EL SUSTRATO ARÁBIGO-GRANADINO EN LA FORMACIÓN DE LOS DIALECTOS ORIENTALES DEL ANDALUZ

Trabajo de ROBERT POCKLINGTON

PASO DE LOS RASGOS DEL ÁRABE AL CASTELLANO. Habiendo establecido el hecho de que varias de las principales peculiaridades fonéticas y fonológicas del andaluz oriental ya caracterizaban el dialecto árabe hablado en las mismas tierras antes de la implantación del castellano, resta por esclarecer de qué manera estos rasgos lograrían pasar de un idioma al otro.

Como ya se ha dicho, las dos lenguas convivieron entre los años 1492-1570. Durante todo este período la repoblación castellana fue poco densa en los campos donde la mayor parte de la población, quizás el 90 %, siguió siendo morisca, y fue, sin duda, en estas zonas rurales donde la mala pronunciación de los moriscos aljamiados empezó a influir sobre la lengua de la minoría castellana. Pero ¿por qué imitarían los castellanos la pronunciación de este pueblo vencido? Creo que es importante tener en cuenta la fascinación que causaban, en esta época, los acentos raros y deformaciones: de la lengua, sobre todo cuando se trataba de las que perpetraban moriscos, gitanos o negros, cosa que se desprende de su utilización hasta la saciedad, en obras de teatro o poemas, como truco para conseguir risas fáciles, y no habría de sorprendernos que el pueblo llano hiciera lo mismo en su casa, o entre amigos. Al principio se copiaría la pronunciación en broma, pero la broma se convertiría en hábito en algunos estratos de la lengua, afincándose y propagándose paulatinamente, no sólo antes sino también después de la marcha de los moriscos. Se me objetará que no es creíble que la pronunciación de un pueblo humillado y despreciado influyera de tal forma sobre el habla de otro superior y vencedor, pero ¿no sucedió algo muy similar en la propagación del yeísmo andaluz, que durante los siglos XVIII-XIX pasó de ser un rasgo regional, rústico y vulgar a convertirse en característica del castellano de muchas de las principales ciudades españolas?