Panorámicas exteriores

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A finales del siglo XVIII el titular de la iglesia de Mondújar era San Juan Bautista; en el XIX la iglesia estaba dedicada,  según Madoz a La Encarnación.

 

Parroquia: La Inmaculada Concepción

 

Institución parroquial

En 1501 Mondújar fue adscrito, como anejo, a la parroquia de Beznar. (-> Béznar) Posteriormente, en Mondújar, con pila bautismal desde antes de 1587, se constituyó un curato con los anejos de Talará y Acequias, y a su iglesia quedó adscrito uno de los tres beneficios instituidos en la parroquia matriz.

 

En 1787 el arzobispo Antonio Jorge erigió en propio, perpetuo, colativo y sujeto a oposición, el curato de Mondújar, Talará y Acequias, y, en atención a que este curato, que valía 6.060 reales, no tenía toda la congrua y renta suficiente, lo dotó uniéndole el beneficio de dicha parroquia, que valía 4.398 reales.

 

Tras la supresión de los diezmos, el curato de Mondújar, Talará y Acequias fue considerado parroquia de segundo ascenso y, de tercera clase en los presupuestos para los gastos de culto. En el arreglo parroquial de 1906 se mantuvo la parroquia La Inmaculada Concepción, de Mondújar, con categoría de entrada; segregando de ella la iglesia de Talará, para erigida en parroquia, y declarando la iglesia de Acequias coadjutoría residencial por la dificultad a temporadas de comunicarse con la matriz.

 

Puerta a los pies de la iglesia

 

Puerta lateral

Iglesia parroquial

Al principio se debió hacer uso de la mezquita.

 

En 1565 se proyectaba hacer una iglesia nueva en Mondújar con un coste de 1.269.310 maravedís. Cuando estalló la rebelión de los mariscos, la estaban haciendo el albañil maestre Alonso, el carpintero Juan de Robles y el cantero Pedro Gómez de Fuenfría. En un informe de los daños causados por la rebelión se decía: "La iglesia de Mondújar, que se estaba edificando, quemaron la madera labrada y la por labrar y maltrataron todo el edificio. Vale el daño 1.100 ducados". Inmediatamente después se reemprendieron las obras a cargo del mismo cantero, Pedro Gómez, del albañil Juan Alonso Jiménez y del carpintero Francisco Hernández.

 

Pero no la terminaron, pues en un informe de 1621 se decía: "Mondújar..., lugar de 20 vecinos, tiene iglesia de una nave atajada por la mitad, porque es del tiempo de los mariscos, y está descubierta la mitad; que no es capaz lo que está cubierto para la gente del pueblo, porque tiene un barrio de otros 14 vecinos, que dista de este lugar un tiro de arcabuz, [que] no tiene iglesia y los vecinos de él vienen a oír misa a la dicha iglesia de Mondújar. La dicha iglesia de Mondújar tiene Santísimo Sacramento y pila bautismal con su sacristía y campanario". Así, atajada por la mitad, estuvo muchos años.

 

En 1634 el visitador general del arzobispado informó: "A muchos días que está comenzada a hacer la iglesia de Mondújar y necesita de acabarse con toda puntualidad, porque no cabe la mitad de los feligreses en la iglesia vieja donde oyen misa. Y tiene recogidos materiales, que se van perdiendo y una partida de madera que llevó Juan de Valbidares, maestro de carpintería, a cuyo cargo dicen están, la cobró sin contada el beneficiado...". Esta iglesia debió terminarse en el pontificado del arzobispo Valdés y Llano (1633-1639), porque su escudo aparece en el testero del altar mayor. La prolongación de la nave se pone especialmente de manifiesto en la armadura.

 

La parte antigua presenta apeinazado en todo el almizate, en los arranques y partes medias de los faldones, siendo igual en la cabecera ochavada; los tirantes de esta zona apean sobre canes de cartela. En cambio la parte de armadura realizada en el siglo XVII es más sencilla en su decoración, es de limas bordones y tirantes pareados sobre canes marueristas de perfil y En el siglo XVIII se haría el coro y los retablos, destacando el del altar mayor, de finales del mismo siglo.

 

El templo tiene planta rectangular, bastante alargada, con capilla mayor marcada por dos pilas tras. Su fábrica es de ladrillo y cajones de mampostería con cantería en esquinas y en las dos portadas, una a los pies y otra lateral. La torre, sobre el baptisterio, de robustas proporciones, tiene tres cuerpos