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El Peñón de los Moros, posiblemente de época nazarí a juzgar por la cerámica en él encontrada; se trata de un isn o fortín con aljibe, torre y pasadizo que desciende hasta el río. Esta fortaleza dominaba una vasta extensión del Valle de Lecrín y el paso medio del río Dúrcal.
Esta construcción fue una de las destruidas durante los primeros años de la conquista cristiana, quedando de ese modo relegada de los acontecimientos que ocurrieron en décadas posteriores y perdiendo su valor militar
Durante los levantamientos de 1568 en Dúrcal, ya no se cita el
casillo
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Es de planta poligonal irregular, queda una torre y un aljibe, quedan huellas de una puerta en recodo. Debió de tener un recinto bien delimitado de murallas, los muros que quedan a penas superan los 30 cm. Puede adscribirse al periodo almohace y al nazarí, aunque la cerámica lo aproxima a este último.
La torre o esquinazo contiene gran cantidad de fragmentos cerámicos, seguramente procedentes de un momento anterior a su construcción, lo que parece indicarnos la posible ocupación del estratégico montículo desde un periodo más temprano.
Para Mariano Martín, Jesús Bleda y Jose Mª Martín se puede intuir la existencia de otras torres en los ángulos noroeste y suroeste de la meseta. En este último lugar encontramos un hueco en el suelo con paramentos de hormigón de cal enlucido que, hasta hace unos años, mostraban una ligera inclinación como si hubieran sostenido una cubierta abovedada.
Hasta el momento esta apertura se había entendido como un segundo aljibe, sin embargo, una mayor observación así como numerosos testimonios de vecinos de la localidad confirman que se trata de un pasadizo subterráneo que conduce desde la fortaleza hasta unos cercanos manantiales medicinales llamados Baños de Urquizar y a la cercana orilla del río de Dúrcal
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Artículo sobre el Peñón de los Moros sacado del periódico Valle de Lecrín |
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Dúrcal y PEÑÓN DE LOS MOROS O CASTILLO DE DÚRCAL en Arquitectura militar en el Valle de Lecrín |
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Por los restos que aún se conservan debió de contar con doble recinto de murallas que cubrían una amplia extensión de terreno. Está construido en una loma desde la cual se divisa una gran parte del Valle.
El resto de la torre presenta una construcción de mampostería, conserva en su parte superior la típica construcción de tabiya, cubierta con un enlucido resistente que va servir de capa protectora del mampuesto, de esta forma se eliminan las irregularidades de construcción: huecos, salientes, que facilitarían en un caso hipotético el acceso al enemigo trepando el muro.
Lo que mejor se ha conservado es el aljibe. Este tiene acceso mediante una rotura realizada en su cara norte (también su bóveda se encuentra bastante deteriorada en su parte central). Su aparejo es de lascas de piedra a partir de una altura de 1'80 metros, incluyendo su bóveda de medio cañón. Desde el suelo hasta la altura mencionada el mampuesto se encuentra cubierto de una capa de estuco que deja ver en algunas zonas la característica - pintura roja.
Su planta es rectangular y sus medidas son 5 x 2'10 m., con una altura de 3'30 metros desde la cubierta hasta el suelo que se encuentra cubierto por materiales de derribo del mismo castillo.
Es de suponer que este aljibe estuviera situado por debajo de la planta del castillo, como ocurre en otros analizados; su acceso se orienta hacia el norte.
Bastante alejado de este, y en el extremo S.O. de la plataforma observamos la presencia de otro hueco en el suelo con restos de enlucido y ladrillo en una de sus paredes, así como un leve arranque de un muro con una suave inclinación hacia forma semiesférica que nos hace suponer la existencia de un segundo aljibe, demostrando la gran importancia que debió tener este emplazamiento en época musulmana.
La distribución de los muros que encontramos (arranque de muralla) levantándose unos 30 cms. del suelo en mampuesto unido con mortero de cal y arena, permiten dibujar una planta poligonal irregular del castillo. Únicamente podremos conocer más datos de este mediante el empleo de fotografía aérea o la realización de prospección arqueológica que lo daten mediante la gran cantidad de restos cerámicos que se encuentran diseminados en todo su perímetro.
Croquis del Castillejo El Peñón de los Moros.
Donde se marcan La corracha o bajada
subterránea hacia el río. En la parte de arriba del monte
donde comienza ésta, hay indicios del
subterráneo que algunos autores dicen que puede ser un posible segundo aljibe.
Cuatro torres: el Peñón, unas
posibles situadas en el Noroeste y
Suroeste.
Otra de entrada junto
al aljibe
Descripción
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Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. En 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía. Con Régimen de protección B.I.C.
Toponímicamente Dúrcal aparece citada por Seco de Lucena como alquería árabe en el Valle de Lecrín qaryat durkar - min iglim.
Madoz la localiza en una llanura al pie del cerro llamado de Sahor, ramificación de Sierra Nevada, y a muy corta distancia de la margen izquierda del río Dúrcal. Está dividida en tres barrios entre los cuales se halla un pequeño despoblado que los separa denominados Danon, Nigüelas y Almócita.
Otro barrio llamado Almohasa por encima del que hoy se conoce con el nombre de Almócita y en él se descubren también cimientos.
En el Catastro del Marqués de la Ensenada aparece la localización de este pueblo mediante un croquis
El Castillo de Dúrcal o" Castillejo" según el Catastro de la Ensenada, se sitúa en lo que hoy se conoce como el Peñón de los Moros distante unos dos kilómetros del pueblo.
Castillo de Dúrcal
El castillo de Dúrcal está en una elevación sobre el río de tal nombre, algo alejada del actual pueblo, pero en su territorio. La planta del castillo es poligonal irregular. En general el castillo está mal conservado. Quedan, sin embargo, restos identificables. Los más significativos son un aljibe y una torre que ha tenido que ser reforzada actualmente en su base por el deterioro que presentaba.
Es el aljibe una construcción abovedada. de planta rectangular (5 x 2.10 m) y con una altura de 3.30 m. Su construcción es desde el medio hasta 1.80 m, de mampostería cubierta de estuco. que en algunas zonas deja ver la característica almagra roja con la que se cubren los paredes de los aljibes. Desde esa altura hasta la bóveda de medio cañón el aparejo es de lascas de piedra.
El aljibe está unido con la muralla por un relleno de 87 a 90 cm. que tiene unas características diversas del propio aljibe y de la muralla exterior. Hay en este hormigón de relleno abundante cerámica, mientras que en la muralla (2.90 cm. de grosor) se percibe más cal y tierra. En algunos puntos se ve el paramento exterior con un enfoscado de unos 4 mm. Es posible que lo que llamamos muralla exterior fuese una torre que defiende el acceso al recinto y el entorno del aljibe. Quedan huellas de una pueda en recodo. Se percibe en el enfoscado exterior que hay en el recodo.
Por los restos que aún se conservan debió tener un recinto bien delimitado de murallas que cubrían una amplia extensión de terreno. Los muros que quedan apenas levantan 30 cm. del suelo. Son de mampostería unida con mortero de cal y arena, lo que podría entenderse como la base de un tapial, según se aprecia en la fachada N. que es la que mejor se conserva. Hay una capa de enlucido que va a servir de protección y para cerrar los huecos e irregularidades de la construcción, que facilitarían el posible acceso de un enemigo trepando por el muro.
El castillo de Dúrcal parece que puede adscribirse al periodo almohade y al nazarí, si bien la cerámica nos aproxima más a este último, y desde luego está próximo al de Restábal. Se integraban ambos en el sistema defensivo general del Valle, que se apoyaba en muy diferentes estructuras defensivas.
Dúrcal
Cuando le pregunté a un pastor que me salió al paso en donde se hallaba el Castillo de Dúrcal, me indicó un cerro en la lejanía que me era imposible reconocer. En estos casos lo mejor es poner en marcha el automóvil y seguir avanzando, poco a poco irás reconociendo los lares por los que anduvieron siglos atrás algunos de nuestros antepasados.
Al acercarnos a las ruinas de esta fortaleza, lo primero que se nos representa, y casi nos engaña, son sus formas. En la lejanía apenas se distingue el castillo. Tan sólo se puede apreciar lo que debió ser la torre del homenaje y hoy da la impresión de ser un monolito prehistórico en forma de seta. Aunque al ascender por una empinada ladera y llegar a la base de la fortificación. todo cambia.
Su emplazamiento se halla sito en una loma sobre el río Dúrcal y su estructura debió tener una gran potestad sobre el paisaje. Actualmente la fortaleza, desgraciadamente, está en un estado de conservación deplorable. Quedando solamente algunos restos de la edificación reconocibles, pudiéndose distinguir el aljibe y la torre anteriormente mencionada, que ha debido ser apuntalada en su base para evitar su desmoronamiento.
El aljibe está levantado sobre formas abovedadas, teniendo una planta rectangular de altura considerable. Los materiales que hubieron de utilizarse para la obra fueron de mampostería en el suelo que se recubriría de estuco, que es una mezcla de cal y polvo de mármol. En la parte superior del aljibe se observa que fue rematado sobre lascas de piedra.
Ya en el exterior podemos imaginar, siempre imaginar, lo que debió ser el patio de armas y en la actualidad es una parata perfectamente cultivada de almendros. Sobre ella, se distinguen los muros que ya no pueden mantener el equilibrio y apenas levantan medio metro del suelo. Al analizarlos apreciaremos que fueron hechos con piedra, arena, cal y barro, lo que se llama mampostería.
El castillo de Dúrcal pertenece al período almohade y nazarí, aunque el tipo de cerámica es más propia del ultimo. Su utilización podemos adjuntarla al sistema defensivo que poseía el Valle de Lecrín. Un lugar estratégico de paso que conducta hacia la Costa y que dominaba las poblaciones de Restábal y Los Guájares. Áreas granadinas muy desconocidas y que encierran una riqueza arquitectónica de gran trascendencia dentro de la historia del que fuera Reino de Granada.
Loma donde está situado el Peñón
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