Ponemos 5 fotos texturizadas de los restos del
Castillo de Mondújar. Sacadas del modelo del Google Earth
Este castillo es el lugar central que une las vidas de estas tres reinas
nazaríes con el Valle de Lecrín
Aixa o FátimaA'isha bint Muhammad ibn al-Ahmar, reina de Granada, llamada A'isha al-Hurra (La Honesta o la Fría) a pesar de los pocos documentos que tenemos sobre su vida e incluso de la polémica surgida en torno a su nombre verdadero, era conocida en la tradición española como Aixa. Al parecer, Aixa era hija del rey de Granada Muhammad X el Cojo, aunque según otros autores lo era de Muhammed VIII el Zurdo. Procedía de la familia real de Granada y debía de gozar de considerable patrimonio y prestigio por sí misma, que explicarían su posterior influencia pública Según un documento aportado por Luis Seco de Lucena, recibió de su hermana Umm al-Fath la alquería de Sujayra (hoy Zujaira), que vendería el 3 de octubre de 1492 al caballero cristiano D. Luis de Valdivia por el precio de dos mil quinientos reales de plata, alquería que pasaría luego a ser propiedad de los Reyes Católicos En la misma ciudad de Granada, poseía el palacio de Dar al-Horra y en la vega de Granada, extramuros de la ciudad, el palacio del Alcázar Genil que tenía una naumaquia, en donde se celebraban juegos navales de recreo en verano, eran estos los lugares donde pasaba sus períodos de recreo. Estaba muy cercano al morabito almohade, hoy ermita de San Sebastián. Esta naumaquia, de la que hasta hace unos años aún se conservaban restos de muros y restos de carácter hidráulico, iniciaron su definitivo declive con el trazado del Camino de Ronda que la partió en dos mitades y con la edificación de las posteriores urbanizaciones que allí se ubicarían. Siendo la única voz que se opuso en Granada a su destrucción definitiva, la de una diputada socialista por Granada, María Izquierdo Rojo, con sus interpelaciones y preguntas parlamentarias en 1979 y 1980.
Aixa fue durante unos veinte años la sultana consorte del rey Abu l-Hasan Alí, conocido como Muley Hacem en las crónicas cristianas, con el que tuvo dos hijos varones,
El sultán se enamoró de una esclava cristiana llamada Isabel de Solís, que tomó el nombre de Zoraya al convertirse al Islam, y con la que tendría dos hijos varones: S’ad y Nasr, ésta acabó por desbancar a Aixa de la condición de sultana para terminar confinada en habitaciones menos regias, dentro de los palacios nazaríes de la Alhambra. Al ser repudiada por Muley Hacen, Aixa pasaría a habitar la sala de Dos Hermanas con sus hijos. Favorecedora de las intrigas palaciegas y rival de Isabel de Solís, fue el alma de la resistencia contra los Reyes Católicos y acompañó a su hijo en 1492 a La Alpujarra y más tarde en 1493 en su último exilio a Fez. Hacia 1482, los celos, la rivalidad entre Aixa y Zoraya, el temor por la sucesión de sus hijos, junto con la desconfianza ante las intenciones del sultán, instaron a Aixa a participar, con la facción aristocrática de los Abencerrajes, en una conspiración para destronar a su esposo y poner en su lugar a su hijo Boabdil. Tras liberar a su hijo de una de las torres de la Alhambra, donde su padre lo tenía preso, Aixa incitó a Boabdil y a su hermano Yusuf a huir a Guadix, donde el primero fue proclamado rey. Poco después, tras una sangrienta guerra civil, el 5 de julio de 1482, Boabdil era proclamado rey de Granada. Aixa volvió a intervenir con tenacidad y firmeza en 1483, cuando su hijo cayó prisionero de los cristianos en la batalla de Lucena, y ella negoció su liberación. Poco se sabe de su vida en los siguientes años, pero debió de seguir implicándose muy de cerca en los agitados y decisivos acontecimientos que estaban teniendo lugar en Granada: las pretensiones al trono de El Zagal, su cuñado, y el hostigamiento constante de las tropas cristianas. Aixa se convirtió en el alma de la resistencia contra éstas. Si se sabe que a la muerte de Muley Hacén, el Zagal se proclamó su sucesor, que mandaría asesinar al hermano de Boabdil, Abu-l-Hayyay Yusuf, el segundogénito de la dinastía, y que envió su cabeza a la Alhambra envuelta en alcanfor. Cuando la ciudad se rindió a los Reyes Católicos el 2 de enero de 1492, Aixa partió al exilio con su hijo, primero al señorío de Andarax, en la Alpujarra, y después, en octubre de 1493, a la ciudad marroquí de Fez, donde seguramente le sobrevendría la muerte. Mujer enérgica y de carácter fuerte y acusada personalidad, el retrato que de ella hacen las fuentes castellanas es el de una persona de arrebatos pasionales y genio viril. Su agitada vida ha dado lugar a ser utilizada como tema recurrente en la literatura hasta nuestros días. En realidad, fue una mujer capaz de tomar importantes decisiones que influyeron en la evolución política del reino, para asegurarse la sucesión de su hijo primogénito al trono de la Granada nazarí.
La leyenda dice que en Enero de 1492, cuando iban camino de La Alpujarra, en un momento dado, al alcanzar un viso en la zona de Al Badul, cercano a Otura, se detuvo y, volviendo la mirada hacia sus palacios, exclamó con un profundo suspiro de resignación: ¡Alá Akbar! (Dios es grande) Boabdil volvió la vista atrás llorando para contemplar Granada por última vez y Aixa, su madre, la sultana Aixa Al-Horrá, increpó su vano lamento con las siguientes palabras: “Bien haces, hijo, en llorar como mujer Dado que en aquellos tiempos, la historia se transmitía por vía oral de generación en generación, existen otras variantes sobre tan lacerante sentencia: “Llora, llora como mujer “Justa cosa es que el rey y los caballeros lloren como mujeres,
Debido a esto el pequeño puerto de montaña recibe el nombre del Suspiro del moro (Fer Allah Akbar), que también se denominó en épocas pasadas, en la época romántica, como “la cuesta de las lágrimas”. Cuando la ciudad se rindió a los Reyes Católicos el 2 de enero de 1492, Aixa partió al exilio con su hijo, primero al señorío de Andarax, en La Alpujarra, donde su visir Aben Comixa concretó la venta de todos sus bienes en 1943, a espaldas de Boabdil. El rey chico, que un tiempo antes había visto morir a su fiel Morayma en el exilio de Andarax, embarcó en Adra y fue recibido por el rey meriní de Marruecos. En la ciudad marroquí de Fez se cuenta que construyó un palacio parecido a la Alhambra y se dice que murió en campaña treinta y dos años después de su partida. A Aixa seguramente le sobrevendría la muerte en Fez. Bruno Alcaraz Masáts |
Muley HacénAbū al-Hasan 'Ali ben Saad (أبو الحسن علي), rey de Granada, llamado Mulay Hasan o, por los cristianos, Muley Hacén. Accedió al trono en agosto de 1464, sucediendo a su padre Sa'd al-Musta'în cuando ya el Reino de Granada vivía fuertes conflictos internos que le impidieron sacar provecho militar de la guerra en Castilla. Con la sultana Aixa tuvo a su hijo Boabdil, que le quitaría el trono en 1482. En ese momento Muley Hacén huyó de Granada con su hermano el Zagal para combatir a su hijo. En 1485 ya muy debilitado nombró heredero a su hermano, falleciendo ese mismo año en el castillo de Mondújar. Hay diversas leyendas sobre este rey granadino. Una de ellas es la de Isabel de Solís, noble castellana que fue apresada en una incursión nazarí y fue llevada cautiva a La Alhambra. Allí el rey se enamoró perdidamente de ella, descuidando sus asuntos de estado. Isabel se convirtió al Islam con el nombre de Zoraya y se convirtió en la esposa favorita del sultán, provocando la enemistad de la sultana Aixa, madre de Boabdil. Las intrigas palaciegas causaron la debacle del rey. De ella tuvo dos hijos: Don Fernando de Granada (c. 1460 - Burgos, marzo de 1512), cuarto marido de Mencía de la Vega, sin sucesión, y Don Juan de Granada, que se casó con Beatriz de Sandoval y tuvo descendencia. Otra leyenda dice que, cansado y hastiado de su trato con los hombres, dispuso que a su fallecimiento fuese enterrado en el lugar más alto, cercano al cielo y alejado de la civilización: en el pico Mulhacén, y de ahí el nombre de la máxima altura de la península ibérica. No obstante, desde entonces fueron muchas las búsquedas y catas que se han realizado en esta montaña para localizar la tumba del monarca y los tesoros que se suponía podía contener, pero nunca ha sido encontrada.
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Isabel de Solís. Zoraya
Reina de Granada (siendo previamente una esclava cristiana) con el nombre de Zoraya (Estrella del alba). Vivió en la segunda mitad del siglo XV. Era una doncella hija del comendador de Martos, Sancho Jiménez de Solís y durante una de las luchas entre los cristianos y musulmanes de Granada, fue capturada por los nazaríes y llevada a la Alhambra. La leyenda cuenta que era una mujer muy bella y que el rey de Granada, Muley Hacén (1464-1482, 1483-1485) se enamoró locamente de ella. Tras profesar la religión islámica y tomar el nombre de Zoraya (Lucero del Alba), contrajo matrimonio con el monarca, que la convirtió en su esposa favorita. Con ella tendría dos hijos varones, Pero su otra esposa Aixa peleaba con Isabel de Solís por Muley Hacén. Esta relación provocó el disgusto de los abencerrajes y los celos de la sultana Aixa, madre de Boabdil, quien alentó una serie de intrigas en la corte y las disputas internas que acabaron con la abdicación del monarca en su hermano, el Zagal, y, posteriormente desencadenaron la toma del reino de Granada por los Reyes Católicos en 1492. No se tienen más noticias biográficas sobre ella, salvo que partió al exilio con su esposo y sus dos hijos Nasr ben Ali y Saad ben Ali. Según parece, tras la muerte de Muley Hacén se convirtió de nuevo al cristianismo, al igual que sus dos hijos, quienes tomaron los nombres de Juan de Granada y Fernando de Granada, respectivamente. La historia de esta bella cristiana ha inspirado a escritores de distintas épocas en los siglos posteriores, como Martínez de la Rosa, que en 1837 escribió la novela histórica Doña Isabel de Solís, reina de Granada y Laurence Vidal que en 2000 ha publicado Los amantes de Granada, que rememora la vida de Isabel de Solís.
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Morayma(Loja, 1467- Laujar de Andarax, 1493), última reina de Granada, esposa de Boabdil.
Fue la hija de Ali Athar, señor de Xagra, alcaide de Loja, primer mayordomo de la Alhambra y alguacil mayor del Reino de Granada Los cronistas de la época la describían de la siguiente manera: ...la novia vestía saya y chal de paño negro y una toca blanca que casi le ocultaba el rostro, lástima, porque sus facciones son muy lindas y seductoras. Un poeta musulmán asegura que Morayma tenía: Ojos grandes y expresivos en un rostro admirable, a través de las tupidas ropas adivinábanse unos hombros, unos brazos, unas caderas y un talle de clásicos y opulentos contornos. A los 15 años de edad contrajo matrimonio con Abū ʿAbd Allāh Muḥammad b. ʿAlī, conocido como Boabdil, el último rey de la dinastía nazarí que gobernó Granada. Pocos días después de la boda, Muley Hacén, su suegro, encarceló a su hijo Boabdil y a ella la confinó en un carmen (en Granada una casa con huerto y jardín), cerca de Cuesta del Chapiz. Después de la batalla de Lucena, donde murió su padre y Boabdil cayó prisionero y fue mantenido en cautiverio en Porcuna, se retiró de la vida pública con sus hijos. Fernando II de Aragón liberó a Boabdil, que tuvo bien ganado el mote de الزغابي Al-Zugabi, "el Desdichado", con la condición de que sus hijos fueran entregados en custodia. Ella no volvió a ver a sus hijos hasta 1492 después de la conquista de Granada. Ellos eran: Aixa después conocida como Sor Isabel de Granada. Ahmed y Yusef Tesoro de Morayma «El tesoro de la casa o palacio Nazarita era copioso en toda suerte de preciosos rubíes, perlas de gran tamaño, zomordas singularísimas, turquesas de gran valor, toda suerte de adargas preservativas, equipos militares defensivos, instrumentos primorosos, utensilios peregrinos, collares de perlas en pedazos, sartales de aljófares para los cabellos, arracadas que aventajaban a las alcordes o pendientes de María (la Copta, concubina de Mahoma) en claridad, brillantez y hermosura, corazas holgadas de vestir, adornadas de oro, casco con orlas doradas, incrustadas de perlas intercaladas de esmeraldas con rubíes en el centro; cinturones plateados, anchos de formas y esmaltados en su superficie; adargas de ante, sólidas, sin poros, dulces al tacto y renombradas por su impermeabilidad; almimbares de abalorio; atailores de Damasco, cuentas de cristal, zafas de la China, copas grandes del Irac, vasos de Tabaxis y otras». A la caída de Granada, le fue ofrecido a su esposo un refugio en Laujar de Andarax, como rey de Alpujarra, allí residieron hasta su marcha hacia Fez, a finales del verano de 1493. Falleció poco antes de que el resto de su familia partiera hacia Fez y fue enterrada en la mezquita de Mondújar, a la que ya habían trasladado, desde la Alhambra, los restos de los sultanes Mohammad II, Yusef I, Yusef III y Abu Saad. Cuando murió Morayma, según la costumbre musulmana, sus sirvientes lavaron su cuerpo y lo perfumaron con almizcle, alcanfor y otras sustancias aromáticas. Inmediatamente después, el cadáver fue envuelto en un sudario de color blanco sin coser ni en la cabeza ni en los pies. Tras este rito, Morayma fue colocada sobre unas parihuelas, cubierta con su hhaik (vestido). Un grupo de cuatro o cinco hombres, los de más confianza de Boabdil, portaron el cadáver junto a otro numeroso grupo de personas, se trataba del entierro de la reina, la última reina de Granada y única reina de la Alpujarra. Llegados al cementerio y después de una breve oración, el cadáver fue colocado en la huesa sin ataúd. La inhumación de Morayma se realizó en una fosa estrecha donde el cadáver se colocó sobre la tierra mirando hacia La Meca. De esta forma, quedaba cumplido el deseo de Morayma de ser enterrada en Mondújar y con un estricto rito musulmán, ya que en vida y en su testamento dejó clara su profunda religiosidad. Una vez depositado el cuerpo en su tumba, se colocó una laja de piedra y se construyó un túmulo de tierra formada por gradas de mortero o sillares de arenisca sobre la que reposaba una lápida. Morayma dejó parte de sus tierras a Hamet Aziguy, Helil Açogayar y Mahomat Almeyres para que la cuidaran y labraran. También dejó dicho que la mitad de lo obtenido por el cultivo de las tierras lo entregaran a la mezquita, al alfaquí y a sus mayordomos. Pidió que se rezara dos veces por semana sobre su tumba. El personaje de Morayma ha sido fuente de inspiración de diversos escritores entre ellos el autor romántico Francisco Martínez de la Rosa que escribió una tragedia en cinco actos sobre este personaje ---------------------------------------------- MoraymaNace en Lawsha [Loja], hija de Aliatar. Casa con Muley Abu-Abdalla-Babdali "Boabdil". Muere en Laujar de Andarax en agosto de 1493 siendo sepultada en un lugar desconocido de Mondújar. Es una bonita historia que acaeció en Granada y que terminó en nuestras tierras del Andarax: se refiere a la vida y hechos ocurridos a la bella Morayma. Boabdil, heredero del trono alhamar, casó con la joven de 15 años Morayma. El padre de Morayma, Alí Athar, era un hombre muy rico pero vivió pobre, ya que sus rentas las invertía en la defensa del Rey. Baste decir que su hija Morayma, el día de las bodas, tuvo que engalanarse con vestidos y joyas prestadas. Un cronista invitado a la fiesta nupcial cuenta que la novia vestía saya y chal de paño negro y una toca blanca que casi le ocultaba el rostro. «lástima - dice- porque sus facciones son muy lindas y seductoras». Y un poeta musulmán asegura que Morayma tenía ojos grandes y expresivos en un rostro admirable y conjetura. «a través de las tupidas ropas adivinábase unos hombros, unos brazos, unas caderas y un talle de clásicos y opulentos contornos». Los historiadores, más adelante se refieren a ella como la tierna Morayma y como la sufrida esposa del Rey Chico. «Pocas mujeres ha habido sin duda. tan desgraciadas como ella», recuerda Fidel Fernández. A pocos días de la boda, Muley Hacén, encarcela a su hijo Boabdil y «separa brutalmente a la jovencísima esposa», confinándola en un «carmen» (casa con huerto y jardín). Después de la batalla de Lucena, en la que muere Alí Athar y es hecho prisionero Boabdil. Morayma, con su hijo Ahmed de poco más de un año retira nuevamente al «carmen», donde sobrelleva «los varios meses del cautiverio de su esposo en Porcuna». Al fin, los castellanos liberan al Rey Chico tras un pacto en el que, entre otras condiciones, ha de entregar como rehén a su primogénito. Ahmed acababa de cumplir dos años y no le será devuelto a su madre hasta la entrega de Granada. Entonces tiene 9 años, no conoce el árabe, es cristiano y atiende por el «Infantico», mote que le impuso Isabel la Católica. Morayma se recogerá, dos veces mas, en el carmen y por último, con su esposo, mientras esperan la salida hacia el destierro del Andarax. Ahora que ya no tienes reino, refúgiate en el corazón de tu mujer, dijo Aixa (Fátima) a su hijo, pero Morayma «destronada sin que jamás hubiera gozado las delicias del trono», señala un historiador, sólo podía ofrecer a Boabdil “el jardín último de su entrega”, el recuerdo de aquel «carmen» del olvido en el que fuera tan desgraciada. Vinieron al Andarax, visitaron nuestros pueblos, ojearon los lugares más idóneos para ubicar su vivienda, pero los de Castilla, en una nueva traición, decidieron expulsarlos de España, lo que sucedió “al término de las calores del verano de 1493”. Así las cosas, en octubre, Boabdil, su madre Fátima, su hermana, sus hijos Ahmed y Yusef y algunos amigos y criados salieron camino de África desde el puerto de Adra. Morayma. «el único amor de Boabdil», «el único ser que hubiera podido hacerle soportable la pena del destierro», moriría días antes de abandonar las Alpujarras. El cadáver de Morayma se llevó a Modujar para que reposara junto a los de los reyes nazaríes y, al mismo tiempo, Boabdil dispuso la entrega de ciertos bienes al alfaquí de Mondújar para que rezara dos veces en Semana ante la tumba de Morayma y una renta importante a los ulemas a fin de que oraran diariamente por su esposa en dicha mezquita. Apenas embarcado Boabdil para su destierro en Marruecos, los cristianos se incautaron de los bienes destinados a la oraciones por Morayma y. con ellos, levantaron una iglesia sobre el solar de la Mezquita. El cadáver de Morayma recorrió en el mayor de los secretos, los sometidos y calurosos valles que van desde el Presidio del Andarax (Fuente Victoria, Fondón) hasta Mondújar. Fue la Última amargura en el recuerdo de Morayma. (Lectura del díptico de «Alquería de Morayma », Centro Agro-Turístico Cádiar-Granada). |
BoabdilAbû ʿAbd Al·lâh «az-Zughbî» Mohammed ben Abî al-Hasan ʿAlî (أبو عبد الله محمد ابن علي) (Granada, 1459 – Fez, 1533) fue el último rey de Granada, conocido como Muhámmad XII (quizás fue el undécimo sultán que llevaba el nombre de Muhámmad, y no el duodécimo, como gracias a la Yunna de Ibn ʿĀṣim podemos deducir ahora), miembro de la dinastía nazarí, llamado por los cristianos Boabdil o Boabdil el Chico y conocido popularmente en su tiempo con el sobrenombre الزغابي Al-Zugabi, "el Desdichado". Fue llamado por los castellanos y aragoneses "el Chico" no por su tamaño sino por su menor edad comparado con su padre y tío. Abú Abdil·lah en dialecto árabe granadino. Quitó el trono a su padre, Muley Hacén y durante un tiempo estuvo en disputa por éste tanto con él, como con su tío, el Zagal. Abu 'Abd Allāh, en el habla granadina, debía pronunciarse como Bu Abdal-lah o Bu Abdil-lah, y de ahí el nombre castellano Boabdil, a quien se añadió el epíteto de "el Chico" para distinguirlo de su tío Abu 'Abd Allāh "el Viejo". Nacido en la Alhambra, hijo de Muley Hacén y la sultana Aixa, se sublevó en Guadix contra su padre en 1482 y accedió al trono gracias al apoyo de los Abencerrajes y de su propia madre. Combatió a su padre y su tío, quienes también se consideraban legítimos reyes de Granada, durante la batalla de Martín González, en el término municipal de Lucena, fue apresado por los Reyes Católicos. Su liberación implicó dar a Castilla la parte del reino que gobernaba el Zagal, lo que favoreció la penetración castellana y la finalización de la guerra el 2 de enero de 1492 con la toma de Granada por los Reyes Católicos. Boabdil se aseguró la colaboración de las tropas castellanas en su exilio a Fez en 1493 ante la posibilidad de una rebelión del bando opuesto. Según una extendida leyenda española cuya veracidad no está atestiguada por ninguna documentación, al salir de Granada camino de su exilio en las Alpujarras, cuando coronaba un collado, volvió la cabeza para ver su ciudad por última vez y lloró, escuchando de su madre la sultana Aixa: «llora como mujer lo que no supiste defender como hombre» Sultana Aixa, madre de Boabdil. Debido a esto ese monte recibe el nombre del Suspiro del moro. Esta leyenda parte de la imaginación del padre Echevarría que en el siglo XVIII publica el libro Los Paseos de Granada en los que pretende denigrar la figura de Boabdil, aunque quizá con el tiempo es lo contrario lo que permanece. En su exilio alpujarreño, se instaló en la población almeriense de Laujar de Andarax siendo ésta su última residencia en la península ibérica antes de partir definitivamente a África tras recoger los restos de sus antepasados en Mondújar, junto a Talará (Granada). Julio Quesada-Cañaveral, VIII Duque de San Pedro de Galatino, en su Tesis Doctoral sobre Boabdil, lo describe así: Boabdil era rubio, de mediana estatura, más bien alto y esbelto, de ojos claros de luz, tez pálida y semblante tranquilo. Su porte era majestuoso, y en los momentos más difíciles, demostró siempre su valeroso corazón y su arrogancia de raza. Fue bravo en las batallas, y aunque herido su cuerpo, como en la batalla de Loja, siempre conservó su dignidad de rey, su dignidad de raza y su dignidad de hombre de corazón, a pesar de tantas y tantas amarguras como tuvo que sufrir constantemente su espíritu y su voluntad. La tradición en cambio le ha conferido un aspecto moreno de piel y pelo, tanto en la pintura como en el cine, como en la obra La rendición de Granada de Francisco Pradilla. Sin embargo, el caso más llamativo se da en la serie televisiva Requiem por Granada, en la que un Boabdil niño le comenta a su abuelo su impresión sobre Isabel la Católica: "demasiado blanca, y esos ojos tan azules, y el pelo amarillo... aquí haría raro, allí queda bien".
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El secreto de las tumbas reales nazaríes de Granada. Donde platea las posibles dudas sobre el emplazamiento de las tumbas de los reyes nazaries
Antigua Rauda Real en la Alhambra. Donde estaban enterados los reyes nazaríes antes de traerlos a Mondújar