ALBUÑUELAS

Este lugar de Albuñuelas es uno de los que componen el partido del valle de Lecrín, en el arzobispado de Granada. Tiene siete leguas de circuito. Su jurisdicción realenga. Su población es de trescientos y cincuenta vecinos. Su clima es saludable, sin embargo de hallarse situado dicho pueblo entre dos montes muy altos y a la subida de un torrente que llaman el río de Albuñuelas. Su terreno es fértil y abunda en fuentes de buenas aguas.

La principal cosecha es de sabroso aceite, aunque también se cría trigo, mais, cebada y centeno. En el distrito de su vega hay unas paredes de un castillo arruinado, cuya fábrica al parecer es de mahometanos, que fueron los primeros fundadores en este suelo. Se encuentran en este contorno muchas conchas de ostiones y de otras especies que dejó en estos barrancos la resaca de las aguas del mar cuando volvieron a su centro acabado el Diluvio Universal; están algunas de dichas conchas sueltas y otras aglomeradas y petrificadas hasta hacer grandes peñascos, noticia que podría servir a escritores de historia natural. Este suelo es patria del ilustrísimo señor don Francisco de Perea y Porras, arzobispo que fue de Granada y antes obispo de Placencia y colegial del mayor de Cuenca en Salamanca, y de sus dos hermanos, don Juan de Perea, canónigo de Placencia, y don José, inquisidor de Granada.

Tiene esta población una iglesia parroquial dedicada a nuestro Salvador y un convento de religiosos franciscanos descalzos con iglesia, cuyo titular es Nuestra Señora de las Angustias, y además una ermita del glorioso mártir San Sebastián. Dista este lugar cinco leguas de la ciudad de Almuñécar, costa del Mediterráneo, tres de la villa de Jayena, que es del señorío del marqués de Mondéjar, dos del lugar de Guájar Alto, dos de la villa del Padul también de señorío y cinco de la dicha ciudad de Granada, su capital.