Tiene un templo sólido y bien proporcionado. Su armadura fue restaurada hace unos años. Es bastante bonita en la cabecera, siendo una de las más antiguas de la comarca junto a la de Nigüelas
En 1566 se estaba construyendo. La rebelión le sorprendió, por lo tanto a medio construir. El albañil fue maestre Alonso, Juan de Robles el carpintero y Pedro Gómez de Fuentefría el cantero. Los moriscos quemaron la madera labrada y la por labrar. Por lo que en los años siguientes se reparó y terminó la armadura.
En el libro de Apeo se dice: La Iglesia del dicho lugar empezada a labrar de nuevo desde antes del alzamiento de este reino dicese misa en casa de un vecino del pueblo.
Esto cambia los planes de la estructura, como lo demuestran dos pilastras cerca del altar mayor, que pueden significar que en un principio se pensó hacer una capilla mayor diferenciada por un arco como en Melegís
A esta etapa pertenecen la cabecera de armadura y el cuerpo de la iglesia. Es esta fase trabajaron el cantero Fuentefría, que en 1572 hacía la cantería de la portada y esquinas y fue sustituido por Blas Mateo; el albañil Juan Alonso Jiménez y el carpintero Francisco Hernández, e este pertenece el trabajo de la armadura del altar mayor, ochavada y con buena labor de trazo.
En 1632 y 1637 se trabaja intensamente en la iglesia, por estas fechas son los escudos del arzobispo Valdez Llanos que hay a los lados del retablo mayor, así como los canes de los tirantes inferiores y la cornisa de los tacos de la torre. Demuestran que se hizo una obra importante posiblemente reconstruyendo la parte de los pies de la torre
En su interior el retablo es uno de los pocos neoclásicos de cierta envergadura que hay en la provincia, puede que de Salmerón de finales del S. XVIII