1.300 años atrás. Sacado de la Lacena de las ideas
La bragueta del rey Rodrigo hizo que el Islam tomara la
Península Ibérica.
Es extraordinariamente difícil resumir la historia de una
ciudad fundada hace 2.700 años como
Granada, que fue a lo largo de la historia y con casi todas
las culturas, una
población llamada a distinguirse de las demás y ostentar
privilegios de capital. Los testimonios arqueológicos y
crónicas históricas comprobadas y válidas, dan sobrado
testimonio del prestigio durante el dominio ibero, durante
el poder de los púnicos y con Roma. Pero al contrario,
parece ser que el peor momento para Granada será con los
visigodos, que entre otras, son los más débiles y
fracturados gobernantes que conoce la Península Ibérica.
Todos sabemos que el mundo musulmán entra en la actual
España por las luchas intestinas entre godos. Si
somos unos morbosos de la historia, habría que precisar que
por culpa de la virginidad de una jovencita, el Islam se
hace con Hispania.
La lápida conmemorativa de principios del siglo VII en el
Museo de la Alhambra.
En 2014 se están cumpliendo los 420 años de la aparición de
una lápida fabulosamente importante para la historia.
Fue durante el proceso de cimentación y afianzamiento de la
Iglesia de Santa María de la Alhambra, que apareció esta
pieza fundamental. El padre del renacimiento español, Juan de
Herrera, había dado las trazas de una Iglesia que
sustituiría la Mezquita Mayor de la Alhambra. Dirigía el
proyecto Ambrosio de Vico y se estaban realizando las
labores de consolidación y asentamiento de la nueva y
flamante Iglesia, la primera corntrarreformista de Granada.
Y es entonces que aparece una lápida de piedra con curiosa
inscripción que recuerda cómo, el noble Gudila ha costeado
tres iglesias en esta tierra... NATIVOLA. Vayamos por partes
y sin aburrir a nadie: ¿Granada
se llamaba entonces Nativola? ¿La
placa conmemorativa que tiene unos 1.400 años dice que en
Granada hubo tres Iglesias visigodas levantadas entre el año
594 y 623? ¿La placa fue traída desde otra población a
Granada para, de alguna forma, justificar un pasado
histórico de esta ciudad del que realmente poco se sabe? Y
algo importante... ¿Por qué Marco Tulio Cicerón habla de
la diosa Nata, que era de origen granadino y recibía culto
en Roma junto a Rómulo y Remo?
Granada, a punto de que cayera el Imperio Romano
Ilustración de Pedro Romero.
Todo parece indicar que Granada, además de los nombres de
Ildubeibe (el primero, hace 2,700 años), de Iliberis o
Eliberri (Granada romana) y los que le vinieron, tuvo el
Nativola. Afortunadamente, un concienzudo trabajo del
compositor, historiador y escritor Germán Tejerizo Linares, nos
lleva a descubrir que en tiempos visigodos, la ciudad de
Granada pasó por uno de sus momentos más estériles que la
llevan casi a la desaparición. En tiempos iberos era la
ciudad más preeminente de la zona. Con Roma, fue una de las
21 poblaciones más distinguidas de Hispania. Aquí se acuñó
moneda propia, se le dio a la capital romana figuras
políticas sobresalientes y los restos de Cartuja, Rolando,
San Juan de los Reyes o Aljibe del Rey demuestran el
esplendor en tiempos romanos. Pero entre el año 476 y el
714, la ciudad cae en un periodo de aletargamiento brutal.
Casi dos siglos y medio que condujeron a Granada a la
práctica extinción de la misma.
Entre el año 552 y el 624, Granada estuvo en manos de los
bizantinos.
Los visigodos llevan a la ruina al modelo de ciudad.
Hay escasez de alimentos, provocado por las continuas luchas
intestinas. Los historiadores conocen este periodo como el hiatus,
el vacío... Los ciudadanos se ruralizaron, porque en el
campo encuentran alimentos que les permita subsistir. Es
entonces cuando hay una migración desde la capital, es
decir, la actual Granada, a dos focos poblacionales. El
primero será Medina Elvira, que erróneamente
se cree, fue una ciudad anterior a Granada y la que ostentó
la toponimia Elvira con anterioridad. Es más bien al
contrario: los habitantes de Elvira, se mudan al abrigo de
Sierra Elvira para subsistir con mayores garantías en un
tiempo de revueltas. El segundo foco está en el Valle de
Lecrín, donde puede casi decirse con rotundidad que la
actual Nigüelas, se convierte en la capital de la provincia.
Nigüelas, una de las localidades más pintorescas y
atractivas de Granada.
Nigüelas es
hoy una pequeña población de poco más de 1.200 habitantes,
en la mitad del camino entre la costa y Granada, entre
Granada y la costa. Prestemos mucha atención a este dato y a
su etimología, clave para entender de dónde el nombre
NATIVOLA:
Natiuola / Nawola / Nawela / Niwela (Nagüela-Nigüela) /
Nigüelas.
El mapa de Spania, como los bizantinos denominaron a sus
posesiones.
Iliberris existió durante esta época, dejando claro que los
visigodos fueron un mal mayor para la actual Granada
El historiador sostiene con mucho acierto que durante el
dominio visigodo, en esta localidad se asentó el poder
civil, la residencia del dux (el gobernador de la zona) y se
erigieron Iglesias como la de San Esteban o San Juan. Desde
el castillo visigodo que los musulmanes conocieron como
Niwala se controló y dispuso todo lo referente al gobierno
de estas tierras mientras que la
actual Granada, apenas si mantenía cierta población en el
actual Albaicín. Lo que nos lleva a pensar que aquella
lápida encontrada hace 420 años, fue trasladada hasta
Granada, cuando
de nuevo la ciudad del Darro se convirtió en la capital
administrativa, civil y militar. De la existencia de
construcciones visigodas, poco que aportar, salvo que en
1099 el emir almohade decide destruir la Iglesia que había
en la zona donde hoy se levanta la Puerta de Elvira, lo que
no quiere decir que fuera una Iglesia visigoda.
La entrada musulmana en la Península. Elvira en tiempos de
la conquista.
Ilustración de Pedro Romero.
Cuando las tropas de Abd al-Aziz ibn Musa ibn Nusair, el
hijo del conquistador de Hispania Muza, entran en Granada,
entre el 2 y el 3 de noviembre del año 714, se encuentran
una población menguada y escueta que no opone resistencia.
Mayoritariamente judía, los hebreos ansían que los
musulmanes les liberen de la persecución con la que los
godos llevan décadas exterminándolos. Es
curioso que Zaragoza o Granada, sean conquistadas por los
musulmanes el mismo año, a pesar de su distancia. Y la
explicación es que a la llegada de los musulmanes a Granada,
ésta es una ciudad de escueta importancia que no despertó el
interés islámico hasta tres años después de su entrada en la
Península.
Pero cuando Granada recupere de nuevo su importancia será
con Omar ibn Hafsún, el godo que era llamado converso por
los cristianos y renegado por los musulmanes. El que se
enfrentó al Califato de Córdoba por despótico y consiguió
hacerse fuerte en territorios de las actuales Málaga, Jaén,
Granada o Córdoba. Su
lugarteniente en Granada fue Sawwar Ibn Hamdun, el primero
que entendió que, sobre la colina elevada que fue en su
día un oppidum ibero, se podía hacer una fortaleza vital
para el control y dominio de la población. Sin saberlo, fue
el “abuelo de la actual Alhambra”. Mientras, siguió
existiendo Medina Elvira sobre la actual Atarfe, pero
arrasada en el año 1010, sus gentes migraron a la primitiva,
a la ciudad original.
La Granada almorávide fue capital de un Imperio que llegaba
hasta el áfrica negro
Hoy, no sólo celebramos una fecha mítica, 1.300 años de la
conquista musulmana de Granada.
Sino que gracias a este pueblo, se recuperó la importancia
capital que un día tuvo la ciudad, además de que estaría por
venir su época más dorada. Desde el año 1013, que se
convierte en capital de un Reino Independiente. En 1044
que será la
capital de un Imperio que se extenderá hasta el África
subsahariana. Llegado el año 1238 en donde verá como los
nazaríes elevan la cultura y el arte andalusí a su apoteosis
definitiva. Y gracias a la inquina que el Islam despertó en
los cristianos durante siglos, al ser Granada su último
bastión europeo, que desde 1492 se convirtiera en el ojo
derecho de los monarcas más poderosos y laureados de la
historia española: los Reyes Católicos y el Emperador
Carlos, que hicieron
de Granada piedra angular del proyecto de fundación estatal
y del conjunto imperial...
El impresionante prestigio de Granada en época cristiana fue
gracias, de forma indirecta, a los musulmanes. Son ellos los
que aumentan la imagen idílica de los Reyes Católicos y su
nieto el Emperador.
Pero de no ser por la entrada hace 1.300 años de los
musulmanes, hoy esta tierra no sería más que un pobre
terruño sin entidad. Y es que a
pesar de toda la leyenda dorada tejida en torno a los
visigodos, ni fueron brillantes, ni cultos ni dieron a la
humanidad lo que otros pueblos de esta Península. Y para
colmo, a
punto estuvieron de hacer que se extinguiera Granada.
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La ciudad ibérica de i.l.du.r.i.r estaba situada en la colina del Albaicín, en el barrio de la posterior Alcazaba Qadima árabe. La configuración del terreno, la localización del hábitat en una altura escarpada ponen de manifiesto la habitual disposición de los oppida prerromanos. Para una parte de los contendientes este hábitat continuó durante toda la República, el Alto y Bajo Imperio, y en él se celebró el famoso Concilio Iliberritano. Para la otra parte la ciudad ibérica de Iliberri comenzó su historia ya en los Llanos de Atarfe
Ilíberis, incluida en la Hispania Ulterior, obtuvo de César el título de municipio, con el nombre de "Municipium Florentinum Iliberitanum", de forma que las fuentes romanas de los siglos siguientes la citan casi siempre como "Florentia". Más tarde quedó englobada en la Bética y, finalmente, hacia el siglo I d. C., incorporada al Conventus Astigitanus.
La ciudad importante en el período 712-1012, fue la vecina "Madinat Ilbira", unos 10 km al oeste, enclavada en los términos municipales de Atarfe y Pinos Puente