El milagro de los ladrones

Este milagro suele contarlo la gente que conoce muy de cerca nuestra parroquia y siempre están ahí cuando hacen falta.

 Este relato que ahora te confío es parte de nuestra historia, espero que la hagas tuyo también y se la cuentes a los tuyos para que no se pierda esta tradición.

 Desde siempre el patrón convive en la iglesia parroquial junto con todos sus feligreses durante unas semanas que va desde el día 2 de Febrero hasta el día 19 de Marzo día de San José que se lleva a la ermita.

 Hace muchos años, estaba San Blas en la iglesia, en el lateral izquierdo del altar como de costumbre por estas fechas, y llegaron unos ladrones cegados por el afán de materialismo para quitar la mitra a San Blas pensando que en ella residía la fuerza sanadora del santo.

Los ladrones al  acercarse al Santo comenzaron a sentir pánico: el corazón se les aceleraba, un sudor frío les corría todo el cuerpo, palidecieron, todo les daba vueltas…Uno de ellos miraba a su alrededor pensando que alguien podría verlos. Del mismo pánico y sedados por manos del Santo quedaron tirados en el suelo. Al abrir la iglesia el sacristán fue quien vio los ladrones. Tras reanimarse y pedir perdón a Dios y al Santo, contaron lo sucedido

Desde entonces aquellos ladrones, no ejercieron nunca más el hurto como medio de vida. Y dedicaron su tiempo a trabajar por el bien de los demás, educar a sus hijos y convivir en familia como cristianos.

 

Relato recogido por Juan Francisco Ibáñez Padial.