Sacado de LA ERECCION PARROQUIAL GRANATENSE DE 1501 Y EL REFORMISMO CISNERIANO de JESÚS SUBERVIOLA MARTÍNEZ
Los reyes, como patronos de esta Iglesia, sólo mandaron erigir parroquias en los lugares poblados por cristianos, en gran medida repobladores de la Baja Andalucía, que se asentaron en los principales núcleos de población, concretamente en ciudades como Granada, Loja, Alhama y Almuñécar; y en menor medida en villas fortificadas como Santa Fe, Iznalloz, Colomera, Modín, Illora, Montefrío y Salobreña. En el resto, en el mundo rural mudéjar, que comprendía la vega y toda la Alpujarra, no se intentó, de momento, actividad evangélica alguna, pues la conversión traía aparejado consigo el cambio de estatuto y, en consecuencia, el fiscal. De ahí que hasta 1501 estos lugares y villorrios careciesen de templos y organismos parroquiales.
Mientras los reyes estuvieron en Granada, Cisneros se limitó a obtener licencia de los inquisidores generales, también allí presentes, para reconciliar elches o tornadizos, licencia que se le otorgó el día 11 de noviembre para un caso, y el 13 del mismo mes para todo el reino de Granada. Sólo cuando los monarcas se ausentaron para pasar las navidades en Sevilla, inició Cisneros las conversiones de los moros con uso de la coacción y la violencia, registrándose los primeros bautizos la noche del 16 de diciembre 15.
El día 18, al mediodía, estallaba la sublevación del Albaicín. Alterado el reino y convertidos en masa los 50.000 moros de la ciudad y sus alquerías, Cisneros, por orden de los reyes partió a Sevilla con el temor de que no se procediese a una conversión general de todo el reino.
Poco antes de abandonar Granada, escribía el 27 de febrero de 1500 al cabildo toledano: “Encomendad siempre esto a Nuestro Señor que se continue y non permita que se interrumpa”. Ahora podríamos preguntarnos ¿qué es lo que motivó la intervención de Cisneros en Granada y con ella la destrucción de los planes y estrategias del arzobispo Talavera?
También en este caso tenemos la respuesta de Cisneros. En carta al cabildo toledano, escrita ya en Sevilla el 11 de marzo de 1500, dice: “Ansi que agora queda lo de allende encomendado todo a Nuestro Señor para que el lo guíe e enderesce como ha fecho hasta aquí, y se ha mostrado y en tan poco tiempo sanar tan grandes llagas y daños como estavan aparejadas, y después traer tantas animas a sí y querer recibir de ellos primicias en el cyelo, de pueblo que de tantos tienpos estava en la yra y sententia de Nuestro Señor y le sean dadas gracias ynfinitas, amen”.
Es decir, para Cisneros, el pueblo de Granada estaba desde hacía mucho tiempo “en la yra y sententia de Nuestro Señor” y lo peor de todo, lo que cabe deducir con meridiana claridad, que Talavera, su arzobispo, no acababa de remediarlo.
Queda, pues, patente que ambos eclesiásticos tenían ideas muy distintas del papel que la Iglesia de la Corona debía jugar con el Estado Moderno. Cada uno tenía sus propias concepciones al respecto .
Las conversiones masivas en la diócesis de Granada continuaron con mayor o menor intensidad hasta julio de 1501, fecha en que los reyes admitían públicamente que en el reino granadino ya no quedaba infiel alguno.
Con todo, pueden distinguirse dos etapas muy intensivas de bautismos, una primera, que afecta a la ciudad y sus alquerías y que justo dura un mes, concretamente desde el 16 de diciembre de 1499 al 16 de enero de 1500. El propio Cisneros calculaba en más de 50.000 las almas convertidas en ese espacio. La segunda, más prolongada, afecta a las Alpujarras, cuya máxima actividad bautismal hubo de registrarse en los meses de junio, julio y agosto de 1500.
Acto seguido a la recepción del bautismo por las multitudes, se procedía a las consagración de las mezquitas en templos cristianos, pero no a la erección de parroquias, beneficios y oficios, ya que esto incumbía ordenarlo a los reyes, como patronos de la Iglesia del reino de Granada, y ejecutarlo al arzobispo de Sevilla, único facultado por la Sede Apostólica.
Así, por ejemplo, tras las conversiones de la ciudad de Granada, se consagran sus mezquitas, entre otras la del Albaicín bajo la advocación de S. Salvador, y “se dice en ellas misa y oras canónicas”, escribía Cisneros el 16 de enero de 1500. Es decir, que provisionalmente estos nuevos templos quedaban atendidos por capellanes, que eran solicitados por los reyes a los diversos obispos y cabildos catedralicios de Castilla.
Pero la erección de la organización parroquial, con todas sus divisiones administrativas y detalles no estuvo lista hasta el 15 de octubre de 1501, fecha de su promulgación en Granada por el arzobispo de Sevilla y cardenal, don Diego Hurtado de Mendoza, que hubo de trasladarse a esta ciudad para cumplir con lo preceptuado por la Santa Sede. Previamente a la promulgación parroquial, el 12 de octubre de 1501 los monarcas ordenaban quemar en todo el reino de Granada los ejemplares del Corán y demás libros religiosos musulmanes. Dos días después, el 14 de octubre, hacían donación de los bienes habices de las mezquitas a las nuevas iglesias colegiales y parroquiales de la ciudad y arzobispado de Granada. Al día siguiente, 15 de octubre, se ultimaba este proceso sancionando la erección parroquial de la diócesis granatense. Los restantes obispados del reino de Granada, Málaga, Guadix y Almería no verían pública la suya hasta transcurrir cuatro años, concretamente hasta mayo de 1505, en que otro arzobispo hispalense, fray Diego de Deza, las promulgase; si bien ajustándose en todo a las disposiciones de la granatense, que sirvió de pauta y modelo para todas ellas
La Alpujarra, conviene recordar que en aquel tiempo la integraban 13 tahas, administración a la que se acopló la iglesia, de las cuales una, la de Márjena pertenecía al obispado de Almería y las doce restantes a la diócesis de Granada
Apéndice Documental 1501, Octubre, 15 - Granada
Erección de los beneficios y oficios de las iglesias colegiales de S. Salvador del Albayzín y Sta María de Ugíjar, y de las iglesias parroquiales de la ciudad y arzobispado de Granada, efectuada con autoridad apostólica y consentimiento real por don Diego Hurtado de Mendoza, cardenal de España y arzobispo de Sevilla
Taha de Valdelicrin
Et in Taha de Valdelicrin in ecclesia parrochiali Sancte Marie loci de Arrastaval cum suis annexis de Melexis, Mulchas, Alauxa, Burinelas, Naio, Saleris et Cantil locorum granatensis diocesis quatuor beneficia Simplicia servitoria et quatuor sacristias.
- In ecclesia parrochiali Sancte Marie loci de Beznarcum suis annexis de Tablate, Pinos de Rey, Yzbur, Atalarab, Monduiar, Acequia et Achite locorum granatensis diocesis tria beneficia Simplicia servitoria et tres sacristias.
- In ecclesia parrochiali Sancte Marie loci de Padul cum suis annexis de Conchar, Coxbixar, Durcal et Nigueles locorum granatensis diocesis tria beneficia Simplicia servitoria et tres sacristias.
- In ecclesia parrochiali Sancte Marie loci de Nanjaron predicte granatensis diocesis duo beneficia Simplicia servitoria et duas sacristias.