La trama de asentamientos del Valle de Lecrín muestra una disposición espacial y locacional muy condicionada por la compleja orografía del área en que se ubica, factor que también determina notablemente el desarrollo de la red viaria y la interrelación entre los distintos núcleos de población que se distribuyen, de forma un poco anárquica, en el ámbito que media entre la fosa tectónica del valle y las laderas de los sistemas montañosos que la circundan (Sierra Nevada, Sierra de los Güajares, Sierras de Alhama, Tejeda y Almijara).
En este espacio, de unos 460 Km2, conformado por el territorio de los ocho municipios que componen el Valle de Lecrín, se localizan un total de 22 núcleos de población que albergan al 98,61% de los habitantes de la comarca que, según la revisión del Padrón, en 2002 estaba poblada por un total de 20.018 personas. Esto nos habla de una clara tendencia a la concentración de la población en núcleos, pese a la relativa dispersión de estos sobre el territorio.
En realidad se trata de una red de asentamientos poco jerarquizada fuertemente polarizada tanto por la capital granadina como, en menor medida, por Motril, de hecho tan sólo Dúrcal (5.277 habitantes) presenta una débil centralidad para algunas funciones ejerciendo en la práctica como pequeña cabecera comarcal del ámbito.
DISTRIBUCIÓN DEL POBLAMIENTO EN EL VALLE DE LECRÍN
Fuente: Mapa digital de Andalucía. Instituto de Cartografía de Andalucía
No es Dúrcal, sin embargo, el núcleo más grande del Valle de Lecrín, tal categoría la ostenta Padul con 6.132 habitantes que presenta, dado su cercanía física, una gran vinculación con Granada capital. Por lo demás, la red urbana se compone de una nube de pequeños asentamientos de escasa entidad demográfica (entre 200 y 1.000 habitantes) que caracterizan claramente el hábitat de la comarca diferenciándolo de otros ámbitos de la provincia por su densidad.
Este carácter denso se acentúa si tenemos en cuenta que el poblamiento se liga con exclusividad al fondo del valle y a la falda de los relieves circundantes en una franja altimétrica que oscila entre los 300 y los 900 metros, caracterizándose los remontes montañosos por un severo vacío poblacional.
Otro rasgo característico del sistema de asentamientos del Valle de Lecrín es el escaso papel articulador de la trama viaria, pues aunque el eje de la N-323 constituye un elemento esencial de comunicación lo es más con el exterior que a nivel interno. En este sentido el sistema viario intracomarcal, como luego tendremos ocasión de comprobar, deja bastante que desear.
La preocupación cada vez mayor por un desarrollo integral, equilibrado y sostenible del territorio ha hecho que en los últimos años aumente considerablemente el papel de la actividad planificadora. Esta para lograr sus fines (articulación territorial, protección del patrimonio histórico y natural, desarrollo sostenible y sustentable, etc.) se vale de un cuantioso número de instrumentos, figuras y políticas, específicas y sectoriales, cuyo fin último no es más que la mejora de la calidad de vida del ciudadano.
Ello ha dado lugar a un cuerpo jurídico y legislativo sin precedentes y a un complejo escalonamiento de competencias a nivel urbanístico-territorial entre las administraciones. En este sentido, y al margen de las competencias que en la materia mantienen tanto el Estado (Ley 6/98 de 13 de Abril sobre Régimen de Suelo y Valoraciones) como las Corporaciones Locales (Ayuntamientos y Diputaciones), la Comunidad Autónoma de Andalucía se ha dotado de dos normativas básicas que, hoy por hoy, constituyen el marco legal de referencia en cuanto a Ordenación del Territorio y Urbanismo en el contexto regional:
La Ley 1/1994 de 11 de Enero de Ordenación del Territorio de Andalucía.
Y la más reciente, Ley 7/2002 de 17 de Diciembre de Ordenación Urbanística de Andalucía.
En este sentido, son múltiples las figuras de planificación, regionales, estatales y locales, previstas y actualmente vigentes, que afectan al ámbito del Valle de Lecrín. Así, en primer lugar, y como figuras más inmediatas están los respectivos Planes Urbanísticos Municipales, con los que cuentan todos los municipios de la comarca, si exceptuamos el caso de Villamena.
De los instrumentos urbanísticos previstos por la legislación para la ordenación integral de los ámbitos municipales, los municipios del Valle de Lecrín, caracterizados por su pequeño tamaño y su escaso dinamismo urbanístico, han optado por la fórmula de Normas Subsidiarias, datando la mayoría de las vigentes de la década de los noventa por lo que se trata de un planeamiento relativamente reciente. Pese a ello, actualmente hay en proceso de revisión dos de ellas las Normas Subsidiarias de Dúrcal y las de El Valle y están en fase de aprobación inicial las Normas de Villamena, único municipio que hasta el momento carecía de planeamiento alguno.
PLANEAMIENTO VIGENTE EN LOS MUNICIPIOS DEL VALLE DE LECRÍN
MUNICIPIO |
TIPO DE PLAN[1] |
FECHA |
OBSERVACIONES |
Albuñuelas |
NNSSa |
30-04-1994 |
|
Dúrcal |
NNSSb |
13-11-1993 |
Nuevas NNSS en proceso de avance |
Lecrín |
NNSSb |
5-06-2000 |
|
Nigüelas |
NNSSb |
7-03-2001 |
|
Padul |
NNSSb |
7-04-1997 |
|
El Valle |
NNSSa |
30-10-1995 |
Nuevas NNSS en proceso de aprobación inicial |
Villamena |
|
|
NNSS en proceso de aprobación inicial |
El Pinar |
NNSSa |
6-05-1995 |
|
Fuente: Diputación provincial de Granada
La clasificación de suelo contenida en dichas normas distingue entre las categorías de:
Suelo urbano, que es aquel que físicamente está consolidado, aunque también se engloba en esta categoría el que no lo está pero cuenta con las infraestructuras de servicios necesarios para su edificación y uso.
Suelo urbanizable o apto para urbanizar, se corresponde con el suelo previsto para permitir el crecimiento de la ciudad y los usos futuros.
Suelo rústico no urbanizable, es el que se excluye del proceso urbanizador, bien porque no es necesario a corto plazo para el crecimiento de la ciudad, o porque tiene un determinado valor que es necesario proteger.
El reparto de dichas categorías por municipios es el siguiente:
CLASIFICACIÓN DEL SUELO EN LA COMARCA DEL VALLE DE LECRÍN (Has)
MUNICIPIO |
SUELO URBANO |
SUELO URBANIZABLE |
SUELO NO URBANIZABLE |
Albuñuelas |
60 |
- |
14.040 |
Dúrcal |
122 |
39 |
7.639 |
Lecrín |
75 |
3 |
4.122 |
Nigüelas |
27 |
54 |
3.199 |
Padul |
238 |
65 |
8.597 |
El Valle |
58 |
- |
2.542 |
Villamena |
- |
- |
- |
El Pinar |
23 |
- |
3.780 |
VALLE DE LECRÍN |
603 |
161 |
43.919 |
Fuente: Diputación provincial de Granada
Dentro de estas categorías encontramos las siguientes calificaciones de suelo:
En Suelos Urbanos y Urbanizables:
Residencial
Industrial
Terciario
En Suelos no Urbanizables:
Común
De protección
Compatible
Integral
CALIFICACIÓN DEL SUELO EN LA COMARCA DEL VALLE DE LECRÍN (Has)
MUNICIPIO |
SUELO URBANO y SUELO URBANIZABLE |
SUELO NO URBANIZABLE[2] |
||||
Residencial |
Industrial |
Terciario |
Común |
Protección |
||
Compatible |
Integral |
|||||
Albuñuelas |
41 |
9 |
10 |
7.216 |
6.741 |
- |
Dúrcal |
146 |
12 |
3 |
1.648 |
5.103 |
921 |
Lecrín |
78 |
- |
- |
1.943 |
2.102 |
- |
Nigüelas |
49 |
32 |
- |
583 |
2.200 |
251 |
Padul |
261 |
30 |
12 |
7.638 |
1.281 |
- |
El Valle |
58 |
- |
- |
1.989 |
592 |
- |
Villamena |
- |
- |
- |
2.032 |
- |
- |
El Pinar |
23 |
- |
- |
2.459 |
1.320 |
- |
VALLE DE LECRÍN |
656 |
83 |
25 |
25.508 |
19.339 |
1.172 |
Fuente: Diputación provincial de Granada y Delegación provincial de la Consejería de Medio Ambiente
Algunas de las determinaciones de los planes urbanísticos municipales quedan supeditadas, en este caso al Plan Especial de Protección de Medio Físico de la Provincia de Granada, instrumento que surge con el fin de favorecer la protección del medio natural mediante el establecimiento de una serie de figuras que determinan distintos grados de protección, siendo sus determinaciones de aplicación directa con carácter subsidiario en todos los municipios que carecen de planeamiento y en aquellos que teniéndolo no contienen las determinaciones oportunas para la protección medioambiental. Para el resto de los municipios el Plan adquiere un carácter complementario.
La aprobación definitiva del Plan Especial de Protección del Medio Físico de la provincia de Granada se produce en 1987 haciéndose efectivo desde entonces en todo el territorio provincial. Básicamente, el Plan articula su contenido respondiendo a un primer apartado de carácter metodológico, seguido de una diagnosis de la situación medioambiental de la provincia, una justificación de la conveniencia y alcance del plan, el establecimiento de una normativa y un programa de actuación, y la elaboración de un catálogo de espacios y bienes protegidos.
Desde su aprobación la obligatoriedad de adecuación de los planes a sus determinaciones ha hecho que la práctica totalidad de los municipios de la provincia lo hayan tenido en cuenta al redactar o revisar su planeamiento, por lo que con el tiempo se ha convertido en una garantía de salvaguarda del medio natural sobre intereses locales.
Dichas determinaciones aparecen contenidas en el corpus normativo del Plan que diferencia dos tipos de normas:
Unas de carácter general de Regulación de Usos y Actividades (protección de recursos hidrológicos, vegetación, fauna, suelo, paisaje, yacimientos, vías pecuarias, protección atmosférica, regulación de obras, actividades extractivas, explotación de recursos vivos, regulación de actividades industriales, turísticas y recreativas, etc) que tienen su ámbito de aplicación en todo el territorio provincial.
Otras de carácter particular que afectan a los ámbitos figurantes en el Catálogo de Espacios y Bienes Protegidos del Plan[3]. Dichas normas hacen una doble clasificación de los ámbitos recogidos en el Catálogo atendiendo tanto a la tipología de los mismos, como a los diferentes grados de protección establecidos.
GRADOS DE PROTECCIÓN Y FIGURAS ESTABLECIDAS POR EL PEPMF
|
Grados de Protección |
||
|
Protección Especial Integral |
Protección Especial Compatible |
Protección Cautelar |
Tipologías establecidas y Espacios de Protección Cautelar |
Parajes Naturales Excepcionales (PE)
Complejos Litorales Excepcionales (CL)
Yacimientos de Interés Científico (YC) |
Parajes Sobresalientes (PS)
Complejos Serranos de Interés Ambiental (CS)
Espacios Forestales de Interés Recreativo (FR)
Complejos Litorales de Interés Ambiental (LA)
Paisajes Agrarios Singulares (AG)
Complejos Ribereños de Interés Ambiental (RA)
Zonas Húmedas Transformadas /Litorales (HT) |
Zonas Esquiables de Sierra Nevada
Vega de Granada
Alta Alpujarra |
Fuente: Elaboración propia.
En el caso del Valle de Lecrín los ámbitos incluidos en el mencionado catálogo y sus niveles de protección son los siguientes:
Los Borreguiles de Sierra Nevada (P.E.1), que se extienden parcialmente por la zona de cumbres de Dúrcal y Nigüelas, presentan la categoría de Paraje Natural Excepcional con nivel de protección Especial Integral que constituye el máximo grado de protección posible, al tratarse de un ámbito de excepcional valor paisajístico, naturalístico científico y cultural.
Tanto las laderas de Sierra Nevada (CS-5), al oeste de la comarca, como las de las Sierras de Almijara, Cázulas y los Güajares (CS-1), al sur de la misma, presentan la categoría de Complejos Serranos de Interés Ambiental con nivel de protección Especial Compatible. Tal reconocimiento afecta a zonas de elevados valores naturales, productivos o paisajísticos, sujetas hoy día a determinados aprovechamientos productivos o recreativos cuyo mantenimiento es compatible con la conservación de los valores a proteger.
Este mismo nivel de protección es el que presenta la Laguna de Padul (HT-1) adscrita a la figura de Zona Húmeda Transformada.
En la propuesta de revisión del Catálogo del Plan Especial de Protección del Medio Físico de la Provincia de Granada figura además la catalogación, entre otras, de parte del Valle de Lecrín como Paisaje Agrario Singular con grado de Protección Especial Compatible.
ESPACIOS DE LA COMARCA QUE FIGURAN EN EL PEPMF
Fuente: Diputación de Granada. Base de Datos Territorial de Ámbito Municipal. Elaboración propia.
La planificación sectorial que afecta a los Parques Nacional[4] y Natural de Sierra Nevada[5] también repercute en el planeamiento de algunos municipios del Valle de Lecrín concretamente a los de Dúrcal, Niguelas y Lecrín en el primer caso, a los que se añade Padul en el segundo, siendo prescriptitas para ellos: las normativas y planes vigentes, las diferentes delimitaciones de sectores y ámbitos de protección especial establecidos por ellos y la prohibición de delimitar dentro de la jurisdicción del Parque cualquier tipo de suelo urbanizable.
En este sentido, y aún estando pendiente la realización del Plan de Ordenación del Parque Nacional, en la ley de creación del Parque se explicita que todos los terrenos dentro del mismo quedan clasificados como suelo no urbanizable objeto de especial protección, indicándose que los planes o normas urbanísticas de los municipios del Parque adaptarán sus previsiones a las limitaciones derivadas tanto de la ley de creación, como de los instrumentos de planificación que se aprueben en su desarrollo y aplicación.
Asimismo, se prohíbe particularmente: el establecimiento de cualquier tipo de infraestructura permanente (caminos, tendidos, remontes, etc), cualquier actuación que pueda suponer destrucción, deterioro o transformación de la zona, la explotación y extracción de minería y áridos, la realización de cualquier tipo de vertidos o abandono de residuos, y cualquier otra actividad incompatible con las finalidades de creación del Parque.
DELIMITACIÓN DE LOS PARQUES NATURAL Y NACIONAL DE
SIERRA NEVADA EN LA COMARCA
Fuente: Diputación de Granada. Base de Datos Territorial de Ámbito Municipal. Elaboración propia.
Si está en plena vigencia el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del Parque Natural que fue aprobado junto con el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) por el Decreto 64/1994, de 15 de marzo. En el se establece una zonificación que, en lo que afecta la comarca del Valle de Lecrín, diferencia entre:
Zonas de protección Grado A, aplicable a ámbitos con valores excepcionales ecológicos y paisajísticos. Dentro de ellas se distinguen entre:
Subzona A1, correspondiente al área de cumbres de Sierra Nevada
Subzona A3, conformada por la orla de piornales occidentales
Subzona A8, que engloba a la Laguna de Padul.
Zonas de protección Grado B, aplicable a lugares con cierto atractivo ecológico que potencialmente pueden ser objeto de aprovechamientos productivos o recreativos compatibles. Dentro de ellas sólo se encuentran en la comarca zonas de Subtipo B1 compuestas por las áreas de dominio forestal existentes en los municipios de Padul, Dúrcal, Niguelas y Lecrín.
ZONAS DE PROTECCIÓN ESTABLECIDAS POR EL PORN DEL
PARQUE NATURAL DE SIERRA NEVADA
Fuente: Diputación de Granada. Base de Datos Territorial de Ámbito Municipal. Elaboración propia.
El carácter global del planeamiento urbanístico-territorial le confiere una perspectiva altamente integradora e interdependiente de las políticas de carácter sectorial que tienen incidencia en el territorio. Entre las figuras que mayormente inciden en las competencias urbanístico-territoriales estarían las siguientes:
PRINCIPALES INSTRUMENTOS Y PLANES SECTORIALES CON INCIDENCIA EN EL PLANEAMIENTO URBANÍSTICO
NACIONAL |
AUTONÓMICA |
PROVINCIALES |
* Planes Directores Territoriales de Coordinación. * Plan Director de Infraestructuras. * Plan Hidráulico Nacional.
|
* Plan General de Bienes Culturales. * Plan Forestal de Andalucía. * Plan Director de Infraestructuras de Andalucía. * Plan General de Carreteras de Andalucía. * Planes Hidrológicos de las Cuencas Hidrográficas. * Plan de Medio Ambiente. * Plan General de Gestión de Residuos de Andalucía.
|
* Plan Director de Depuración de Aguas Residuales. * Plan Director de Gestión de Residuos Sólidos. |
El sistema relacional del Valle de Lecrín se apoya exclusivamente en la red viaria de la comarca conformada por:
Una gran arteria, el eje de la N-323, hoy día convertida en autovía. Esta permite el intercambio y la comunicación con el exterior de la comarca pero para nada contribuye a su articulación interna, aunque si la hace un lugar bastante accesible.
Un discreto sistema de carreteras secundarias de carácter local que ponen en contacto los distintos asentamientos del Valle de Lecrín.
Una tupida red de caminos y pistas de tierra que lo completan permitiendo ciertas interconectividades y posibilitando el acceso al medio rural y al hábitat diseminado.
RED VIARIA DEL VALLE DE LECRÍN
Fuente: Mapa digital de Andalucía. Instituto de Cartografía de Andalucía
La disposición orográfica hace que el sistema de comunicaciones del Valle de Lecrín adquiera un sentido predominantemente transversal, roto puntualmente por la capilaridad de la red local que con frecuencia adquiere un trazado más longitudinal, aunque en dicho sentido juega en contra la distribución del relieve que es la que obliga a que las grandes vías de comunicación (N-323, Carretera de “la Cabra”, eje Dúrcal-Los Güájares) adquieran un sentido Norte-Sur.
Por lo que respecta al estado de las carreteras, el tramo de nuevo trazado de aproximadamente 30 Km de autovía de la N-323 presenta un excelente estado de uso. En la red secundaria, aún contando con las disfunciones habituales en las redes locales: frecuentes estrechamientos de calzada, sinuosidad de trazados, tramos con fuertes pendientes, etc., la mayor parte del recorrido de la red local (89,6%) presenta un buen estado de uso, mostrando el resto (10,4%) regulares condiciones, por lo que se hacen necesarias mejoras a medio plazo.
El tráfico que soporta la red viaria del Valle de Lecrín es muy variado pero, en general, se puede afirmar que existe un buen dimensionamiento de los trazados. Mención especial merece el caso de la autovía N-323 que presenta una Intensidad Media Diaria de más de 10.000 vehículos al ser la encargada de canalizar tanto los flujos que se generan entre la capital provincial y la costa granadina, como los que se producen desde otros puntos de la geografía peninsular (Norte y Centro de España, Valle del Guadalquivir, parte de los procedentes de Levante, etc).
Respecto al parque de vehículos de la comarca, decir que en la última década ha experimentado un crecimiento espectacular cifrado a nivel comarcal en un 77,6%, existiendo algunos municipios como Padul, Villamena o Nigüelas donde el parque móvil casi se ha duplicado. En cualquier caso, ese promedio comarcal ha sido bastante superior al acontecido en el conjunto de la provincia en el mismo periodo (53,32%).
PARQUE DE VEHÍCULOS EN EL VALLE DE LECRÍN
Municipios |
Parque de vehículos |
Población 1-1-2002 |
Vehículos por cada 1000 h. |
Porcentaje de hogares con disponibilidad de vehículo |
||
1991 |
2001 |
Incremento porcentual |
||||
Albuñuelas |
333 |
533 |
60,06 |
1.175 |
453,62 |
50,9 |
Dúrcal |
1.796 |
3.152 |
75,50 |
5.304 |
594,27 |
65,3 |
Lecrín |
807 |
1.348 |
67,04 |
2.251 |
598,84 |
62,1 |
Nigüelas |
319 |
594 |
86,21 |
1.021 |
581,78 |
53,0 |
Padul |
2.015 |
3.822 |
89,68 |
6.873 |
556,09 |
68,9 |
El Valle |
429 |
724 |
68,76 |
1.219 |
593,93 |
50,7 |
Villamena |
263 |
494 |
87,83 |
999 |
494,49 |
59,7 |
El Pinar |
347 |
535 |
54,18 |
1.176 |
454,93 |
61,1 |
Valle de Lecrín |
6.309 |
11.202 |
77,56 |
20.018 |
559,60 |
62,9 |
Provincia de Granada |
293.853 |
450.546 |
53,32 |
818.959 |
550,14 |
65,5 |
Fuente: SIMA y Censo de Población de 2001.
Igualmente, el número de vehículos por cada mil habitantes existente en el Valle de Lecrín (559,60%) es algo superior al del conjunto de la provincia (550,14%) especialmente en municipios como Lecrín, Dúrcal o El Valle donde el promedio se acerca bastante a las 600 unidades por cada mil personas.
Estos datos contrastan con el referido a los hogares con disponibilidad de vehículo que nos aporta el Censo de Población de 2001. Según el mismo el 62,9% de los hogares del Valle de Lecrín contaba con vehículo, situándose dicho valor algo por debajo del promedio provincial 65,5%. No obstante hay municipios como Padul (68,9% de los hogares) que sobresalen considerablemente de dicha media.
El transporte público de pasajeros en el Valle de Lecrín está cubierto con los distintos servicios que oferta la empresa ALSINA GRAELLS que permiten la comunicación con Granada capital pero también, a través de diferentes líneas, con la Costa, la Alpujarra e incluso el Poniente almeriense, eso sí, la mayoría de los servicios son de ruta con los inconvenientes que ello conlleva (continuas paradas, gran duración de los viajes pese a las cortas distancias, uso de la red secundaria, etc).
Al tiempo que comunican la comarca con el exterior, dichas líneas resuelven también la conectividad interna poniendo en contacto a los núcleos del Valle de Lecrín entre sí.
Las principales líneas existentes en la comarca son las siguientes:
Entre las directas están:
La de Padul a Granada
La de Dúrcal a Granada
La de Nigüelas a Granada
Y entre las de ruta:
La de Albuñuelas a Granada que, dentro del Valle de Lecrín, deja y recoge pasajeros en la propia Albuñuelas, Saleres, Restábal, Melegís, Talará, el cruce de Nigüelas, Dúrcal, Cozvíjar, Marchena y Padul.
La de Pinos del Valle a Granada, que hace paradas en Restábal, Melegís y Talará.
La de Los Güajares a Granada, que para en Pinos del Valle, Restábal, Melegís y Talará.
Por último están todos los servicios de ruta que van para la Costa (Motril, Almuñécar, Albuñol), la Alpujarra (Órgiva, Ugijar, Bérchules, Pitres) o el Poniente almeriense (Berja, El Ejido, Almería), que a determinados horarios van haciendo paradas en Talará e Ízbor, núcleos que consiguen una alta conectividad (más de 10 servicios diarios) tanto con Granada como con dichos puntos.
Por lo que respecta al transporte privado de viajeros, el número de autorizaciones de taxi en los distintos municipios de la comarca es el que refleja el siguiente cuadro.
LICENCIAS DE TAXI EN EL VALLE DE LECRÍN
Municipios |
Número de licencias, 2001 |
|
Albuñuelas |
0 |
|
Dúrcal |
7 |
|
Lecrín |
1 |
|
Nigüelas |
0 |
|
Padul |
2 |
|
El Valle |
1 |
|
Villamena |
0 |
|
El Pinar |
1 |
|
Valle de Lecrín |
12 |
|
Fuente: SIMA. Elaboración propia.
Como se puede comprobar, se trata de un parque bastante reducido por la alta disponibilidad de vehículos particulares comentada anteriormente lo que ha hecho que este tipo de servicio fuera de los ámbitos urbanos vaya a menos.
Para abordar los distintos apartados de este punto hemos recurrido a los datos que nos facilita la Encuesta de Infraestructuras y Equipamientos Locales (EIEL) de 2000 correspondiente a los municipios de la comarca. Dicho documento es una especie de inventario encargado por el Ministerio de Administraciones Públicas y realizado por la Diputación Provincial en el que se hace referencia a las infraestructuras y equipamientos existentes que son competencia de las corporaciones locales, constituyendo a su vez un valioso instrumento de cara a la planificación y a la toma de decisiones. Asimismo, además de la información facilitada por el ayuntamiento, y de forma complementaria se ha hecho uso de otras fuentes alternativas como las bases de datos del Instituto de Estadística de Andalucía, el Instituto Nacional de Estadística o el Anuario Comercial de España publicado por la Caixa, además de otros documentos como los mapas escolar y sanitario de Andalucía.
El uso y disfrute del líquido elemento en óptimas condiciones de cantidad y calidad es un factor de desarrollo consustancial al propio estado del bienestar, de ahí la importancia que adquieren las infraestructuras de abastecimiento y distribución como formas de garantizar su suministro, aún en condiciones adversas. Dentro de estas infraestructuras se engloban tanto las obras e instalaciones necesarias para la captación del recurso, como para su traída, almacenaje, potabilización y distribución, habiéndose trabajado en los últimos años a favor del cuidado, mejora y ampliación de las redes existentes, en la diversificación de las fuentes de suministro, en potenciar su complementariedad y en el apoyo y consolidación de sistemas de gestión supramunicipales, aspectos sin duda importantes pero no tanto como el de concienciar al ciudadano de que es necesario una cultura del ahorro y de contención del gasto, ya que se trata de un recurso limitado, máxime si, como es el caso, cíclicamente se atraviesan periodos de sequía en los que la disponibilidad de agua se llega a resentir.
El abastecimiento de agua en el Valle de Lecrín se realiza plenamente en la Cuenca Hidrográfica Sur y en la Subcuenca del Guadalfeo, donde se localizan la treintena de captaciones existentes para el suministro doméstico y urbano de los municipios de la comarca.
NÚMERO DE CAPTACIONES DE AGUA EN FUNCIONAMIENTO EN LOS MUNICIPIOS DEL VALLE DE LECRÍN
|
Número de captaciones |
Albuñuelas |
2 |
Dúrcal |
5 |
Lecrín |
7 |
Nigüelas |
1 |
Padul |
4 |
El Valle |
5 |
Villamena |
3 |
El Pinar |
5 |
Valle de Lecrín |
32 |
Fuente: EILE, 2000. Elaboración propia.
Todas las capturas de agua para abastecimiento de la comarca son de titularidad y gestión municipal, siendo el tipo de captación más frecuente el manantial como es lógico en una zona donde el contacto de materiales hace brotar el agua en innumerables fuentes y surgencias. No obstante en algunos casos ha sido preciso recurrir al uso de pozos, galerías, o sondeos para completar el abastecimiento, observándose, eso sí, un claro predominio del origen subterráneo del recurso agua.
DISTRIBUCIÓN DE LAS CAPTACIONES DE AGUA
EN EL VALLE DE LECRÍN SEGÚN TIPO
Fuente: EILE, 2000. Elaboración propia.
La tipología de captación predominante conlleva que el sistema de captura por gravedad sea el más habitual, aunque en siete de los casos es necesario elevar el agua mediante medios mecánicos. En general el estado de las captaciones es bueno presentando la peor situación el municipio de El Valle donde la mayoría de las captaciones muestran un regular funcionamiento lo que hace precisa su intervención a corto-medio plazo.
El sistema de conducciones en alta, que es el que se ocupa de la traída de aguas desde la captación hasta los depósitos de regulación, es también de titularidad y gestión de los distintos municipios. Se estructura en ocho pequeñas redes que suman un total de 77 Km divididos en 60 tramos, siendo el reparto municipal el que figura en el siguiente cuadro:
CONDUCCIONES EN ALTA DE LA TRAÍDA DE AGUAS EN LOS MUNICIPIOS DEL VALLE DE LECRÍN
|
Número de tramos |
Longitud total (m) |
Albuñuelas |
6 |
4.621 |
Dúrcal |
13 |
15.450 |
Lecrín |
12 |
29.750 |
Nigüelas |
2 |
6.170 |
Padul |
6 |
7.247 |
El Valle |
10 |
5.270 |
Villamena |
3 |
5.790 |
El Pinar |
8 |
2.720 |
Valle de Lecrín |
60 |
77.018 |
Fuente: EILE, 2000. Elaboración propia.
Aunque el 68,33% del trazado presenta un buen estado de funcionamiento hay tramos en los que son frecuentes las bajadas de presión, averías o el surgimiento de pérdidas, por lo que se hace necesaria su reparación a medio o corto plazo.
ESTADO DE LA RED DE CONDUCCIONES EN ALTA
Fuente: EILE, 2000. Elaboración propia.
Como se puede observar en el gráfico, la peor situación al respecto corresponde, sin lugar a dudas, a los municipios de El Valle y Dúrcal con casi un 40 y un 20%, respectivamente, de la red de conducciones en mal estado.
Dicho entramado alimenta a un total de 40 depósitos con una capacidad de almacenaje total de 10.418 m3 lo cual supone un volumen medio de 52 m3 por cada 100 habitantes, suficientes para garantizar el abastecimiento de la población aunque las diferencias entre municipios son muy notables, basta comparar por ejemplo la capacidad relativa de almacenaje de Nigüelas con la de Albuñuelas.
DEPÓSITOS DE AGUA EN LOS MUNICIPIOS DEL VALLE DE LECRÍN
|
Número de depósitos |
Capacidad total (m3) |
Volumen medio por cada 100 habitantes |
Albuñuelas |
4 |
201 |
17,11 |
Dúrcal |
7 |
4.230 |
79,75 |
Lecrín |
9 |
1.105 |
49,09 |
Nigüelas |
3 |
1.060 |
103,82 |
Padul |
3 |
2.250 |
32,74 |
El Valle |
7 |
1.036 |
84,99 |
Villamena |
4 |
206 |
20,62 |
El Pinar |
3 |
330 |
28,06 |
Valle de Lecrín |
40 |
10.418 |
52,04 |
Fuente: EILE, 2000. Elaboración propia.
Tanto la titularidad como la gestión de dichas instalaciones, que mayoritariamente presentan un buen estado de uso, son, en este caso, competencia municipal.
El tratamiento de potabilización de aguas es automático en todos los municipios menos en Dúrcal, este se realiza en todos los casos en parte de los depósitos existentes sometiéndose el agua a procesos de esterilización (cloro, ozono u otros productos) que se controlan diariamente en casi todos los municipios (en Nigüelas se hace en días alternos y en El Pinar mensualmente) ocupándose de ello mayoritariamente los servicios municipales, pudiéndose calificar el estado de conservación del equipamiento en la comarca como bueno aunque en Albuñuelas su funcionamiento es regular pues las averías, que son frecuentes, exigen su reparación a medio plazo.
La red de distribución en baja (233.224 metros) es también de titularidad y gestión de cada uno de los municipios. Es de destacar en ella la escasa presencia de elementos accesorios, no existiendo prácticamente hidrantes, aunque sí válvulas y bocas de riego, si bien su número es claramente insuficiente en la mayoría de los municipios y su estado de conservación deja bastante que desear. Respecto a su estado solo se dispone de información para los 129.380 metros que discurren por los núcleos de población propiamente dichos, presentando la mayoría un buen estado de conservación y uso, aunque la situación varía mucho de unos municipios a otros, siendo la situación especialmente problemática en Dúrcal.
ESTADO DE LA RED DE DISTRIBUCIÓN EN BAJA EN LOS
NÚCLEOS DEL VALLE DE LECRÍN
Fuente: EILE, 2000. Elaboración propia.
Por lo que respecta al funcionamiento del servicio de abastecimiento, que en algún caso se remonta a mediados de los cincuenta, aunque se generaliza en casi todos los núcleos en las dos décadas siguientes, la EIEL lo califica de bueno en la mayoría de ellos pese a que las pérdidas en el sistema alcanzan en algunos municipios el 40%.
Pese a ello el servicio da cobertura a la práctica totalidad de las viviendas existentes en la comarca estando conectadas casi todas a las respectivas redes municipales, siendo el servicio deficitario por falta de presión en unas 2.200 viviendas, la mayoría de ellas en los núcleos mayores.
En general, y pese a todos estos problemas la disponibilidad de aguas en la comarca es buena pues es suficiente en casi todos los municipios menos en Dúrcal y sólo existen restricciones puntuales en el suministro en El Pinar.
El consumo medio de agua se estima en unos 21.250 m3/día en invierno que pasan a ser 27.118 m3/día en verano, produciéndose un incremento relativo del gasto de un 27,61%, habiendo un gran contraste entre los valores relativos de cada municipio y destacando especialmente el caso de Dúrcal.
CONSUMO DE AGUA EN LOS MUNICIPIOS DEL VALLE DE LECRÍN
|
Consumo invernal (m3) |
Consumo estival (m3) |
Incremento |
Consumo por cada 100 habitantes (m3) |
Albuñuelas |
900 |
1070 |
18.89 |
83.83 |
Dúrcal |
14416 |
17302 |
20.02 |
299.00 |
Lecrín |
1460 |
2496 |
70.96 |
87.87 |
Nigüelas |
900 |
1880 |
108.89 |
136.14 |
Padul |
2638 |
3166 |
20.02 |
42.22 |
El Valle |
444 |
610 |
37.39 |
43.23 |
Villamena |
540 |
900 |
66.67 |
72.07 |
El Pinar |
492 |
594 |
20.73 |
46.17 |
Valle de Lecrín |
21790 |
28018 |
28.58 |
124.41 |
Fuente: EILE, 2000. Elaboración propia.
El creciente interés por la protección medioambiental ha llevado al desarrollo de todo un cuerpo normativo que, encabezado por las directrices europeas y asimilado por la legislación española y autonómica, tiene su más inmediata concreción en la elaboración y puesta en funcionamiento de diferentes planes que, de forma coordinada, concretan actuaciones en sus respectivas áreas geográficas de competencia.
En el caso granadino, la plasmación más inmediata de esta planificación en materia de saneamiento y vertidos tiene su traducción en sendos planes auspiciados por la Diputación Provincial: el Plan Director de Depuración de Aguas Residuales de la Provincia de Granada (1993) y el más reciente Plan Director de Gestión de Residuos Sólidos y Urbanos de la Provincia de Granada (2000), encargados de garantizar la prestación integral y adecuada de los servicios municipales y de facilitar las tareas de planificación y coordinación de los recursos e inversiones.
En esta misma línea, y para responder a las directivas comunitarias, a mediados de los noventa, la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía diseñó un Plan de Saneamiento y Depuración para el espacio natural de Sierra Nevada[6], ámbito que debido a sus peculiares características y singulares valores merece especial atención.
En paralelo, esa preocupación por el entorno natural y por el equilibrio ecológico ha hecho surgir un complejo entramado de infraestructuras, servicios e instalaciones destinados tanto a la evacuación de aguas residuales como de los residuos sólidos y peligrosos con el fin de evitar prácticas tan frecuentes en el pasado como la directa emisión de vertidos líquidos a los ríos o la proliferación de vertederos incontrolados.
En el breve diagnóstico que se hacía en el Plan de Saneamiento y Depuración de Sierra Nevada, el Valle de Lecrín aparece, dentro de dicho contexto serrano, como una de las zonas más problemáticas tanto por la diversidad y entidad de los medios afectados (cauces, barrancos, arroyos, lagunas, pantanos, etc), como por la carga contaminante recibida, siendo uno de los sectores más afectados el tradicional regadío de la comarca que utiliza indiscriminadamente el agua vertida, con el consiguiente riesgo de contaminación y peligro para los acuíferos.
Uno de los principales problemas detectados en dicho estudio consiste en la inexistencia de una verdadera red de saneamiento y depuración ya que cada municipio tiene y gestiona su propio sistema que, básica y exclusivamente, consiste en la existencia de red de alcantarillado, aunque algunos municipios como Padul o Lecrín cuentan con instalaciones depuradoras de vertidos.
Las distintas redes de alcantarillado de los municipios del Valle de Lecrín suman un total de 205.830 metros[7], 117.077 de ellos ubicados en los mismos núcleos de población, de los que algo más de la mitad (55,16%) muestran un buen estado de conservación presentando el resto del trazado regulares (31,46%) o malas condiciones (13,38%).
RED DE ALCANTARILLADO EN LOS MUNICIPIOS DEL VALLE DE LECRÍN
|
Longitud en el municipio |
Longitud en los núcleos de población |
|||
|
Total metros |
Total metros |
Bien |
Regular |
Mal |
Albuñuelas |
6.474 |
3.514 |
90,15 |
0,00 |
9,85 |
Durcal |
43.820 |
25.470 |
23,40 |
71,24 |
5,36 |
Lecrín |
31.693 |
17.703 |
91,16 |
4,35 |
4,49 |
Niguelas |
12.445 |
6.945 |
78,69 |
0,00 |
21,31 |
Padul |
69.690 |
41.285 |
58,52 |
15,65 |
25,83 |
El Valle |
16.400 |
8.200 |
1,59 |
86,10 |
12,32 |
Villamena |
13.495 |
7.505 |
100,00 |
0,00 |
0,00 |
El Pinar |
11.813 |
6.455 |
31,84 |
68,16 |
0,00 |
Valle de Lecrín |
205.830 |
117.077 |
55,16 |
31,46 |
13,38 |
Fuente: EILE, 2000. Elaboración propia.
Entre los problemas más frecuentes de las redes están: el infradimensionamiento de los conductos, la falta de pendiente en algunos tramos y la proliferación de frecuentes averías, filtraciones o deterioros, la falta de control sobre vertidos inadecuados, etc, factores que requieren su reparación inmediata. Otro problema es la proliferación de emisarios que es bastante notable en la comarca, donde existen un total de 47, siendo especialmente preocupante el caso del municipio de Lecrín donde se cuentan hasta 16 puntos distintos de vertido.
Por municipios, entre los que presentan una peor red de alcantarillado están Padul y Nigüelas, situación que contrasta con la de otros como Villamena o Lecrín donde, sin tener en cuenta lo antes comentado, el estado de la misma es mayoritariamente bueno.
Las distintas redes de alcantarillado presentan una alta cobertura ya que dan servicio a la práctica totalidad de las viviendas de los diferentes municipios. En este sentido, tan solo en las redes locales de Albuñuelas, y El Pinar quedan algunas viviendas desconectadas afectando el déficit de alcantarillado[8] a apenas unas 600 viviendas, aunque la mayoría lo resuelven con sistemas de saneamiento autónomos (pozos negros, pequeñas fosas sépticas, etc).
El efluente anual de aguas residuales supera en la comarca los 3,5 millones de metros cúbicos anuales repartidos del siguiente modo entre los municipios, entre los que, una vez más, se pueden observar fuertes contrastes, sobre todo si nos atenemos a los valores relativos.
VOLUMEN DE EMISIÓN DE AGUAS RESIDUALES EN LOS MUNICIPIOS DEL VALLE DE LECRÍN
|
Desagüe (m3) |
Población 1-1-2002 |
Ratio por habitante |
Albuñuelas |
264.000 |
1.175 |
224,68 |
Durcal |
1.230.231 |
5.304 |
231,94 |
Lecrín |
491.600 |
2.251 |
218,39 |
Niguelas |
334.400 |
1.021 |
327,52 |
Padul |
770.296 |
6.873 |
112,08 |
El Valle |
129.648 |
1.219 |
106,36 |
Villamena |
183.800 |
999 |
183,98 |
El Pinar |
143.664 |
1.176 |
122,16 |
Valle de Lecrín |
3.547.639 |
20.018 |
177,22 |
Fuente: EILE, 2000. Elaboración propia.
Los sistemas de depuración del Valle de Lecrín se limitan, hoy por hoy, a las dos pequeñas fosas sépticas de Acequias y Béznar en el municipio de Lecrín y a la EDAR de Padul que utiliza el sistema de oxidación prolongada, con una capacidad de tratamiento de casi 2 millones de metros cúbicos anuales.
No obstante, el Plan de Saneamiento y Depuración del espacio natural de Sierra Nevada prevé todo un sistema de depuración, de gestión común para todo el Valle de Lecrín, que contribuiría a resolver tanto los actuales problemas de contaminación como los potenciales. La solución aportada por dicho Plan pasa por el tratamiento individual de las aguas residuales en cada núcleo ya que cuestiones técnicas y las propias características del poblamiento de la comarca no favorecen la agrupación de vertidos más que en algunos casos puntuales (Dúrcal-Nigüelas, Talará-Mondújar, Melegís-Restabal).
En este sentido los sistemas de depuración propuestos para cada núcleo son los siguientes:
SISTEMAS DE DEPURACIÓN PROPUESTOS EN LOS NÚCLEOS DEL VALLE DE LECRÍN
Convencional |
Padul |
Lagunaje |
Durcal-Nigüelas, Béznar, Melegís-Restabal |
Lechos bacterianos |
Ízbor |
Lechos bacterianos con laguna de maduración |
Cozvíjar |
Lechos de turba |
Albuñuelas, Talará-Mondújar |
Lechos de turba con laguna de maduración |
Pinos del Valle |
Tratamiento primario |
Marchena, Murchas, Cónchar, Chite, Saleres |
Fuente: Consejería de Obras Públicas y Transportes. Elaboración propia.
La recogida y eliminación de los residuos sólidos urbanos en los municipios de el Valle de Lecrín se resuelve a través de un servicio de gestión mancomunada en los municipios de Albuñuelas, Lecrín y El Pinar, mediante una contrata municipal en Padul, Dúrcal y el Valle y directamente por los servicios municipales en Villamena y Nigüelas, llevándose a cabo la recogida diariamente, si bien no existe el servicio complementario de limpieza de calles más que en Dúrcal. Pese a ello, la prestación del servicio es calificada por la EIEL, de acuerdo a parámetros como la dotación de contenedores, la limpieza y estado de los mismos y la periodicidad de recogida, como adecuada.
Según dicha fuente, tampoco se ha implantado en los municipios de comarca la recogida selectiva de basura generándose anualmente un total de 16.210 Tm de residuos (809 Kgr. por habitante y año) que, de acuerdo a lo previsto por el Plan Director de Gestión de Residuos Sólidos de la Provincia de Granada, se depositan directamente en la Planta de Recuperación y Compostaje de Alhendín.
PRODUCCIÓN DE RESIDUOS SÓLIDOS EN LOS MUNICIPIOS DEL VALLE DE LECRÍN
|
Tm anuales |
Población 1-1-2002 |
Ratio (Kgr por persona y año) |
Albuñuelas |
720 |
1.175 |
612,77 |
Durcal |
5.410 |
5.304 |
1.019,98 |
Lecrín |
1.897 |
2.251 |
842,56 |
Niguelas |
1.440 |
1.021 |
1.410,38 |
Padul |
4.800 |
6.873 |
698,38 |
El Valle |
977 |
1.219 |
801,66 |
Villamena |
416 |
999 |
416,42 |
El Pinar |
550 |
1.176 |
467,69 |
Valle de Lecrín |
16.210 |
20.018 |
809,76 |
Fuente: EILE, 2000. Elaboración propia.
La generación de residuos sólidos urbanos determina notables diferencias intramunicipales en el Valle de Lecrín siendo destacable la elevada producción de residuos, por persona y año, en Nigüelas y Dúrcal con valores, que contrastan con la de Villamena o El Pinar.
El suministro de energía eléctrica en el Valle de Lecrín corresponde a la Compañía ENDESA-Sevillana de Electricidad, siendo la potencia instalada en el alumbrado publico de 453,27 Kw, y 6.688 los puntos de luz existentes en los diferentes municipios (3.311 en los núcleos de población).
La calidad del suministro eléctrico general varía según los municipios siendo calificados por la EIEL, como: buena en los núcleos de los municipios de Lecrín y El Pinar, en Nigüelas y en Cónchar, regular en Marchena, los núcleos de El Valle y Cozvíjar y mala en Albuñuelas, la Cuesta de la Valdesa, Dúrca y Padul, requiriendo los problemas que aquejan al servicio: cortes frecuentes, variaciones de tensión, infradimensionamiento y deterioro de infraestructuras, una urgente solución.
Por lo que respecta al gasto de electricidad, se ha experimentado en la última década un considerable incremento del consumo cifrado en el 76,64%, pasando de los 22.943 Mw/h en 1991 a los 40.526 en 2000. En esta última fecha el consumo se distribuyó en el modo que indica el siguiente gráfico:
DISTRIBUCIÓN DEL CONSUMO DE ENERGÍA ELÉCTRICA, 2000.
Fuente: SIMA
En el se puede apreciar un claro predominio del uso doméstico en el consumo, siendo destacable también el uso industrial.
La cobertura telefónica en el Valle de Lecrín es buena al menos en lo que se refiere a telefonía fija. Respecto a los servicios móviles la orografía impone algunas restricciones a la cobertura, generando zonas de sombra donde la señal ve mermada su calidad o sencillamente se pierde.
En los últimos años, la progresión en el número de líneas fijas de teléfono ha sido constante, habiéndose pasado de 3.705 líneas en 1991 a las 6.431 de 2001, lo que supone un crecimiento del 73,58%. Menor acogida ha tenido en la comarca la implantación de internet, pues en esa última fecha eran sólo 165 las líneas RDSI dadas de alta en la comarca apreciándose una clara tendencia a la concentración de éstas en los municipios mayores (Padul, Dúrcal y Lecrín).
Por lo que respecta a la recepción de radio y televisión, la situación es variopinta dentro de los municipios del Valle de Lecrín no recibiendo todos los núcleos una buena calidad de servicio pues al ser una zona accidentada depende mucho del posicionamiento de estos respecto a las antenas y repetidores existentes. En este sentido, según la EIEL, la calidad de los servicios recibidos en los núcleos de la comarca es la reflejada en el siguiente cuadro:
CALIDAD DE LA RECEPCIÓN DE TELEVISIÓN Y RADIO EN LOS NÚCLEOS DEL VALLE DE LECRÍN
|
Primera cadena |
Segunda cadena |
Canal Sur |
TV Privada |
Radio |
Albuñuelas |
|
|
|
|
|
Cuesta de la Valdesa |
|
|
|
|
|
Dúrcal |
|
|
|
|
|
Marchena |
|
|
|
|
|
Acequias |
|
|
|
|
|
Beznar |
|
|
|
|
|
Chite |
|
|
|
|
|
Talará |
|
|
|
|
|
Mondújar |
|
|
|
|
|
Murchas |
|
|
|
|
|
Nigüelas |
|
|
|
|
|
Padul |
|
|
|
|
|
Melegís |
|
|
|
|
|
Restabal |
|
|
|
|
|
Saleres |
|
|
|
|
|
Cónchar |
|
|
|
|
|
Cozvíjar |
|
|
|
|
|
Acebuches |
|
|
|
|
|
Ízbor |
|
|
|
|
|
Pinos del Valle |
|
|
|
|
|
Fuente: EILE, 2000. Elaboración propia.
El pequeño tamaño demográfico de muchos de los municipios del Valle de Lecrín, y la tendencia actual a la centralización de bienes y servicios, tanto públicos como privados, en determinados puntos (asentamientos de mayor población, núcleos más dinámicos, o enclaves mejor localizados) está propiciando el surgimiento de verdaderas áreas funcionales capitalizadas, en mayor o menor medida, por núcleos que hacen las veces de cabecera comarcal, posición que en el Valle de Lecrín ostenta Dúrcal (Instituto de Bachillerato, Centro de Salud, Oficina del INEM, Centro de Servicios Sociales, sede de la Mancomunidad, etc), aunque muy eclipsada por la cercanía de Granada capital y por la competencia del propio Padul (Oficina del Proder, UTEDLT) que, hoy por hoy, es el núcleo de mayor población de la comarca.
Esta focalización de servicios y prestaciones está generando un continuo flujo y reflujo de relaciones que están dado lugar a un creciente proceso de identificación comarcal que tiene su traducción más inmediata en fórmulas organizativas de carácter asociativo y supramunicipal que aúnan los intereses locales poniendo al alcance cuestiones que para muchos ayuntamientos sería imposible conseguir por sí solos (escasa capacidad de gestión, falta de personal, etc).
Con tal fin nace a mediados de los ochenta la Mancomunidad del Valle de Lecrín en la que se engloban siete de los ocho municipios del área de estudio (todos menos Padul). El objetivo de este ente supramunicipal es asumir progresivamente funciones como:
Unidad técnica de urbanismo
Parque de maquinaria
Tratamiento de vertidos y residuos sólidos
Servicio de saneamiento integral de aguas
Mecanización y gestión del cobro de exacciones
Servicios Sociales
Servicios culturales
Servicios deportivos
Atención del medio ambiente
Ayuda técnica y jurídica al cooperativismo
Conservación de la red viaria
Servicios técnico-jurídicos para los agricultores
Servicios técnicos para la informatización de los servicios municipales
Al margen de ésta, y a favor del desarrollo rural de, entre otros, los municpios del Valle de Lecrín ha surgido en los últimos años la asociación APROVALLE-TEMPLE, con sede en Padul, que entre 1996 y 1999 ha gestionado un programa PRODER que ha inyectado importantes sumas de dinero en la diversificación económica de la comarca apostando firmemente por sectores como el turismo o la artesanía.
En esta misma línea, y con el fin de reforzar esos logros y contribuir al asesoramiento técnico en la creación de empresas y puestos de trabajo, se ha establecido en Padul una UTEDLT (Unidad Territorial de Empleo, Desarrollo Local y Tecnológico) que da servicio a todos los municipios del Valle de Lecrín.
III.2.5.2. EQUIPAMIENTO EDUCATIVO.
A mediados de los noventa, la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía diseñó el “Mapa de Enseñanzas y Red de Centros de Andalucía” que, teniendo en cuenta la implantación de la LOGSE, trazó el esquema organizativo que, por el momento, rige en el sistema educativo de la región.
En la provincia de Granada fueron definidas un total de 27 áreas educativas[9], entre ellas la de Dúrcal, cuyo organigrama de flujos de escolarización es el siguiente:
Fuente: Mapa de Enseñanzas y Red de Centros de Andalucía
Como se puede observar, en el se jerarquiza la oferta educativa de la comarca habilitándose de forma paralela una serie de itinerarios escolares y rutas de transporte para garantizar la formación de la población de la comarca, al menos en la etapa de formación escolar obligatoria (16 años), aunque tampoco se desatienden las necesidades en cuanto a educación de adultos, existiendo centros en todos los municipios.
III..5.3. EQUIPAMIENTO SANITARIO.
Al igual que la de Educación, la Consejería, en este caso de la Sanidad, había abordado algunos años antes la confección del “Mapa de Atención Primaria de Salud” diseñado en 1988, levemente retocado por sendas órdenes en 1991 y 1999, y recientemente modificado por Orden de junio de 2002.
Dicho mapa se estructura en una serie de Distritos Sanitarios (4 en la provincia de Granada), subdivididos a su vez, en lo que se denominan Zonas Básicas de Salud (Z.B.S.), quedando los municipios de la comarca englobados, respectivamente, en el Distrito Metropolitano de Granada y en la Z.B.S. del Valle de Lecrín.
Esto significa que el centro de referencia, tanto para especialidades como para hospitalización, es Granada capital existiendo en el Valle de Lecrín una red de pequeños consultorios locales jerarquizados por el Centro de Salud de Dúrcal que son los encargados de cubrir y garantizar el acceso al primer nivel del sistema sanitario andaluz, conformado por los Servicios de Atención Primaria.
III.2.5.4. EQUIPAMIENTO COMERCIAL
La escasa entidad de la mayor parte de los núcleos de población de la comarca, y la cercanía a la ciudad de Granada impiden la conformación de un área comercial propia en el Valle de Lecrín que se integra plenamente en el entorno de influencia comercial de la capital granadina, convirtiéndose esta en el punto de abastecimiento de comercio especializado y, cada vez más, en el de compra habitual debido a la atracción de los grandes centros comerciales y a la variada oferta que estos presentan.
Esto determina que, cada vez más, y quitando el carácter de centros secundarios que para la comarcan puedan ostentar Dúrcal o Padul, la actividad comercial tiende a reducirse quedando limitada la oferta a un comercio de carácter minorista y claramente familiar orientado a la venta de productos de primera necesidad, alimentación básicamente, que subsiste más por la inmediatez y la comodidad que supone, que por la rentabilidad de los negocios.
En este sentido, el equipamiento comercial del Valle de Lecrín está conformado por las actividades mayoristas y minoristas implantadas, del siguiente modo, en los municipios:
ACTIVIDAD COMERCIAL EN LOS MUNICIPIOS DEL VALLE DE LECRÍN
|
|
Albuñuelas |
Dúrcal |
Lecrín |
Nigüelas |
Padul |
El Valle |
Villamena[10] |
El Pinar |
Valle de Lecrín |
Actividades comerciales mayoristas |
Total |
1 |
17 |
10 |
2 |
20 |
2 |
0 |
2 |
54 |
Materias primas agrarias, alimentación, bebidas y tabaco |
1 |
12 |
9 |
2 |
10 |
2 |
0 |
3 |
39 |
|
Otras |
0 |
5 |
1 |
0 |
10 |
0 |
0 |
0 |
16 |
|
Actividades comerciales minoristas |
Total |
9 |
147 |
29 |
11 |
128 |
13 |
12 |
12 |
361 |
Alimentación |
5 |
36 |
10 |
5 |
78 |
4 |
5 |
2 |
145 |
|
Vestido y calzado |
2 |
31 |
3 |
0 |
16 |
0 |
2 |
0 |
54 |
|
Hogar |
0 |
24 |
4 |
1 |
21 |
0 |
0 |
0 |
50 |
|
Resto no alimentación |
1 |
46 |
9 |
1 |
41 |
4 |
3 |
2 |
107 |
|
Comercio mixto y otros |
1 |
10 |
3 |
4 |
9 |
2 |
2 |
5 |
36 |
Fuente: Anuario Comercial de la Caixa, 2002
A la vista de los datos, se constata la importancia comercial en la comarca de Dúrcal y Padul y el carácter apenas testimonial que tiene el comercio en el resto de los municipios.
Si bien se han encontrado algunos vestigios que dan testimonio del temprano doblamiento del Valle de Lecrín, este no comienza a adquirir cierta importancia hasta el periodo de ocupación musulmana cuando en torno a los ríos, y aprovechando la bonanza climática y la importancia de las comunicaciones entre la Depresión granadina y la Costa, la comarca empieza a poblarse de pequeñas alquerías que con el tiempo darían lugar a los actuales asentamientos.
La Reconquista dio lugar a un periodo de incertidumbre en el Valle de Lecrín que quedó convertido en el escenario de los avances y retrocesos de las tropas cristianas en su lucha por Granada, lo que mermó notablemente el poblamiento de la comarca.
La toma de Granada convirtió al Valle de Lecrín en un reducto morisco de gran importancia que prácticamente fue despoblado como consecuencia de la expulsión de dicho colectivo en tiempos de Felipe II.
La repoblación del territorio con “cristianos viejos” del Alto y Medio Guadalquivir provocó un gran retroceso económico den la zona, abandonándose parte del regadío a favor de la expansión de cultivos como el cereal, el viñedo y el olivar, aunque en gran medida se mantuvo como herencia la estructura de la propiedad basada claramente en el minifundismo, inductor, en gran medida, de la actual estructura del poblamiento.
Guerras, crisis y epidemias marcaron el devenir de los siglos posteriores, constatándose a mediados del siglo XVIII, gracias al Catastro de Ensenada, un absoluto predominio en la comarca de la vida rural un una notable bonanza económica debida a la roturación de nuevas tierras, que se acrecentaría con las desamortizaciones, y a la incipiente introducción del cultivo de los agrios, aunque estos no se consolidan como fuente de riqueza para la comarca hasta finales del siglo XIX, fecha en la que el sistema de asentamientos del Valle de Lecrín presentaba ya una disposición bastante similar a la actual, aunque el juego de interrelaciones entre los municipios dibujaba vinculaciones jerárquicas muy distintas a las de hoy día.
La adaptación del hombre a las dificultades orográficas del medio ha sido una constante en el proceso de conformación del actual paisaje del Valle de Lecrín, un paisaje bastante antropizado, pese a la fuerte componente físico-natural que lo caracteriza.
En este proceso adaptativo el hombre ha modificado el medio poniéndolo en cultivo, edificando sus pueblos y conectándolos entre sí, sirviéndose para ello de un conjunto de métodos : abancalamiento de laderas, técnicas constructivas, etc que han dado lugar a modelos de ocupación con altas dosis de singularidad, siendo el Valle de Lecrín un buen ejemplo de ello.
En este sentido, la trama urbana de los núcleos del Valle de Lecrín es resultado de todo este proceso en el devenir de la historia teniendo muchos de los núcleos existentes origen en pequeñas alquerías que fueron creciendo hasta constituir un entramado edificado, en la mayoría de los casos, conformado por estrechas callejas adaptadas a los desniveles del terreno en cuyas manzanas, de orden cerrado se intercalan frecuentemente huertos, dando lugar a asentamientos de estructura polinuclear en los que no es extraño que se pierda la continuidad urbana.
El zigzagueante callejero se ve obligado con frecuencia a salvar los desniveles orográficos con fuertes pendientes que, a menudo, obligan a escalonar las calles. Estas dificultades impiden la aparición de verdaderas plazas, respondiendo las existentes a pequeños ensanchamientos de la trama, de forma muy irregular, generalmente en torno a los edificios más singulares que se convierten en los espacios prioritarios de intercambio y relación.
La proliferación de núcleos en el Valle de Lecrín ofrece la posibilidad de establecer una tipología de estos en función de su distribución espacial, pudiéndose diferenciar al menos tres modelos de asentamientos:
El de los núcleos que se ubican en los planos inclinados de los glacis que bajan de la montaña al valle, caso de Dúrcal, Nigüelas, Padul, Mondújar o Béznar.
El de los que se asientan en las vertientes de los exiguos y encajonados valles fluviales, como Restabal o Izbor.
Los que ocupan pequeños rellanos o terrazas en la confluencia de algunos ríos, claros ejemplos son Albuñuelas o Melegís.
Como antes se avanzó la edificación tradicional de los enclaves del Valle de Lecrín presenta la típica estructura de manzanas cerradas separadas por calles y adaptadas, tanto a las irregulares del viario, como a las dificultades topográficas del terreno, siendo frecuente su ahuecamiento por la presencia de huertos que dan lugar a una apariencia poco compacta de los núcleos.
La tradición se ve rota por las tendencias edificatorias actuales adaptadas a modelos constructivos más convencionales que han dado lugar a la aparición de la tipología de adosados en algunos núcleos de la zona, o a la proliferación de construcciones tipo chalet.
Al margen de estas, la vivienda tradicional del Valle de Lecrín responde al modelo de hábitat rural que prácticamente se repite en la mitad meridional de la Península: vivienda de dos plantas con tejado a dos o cuatro aguas y cubierta de teja árabe.
Los materiales usados en su construcción, antes de la generalización del uso del ladrillo y el cemento, eran los que ofrecía el entorno usándose la piedra y como argamasa adhesiva la arcilla o una mezcla de cal, grasa y arena, empleándose con fruición la cal en fachadas, lo que da lugar a la blancura característica del caserío.
Por lo que respecta a la distribución, en la vivienda tradicional se conjuga perfectamente el uso residencial con el agrario entremezclándose en armonía las distintas dependencias. Así, frecuentemente el acceso principal era común para personas y animales, situándose en la planta baja las principales estancias, tanto para unas (comedor, cocina, dormitorio, etc) como para otros (cuadra, corral, etc).
En la planta alta este carácter mixto también estaba presente reservándose su espacio para dormitorios y cámaras a las que a veces se añadía un granero o el pajar.
PLANTA DE UNA VIVIENDA TÍPICA DEL VALLE DE LECRÍN
Fuente: Villegas Molina, F. El Valle de Lecrín. Un estudio geográfico.
El uso de la técnica DAFO nos permite hacer un rápido recorrido por el conjunto de limitaciones y potencialidades que desde el punto de vista urbanístico-territorial tiene el Valle de Lecrín.
DEBILIDADES Escasez de suelo calificado. Falta de espacios verdes. Desaparición del hábitat disperso. Débil centralidad funcional. Inexistencia de una cabecera comarcal fuerte. Difícil topografía. Red viaria local deficiente. Mala conectividad interna. Carencias infraestructurales, rotacionales y de servicios. Escasa depuración de las aguas residuales. |
AMENAZAS Degradación y abandono de las tipologías constructivas tradicionales. Agresión paisajística y medioambiental. Autovía como factor para convertir a la comarca en lugar de paso. Ocupación y tratamiento inadecuado del suelo no urbanizable. Desarticulación territorial. Carencia de previsiones de crecimiento y desproporción de las propuestas. Deterioro del patrimonio. Ineficacia del transporte público y abuso del vehículo particular. Tensión sobre los aprovechamientos hídricos. |
FORTALEZAS Alto grado de protección del medio (Parque Nacional, Parque Natural, etc) Elevado grado de accesibilidad externa. Zona urbanísticamente poco conflictiva. Posición estratégica Rico legado cultural, histórico y artístico. |
OPORTUNIDADES Aprovechamiento de las políticas de rehabilitación del patrimonio edificado. Nuevo marco legislativo en materia de Ordenación del Territorio y Urbanismo. Implantación de las nuevas tecnologías. Planificación de la Agenda 21 en cada municipio. Cooperación intermunicipal. Coordinación del planeamiento entre municipios. Reforzamiento de la identidad comarcal. |
El fin último de la planificación urbanística es la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos del territorio que ocupan cubriendo sus necesidades de suelo tanto residencial como para la implantación de actividades que permitan un mayor desarrollo económico, a la vez que se preservan los valores patrimoniales, ya sean naturales o histórico-culturales.
En este sentido, a continuación se comentan brevemente algunos aspectos a reforzar en el planeamiento de los municipios del Valle de Lecrín. Entre las medidas recomendables estarían:
Articular la previsión de crecimiento con la trama preexistente, determinando los suelos y ejes más aptos para ello.
Evitar la intrusión de tipologías extrañas en la trama edilicia, conservación y recuperación de la arquitectura tradicional.
Intervenir en las zonas necesitadas de reforma interior y potenciar las políticas de rehabilitación del patrimonio edificado.
Establecer una regulación urbanístico-paisajística en el perímetro de los asentamientos (cauces, barrancos, escarpes, etc.).
Identificar y pormenorizar los principales problemas que afectan a los núcleos, referentes a la degradación y deterioro de la trama urbana y definir zonas de actuación preferente.
Evitar la coexistencia de usos incompatibles.
Prever y calibrar la necesidad de desarrollar suelo industrial y terciario.
Puesta en valor de las vías pecuarias
Bolsas de patrimonio municipal de suelo para viviendas de VPO.
Incorporación al planeamiento de ordenanzas para prevenir los posibles impactos de las antenas de telefonía móvil.
Potenciación de las políticas de rehabilitación del patrimonio edificado.
Adopción de estrategias comarcales que permitan una visión global del territorio.
Dotación de una estructura técnica para la gestión y el seguimiento del planeamiento.
Corregir los déficits dotacionales a través de las inversiones públicas necesarias.
Acondicionamiento y mejora de la calidad de la red de carreteras para permitir una mejor interrelación entre los asentamientos de la comarca.
Reordenación y racionalización de las líneas de transporte público.
Revitalización del sector comercial.
Restringir la edificación dispersa y potenciar la segunda residencia en el casco, como modo de mantener y conservar el patrimonio urbano.
Dar cobertura normativa a la protección de elementos arquitectónicos singulares.
Adecuación de los respectivos planeamientos a las afecciones del PEPMF de la provincia de Granada y a los PORN de los Parques Natural y Nacional de Sierra Nevada.
Elaboración del planeamiento municipal a la nueva normativa urbanística y adopción de sus principales novedades (planes de ordenación intermunicipal, patrimonios públicos de suelo, nuevas clasificaciones de suelo urbanizable y no urbanizable, etc)
Fomento de las nuevas tecnologías.
Recogida selectiva de residuos sólidos, al menos en los núcleos mayores.
Mejora de las redes de distribución y saneamiento.
Aumento de la dotación de zonas libres y espacios libres.
Disminución del impacto ambiental de la autovía.
Disminución del impacto ambiental de las canteras.
[1] De acuerdo a la normativa vigente en la fecha de aprobación de las Normas Subsidiarias de los municipios de la comarca (art. 91 del Reglamento de Planeamiento) existían dos tipologías de dicha figura: las Normas Subsidiarias de tipo a, que clasifican, delimitan y ordenan el suelo urbano y establecen normas de protección para el suelo no urbanizable y las de tipo b que hacen lo propio pero definen la categoría de suelo urbanizable.
[2] En los suelos no urbanizables no se contemplan las zonas correspondientes a afecciones territoriales derivadas de normativas sectoriales (Parque Natural, Parque Nacional). Datos facilitados por la Delegación provincial de la Consejería de Medio Ambiente.
[3] En dicho Catálogo aparecen un total 56 espacios de la provincia que suman más de 535.000 Has, lo que supone aproximadamente un 43 % de la misma.
[4] El Parque Nacional de Sierra Nevada se crea por Ley 3/1999 de 11 de enero, estando aún pendiente la realización del Plan de Ordenación correspondiente.
[5] Sierra Nevada es declarada Parque Natural por la Ley autonómica 2/1989 de 18 de julio que fue la que aprobó el Catálogo de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía y las medidas adicionales para su protección.
[6] En dicho Plan, el Valle de Lecrín aparece definido como una subzona dentro del ámbito de estudio para la que se propone, debido a la escasa entidad de la mayoría de sus municipios (bajos presupuestos, escasez de medios, problemas de personal, etc) una solución mancomunada en materia de saneamiento y depuración, y por tanto, la creación de un ente en el que recaiga la gestión.
[7] De esta longitud se excluyen los colectores que son los tramos encargados de recoger las aguas residuales procedentes del alcantarillado y los emisarios que son los puntos de convergencia entre dichos colectores y el vertido.
[8] Se entiende por déficit de alcantarillado cuando un conjunto de viviendas que forman parte de suelo delimitado como urbano o que forman calle, plaza o vía urbana, no cuentan con red de alcantarillado.
[9] Se entiende por tales, aquellos ámbitos capitalizados por un municipio en el que está previsto impartir todos los niveles educativos contemplados por la LOGSE, a excepción del universitario, es decir desde la Educación infantil al Bachillerato.
[10] Los datos referentes a Villamena corresponden a 2001.