No se sabe la fecha de su construcción pero la presencia de una portada gótica tardía nos indica que fue en el primer tercio del siglo XVI. Madoz recoge la tradición de que fue la primera de todas formas es la de Béznar la primera documentada
Los moriscos la quemaron entera con sus rejas, retablos y demás ornamentos.
El libro de Apeo dice: La Yglesia del dicho lugar esta toda ella quemada e destruyda, como lo bio por bista de ojos el dicho señor juez e yo el presente escrivano, de que doy fee, e está tan perdida e maltratada que casy es menester hazerse de nuevo porque el fuego fue grande, e hasta las piedras ardian, a causa dello se dize misa en una casa particular del dicho lugar, y no ay ninguna canpana en ella.
A finales del XVI, dentro del plan general de reconstrucción de la zona, se atiende a su reparación. En 1594 se colocan dos escudos del Arzobispo Pedro de Castro (hoy no existen), igual que en Melegís, Lanjarón y Tablate. Lo cual indica que entonces se reharía la armadura
En 1614 se repara la cornisa
En 1755 se dice que tenía una nave de 30 x 9,5 varas, con cuatro altares, tres de ellos con retablos dorados
No se sabe cuando se agregó una capilla mayor poco profunda y puede que después se reharía la torre actual. Así se ve ante la superposición que aparece sobre los estribos de la capilla lateral que se adosa al lado derecho de la nave y que se sabe que existía a finales del S. XVI. Puede que estas obras se hicieran en tiempos del arzobispo Perea y Porras ya que tiene su escudo en la portada de los pies
No hay más noticias hasta el incendio de 1965, donde se destruyó su armadura y ornamentos y dejó seriamente dañada su estructura
Se reconstruyó la techumbre y se inauguró el 12 de octubre de 1966
Actualmente tiene una amplia nave, capilla mayor separada con arco y cubierta moderna de casetones
Sus muros de ladrillo y cajones de tapial, todo encalado
La portada de los pies es la principal. Es una sencilla estructura latericia en resalte con fino frontón como remate y escudo tallado en piedra del arzobispo Perea y porras (1720-33) en el timpano
La portada lateral, constituida por un arco carpanel flanqueado por finas columnitas con capiteles góticos que descargan un ribete moldurado a modo de alfiz. Debajo aparece una inscripción latina, hoy algo deteriorada
La obra es de buena cantería, aunque el blanqueado actual la desluce un poco
La torre a la derecha de la cabecera, con dos cuerpos, en retranqueo el segundo, el cual remata en un picudo chapitel moderno de pizarra
La presencia de tirantes de hierro en su cuerpo principal y en el campanario puede que sean muestras de reparación tras el terremoto de 1884