Lanjarón

 

Miscelánea periodística

(hasta 1909)

 

Manuel Mesa Torres   

 
INTRODUCCIÓN

        

         En el año 2008 se incluyó, dentro del programa de festejos de las fiestas de San Juan, una recopilación de diez noticias que fueron publicadas en la prensa granadina de hace un siglo: Lanjarón: Miscelánea periodística (Año 1908 y anteriores).

 

Nos centramos en esta ocasión en 16 artículos que se insertaron en los periódicos de la época hasta el año 1909, comenzando con un suelto que el mismísimo Pedro Antonio de Alarcón publicó en El Defensor de Granada, el 29 de agosto de 1906, en el que descubre a Lanjarón en “el revés de Sierra Nevada”, con su peculiar pluma, como “...un sueño de poetas...”, la “síntesis del valle y la Alpujarra”, “...un verdadero paraíso...”. La villa que posteriormente un lugareño denominaría como “la perla de la provincia granadina”. Como si se tratase de un tesoro como el encontrado en “El Mimbrón” y que no pudieron descubrir los extranjeros por haberse quedado en aguas de borrajas el proyecto de construcción del tranvía eléctrico de Armilla a Lanjarón, quizá porque las luchas políticas y el caciquismo ocupaban mucho más tiempo que los verdaderos intereses de los cañoneros, que en cambio, por el espíritu religioso conseguían sobrevivir aquellos duros años de tránsito entre los siglos XIX y XX entre funciones de iglesia y fiestas católicas. Destacar de entre éstas la inauguración de la ermita de la Virgen del Pilar en “Picardías” en el año 1909, o las celebraciones en honor a San Roque y a la Virgen del Rosario. Entre las fiestas profanas, los carnavales y las corridas de toros en la plaza del pueblo.

 

Por último, se incluyen varios artículos sobre la situación política y la justa reclamación que se hacía de disponer de estafeta de correos.

 

Deseo que con la lectura de estas informaciones “tan antiguas” los cañoneros conozcan algo más de su historia y costumbres, y que se acerque con ella al forastero a esta villa alpujarreña para que desde la visión del día de ayer puedan descubrir el Lanjarón actual; esa perla granadina en el revés de Sierra Nevada.

 

                                                                           Manuel Mesa Torres.

 

LANJARÓN

 

(El Defensor de Granada.- 29 de agosto de 1906)

 

Descubrir a Lanjarón implica haber descubierto el revés de Sierra Nevada. No de toda la Sierra ciertamente; pero sí de una de sus cúspides más importantes, de la segunda en categoría, de la más popular acaso; del Picacho de Veleta, en fin, heredero inmediato de la corona del Mulhacén. Enterados de esto, imaginaos ahora las siguientes maravillas acumuladas unas sobre otras, como una edificación de titanes, desde la hondura del Valle de Lecrín hasta la región que rara vez logran escalar las nubes.

Poned en todo lo alto, destacándose en la inmensidad del cielo, un disforme y atrevido cono de intacta nieve. Colocad debajo aunque no las veáis unas mesetas y una hondonadas interiores, donde hay misteriosas lagunas, nacimientos de grandes ríos y resguardados ventisqueros. Esto último es el famoso Corral del Veleta. Desgajad de esa especie de plataforma otro monte. Es Cerro Caballo. Suponed, por último, en medio de ese monte una meseta, donde se encuentran mármoles parecidos al ámbar y al nácar. De esa segunda plataforma arranca el cerro patrimonial de Lanjarón.

Este cerro, que principia donde nunca ha reinado la primavera y termina donde nunca ha reinado el invierno, no tiene tal vez igual en el mundo. El solo, independiente de la inmensa estratificación que acabamos de reseñar, ofrece el aspecto de una ciclópea torre de pisos, o más bien simula un descomunal anfiteatro convexo, más alto que ancho, en cuyas gradas ha escalonado la naturaleza prodigiosa exposición de todo el reino vegetal.

Allá arriba, donde un perpetuo frío achica los robles, las encinas y los castaños, se crían el liquen de Spibiberg, la sablina de Noruega, el quebrantapiedras de Groenlandia y los sauces herbáceos de Laponia. Más abajo, donde los castaños y las encinas se agrandan, y aparecen ya los cerezos y los manzanos silvestres, con los tejos, el boj, los aceres y los alises, prodúcense la salvia, una manzanilla especial, la mejorana, el ajenjo y otras plantas aromáticas y alpinas. Luego siguen los morales, los fresnos y las higueras; después los olivos, las vides y los granados; a continuación los naranjos y limoneros, y, por último, la africana pita, la higuera chumba, el plátano de América y la palmera de los desiertos de Arabia. Añadid a esto, en ordenada progresión, todos los demás frutales, flores, semillas y cereales de las tres zonas en que se divide la tierra, pues de ninguno falta allí un ejemplar y formaréis una leve idea de la riqueza de aquel vergel tan curioso como productivo.

Pues ¿qué diré de su hermosura?

Contábannos allí –y harto lo adivinábamos nosotros- que, cuando tienen pámpanos todas las vides y hojas todos los árboles, Lanjarón es un sueño de poetas...

Lo que yo puedo asegurar es que, en Marzo, cuando le vimos nosotros, parecía un verdadero paraíso; pues, en la base del cerro, todo era ya verdor y hasta fruto; en su cumbre, abundaban aquellos árboles que no pierden sus hojas en el invierno; en la parte intermedia, los almendros, los guindos, los cerezos, los perales y los duraznos, si no tenían hojas, tenían algo mejor: tenían flores, ora cándidas, ora rosadas, ora bermejas, asemejándose a esos árboles fantásticos que creemos inverosimilitudes de la escenografía. Combinad ahora todo esto con infinidad de espumosas cascadas, con las pintas rojas de las naranjas o las amarillas de los limones, con el blanco de la nieve y con el azul del cielo; agregad, en primer término, las bruscas líneas de las casas, la torre de la iglesia y el humo de los hogares, sirviendo como de alma humana a aquel portentoso conjunto; figuráos, en fin, al sol y a la sombra, con sus poéticos pinceles, armonizando colores, dulcificando tintas y estableciendo el pintoresco claro oscuro de una composición tan prodigiosa, y tendréis otra leve idea del arrebatador espectáculo que había aparecido ante nuestros ojos.

Podía decirse que aquello era una fusión de las cuatro estaciones, la síntesis, del valle y de la Alpujarra, un resumen de todas las maravillas de la Madre Sierra, la compendiosa sinfonía de todo nuestro viaje...

Y otras muchas cosas más podían decirse, pero nosotros dimos aquí punto a nuestra contemplación, pues nos devoraba la impaciencia por seguir marchando...

¡Cómo no, si ya estábamos a pocos minutos de la Alpujarra!

Pedro Antonio de ALARCÓN.

 

EL TRANVÍA ELÉCTRICO DE ARMILLA A LANJARÓN

 

 (El Defensor de Granada.- 13 de julio de 1909)

 

Brisas de placer y satisfacción circulan en estos momentos por los pueblos de la margen izquierda del Guadalfeo.

El espíritu de la vida moderna llega a nuestras puertas trayéndonos en sus alas el progreso y el bienestar.

No es el Estado el que en esta ocasión se afana y subviene a nuestros anhelos y aspiraciones. La iniciativa procede ahora de la laboriosidad particular de hijos del país, que están consagrando todas sus actividades en pro de nuestra prosperidad y engrandecimiento.

El año pasado, por este tiempo, los ingenieros D. José de Quiñones y D. Diego Alvarez de los Corrales, hacían el estudio de nuestro ferrocarril estratégico por la vega de Restábal y los olivares de Pinos del Valle, pasando el Guadalfeo por las angosturas de Béznar y continuando en resto del trazado por la margen izquierda a gran distancia de las principales poblaciones del Valle de Lecrín.

Como eran exigencias técnicas, originadas por la topografía del terreno, las que imponían la dirección de este recorrido, hubieran sido injustificadas e improcedentes todas las quejas formuladas ante el aislamiento en que van a quedar los pueblos del lado de acá del río, no restándonos, pues, otro recurso, que resignarnos a oir el silbato de la locomotora por la ladera vecina y a seguir viajando en coches incómodos e inseguros y a transportar los productos de la región en los prehistóricos carros de reata; pero como suele ocurrir, que un mal puede traer aparejado un bien, resulta ahora y se ve bien claro, que al no poder utilizar cómodamente el servicio ferroviario del estratégico, desde Dúrcal hasta Orgiva, se impone la necesidad de un tranvía eléctrico que venga a llenar esta deficiencia y a compensarnos con creces en los perjuicios que podríamos tener por la falta del ferrocarril.

La compañía hidro-eléctrica del Valle de Lecrín, que cuenta con dos poderosas fábricas de energía, una en Melegís y la otra en Cozvíjar, que le sobra mucho fluído después de abastecer las cinco mil luces que tiene instaladas y que cuenta con facilidades de quintuplicar el número de caballos de fuerza de la de Melegís, estudia en estos momentos con afán y cariño el proyecto de un tranvía de tracción eléctrica que enlazando en el hipódromo de los Llanos de Armilla con el de Granada, pase por Alhendín, Padul, Dúrcal, Talará, Béznar y termine en Lanjarón. La importancia de este proyecto se comprende fácilmente en cuando se ve que los pueblos del tránsito y los inmediatos, reúnen un contingente de más de veinte mil almas; que Lanjarón durante la temporada oficial de su balneario, atrae diez mil forasteros, y cuando las vías de comunicación sean cómodas y seguras y se dote a esta importante villa de suntuosos hoteles y se haga la debida propaganda por Portugal y las Repúblicas del Sur y Centro de América, la concurrencia de viajeros igualará en importancia a la de los principales establecimientos de aguas minero medicinales del extranjero.

A esta gran fuente de ingresos que por sí sola ha de dar a la compañía un buen interés del capital que se invierta, hay que agregar el producto de los transportes de los frutos de esta comarca que son también de gran importancia, puesto que desde Lanjarón al Padul hay más de dos mil hectáreas de terreno dedicadas al cultivo de frutales, remolachas, patatas y hortalizas, cuya exportación es tan solo para Granada.

A juzgar por los entusiasmos y el gran interés que muestran los del Consejo de Administración de la compañía y otras personas importantes de la región, el citado proyecto va a realizarse con la celeridad deseada. M. H.

 

LA CAUSA DEL 80 POR 100

 

(El Popular.- 11 de octubre de 1887)

 

Sr. Director de EL POPULAR:

Mi estimado amigo: Comienzo la misión que se ha servido encomendarme de visitar los pueblos de la Alpujarra para estudiar su estado y participárselo, con este, que si bien es pequeño, no por eso anda bien administrado.

Ya conoce V. algo de la irregularidad descubierta en este Ayuntamiento y hasta creo que EL POPULAR dijo algo de ella: pero aquí con más datos y más completos, puedo afirmar que tiene más importancia de la que se le ha dado.

He aquí la cuestión: el Ayuntamiento anterior al que hoy administra a este pueblo, obtuvo como anticipo de la tercera parte del 80 por 100 que le correspondía por bienes de propios, la suma de 150.000 pesetas; de esa cantidad, quedaron depositadas en la Sucursal del Banco en esa, 53.000 pesetas, cuya suma fue recogida por el Juez de Instrucción de Orgiva cuando comenzó a practicar las primeras diligencias por disposición del juez especial, nombrado para conocer de la célebre causa que se conoce con el nombre de la del 80 por 100.

Las 97.000 restantes aparecen como invertidas por el Municipio en la reparación de calles, construcción de un cementerio, cañerías y otras obras; pero nada de eso se ha hecho con los fondos de referencia.

La reparación de las calles se llevó a cabo, sí, pero cometiendo el Ayuntamiento una ilegalidad al exigir y cobrar una prestación vecinal con este objeto, sin formar presupuesto, expediente, ni nada en fin, que justificara la adopción de aquella medida. Las otras obras practicadas, cuyo importe asciende a unas 6.000 pesetas, se han hecho con la cooperación de los vecinos también.

¿Y el dinero que falta? ¿qué se hizo de aquellas 97.000 pesetas?  ecco il problema; pero todos los problemas tienen solución, y no debía de ser éste el más difícil; sucede que aquellos concejales, en vez de sumar, restan, y así resulta esa diferencia de cantidades.

Lo cierto es, que cuando aquellos concejales tuvieron conocimiento de la incoación de la causa del 80 por 100, adoptaron la medida preventiva de vender real o simuladamente, cuantos bienes poseían, estas ventas ascendían a una suma respetable de miles de pesetas. Por otro lado, los libros de actas en las que se acordó la inversión de los fondos antedichos, resultan con una de raspaduras, enmiendas y tachados que a todos luces demuestra la inocencia de aquellos pobrecillos concejales, muchos de los que, se pasean por estas calles codeándose con los hombres honrados.

El Delegado del Gobernador que se halla aquí, creo que tiene el propósito de abrir una información para justificar los hechos que dejo apuntados. A.P.

 

AUTORIDADES EN EL BALNEARIO

 

(Noticiero Granadino.- 22 de septiembre de 1906)        

 

Galantemente invitados por don José Griffo, que se encuentra actualmente de temporada en el balneario de Lanjarón, estuvieron el martes 18 del corriente en dicho pueblo, los señores Gobernador Civil, don Juan Sánchez Lozano, el Presidente de esta Excma. Diputación Provinicial, don Miguel Aguilera Moreno, y el Diputado a Cortes por la circunscripción don Juan Ramón La Chica.

Los expedicionarios fueron conducidos al Establecimiento termal, en el magnífico automóvil que posee el señor Griffo, dirigiéndose a la fonda de San Roque, en donde éste se hospeda, y cuyo propietario, don Justo Caba, había engalanado e iluminado profusamente el edificio, construyendo a la entrada del pueblo un arco de follaje, siendo recibidos los ilustres huéspedes, por casi toda la colonia de bañistas, y disparándose multitud de cohetes y palmas reales.

Poco después de su llegada, les fue servida una suculenta comida, cuyo menú fue el siguiente:

Consomé a la Reina.- Paella a la valenciana.- Frito a la Parisien.- Ternera a la jardinera.- Pollos salteados.- Jamón en vino con huevos hilados.- Postres: Dulces, Flanes y Frutas del tiempo.- Vinos: Rioja, Jerez y Champagne.- Café.- Cognac.- Habanos.

Después de terminada la comida pasaron los invitados al hermoso patio de la fonda, en donde les aguardaba una numerosa concurrencia, que apenas cabía en el local, pues se hallaban en él muchas y distinguidas familias de bañistas, procedentes de Granada, Málaga, Sevilla y otras capitales, así como las autoridades y personas de representación de la localidad, presentando el conjunto un aspecto brillante, al que daba realce la belleza y distinción de las señoras y señoritas que lo ocupaban.

Fueron interpretadas al piano varias piezas musicales, entre otras la sinfonía del “Anillo de Hierro”, que fue ejecutada con verdadero gusto y afinación, por la amable y simpática señorita Encarnación Pozo, acompañada de violín que tocó el joven don Eduardo Blanco, quien se hallaba casualmente en el balneario, así como el Vals Estéfana de Mr. Paul Herrión; después ocupó el piano la bella y elegante señorita Florencia Gimena, que es una artista consumada, interpretando magistralmente la bonita composición “Recuerdos de Andalucía” (Bolero) de Ocón, sustituyéndola después la señorita Dinorah Vaca, hermana política del diputado provincial, don Antonio Moreno Pérez, cuya hermosura corre parejas con su exquisito y delicado gusto artístico, la que tocó dos primorosas piezas, que fueron como las anteriores, calurosamente aplaudidas.

Se bailaron algunos rigodones y virginias, terminándose tan agradable velada a la media noche, llevando todos cuantos tuvimos la dicha de asistir a ella, recuerdo de tan buen rato.

La banda de música del pueblo, obsequió a los dignos representantes del Gobierno y la provincia, con una alegre serenata.

A la mañana siguiente regresaron a Granada los expedicionarios, muy satisfechos y complacidos de la buena acogida que se les dispensó y a las delicadas atenciones que les prodigaron, tanto el señor Griffo, su respetable esposa y lindas hijas, como el dueño del hotel, señor Caba.

UN BAÑISTA.           

Lanjarón 19 Septiembre 1906.

 

TESORO EN EL MIMBRÓN

 

(El Popular.- 7 de septiembre de 1898)

 

En el sitio denominado Mimbrón, término de Lanjarón, ha sido encontrado un tesoro, por los trabajadores que trabajaban en una mina denunciada no hace mucho y demarcada a instancias de don Manuel Gonzalo Díaz Tello, vecino de Orgiva.

La casualidad hizo tropezar la herramienta con que trabajaba uno de los braceros en el lugar donde yacía el referido tesoro, y al hacer el consiguiente esfuerzo para levantar el prisma de tierra, observó con admiración que con ella venían algunas <<piezas>> relucientes y plateadas, de forma cuadrada, del tamaño de una peseta, desprendidas de una vasija pequeña semejante a un ánfora, que se había descubierto.

Asombrado por el repentino hallazgo, llamó a sus compañeros, que más listos que ardillas distribuyéndose con la equidad posible en estos casos las monedas contenidas en el antiquísimo <<barreño>>, que resultaron ser de plata de excelente ley.

Alborozados y contentos disponíanse a marchar, cuando de improviso fueron desagradablemente sorprendidos por la presencia intempestiva del dueño de la finca y el propietario de la mina, que enterados con celeridad pasmosa de lo ocurrido, marcharon presurosos y agitados al teatro del suceso, no sin ir acompañados, por mera previsión, de <<excelente hombre bueno>> el uno, y de representantes de la autoridad el otro.

Jadeantes aún, hicieron valer sus derechos, respetados sin violencia ni esfuerzo por aquellos hombres pacíficos, que desalojaron sus bolsillos de lo que de buena fe creían suyo, incautándose el juzgado de las monedas mencionadas, hasta decidir con arreglo a la Ley a quien debe corresponder el codiciado dinero, que remonta su origen al periodo de la dominación árabe.

 

EL CACIQUISMO

 

(El Defensor de Granada.- 21 de abril de 1909) 

 

Ya se conoce, Sr. Director, que en este pueblo ha empezado el periodo electoral, hasta el extremo de confundirse con la kábila más atrasada del Imperio marroquí, donde la idea de libertad y seguridad personales es ilusoria, estando a merced de cualquier jefe de mehalla. Los pacíficos vecinos de esta villa que no pertenecen al partido del monterilla, que por desdicha de las personas de orden y posición nos gobierna, léase desgobierna, se siente un Aníbal, y rodeado de su mehalla de guardas rurales, armados de tercerola, bayoneta y estaca, de su yerno y sobrino, también armados de soberbios garrotes, y de otras personas, como peones y dependientes de su casa, coaccionan de tal manera a los ciudadanos pacíficos, para exigirles el voto, que muchos de ellos dejarán de cumplir con sus deberes cívicos, contraviniendo la novísima ley electoral, ante el temor de ganarse una soberbia paliza.

En la noche del 16, y en unión de los individuos anteriormente citados, se decidió a cachear a las personas más caracterizadas del partido que se oponen a sus tropelías, como el presidente de la Junta municipal del Censo y vocal de la de Reformas sociales, que fue insultado por no llevar armas, y al que estas líneas suscribe, que después de cacheado y no encontrarle armas ningunas, le dijo el alcalde que le iba a meter el bastón por mitad del alma. ¿Es tolerable, señor gobernador, que la persona encargada de mantener el orden público, abuse de ciudadanos que solo aspiran a que la moralidad y las virtudes civiles triunfen de la arbitrariedad y el abuso? ¿Es permitido, que la libertad y seguridad personales, sean un mito en el siglo XX, en un pueblo de la importancia de éste, por obra y gracia de un alcalde que está dispuesto a hacer valer el derecho de la fuerza?

Y es que, sin duda, en vista de la prudencia y cordura de los que se han cansado de sus abusos y quieren poner coto a éstos, ha sido interpretada por ellos, por cobardía, y ha creído que todo el monte es orégano, sin tener en cuenta que la paciencia se acaba, y acabándose, no se sabe las consecuencias que puede acarrear. Esta valentía, de que hacen alarde los satélites del alcalde, lo mismo que éste, es debida a que todos, absolutamente todos, son insolventes, y no tienen nada que perder, mientras que la cordura y paciencia del partido opuesto, es debida a la calidad de sus personas, por su posición, solvencia y educación.

Por esto, Sr. Director, llamamos desde el periódico de su digna dirección, la atención del celoso señor gobernador civil de la provincia, al que se ha elevado la oportuna súplica, como asimismo al señor presidente de la Junta provincial del Censo, para que ponga término a éstos y otros desmanes, pues es triste, que pudiéndose evitar el que esto tenga un funesto desenlace el día de las elecciones, no se haga. Por eso, si algo ocurriese, serán responsables, ante Dios y ante los hombres, el alcalde y sus secuaces, los individuos del mal llamado Círculo Católico de obreros.

HIGINIO CALVENTE.

 

LA POLÍTICA

 

(El Defensor de Granada.- 27 de abril de 1909) 

 

Por noticias de buen origen, es de suponer que la lucha electoral que tan apasionadamente tiene movido los ánimos en la importante villa de Lanjarón, cese de la manera más satisfactoria. Como en dicha localidad no existen verdaderos bandos políticos; ni tiene razón de ser dada la organización del distrito de Orgiva, el movimiento que hoy se nota, se reducirá a castillos levantados sobre movediza arena que caerán por su propio peso sin necesidad del impulso de la más ligera brisa.

Lanjarón recuerda con horror aquella época tristemente célebre en que se extinguían las familias como hoy se extinguen los Guelayas del imperio del Magreb, en que se cazaba al hombre por las calles, como se caza en la pradera al indefenso leporino, en que el matonismo tenía su cotización y constituía la garantía de un vivir desahogado; como todo esto es tan reciente y está tan fresco en la memoria del vecindario, no quiere volver a aquellos desastrosos tiempos y no volverá seguramente a pesar de los desesperados esfuerzos que están realizando ciertos agitadores o agentes de cuarta o quinta categoría que van en pos del río revuelto.

Lanjarón ha entrado en un periodo de cultura y regeneración que la enaltece, y con esto y con las riquezas de su privilegiado suelo, las bellezas de sus pintorescas vegas, su delicioso clima y sus maravillosas aguas minerales, está llamada a ser en breve la perla de la provincia granadina.

Personas respetabilísimas, que tienen puestos sus ojos en esta hermosa villa, no permitirán seguramente que reaparezca el régimen del terror; no permitirán que los sedimentos de las antigua barbarie se exhumen del subsuelo en que yacían.

La paz y la armonía en los grandes y en los pequeños, es el ideal a que aspiran los pueblos cultos y es el único bien que puede hacerlos felices. Lanjarón necesita más paz y armonía y menos política.- X.

 

EL CARNAVAL

 

(El Defensor de Granada.- 21 de febrero de 1902)

 

El Carnaval. Según nos escriben de Lanjarón, las fiestas de carnaval han estado muy animadas. Se han visto muchas comparsas y las calles han estado muy concurridas. No se ha registrado ningún incidente desagradable, gracias a las acertadas disposiciones adoptadas por el alcalde D. José Lozano, y el primer teniente, D. Enrique Puertas, secundados por los demás individuos de la corporación municipal.

 

NOVENA EN HONOR DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES

 

 (El Triunfo.- 21 de septiembre de 1899)

 

            Según nos comunican de Lanjarón ha producido hermosos frutos la misión que han dado en dicho pueblo los RR. PP. Agustinos Gil y Segundo, con motivo de la novena que allí se ha celebrado en honor de la Virgen de los Dolores.

Las conferencias dadas por el virtuoso P. Gil, han sido escuchadas con avidez creciente por numerosa y selecta concurrencia, quedando todos muy satisfechos de la elocuencia de dicho P.

 

VIRGEN DEL ROSARIO EN LANJARÓN

 

(El Defensor de Granada.- 11 de octubre de 1900)

 

            En Lanjarón. El día 7 se celebró en Lanjarón una solemne función religiosa en honor a la Virgen del Rosario.

            Pronunció un elocuente sermón el párroco D. José Puertas Bueno.

            Por la noche, a las siete, fue sacada en procesión la venerada imagen, disparándose en su trayecto por el barrio Hondillo numerosos cohetes y palmas reales.

            Al llegar frente a la fonda de San Roque se quemaron un bonito castillo de fuegos artificiales y buen número de cohetes, construidos por los pirotécnicos D. Agustín y D. Ramón Castro, y costeados por el dueño de dicho establecimiento D. Justo Caba.

            Mientras se disparaba el castillo, una banda de música, costeada también por el Sr. Caba, amenizaba el espectáculo.

            Terminado éste, la banda acompañó a la Virgen hasta su casa.

            Tanto la procesión, como la función religiosa, celebrada por la mañana, estuvieron lucidísimas.

 

FESTEJOS POR EL CÓLERA DE 1854

 

 (El Defensor de Granada.- 24 de noviembre de 1904)

 

            El domingo último tuvieron lugar los festejos que tradicionalmente, desde el cólera de 1854, se vienen celebrando an honor de San Vicente, San Roque, San Sebastián y Nuestra Señora del Rosario.

Celebróse Misa mayor solemne con asistencia del Ayuntamiento, y predicó un elocuente sermón don Juan Cuenca.

A continuación dióse un refresco en la casa ayuntamiento.

Por la noche hubo procesión solemne, iluminación y cohetes, palmas y bengalas.

Más tarde se dio un baile en casa de don Baltasar Jaraba. Hubo mucha animación y concurrieron bellísimas señoritas entre las que recordamos las de Férnandez Padial, Tuset, Fiestas (Pilar y Concha), Collantes (Pilar y Rosa), Paniza, Terrón, Requena y otras que sentimos no recordar.

 

FUNCIÓN A SAN ROQUE

 

 (El Defensor de Granada.- 19 de agosto de 1903)

 

            Con motivo de la fiesta de San Roque, patrón de esta villa, tuvo lugar la noche del 15 una velada en la puerta de la fonda de San Roque, con iluminación a la antigua española, esto es con centenares de cacharritos de barro en forma de candil, y alimentados con aceite de oliva. La ermita estaba bien adornada luciendo su portada un pabellón grandísimo formado con follaje de castaño y gayomba y un letrero donde se leía <<Viva San Roque>>. En dicha velada tocó varias piezas la música, lo que hizo que fuera mayor la concurrencia.

            En la mañana del 16 se cantó una solemne misa dentro de la ermita anunciándose con el disparo de muchísimos cohetes y palmas.

            Por la tarde tuvo lugar la lidia y muerte de un bravo novillo que fue capeado, banderilleado y muerto por los jóvenes bañistas D. Fernando Valenzuela, don Juan Barceló y D. Ramón Márquez Banqueri. La presidencia, cuyo palco fue construído en la plaza del pueblo, la ocuparon las bellísimas señoritas Presentación Lacalle, Angustias Mateos, Dolores Valenzuela, Pepita Pindemonte, Encarnación Caba, Clotilde Palanca, Petra Gutiérrez, Julia Bertuche y María Bailí, que contribuyeron con su presencia a la animación de la fiesta.

            Dada suelta al novillo, magnífico ejemplar de dos años, fue capeado muy bien por los jóvenes diestros, pasándose a la suerte de banderillas sin que ninguno sufriera revolcones, distinguiéndose notablemente dos pares, uno de frente y otro al cuarteo, puestos por D. Juan Barceló y otros dos por D. Ramón Márquez Banqueri, uno al encuentro y otro al quiebro, que tanto unos como otros causaron la admiración del público. Y en esto llegó la hora suprema y don Fernando Valenzuela coge los trastos y después del brindis a la presidencia se dirige al cornúpeto y dándole dos buenos pases naturales y dos de pecho, se tiró a matar dando un pinchazo bien señalado y después una media terminando con el descabello; ovación y oreja. Los diestros fueron obsequiados con habanos por las hermosas señoritas que presidieron la fiesta. La concurrencia fue tal que a más de trescientos bañistas que hoy toman esta agua, acudió todo el vecindario. Los iniciadores de la capea, satisfechos por el buen rato que han tenido, proyectan repetir varias a fin de hacer la estancia en esta bien divertida.

            Las fiestas del patrón terminaron por la noche con un gran baile en el patio de la fonda.

            El corresponsal. Higinio Calvente.

            Lanjarón 17 de agosto de 1903.

 

TOROS EN LA PLAZA

 

 (El Defensor de Granada.- 2 de septiembre de 1903)

 

Nunca segundas partes fueron buenas, dice el refrán, pero aquí ha sucedido todo lo contrario, pues la fiesta de ayer ha sido mejor que la del día de San Roque.

Dispuesta la plaza en la del Ayuntamiento, adornado el balcón de éste que debía servir de palco presidencial, a las tres en punto fue ocupado por las distinguidas señoritas, elegidas por la comisión para presidir la corrida. Eran Lola Valenzuela, Petra Gutiérrez, Encarnación Caba, Angustias Mateos y Amalia Márquez.

Todos los demás balcones de la plaza estaban también ocupados por lindas mujeres, imposible de dar sus nombres por ser muchísimas las que presenciaron la fiesta y otros bañistas cuyos nombres sentimos no conocer.

Después de pedir la llave el joven Velarde, y del paseo y saludo correspondiente, se dio suelta al novillo, que era negro, albardao, de poca cuerna, fino y vivo como un rayo, que salió con muchísimos pies.

Después de unos cuantos capotazos y escoras, lo tomó en los medios Guillermo Montero, haciéndonos recordar a mi amigo Cara ancha, pues sin perder un palmo de terreno, y alargando los brazos con elegancia y maestría, le dio tres verónicas y una Navarra muy ceñidas, dándole salida para que pudiera llevárselo Ramón Márquez, con una larga del patrón de aquellas inimitables del califa Rafael de Córdoba. Siguió la capea muy movida, dando el bicho algunos achuchones, sin que afortunadamente midiera el suelo ninguno de los diestros.

Cambiada la suerte puso Sánchez de Mesa un buen par al cuarteo y Montero otro a la media vuelta, monumental, que fue premiado con muchas palmas y tabacos. Garrido agarró medio par y Márquez después de varias salidas en fallo, porque el torillo que estaba ya muy cansado no se arrancaba, pudo al fin colocar otro par al cuarteo. Y llegó el momento supremo, en que Fernando Valenzuela cogió los trastos, y después de un galante brindis a la presidencia, se dirige a la fiera, mandando que se retirara todo el mundo; despegó el trapo en la misma cara, le dio tres pases con la izquierda y uno cambiado, liando y tirándose a volapié, pero tuvo que pararse sin herir porque el torete no se movió. Entonces, ayudado por Márquez, que demostró ser un peón muy inteligente, dio otros dos pases con la derecha y encontrando el bicho cuadrado, volvió a tirarse a volapié, cruzando muy bien y agarrando una estocada corta, muy bien señalada, que fue lo suficiente, pues a poco rato, empezó el novillo a tejer y se echó al fin, para que Márquez lo descabellara al segundo golpe.

Un aplauso estruentoso, flores y tabacos en cantidad enorme, plácemes y abrazos, premiaron la faena de los improvisados diestros, recibiendo la mayor parte el simpático Valenzuela, que si tiene buenas hechuras, ha demostrado en las dos corridas, que tiene también sangre torera y grandes aptitudes para el arte de Romero, Montes y Pepe-hillo.

Terminada la corrida, con gran algazara, antes de retirarse la distinguida concurrencia, los señores que se hospedan en la fonda de San Roque, invitaron a los de la Malagueña y San Rafael, y a varias familias del pueblo, para una reunión de confianza a las ocho de la noche.

Después de tomar las aguas, y de cenar en sus respectivos alojamientos, se reunieron todos pasando una velada agradabilísima, que se prolongó hasta media noche, concurriendo infinidad de señoras, señoritas y caballeros, cuyos nombres no citamos para no hacer una lista interminable; baste decir que estaban representados gran número de pueblos de esta provincia, y las principales poblaciones de Andalucía.

Lucieron su habilidad en el piano, la señora de Vallesca y los señores Velarde padre e hijo; bailaron los jóvenes valses y rigodones; se sirvió un ponche exquisito, y todos fueron muy complacidos, deseando se repitan tan agradables fiestas.

     Higinio Calvente.- Lanjarón 2 agosto 1903.

 

EL VISILLO

 

(Noticiero Granadino.- 29 de agosto de 1906)

 

A la salida de este pintoresco pueblo, tan conocido por sus inapreciables aguas medicinales que curan varias enfermedades, y muy especialmente todas las del estómago, desciende paulatinamente el camino de herradura hasta llegar al lecho accidentado de un río, en el que se ven grandes piedras que sobresalen de la corriente, y un ruidoso molino a la derecha que no se comprende como pueda librarse de las crecidas, y a la parte allá asciende suavemente por una ladera de terreno movedizo plantada de corpulentos olivos, entre los que se divisan floridas gayombas, hasta llegar, a bastante distancia a un punto en que bruscamente se inclina de la izquierda, formando un ángulo agudo: este sitio es el famoso visillo y desde él se divisa un panorama encantador.

Al frente se descubre una de las estribaciones meridionales de Sierra Nevada, pero de tal magnitud, que en todo lo alto asoma el gracioso Picacho de Veleta, cubierto de inmaculadas nieves, que brillan como la plata al reflejar el sol en ellas sus rayos. A un poco menos de altura que el punto en que nos encontramos, y en dicha estribación, se extiende el caserío de Lanjarón, formando prolongada línea, en cuyo centro se eleva la torre de la iglesia parroquial. El pueblo sirve de divisoria a las más opuestas zonas de cultivo, pues mientras en la parte de arriba y hasta el sitio en que principian las nieves, se ven inmensos bosques de castaños, almendros, líquenes y todas las plantas de las regiones más altas y frías, en la de abajo, hasta el río, atraen las miradas infinidad de naranjos, limoneros y parrales, que con sus frutos dorados y amarillos, presentan bellísimo aspecto. No es extraño que los naturales del país conozcan el sitio que describo, con el nombre de “El Paraíso”.

Un poco a la izquierda y en medio de la accidentada vega, que la forman innumerables paratas casi superpuestas y de más o menos extensión, se ve el antigua castillo situado en un pequeño montículo, que conserva en buen estado sus murallas, torres y cubos. En la misma dirección, pero mucho más allá, se descubren las lejanías del mar, por un amplio boquete, entre las sierras de Orgiva y otra que no recuerdo su nombre.

Continuando el camino, se entra en una árida cañada, en la que no se descubre el más pequeño arbusto, ni casi hierbas en aquella tierra rojiza, sembrada de peñascales, sin una gota de agua y abrasada por los rayos de sol. La Naturaleza parece que tiene, como los mortales, sus caprichos; es raro que junto a un edén, haya puesto un desierto inhospitalario.

Es preciso que en esa cañada se librara alguna acción empeñada cuando se sublevaron los moriscos, o que en ella se hayan cometido algunos crímenes, pues inspira tanta repulsión, que desea el viajero salir de allí y teme que le pueda ocurrir algo desagradable.

Yo, como tengo la desgracia –o la fortuna- de ver las cosas no como realmente son, sino como me hace que las vea la situación de ánimo en que pueda encontrarme, por consecuencia de las circunstancias que me rodeen, no olvidaré nunca la emoción que experimenté cierto día, muy caluroso por cierto, en que iba caballero en un mulo del país, acompañado de un dependiente que usaba una escopeta tan larga como una espingarda; al volver un recodo que formaba el camino en la triste cañada, vi a lo lejos un nutrido grupo de labriegos que rodeaban un bulto informe; no se lo que en aquel momento me ocurrió; si recuerdo que me desazoné más que D. Quijote cuando oyó los mazos del batán. Pareciome que se trataba de un secuestro realizado o por realizar, es decir, que llevaban una persona secuestrada en aquel bulto que no se distinguía, o que iban a secuestrarme, colocándome en aquel aparato, pues aunque por mi parte no tuviera dinero, la casa que representaba tenía bastante. Requerí mi revolver, salté del mulo, choqué con mi acompañante que iba medio dormido, y al decirle: ¡Antonio, los secuestradores!, me contestó: Pero ¿cómo está usted? ¿no ve que es un entierro?

Efectivamente, al poco rato nos apuramos dejar paso a la comitiva que llevaba un ataúd cruzado sobre los capachos que conducía una mula, el que iba cubierto por una especie de toldilla negra. Siguiendo la costumbre del país, rezaron el Padre Nuestro al que contestamos, y poco después, al dar vista a Orgiva, desaparecieron las alucinaciones que me produjo tan triste encuentro.

RIGAMÓN.

 

EL CORREO EN LANJARÓN

 

 (El Defensor de Granada.- 18 de septiembre de 1909)  

 

Leemos en el Heraldo de Madrid:

“Ahora que se proyectan reformas, según parece, en el Cuerpo de Correos y Telégrafos, llamamos la atención del Sr. Dávila y del director del Ramo, Sr. Rosales, sobre el estado del servicio en Lanjarón, donde dicho servicio es grande por existir unos baños en dicho punto, y donde a pesar de ello no existe más que una modesta cartería, teniendo el que la desempeña únicamente 300 pesetas anuales, cuando realiza funciones de verdadero administrador de Correos.

Creemos que la cartería de Lanjarón debe transformarse en estafeta, pues de este modo el servicio se realizará en mejores condiciones.”

Las indicaciones del colega madrileño no pueden ser más fundadas y justas.

Nosotros entendemos, que así como en el Ramo de Telégrafos se dio a Lanjarón la importancia que merece, debe obrarse se igual manera en lo que a Correos se refiere.

 

INAUGURACIÓN DE LA ERMITA DE LA VIRGEN DEL PILAR

 

 (La Publicidad.- 15 de octubre de 1909)

 

Desde Orgiva. Solemne función en la “Mojonera”.

Cuantos viajeros hayan acertado a pasar por la renombrada venta denominada de “Picardía”, sita en el comedio de Lanjarón a ésta ciudad y a dos y medio kilómetros de uno y otro pueblo, han tenido ocasión de ver durante mucho tiempo, junto a la carretera de Granada, a unos veinte metros de la gran canal que divide el camino, un cuadro antiquísimo, colocado en una especie de urna de mampostería, casi derruido por las inclemencias atmosféricas, de la que pendía un farolillo enmohecido también, que a duras penas refractaba su opaca luz en el cepo petitorio a aquella adherido.

Nuestra Señora del Pilar, cuya imagen representa el cuadro en cuestión, constituía solo la devoción de aquellos alegres contornos continentes de honrados campesinos, a la que rendían verdadero culto, con entusiasmo original y entera fe, máxime por tratarse de una estampa misteriosa y tradicional, toda vez que habiendo aparecido en el sitio descrito, a la mañana siguiente de una noche tempestuosa, fue trasladada con las formalidades consiguientes, por un sinnúmero de fieles creyentes que le aclamaban, a la inmediata iglesia de Lanjarón, y de la cual, como por obra de encantamiento desapareciera, volviendo a instalarse en el mismo lugar, indicando así a sus inocentes labradores lo grato que le era adquirir entre ellos carta de naturaleza.

Desde entonces y algunos siglos hace se presenta al transeúnte en la forma que digo, y cada año es objeto de mayor veneración por las gracias que de continuo concede.

El popular dueño de la venta expresada, don José Rodríguez Compán, habiendo caído enferma su esposa, a la que ama con las veras de su alma, ofreció a la divina santa una ermita preciosa, en la que con ella colocaría su efigie tallada, si su costilla recobraba la salud en poco tiempo.

Así fue, y este año el humorístico José hizo construir aquello en tan buena hora que a punto de pasar por ella nuestro venerable Prelado D. José Meseguer, el 7 del actual, hubo de sorprenderle el grito desaforado de ¡alto! que a su excelencia daba nuestro ventero.

¿Qué quiere esta familia? preguntó el señor Arzobispo... Señor, que nos bendiga esta ermitita y nos otorgue permiso para celebrar en ella el Santo Sacrificio de la Misa.

Tan buena impresión produjo en su ánima el aspecto de Rodríguez, que echándole la mano al hombro ofrecióle hacerlo y coadyuvar la prosperidad del culto.

En efecto, tan luego echó pie a tierra en Orgiva concedió autorización para ello al señor cura párroco D. Federico Pérez, e indulgencia de cien días a los que allí rezaren un Ave María, etc.

Estamos en pleno día once, víspera de la función de la Virgen y de la inauguración de una graciosa ermitita colocada con el mayor gusto entre los frescos y verdes pámpanos, por entre los que se divisan los negros y hermosos racimos, que al Prelado llamaron especial atención.

La banda de música municipal y orquesta afinada de Morillas, en extremos opuestos, amenizan una hermosa velada a la que asistieron a más de los cortijos limítrofes, nutridas comisiones de estos pueblos. Durante ella, José, dando pruebas de su afabilidad y esplendidez, fue obsequiada la numerosísima concurrencia con licores, pastas y habanos, amen de servirles una cena en extremo opípara.

A las diez del día de ayer el señor cura párroco, acompañado del coadjutor, cantaron la primera Misa, que oyeron más de tres mil personas con devoción, después de la cual por el Notario eclesiástico, y de conformidad a lo prevenido por el señor Meseguer, se levantó acta expresiva, en la que consta la autorización referida y se hacen al dueño de la nueva ermita las advertencias de rúbrica, de la cual, que fue a este entregada, se envió copia literal para su archivo en el parroquial de Lanjarón al señor cura de aquel pueblo.

El júbilo que con este motivo embargaba al de la venta fue objeto de reanudarse las fiestas, y entre cohetes ensordecedores y palmas reales bailan de contento en medio de confusión y algarabías.- José Tello.

Orgiva 13 10 909.

 

(El Defensor de Granada.- 19 de octubre de 1909)       

 

A cinco kilómetros de Lanjarón, y en el sitio llamado la <<Mojonera>>, tuvo lugar ayer 12, día de la Virgen del Pilar, el hermoso acto de bendecir la ermita que a sus expensas ha edificado el propietario de la llamada venta de <<Picardías>>, José Rodríguez Compán.

Después de la bendición, cantó una misa el párroco de Órgiva, D. Federico Pérez Delgado, auxiliado por el teniente, don José Pérez Ruiz y el sacristán don José Rivas.

Terminada la ceremonia religiosa, los invitados fueron obsequiados con un espléndido refresco y luego con un suculento almuerzo.

Después del almuerzo se organizaron un baile y varias excursiones en borricos hasta la fuente de la Salud.

Entre los concurrentes vimos al notario eclesiástico, D. Antonio Torralba Ramos, D. Juan González y González, D. Cayetano Collantes Bueno, D. Enrique Enciso Pérez, D. José Orantes Caballero, D. Ramón Márquez, D. Ramón Garzón Ruiz, D. José Gutiérrez López, don José Gutiérrez Jaraba, D. Antonio Ponce Tello, D. Vicente Rodríguez Viana, don Felix Rodríguez Viana, D. Santiago Jiménez e hijo, D. Pedro López, D. José Rivas López, D. Antonio Pagés, D. Higinio Calvente, D. Francisco Mesa, don Domingo Campos y D. Fernando Garzón Pérez.

Entre las señoritas vimos a Cruz Campoy Vílchez, Dolores Terrón García, Expiración Alvarez Romero, María Jiménez Córdoba, Cesarina López Moreno, Francisca López Moreno, Encarnación Gutiérrez Lozano, Joaquina Hernández, Joaquina Banqueri, Cándida Banqueri, Angelina Losa, Milagros y Pilar Martínez Pérez, Carmen Pérez Martínez, Concha Pérez Funes, Carmen Carmona Robles, María Fortis González, María Collado González, Antonia Robles Vílchez, Rosa Collantes Bueno, Elisa Hernández Bueno, Francisca Fornes y Francisca Garzón.

En señoras doña Herminia Pérez Martín, María Cañas López, Enriqueta Garzón, Adela García Aijón, Carmen Rodríguez Viana, Carmen Lozano González, María Gutiérrez López y un sin fin que es imposible enumerar. El corresponsal.

  

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