que así traducen "Lecrín", que es aún más hermoso y deleitable, convierta sus lágrimas en gozo, porque va a vivir en el mas delicioso Valle y Puerta de la Alpujarra. Boabdil se fue a vivir con su familia al Castillo de Monduxar.

Desde el Puntal el camino se dividía en dos: uno que se dirigía por las Fuentes Altas del Arroyo, Camino de Motril, Fuente del Mal Nombre (Los Molinos), Cerrillo de la Cruz para internarse buscando la Costa, por el Arroyo de Cijancos, las Guaxaras, o Melexis, Venta de la Cebada y Motril-Almuñecar y un ramal que enlazaba con las Albuñuelas, la Costa y Granada.

Posteriormente hablaremos de este camino del cual existe bastante documentación, pues fue la vía de penetración de los cartagineses y romanos, y por ella se siguió surtiendo Granada de pescado fresco y de frutos costeros hasta no muy remotos años. El otro camino, si no se quería entrar en el Padul, se desviaba por la Cañada de la Muela en la parte alta del Puntal, iba cortando por los pies del Cerro del Manar por encima del Olivarillo a enlazar con el Camino Alto que venía de Dúrcal, Nigüelas, Acequias, Mondújar, Tablate y la Alpujarra. En este mismo lugar existía el Camino, llamado "Bajo", por donde cruzó, desde la Alpujarra a Granada Fernando de Válor. Desde Nigüelas llegaba al pie de la Loma de las Vacas, subía el Puerto de la Mala Mujer y se dirigía hacia Dílar. Por este camino Nigüelas quedaba a una legua menos de distancia de Granada, que el Padul. Pero dejemos estas disquisiciones tal vez inútiles.


LA IGLESIA DE LAS ALBUÑUELAS

Concluida la contienda de la Reconquista, en 1501 se reorganizan las comunidades cristianas, con los cristianos viejos y los nuevos pobladores, en las que se trata de adaptar también a los moriscos bautizados. Se fundaron en el Valle veinte parroquias, atendidas por solo doce sacerdotes. La cabeza de la Vicaría se establece en Béznar.

Como ya sabemos, los "moriscos" (musulmanes convertidos al cristianismo, o mudéjares), fue mas una apariencia, o conveniencia de su parte de aceptar el cristianismo, para evitar ser expulsados, que una sincera conversión. Ellos aspiraban a conservar sus prácticas mahometanas religiosas: en sus trajes, sus baños, bodas, nacimientos, costumbres islámicas y, por su puesto su idioma. Este fenómeno fue general en el Valle, en todo el Reino de Granada, en Valencia y Murcia, por lo que después de la Reconquista y el Bautismo, seguían siendo tan moros como antes. Algunas mezquitas pasaron a convertirse en iglesias cristianas.

Las condiciones tanto geográficas, como agrícolas de minifundio en regadío, permitió la permanencia de una gran población morisca, pues era buena mano de obra, compensatoria a los repobladores, ya que la mayoría de estas nuevas familias establecidas eran de una economía relativamente modesta, como se refleja en el reparto de las asignaciones monetarias al estado y a sus parroquias.

La mayor parte de las nuevas iglesias parroquiales, arranca con la Reconquista de Granada por los Reyes Católicos, y como consecuencia nos vamos a encontrar unos templos, con pocas complicaciones arquitectónicas y un reducido tamaño, dadas las dificultades económicas que implicaba un proceso constructivo de tanta envergadura. En fábrica se impondrá, como tónica dominante, lo que resultaba de la mano de obra mudéjar, es decir: el mal llamado estilo mudéjar, En algunas iglesias parroquiales como la de Béznar (1520-30), la antigua de Albuñuelas (1530-33), la primera Iglesia de Cónchar ( antes de 1540), las antiguas Iglesias de Restábal y Cozvíjar, redactadas sus condiciones en 1541, etc. Así pues casi todas las Iglesias del Valle fueron levantadas en torno a la década de 1550-68. De estos años son las estructuras iniciales de las iglesias de Acequias, Chite, Dúrcal, Lanjarón, Melegís, Mondújar, Murchas, Nigüelas, Padul, Pinos del Valle, Saleres, y Tablate. Posteriormente a algunas se les añadieron capillas, naves, torres, portadas, etc., modificando su estructura original.

Pero llega la sublevación, o levantamiento de los moriscos de 1568, en que las comunidades e iglesias cristianas van a sufrir una gran conmoción y destrucción, pues los moriscos intentaron acabar con los lugares que representaban la estructura cristiana, que eran las Iglesias. Ya hemos visto en las narraciones históricas, los robos de objetos sagrados, las profanaciones y sacrilegios, los incendios, las muertes de cristianos metidos en las iglesias, arrojados vivos desde las torres, etc. Muchas fueron totalmente destruidas, y, tras la expulsión definitiva de los moriscos, tuvieron que ser reconstruidas. La de Cónchar se levantó en 1610 y 1614. Por estos años sufre una fuerte reparación la de Albuñuelas, la cual reconstruida a finales del siglo XVII, también desapareció como consecuencia del terremoto de 1884, por lo que la parroquia actual es la iglesia del antiguo convento de los misioneros franciscanos. No pocas Iglesias han sufrido diversas ampliaciones y modificaciones de sus estructura primitivas, debido al aumento de población, como las de Lanjarón, Dúrcal, Ízbor, el Padul que se ampliaron con capillas mayores y naves laterales. Otras Iglesias mas modernas, como la de Talará, trazada por el arquitecto Ventura Rodríguez, y la impresionante iglesia de San Sebastián de Pinos, uno de los templos más interesantes y monumentales del Valle, del siglo xix. Respecto a este punto destaca la especial protección y munificencia del arzobispo Perea y Porras y del cardenal Bonel y Orbe, en las iglesias de Albuñuelas y Pinos, respectivamente, al ser estas sus poblaciones natales.

De muchas de estas Iglesias sabemos los maestros que las construyeron, no así de los que las proyectaron. Las primeras Iglesias (siendo sobre todo apreciable en la primitiva de las Albuñuelas y la de Béznar) debieron ser diseñadas por Rodrigo Hernández, maestro mayor y veedor del arzobispado, entre 1505 y 1537, y hombre de gran valía y prestigio no solo como artífice sino como persona. Se desconoce, sin embargo, quien fue el diseñador de las levantadas entre 1540.1568, pero debieron ser proyectadas por algún aventajado artífice como Francisco Hernández de Móstoles, o el propio Gerónimo García, supervisadas, muchas de ellas, por el maestro mayor de las Iglesias Juan de Maeda... La Iglesia de Conchar fue trazada por Ambrosio de Vico, el mismo que dio las condiciones y supervisó la mayoría de las reparaciones y reconstrucciones de otras iglesias en los años 1590-1621.

La morfología de las plantas y estructura interiores de las iglesias son igualmente modestas. Las hay de una sola nave, que integra la capilla mayor; de nave con capilla mayor independiente separada por un arco; otras de tres naves desde antiguo, la primitiva de Albuñuelas, la muy interesante de Béznar; y otras con tres naves, producto de ampliaciones posteriores: Dúrcal, Padul, Lanjarón. Por último señalar que la mayoría de las Iglesias se cubren con armaduras, incluso la capilla mayor del Padul que se realizó a comienzos del siglo XVIII. Los templos de estilo clasista, es decir, cubiertos de bóvedas y cúpulas, apilastrado en la nave y con capillas laterales, son los mas modernos y se reducen al de Albuñuelas y las iglesias de San Sebastián de Pinos y Talará, que obedecen a la proyectiva arquitectónica del barroco y neoclásico, respectivamente.

La mayoría de las estructuras son de lima bordón, y sin apenas ornamentación, dado que muchas se rehicieron tras la sublevación de los moriscos, en época de fuertes restricciones económicas. Constituyen una buena excepción la de Nigüelas, Padul, Acequias, y la de Mondújar.

Referente a la construcción de la Iglesia de Las Albuñuelas ofrecemos estas referencias: Esta población ha poseído tres iglesias parroquiales diferentes a lo largo del tiempo, siendo la actual la correspondiente a un antiguo convento de franciscanos desamortizado en el siglo XIX. La primera Iglesia parroquial fue erigida hacia 1533 por Rodrigo Hernández. Su construcción tuvo lugar entre 1533 y 1550, fueron sus maestros el albañil Miguel de la Peña y el carpintero Gabriel Martínez, hizo la portada de cantería Baltasar de Godios en 1539, y otras piezas, seguramente las esquinas y cornisas Juan Alea. La torre se levantó años más tarde, en 1550. Este templo tenía tres naves separadas por pilares circulares con baquetones que descargaban arcos y encima armaduras, la central de limas con tirantes y las laterales de colgadizo. Estas naves constituían en planta un rectángulo de que sobresalía la capilla mayor, cuadrada, y a su derecha se adosaba la torre y sacristía. Los muros eran de ladrillo y cajones de tapial sobre cimentación de manipostería. Esta Iglesia fue saqueada por los moriscos y quemada la torre y un lado de las paredes, valorándose su daño en 1.700 ducados. En los años 1603,1606 y 1617 hubo de repararse y rehacer el muro septentrional porque presentaba problemas de estabilidad y gracias a los informes dados por Vico conocemos la estructura del templo. Estas reparaciones no impidieron que hubiera de derribarse la Iglesia en 1683 por estar ruinosa.

A continuación se comenzó a hacer otro templo del que poco se sabe, pues estaba de en ruinas en tiempos de Madoz, en el año 1845 en cuyo Diccionario se informa que el culto se servía en el antiguo convento de franciscanos, que es la parroquia actual. Esta segunda Iglesia tenía también tres naves, de 32 varas de la largo la principal por 8 de ancho (26,7 x 6,7m) y las laterales 24 varas por 4; tenía capilla mayor independiente. De esta Iglesia se conserva alguna referencia visual en el informe publicado tras el terremoto de Alhama de 1884, en que se ve algo de las cubiertas y la sencilla torre.

La Iglesia actual es, como ya hemos dicho, la del antiguo convento de los franciscanos, del que se conservan algunas dependencias incorporadas a servicios del actual Ayuntamiento. Fue fundación del Arzobispo Francisco de Perea y Porras, en 1726, pero la Iglesia se hizo según nos informa el Diccionario de Madoz en 1742. El templo es bastante sobrio en su exterior, como ocurre con la mayoría de los templos barrocos granadinos, con portada barroca que ostenta ligera ornamentación de volutas, y la sencilla torre en saliente que flanquea su hastial o frontispicio, añadida en el siglo XIX. El interior es luminoso y bien proporcionado, con amplia nave central y otras dos laterales reducidas con altares, crucero cubierto con cúpula decorada con bandas, formando cartelas y capilla mayor profunda en cuyo testero se abre un amplio retablo y camarín dedicado a la Virgen de las Angustias, con preciosa imagen. El coro, a los pies sobre bóveda rebajada, avanza hacia los lados como es habitual. Todo este interior está resuelto con el consabido expediente clasista de apilastrado toscano, bóvedas de cañón con pinturas que simulan lunetos, y un repintado moderno marcando las líneas arquitectónicas de pilastras, cornisas y bóvedas, todo ello de agradable efecto. Guarda en su interior alguna imaginaría de interés y un tríptico sobre tabla primitivo hispano-flamenco de cierto mérito y gran antigüedad.

En el mismo Albuñuelas se encuentra otro modesto templo que construido como ermita ha venido sirviendo como ayuda de parroquia en el barrio bajo al estar los dos núcleos de población que constituyen esta localidad un tanto separados. Se trata de la ermita de San Sebastián, edificio reconstruido, tras el terremoto de 1884. Efectivamente en 1886, el arquitecto Miguel Fernández informaba que este templo estaba en ruinas y que era conveniente repararlo por la necesidad litúrgica del barrio, y de tener un población "de mas de mil almas". Este arquitecto pretendía reconstruir la Ermita aprovechando los cimientos, haciéndola de muros de cajones de mampostería y pilares de ladrillo. La cubierta sería de parhilera y tablazón limpia de pino rojo, todo ello con un presupuesto de 12.526 reales. Aprobada la obra fue elaborada en los años siguientes.. La pequeña, ermita tiene una estructura de nave rectangular cubierta toda ellas con una armadura sencilla de parhilera, atirantada con tirantes dobles y sencillos y cuadrales en las esquinas, todo ello siguiendo los esquemas mudéjares pero muy libremente interpretados. Posiblemente los tirantes y canes fueron aprovechados de la ermita anterior, pues son de estilo marienista y perfilados, mientras que el resto de la madera es lisa. La portada tiene un simple arco resaltado y la torre, que apenas sobresale del buque del templo, se aloja a la izquierda de la nave. Todo el edificio presenta grietas y una debilidad estructural patente.

... Y cuando tembló el Valle, con el famoso terremoto del 25 de Diciembre de 1884, en las Albuñuelas hubo 102 muertos, 500 heridos y destruyó 362 casas, pero el movimiento sísmico llegaba desde el poniente: Sierra de la Almijara-Alhama y no fue provocado por la estructura geológica de Albuñuelas.