Recuperación y puesta en valor del molino hidráulico de Acequias (Granada)

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Miguel Castellano Gámez Técnico responsable de la UPBC. Diputación Provincial de Granada

Carlos González Martín Técnico responsable del proyecto ARAMIS

En el seno del Programa RAFAEL de la Unión Europea, en su convocatoria de 1997, dedicada a la recuperación del patrimonio arquitectónico europeo, se puso en marcha el Proyecto ARAMIS, (Molinos árabes y sistemas de irrigación en la cuenca mediterránea: estudio, documentación y protección), del cual forman parte cinco países europeos (Italia, Francia, España, Grecia y Malta). La representación española en el proyecto corre a cargo del Ayuntamiento de Lecrín en Granada, con el asesoramiento y asistencia de la Unidad Provincial de Bienes Culturales y los Servicios de Desarrollo y Cooperación Local de la Diputación de Granada.

Entre los objetivos del Proyecto Aramis se encuentra la creación de una red de museos del agua así como una red de centros de documentación de los molinos de época árabe y sistemas hidráulicos. En este contexto la actuación prevista en el municipio de Lecrín consiste en la recuperación y rehabilitación de un molino harinero ubicado en el núcleo de Acequias; este molino forma parte de un sistema hidráulico definido a partir del río Torrente y la red de acequias que parten del mismo. El uso previsto con la recuperación de este molino será la creación del museo del agua y de los molinos del Mediterráneo junto a la otra sede prevista en Castellamare del Golfo (Sicilia).

Patrimonio y Desarrollo

La creación de un centro de esta naturaleza en una comarca como el Valle de Lecrín supone no solamente la puesta en valor de un edificio con importantes valores históricos sino también una apuesta decidida por el desarrollo cultural y económico de este territorio de la provincia de Granada ya que el mencionado museo debe servir como elemento dinamizador de un turismo de base cultural en una zona en la que tal iniciativa se une a otros proyectos de recuperación de los bienes culturales existentes. La comarca del Valle de Lecrín es una zona con un rico patrimonio; de hecho constituye el último reducto de la ocupación islámica en la Península junto a la vecina comarca de la Alpujarra, particularidad que se ha traducido en el mantenimiento de la configuración urbana y del diseño de la red hídrica, con la perduración de los sistemas de regadío tales como las canalizaciones, captaciones, sistemas de reparto del agua así como la infraestructura asociada a estos sistemas: molinos, albercas, acequias, etc.

El molino de Acequias

El molino en cuestión se localiza como ya se ha dicho anteriormente en el municipio de Lecrín, en la localidad de Acequias. Este pueblo se ubica en la margen derecha del río Torrente y forma parte de un extenso sistema hidráulico. El molino es del tipo de cubo habiendo sido utilizado para la molturación de harina. En la proximidad se ubican sobre la misma acequia otros dos molinos también de cubo, uno para la elaboración de aceite y otro harinero, del cual sólo quedan los cárcavos y parte del empiedro en la sala de molienda. La estructura originaria que se aprecia está constituida por un inmueble de dos plantas con patio interior de acceso y un postizo añadido posteriormente. Sobre los cárcavos se ubica la sala de molienda, formada por dos empiedros.  A la izquierda de la sala de molienda se ubica otra dependencia con restos de un horno de pan así como la escalera de acceso a la planta primera, dividida en tres estancias sucesivas, una de ellas con chimenea y apertura al exterior a la altura del estribo de la cubierta mediante un voladizo que servía para el control del nivel de aguas en el interior de los dos cubos existentes.

Las técnicas constructivas son diversas: por un lado el empleo de tapial se aprecia en los paramentos del inmueble como en parte de la cerca que lo rodea a través de los cajones de tabiya. El arranque de los muros es de mampostería apreciándose reparaciones de cemento, ladrillo y bloques en el muro perimetral del patio. También aparece mampostería en el cubo y en el muro perimetral. Por último se emplea ladrillo en las partes altas del edificio así como en sucesivas reparaciones posteriores.

La cubierta exterior es a dos aguas con teja árabe. En el interior se desarrolla una armadura de par hilera reforzada con tirantes.

En lo referente a la datación cronológica del edificio en la actualidad se están realizando sondeos arqueológicos previstos en el proyecto. En este sentido se están realizando una serie de sondeos en los muros originarios del inmueble con el fin de detectar las zanjas de cimentación de los mismos para proceder al análisis ceramológico de los restos de cultura material que hayan perdurado en los mismos, al igual que la detección de pavimentos originarios tanto en el interior del inmueble como en el patio de acceso al mismo.

Por otro lado se está efectuando paralelamente un análisis estratigráfico vertical que permita la realización de una secuencia de las distintas fases y períodos cronológicos. Debido como se ha dicho anteriormente a que en estos mismos momentos se está llevando a cabo la realización de sondeos arqueológicos, sin poder avanzar unos resultados definitivos, si podremos adelantar una primera aproximación en cuanto a las distintas fases constructivas.

El Centro de Interpretación. Desarrollo argumental de la instalación permanente

La colección permanente se desarrollaría a partir de ciertos hitos aglutinadores en torno a los cuales giran los diversos modos de vida y diversidades socioeconómicas y culturales de la comarca.

El Agua

Constituiría el capítulo fundamental, el eje primordial sobre el que giraría el desarrollo argumental, por ser el elemento primario en torno al cual se hacen posibles los distintos asentamientos humanos que han ido conformando el origen, evolución y distribución del poblamiento dando lugar a diferentes tipos de asentamientos. Sin duda alguna es el elemento que le ha dado un carácter singular a la comarca y que ha determinado la configuración del paisaje agrario así como la distribución del poblamiento.

Desde época prehistórica tuvo especial importancia espacios como la Laguna del Padul, en torno a la cual existirían distintas comunidades agrarias. Dicha laguna existió como tal hasta el siglo XVIII, procediéndose a su desecación con la construcción de canales de drenaje o "madres", y dando lugar a un nuevo diseño del espacio agrícola.

De época romana datan diversas construcciones relacionadas con el agua, tales como baños al aire libre en Durcal o termas como las de Talará-Mondújar.  También existen baños termales de igual época o posteriores en Chite y Melegís.

En época andalusí es trascendental el elemento agua, por constituir la base para el diseño del espacio hidráulico y de las unidades tecnológicas que lo conforman (captaciones, acequias y acueductos, terrazas, molinos, albercas, etc.), produciéndose una relación entre todos estos elementos así como la forma de organización de las parcelas irrigadas, la evolución de las zonas de residencia asociadas a estos espacios hidráulicos (husun y alquerías), así como por la perduración en el tiempo hasta la actualidad. Todo ello nos permite estudiar y reconstruir el funcionamiento del sistema hidráulico, de como ha sido producido y qué criterios han regido su producción desde sus orígenes a la actualidad. Esto nos permitirá establecer la evolución del espacio agrícola a lo largo de su existencia, viendo su evolución y la relación que ha mantenido con sus creadores y usuarios.

Por otro tendrá un papel destacado en la exposición los sistemas de reparto actuales del agua, así como la relación existente entre la propiedad de la tierra y la propiedad del agua. Hoy perduran sistemas como el de Turno y tanda o el riego por cámaras.

El Aceite

 El aceite sería el segundo elemento en torno al cual iría estructurado el argumento expositivo, destacando su importancia como elemento identificador del paisaje agrario a través del olivar, la importancia del proceso de recogida de la aceituna y de la elaboración del aceite en las almazaras, así como de la aceituna de mesa y jabones.

Son muchos los molinos que han llegado hasta la actualidad desde época andalusí, como la almazara de Nigüelas, donde se ubica una sala especializada sobre el aceite, o el Molino de Mondújar, o el que forma parte de la cadena de molinos de Acequias.

Además de la importancia del aceite como elemento característico de la alimentación, destaca su importancia para la fabricación de jabones, para el alumbrado en sus diversas variantes como la lámpara de ánimas, el alumbrado con candiles en las casas o el característico candil de riego.

Los Cereales

Al igual que el anterior constituiría un elemento básico en la alimentación de la población y determina su influencia en el paisaje agrario, en la pervivencia de abundantes eras y en los modos de vida y elementos como las tahonas, hornos, molinos harineros, como el objeto de este proyecto y fábricas de harina. Se subrayaría la importancia de este elemento desde la siembra de cereales, sus diferentes tipos, así como lo útiles y aperos característicos así como la incorporación al escenario interpretativo de una era próxima al molino y otras no muy distantes en el mismo núcleo de población.

Sacado de  la Diputación de Granada http://www.dipgra.es/cultura/cer/jornadasagua.pdf