Artículos sobre Nigüelas sacados del periódico Valle de Lecrín

Vista panorámica de Nigüelas. Texto: Francisco Rodríguez Fotos: Francisco Melguizo

De paseo por Nigüelas

Nigüelas, el pueblo más salto del Valle de Lecrín, ofrece entre sus atractivos la Casa de los 77ayas, del siglo XVI, el barrio de las Callejas, de estructura morisca, o su iglesia, hecha de piedra de Cónchar y pino de Albuduelas

Texto: Francisco Rodríguez Fotos: Francisco Melguizo

Nos acercamos a Nigüelas, pueblo más alto del Valle de Lecrín, por la antigua carretera y observamos la magnífica panorámica que ofrece su caserío desde los restos de la Venta del Hoyo en su unión con la carretera local, castaño centenario en primer término y el gran tapiz de la sierra con el nevado Caballo coronando. A la entrada del casco urbano por la primera calle a la derecha dedicada a "Nuestra Señora de las Angustias" vemos a la izquierda las dos casas moriscas recientemente rehabilitadas; avanzando por esta calle llegamos a la Casa Ayuntamiento, antiguo palacio de verano de los Zayas, construcción del siglo XVI restaurada en los años 90. Pasado el umbral accedemos al primer patio donde admiramos su portada renacentista, el balcón regio y el escudo nobiliario que culmina la fachada, entramos al palacio propiamente dicho a través de un zaguán donde admiramos dos monumentales tinajas cerámicas embutidas en el suelo y con las firmas o anagramas de los artesanos que las realizaron. Pasamos al patio central cuadrado con columnas de mármol de Sierra Elvira en estilo dórico y zapatas de madera de pino de Albuñuelas que soportan las vigas y artesonados del pasillo superior. De aquí parte la escalera regia de estilo mudéjar en la que destaca la gran calidad de sus pequeños y antiguos azulejos decorados a mano e incrustados entre las baldosas. En el piso superior contemplamos unos buenos bargueños tallados, así como unos abanicos de colección de gran belleza. La distribución actual es la siguiente: en la planta baja, oficinas y salón social de los mayores y en la superior, salón de plenos, alcaldía y concejalías. En el centro del patio tenemos una fuente de estilo granadino, que le da gran musicalidad a este espacio.

De este patio accedemos al jardín de estilo francés, donde son de admirar sus magníficos arriates de bojes, los formidables magnolios, así como los antiguos ejemplares de falsas acacias, coníferas, ejemplares centenarios de Júpiter, regados por el agua de sus elegantes fuentes... Admiramos un buen ejemplar de madroño, así como la centenaria encina de la huerta aneja.

Desde este palacio paseamos el barrio de las Callejas y la Solanilla, que mantiene su estructura morisca casi intacta, aunque casas tradicionales quedan pocas. Bajamos por la Calle Larga hasta la plaza de la Constitución, antiguo lugar de reunión del vecindario, hasta la creación de la plaza de la Iglesia urbanizada en 1947. Llegamos por la avenida García Lorca hasta la popular Puntanilla, lugar donde se esperan los turnos de riego y en su típico poyo, largas conversaciones. Frente al poyo de la Puntanilla está la entrada al antiguo Barrio de la Cruz, llamado así por el crucero existente a su entrada desde el camino de Dúrcal (hoy desaparecido), aquí se encuentra el más antiguo de los dos aljibes conservados, dos números más abajo y a la derecha esta la antigua torre de alquería usada como vivienda, realizada en mampuesto de piedra. Desde esta torre avanzamos hasta llegar a la placeta del Santo Cristo donde se celebraba la fiesta de la cruz (el 3 de mayo); de su origen sólo se conserva el cristo crucificado en su hornacina, originario del siglo XVII, siendo el altar construido bajo la hornacina la estación principal del antiguo Vía Crucis que se celebraba el Viernes Santo, después del Entierro de Cristo. Por las antiguas calles Comercio e Industria llegamos a la plaza de la Iglesia.

"El Ayuntamiento, antiguo palacio de verano de los Zayas, fue construido en el siglo XVI y restaurado en los años 90"

Si volvemos a la popular Puntanilla observamos el antiguo Ayuntamiento, construcción de los años 60, frente a él la Casa de la Cultura y colindante con esta, varias casas solariegas, con blasón, como la de los Gutiérrez. Avanzamos por la calle del Agua y observamos la recoleta placeta de Juan Miguel, continuando llegamos al antiguo convento renacentista, con su portada blasonada en mármol de Carrara, dividido en dos casas (la de los Molina, en la que se conserva parte del antiguo claustro y la de los Tejerizo)... Desde aquí contemplamos la espectacular plaza de la Iglesia, cuyo fondo ocupa el templo mudéjar dedicadq a San Juan Bautista construido en el siglo XVI, que en planta rectangular presenta fábrica de mampostería de piedra y jácenas de ladrillo macizo, la cornisa es de piedra caliza de Conchar, así como sus dos portadas en estilo dórico y arco de medio punto. En su interior, artesonado mudéjar de pino de Albuñuelas, reconstruido tras el incendio de la rebelión morisca de 1.568, presenta lazo de 8 en el apeinazado de las vigas dobles sobre canes de estilo corintio. La nave está separada de la capilla mayor por un gran arco toral de medio punto; el artesonado de esta capilla es también de lazo de 8 y en su clave ostenta una gran piña tallada de mocárabes, el retablo es barroco de finales del siglo XVIII, dorado y policromado, su estructura es de tres calles separadas con elegantes estípites de profusa decoración.

Este templo atesora una magnífica imaginería, con esculturas de los siglos XVI al XX, destacando la talla del patrono San Juan Bautista y su pareja S. Juan Evangelista debidas a la mano del gran imaginero granadino José Risueño...

El barrio de las Callejas y La Solanillla mantienen su estructura morisca casi intacta

Antiguo convento franciscano. Aquí filmó Bardem parte de la infancia de García Lorca, en "Muerte de un poeta".

En la misma plaza podemos contemplar el antiguo aljibe, en uso hasta los años 70 del siglo XX. De aquí nos acercamos a la Almazara de Las Laerillas, donde quedamos impresionados por su maquinaria, habiendo sido utilizada hasta la 2' década del siglo XX. Por la calle Canalón nos acercamos hasta al camino del río Torrente o avenida de la Sierra, donde observamos bellas vistas del Valle y de las cumbres de Sierra Nevada. Por el acceso peatonal de la Bajadilla llegamos a la toma de aguas del molino de los Carrillo y de allí a la calle Eras,

avanzando por ella y mediado su recorrido encontramos las casas moriscas colindantes con la típica calle Alcaicería, después de observarlas continuamos y llegamos al Partidor, llamado así porque es donde se parten las aguas. Llegamos al barrio de las cuevas, donde aún se conservan algunos ejemplares de estas viviendas subterráneas. Desde allí podemos ver el profundo barranco del río Torrente y su paisaje espectacular que ¡lega hasta el Valle Bajo; a la vuelta vemos la cruz piedra del siglo XVI sobre la estructura abovedada del Partidor de las aguas que divide el agua de la Acequia Real de mas de 2 kilómetros de longitud para las vegas de Dúrcal y Nigüelas. Esta acequia de la Pavilla se llama así porque antiguamente "pelaban la pava" las parejas a la sombra de los abedules, con cuyas ramas trenzan las guirnaldas con que tradicionalmente cortejan los mozos la noche del Sábado de Gloria a sus jóvenes deseadas. Por la estrecha calle que hace de puntana con la Acequia Real de Dúrcal, que discurre, pasado este barrio, por el lado izquierdo del Camino a Dúrcal, podríamos visitar los dos molinos harineros, el molino Canario y la Alquería de los Lentos, dedicados ambos a alojamientos rurales. Paseamos el barrio de los Almendros, urbanización de los años 50 trazada a cordel, que nos ofrece un atractivo paseo por sus empinadas calles.

" El templo fue construido en el siglo XVI. Su cornisa es de piedra caliza de Cónchar y su artesonado de pino de Albuñuelas"

Del barrio de los Almendros nos vamos a contemplar los impresionantes planos de la Falla Tectónica de Nigüelas, monumento natural de los más importantes de la provincia, subimos por la empinada cuesta hasta la Rasuela; este lugar raso es uno de los miradores más importantes del Valle de Lecrín, es aquí donde están las instalaciones deportivas al aire libre, el auditorio (anfiteatro de futuro para grandes espectáculos al aire libre), y que en la actualidad tiene la función de desviar las aguas torrenciales, que desde el Zahor producían grandes inundaciones en el casco urbano y en la vega.

Nos extasiamos con las vistas del Valle de Lecrín, del profundo barranco del río Torrente y de Sierra Nevada, desde este mirador que nos invita a la paz y el ensueño.

Partidor de Aguas

Tajo de Los Cahorros.