La luz de la Rambla

Los vecinos de Albuñuelas viven extrañados por las apariciones de una misteriosa luz blanca que les acompaña de madrugada

RAFAEL VÍLCHEZ / ALBUÑUELAS

MUCHOS vecinos de Albuñuelas, en la comarca del Valle de Lecrín, aseguran haber sido testigos de hechos y fenómenos paranormales. Decenas de lugareños a lo largo de los años afirman haber visto una misteriosa y penetrante luz en la Rambla, al oscurecer o de madrugada. Es más, algunos juran y perjuran que esa especie de bola luminosa, «que no se le aparece a todos», de medio metro de diámetro, les ha seguido y acompañado a corta distancia durante varios kilómetros, y que cuando llegan a la zona de 'El Llanete', «la luz regresa, montañas arriba al lugar de partida».

Recientemente, 'La luz de la Rambla' se le ha aparecido a varias familias de Jayena que prefieren permanecer en el anonimato. Hace cuatro años, la luz volvió a acompañar a una mujer muy querida y respetada en Albuñuelas, llamada Pilar Jiménez Castillo. Pilar, ha indicado a IDEAL que la extraña luz le ha acompañado muchas veces por la Rambla. «Y no he sido la única de la familia que la ha visto, porque a mi marido, Esteban, también se le ha aparecido, y a mi madre, Trinidad, y a mi hermano, Antonio, que en paz descansen los dos, en los años cuarenta, también pudieron verla en la Rambla, junto a un nacimiento de agua».

Pilar Castillo, que tiene fama de ser seria, formal y trabajadora, dice que desde que hace quince años posee una imagen del Corazón de Jesús de un metro de altura y le coloca flores y luminarias, «me encuentro más tranquila y protegida cuando paso por la Rambla. Desde entonces he perdido el miedo cuando atravieso por ese lugar que a muchos le asusta».

Las personas que han visto el haz luminoso admiten que pasaron un «miedo de espanto». Y aunque la mayoría de los vecinos se muestran recelosos a la hora de contar cosas sobre 'La luz de la Rambla', existen varias personas que manifiestan que hace años, a la hija de Antonio Warinot, la luz se le apareció. La niña la traían sus padres de la sierra, donde labraban una finca, metida en el serón de la mula. La mujer iba detrás de la bestia y su marido delante con el cabestro en mano. Al pasar por la Cueva del Pan, la niña dijo a sus padres que veía una luz en las adelfas. La niña veía la luz pero sus padres no vieron nada.

Del mito a la leyenda

Cuentan, también, que a un hombre que iba por la Rambla en su mulo se le apareció de repente otro muy alto, vestido de negro. La bestia se paró del susto y el hombre, lleno de pánico, comenzó a blasfemar para intentar asustarlo. «Y lo consiguió, aunque aquel ser no era de este mundo».

Un anciano de Albuñuelas cree que la 'Luz de la Rambla' «puede pertenecer a espíritus de las personas que murieron de hambre en este lugar durante la Guerra Civil» aunque, otros, en cambio, creen que el fenómeno custodia un gran tesoro de oro cerca de la 'Olla del Frailón'.