La alquería de Acequias

Sacado de Los Habices de las iglesias del Valle de Lecrín de Lorenzo Luís Padilla Mellado

Su nombre viene del topónimo árabe qaryat al-sāqiya 
( ‫ قرية الساقية‬ )
Que en lengua árabe significa la que da a beber, la reguera de la acequia.

La ocupación humana de esta zona es antiquísima y se conservan los rasgos de los tiempos pasados con una apariencia de inmovilidad. Romanizados, arabizados y cristianizados. Pero sin duda son los musulmanes de al-Ándalus los que han dejado una huella más profunda y duradera en la agricultura, los cultivos, los sistemas de regadío, el agua y la red de canales y acequias que son los mismos de la época musulmana.

Fue una de las alquerías que tuvo una participación relevante en la rebelión que se llevó a cabo en el reino granadino. Las poblaciones de Padul y Acequias se convierten en lugares de abastecimiento y acantonamiento de refuerzos de tropas para hacer frente a los moriscos que se levantaron contra la Corona. Mármol Carvajal en su Historia de la rebelión y castigo de los moriscos del reino de Granada nos informa de algunos de los hechos más relevantes ocurridos en dichas revueltas.

Por el Libro de Apeo y Repartimiento que se hizo en el año de 1572, sabemos cómo este lugar fue repoblado por nuevas gentes venidas de otras regiones españolas. En Acequias se instalaron 16 nuevos vecinos, haciéndose 20 suertes de población, una para cada repoblador, más 4 ventajas. Nos informa de cómo en tiempo de moros la población alcanzaba 66 moriscos y que tras la repoblación no quedó ninguno viviendo en dicha alquería. La mayoría de las viviendas quedaron destruidas y en difícil estado de habitabilidad. Que disponía de 300 marjales de tierras de riego en las que había unos 50 morales 100 pies de olivos y todos los demás árboles frutales quedaron perdidos y talados tras las revueltas.

En el dicho término se contaron 50 marjales de tierras de viñedos, estando la mayoría de estas tierras cercanas a las márgenes del el río del Torrente, aunque estaban en un mal estado de producción.

Acequias en la Sierra disponía de 100 fanegadas de tierra de secano de sembradura, de buena tierra aunque muy trabajosa de labrar por estar dispuestas en laderas, y no quedando más tierras por roturar.

Disponía de dos hornos de pan cocer que eran de propiedad de la Iglesia, teniéndolos a censo perpetuo cristianos viejos. También se contaban dos molinos de aceite, uno cuya fuerza motriz era de agua y el otro de viga, aunque estaban caídos y perdidos ya que antes de abandonar la alquería los moriscos fueron quemados y destruidos quedando inservibles.

En el dicho término también se constata la existencia de una almadraba o sitio de hacer teja. Siendo estos edificios fabriles los que proporcionaron la mayoría de los materiales de construcción necesarios para la reconstrucción de la Iglesia, hornos, molinos y numerosas viviendas que quedaron destruidas por los moriscos. Por su término discurría una acequia de agua con la que se regaban todas las heredades y hazas y de la que bebían los vecinos del pueblo. Se tomaba del río del Torrente y solamente regaban con ella de día y no de noche porque la dicha agua de noche le pertenecía al lugar de Mondújar. Tenía establecido los turnos de riego dándose a cada marjal de tierra un cuarto de hora de agua una vez cada semana.

Se tiene noticia de la existencia de una fortaleza en sus inmediaciones. Mármol nos menciona la existencia de una Atalaya denominada Calat el Hajar, “junto al camino de Acequia, donde dicen Calat el Haxar, que quiere decir atalaya de las piedras” que según investigaciones posteriores se podría situar en el llamado Cerro Alto, ya que a partir de los 1.200 m. de altitud podemos encontrar restos de cerámica y en la cima del cerro estos aumentan. Allí hemos recogido numerosos restos de cerámica y se constatan restos de construcciones de muralla de fábrica de piedras de un tamaño mediano. El lugar es privilegiado ya que desde él existe una buena panorámica del territorio, de una gran visibilidad y de difícil acceso a la cima, siendo un lugar desde donde se podía organizar y controlar el territorio. Por lo que pude ser probable que en el existiera un hisn para la defensa y control de la zona.

En la relación de habices de la Iglesia de Acequias también hallamos una referencia a este recinto militar al describirnos una de las hazas que lindaba con una acequia, la cual llevaba agua a la alcazaba.

También se ha encontrado referencia a esta arquitectura defensiva en el Apeo y Repartimiento de las tierras del dicho lugar al describirnos el cuarto trance de tierras de riego que se hizo en el Pago del Río, quedando esta suerte por debajo del Fuerte.

No se ha encontrado otra información que nos lleve a situar con certeza dicha arquitectura defensiva, solamente los vecinos más viejos del lugar tienen memoria que, cerca del núcleo urbano de la existencia de una finca hoy en día puesta en labor a la que se le conoce como el Castillo, y que bien nos pudiera recordar que en sus alrededores hubiera existido alguna construcción de este tipo.

De la infraestructura productiva de esta zona son algunos ejemplos los molinos de harina y aceite que nos podemos encontrar en el lugar de Acequias. Debido a la importancia de sus cauces fluviales, emerge la importancia de estos edificios fabriles y así mejor comprender la importancia de la red hidrográfica de esta vertiente de Sierra Nevada, que genera un trazado de acequias que abastece toda la comarca y que está organizada como base de los ríos Dúrcal, Torrente y Béznar, ya que son estos los que su cauce a lo largo del año es más estable

Desde estos cursos parten múltiples acequias que recorren la práctica totalidad de las faldas de Sierra Nevada y que llevan agua a las poblaciones en las que se perciben las entradas de agua por las zonas superiores de sus caseríos para acabar muriendo en las vegas o en las propias corrientes. Esta red pone de manifiesto una clara relación entre los molinos que se encuentran relacionados con las acequias trazadas en el Medioevo, con aquellos otros que lo pudieron estar puestos en producción en años más cercanos a nosotros.

La iglesia fue construida en el lugar que ocupaba la mezquita, su construcción data entre 1546 y 1551 y realizada por el albañil Pablo Fernández y el carpintero Juan Fernández. Fue saqueada y quemada en la rebelión de los moriscos del año 1568 y reconstruida tras las revueltas El interior es de una sola nave, sin capilla mayor diferenciada, cubierta con una armadura de limas mohamares con siete tirantes pareados y apeinazados con lazo de ocho y cuadrales simples sobre canes de acanto. El retablo mayor fue trazado por Ambrosio de Vico y realizado por Miguel Cano.