Los mamuts lanudos vivieron en el sur de España en condiciones de estepa fría y
árida.
Sacado de Pronoticias
Un
estudio, dirigido por el investigador Antonio García-Alix, del Instituto
Andaluz de Ciencias de la Tierra, en el que ha participado el Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha realizado un análisis
exhaustivo de los restos de tres mamuts lanudos hallados en 1983 en la
turbera de El Padul, en la provincia de Granada.
.Estos restos son los más meridionales registrados en Europa hasta el
momento y se da la circunstancia de que el área de la turbera de El Padul
hace 30.000-40.000 años tenía una temperatura media anual de entre 9 y11°C,
similar a la del sur de la península escandinava y Dinamarca en la
actualidad.
.Los especímenes estudiados datan de unos episodios muy fríos y secos que
afectaron a toda Europa, llegando incluso al sur dela Península Ibérica.
.Los resultados de esta importante investigación se han publicado
recientemente en la revista Quaternary Science Rewiews.
.. ¿Qué técnicas se han utilizado para analizar estos especímenes?
Las principales técnicas que se han utilizado han sido espectrometría de
masas de razones isotópicas (IRMS) y la microscopía electrónica de barrido
(SEM). La microscopía electrónica se ha utilizado fundamentalmente para
evaluar el grado de preservación de los restos y así saber con qué restos
íbamos a obtener mejores resultados. La espectrometría de masas de razones
isotópicas ha sido la base del trabajo, ya que nos ha proporcionado los
distintos valores isotópicos de los restos de huesos y dientes fósiles.
.. En esta investigación habéis contado con la aportación del Dr.
Antonio Delgado Huertas, especialista en el análisis de isótopos estables.
¿En qué ha consistido su aportación a este estudio y qué ha revelado?
La aportación del Dr. Antonio Delgado Huertas ha sido imprescindible a
la hora de realizar los análisis y las interpretaciones paleoambientales a
partir de los datos isotópicos obtenidos. Él comenzó una línea de
investigación con isótopos en mamíferos fósiles hace más de una década, por
lo que tiene un gran conocimiento del tema.
.. ¿Qué características tenían los dientes de los mamuts lanudos
analizados?
Los dientes de los mamuts estudiados son dientes de crecimiento
continuo, como los de los elefantes actuales. Es decir, crecen durante toda
la vida del animal; los distintos molares van apareciendo en los alveolos
como si de una cinta transportadora se tratara. Este hecho nos ha permitido
analizar los molares en distintos puntos, obteniendo así información de
distintos momentos de la vida del mamut.
.. ¿Qué habéis descubierto en el análisis de los restos de dientes y
huesos de estos mamuts?
Pues que vivieron en unas condiciones de estepa fría y árida y que
puntualmente estas condiciones se volvían todavía más adversas.
. . ¿En qué tipo de condiciones de agua y comida vivían los mamuts
lanudos?
Los valores isotópicos del agua meteórica deducidos a partir de los
restos de los mamuts durante el final de la última glaciación (entre 50 y 20
mil años aproximadamente) son los más altos registrados en el continente
Europeo, lo que implica que las temperaturas también eran ligeramente más
altas que en el centro y en el norte de Europa. Las plantas que comían estos
animales en el sur de la Península Ibérica eran de tipo C3 y su valor
isotópico nos indica que estaban sometidas a condiciones de estrés hídrico,
lo que coincide con las condiciones áridas reinantes en ese momento en la
zona.
.. ¿Cuáles eran sus hábitos de vida y cómo se organizaban?
Pues se sabe que vivían en manadas, como los elefantes actuales, y que
eran animales migratorios, fundamentalmente influenciados por las
condiciones climáticas. De hecho, colonizaron el sur de la Península Ibérica
en momentos especialmente fríos y áridos. No obstante, de forma rutinaria
realizaban migraciones de media-larga distancia.
.. ¿Las condiciones de vida de estos grandes mamíferos han dejado
alguna señal en sus tejidos capaz de dar pistas sobre cómo era el entorno en
que vivían y las condiciones climáticas de la época?
Si, debido a que estos grandes mamíferos necesitaban ingerir grandes
cantidades de alimento y agua para sobrevivir, la señal isotópica de éstos
queda preservada en sus tejidos. Esta señal isotópica está influenciada
fundamentalmente por las condiciones ambientales. Por lo tanto, los restos
de estos mamíferos constituyen un magnífico registro de las condiciones
pasadas en las que vivieron.
.. ¿En qué época llegaron estos animales al continente y de dónde
venían?
Los mamuts lanudos aparecieron en Europa hace unos 200.000 años
procedentes de Siberia. Las últimas poblaciones de mamuts lanudos se
extinguieron hace unos 4.000 años.
.. ¿Qué condiciones presenta la turbera de El Padul para que estos
mamíferos se instalaran en ella y se desarrollaran durante tanto tiempo?
Pues en esa época probablemente las condiciones fueran más húmedas en la
zona de la turbera que en otras áreas del sur peninsular, actuando de
refugio para estos mamíferos, pudiendo conseguir alimento y agua. No
obstante, estas poblaciones no vivían perennemente en esta zona.
.. ¿Cuándo desaparecieron estos mamuts de la turbera de El Padul y
por qué?
Pues los últimos mamuts de los que se tienen constancia en la turbera
datan de hace unos 30.000 años. Probablemente el cambio en las condiciones
ambientales condicionó su presencia en estas latitudes tan bajas.
.. ¿Los restos empleados en esta investigación dónde se encuentran en
estos momentos?
Los ejemplares muestreados se encuentran depositados en el Departamento
de Estratigrafía y Paleontología de la Universidad de Granada y en el Parque
de las Ciencias de Granada. No obstante también hay restos depositados en el
Museo Arqueológico de Granada.
.. ¿Qué conclusiones aporta este estudio a la ciencia?
Las principales conclusiones pueden ser: 1) Que durante los eventos
Heinrich 4 y Heinrich 3 (alrededor de 40.000 y 30.000 años respectivamente)
la temperatura y la humedad en el sur de la Península Ibérica eran más
moderadas que en el centro y norte de Europa. 2) Que los mamuts habitaron
una zona esteparia árida y que ocasionalmente la aridez se volvía extrema.
3) Que los mamuts lanudos no vivieron de manera continua en la zona de la
turbera, si no desplazados hacia el oeste de la península y migraban a la
zona de la turbera en momentos en que las condiciones climáticas se volvían
extremadamente adversas.
.La investigación se puede consultar en la revista Quaternary Science
Rewiews.
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0277379111003507
Hace 40.000 años, en medio de la edad de hielo, los mamuts del
sur de la Península se refugiaban en la turbera de Padul
Publicado por Pilar
Quijada el
feb 17, 2012 Sacado de.
abcblogs
Durante la edad de hielo, las bajas temperaturas permitieron a los mamuts
lanudos ampliar su área de distribución, alcanzando el sur de la Península
ibérica. La
turbera del pueblo
granadino de Padul es
el punto más meridional de Europa donde se han hallado restos de estos animales,
que llegaron al continente procedentes de Siberia hace unos 200.000 años y
desaparecieron hace unos 4.000. Las
temperaturas medias de la zona, entre los 9 y los 11 grados (unos cuatro grados
inferiores a las actuales) constituían un refugio para la vegetación y la fauna
cuando el frío arreciaba.
No vivían allí permanentemente, pero cuando
el frío arreciaba y la comida escaseaba, los mamuts lanudos ponían rumbo a la
turbera de Padul, procedentes otros lugares situados más al oeste, en busca de
alimento. Allí las temperaturas eran algo
más suaves y podían disponer
de vegetación para alimentarse, según
un estudio en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC),
publicado en la revista “Quaternary Science Rewiews”.
“Lo que ha corroborado nuestra investigación es que estos
animales no vivían de forma permanente en la turbera, sino
hacia el suroeste de la península, unos 200 kilómetros al oeste de Padul, como
mínimo. Puntualmente,
cuando había condiciones más extremas, áridas y frías, migraban a la turbera,
donde las condiciones eran más benévolas“, comenta el investigador del
CSIC Antonio
García-Alix, del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, coautor
del estudio. Temperaturas entre 9 y 11 grados y un mayor grado de humedad
permitía crecer a las plantas que servían de alimento a estos gigantescos
paquidermos y otros animales, cuyos restos han aflorado en la zona

Foto: Elvira Martín Suárez |
¿Cómo han llegado los investigadores a esta
conclusión? Analizando los
restos fósiles de dientes y huesos de los mamuts. “En los fósiles se puede
estudiar una fracción orgánica y otra inorgánica. Los dientes, mejor
preservados, están compuestos por hidroxiapatito fundamentalmente, la fracción
inorgánica. Se estudia la composición
isótopica de carbonato y fosfato.
Y con la cantidad de distintos isótopos en una sustancia, por ejemplo con el
oxígeno del fosfato, podemos reconstruir la composición isotópica del agua que
bebían los mamuts hace 40.000 años, y de ahí podemos deducir la paleotemperatura
de la zona. En el caso de los huesos, estudiamos la fracción orgánica, el
colágeno, y nos da idea de la paleodieta”, explica García-Alix. Estos estudios
con isótopos les han permitido saber que los mamuts lanudos no habitaban de
forma continuada en Padul.
Una conclusión a la que han llegado basándose
en los estudios previosque han permitido conocer las características
climáticas y de vegetación de la turbera de Padul hace 40.000 años, que era un
humedal de mayor extensión que el actual, castigado por los drenajes para la
agricultura y la extracción de turba. En esa época y hasta hace 30.000 años,
hubo periodos especialmente fríos y áridos que hicieron que muchos icebergs se
desprendieran de Groenlancia y llegaran hasta las costas atlánticas de la
Península.
Los grandes mamíferos, como los elefantes o los extintos mamuts lanudos,
necesitan grandes cantidades de agua y comida fresca a diario, lo que deja una
señal isotópica en sus tejidos capaz de dar pistas sobre las condiciones
climáticas de la época en la que vivieron. “Los dientes de los mamuts lanudos
crecían durante toda su vida y generaban nuevas laminillas de esmalte según
pasaban los años. Así, podemos identificar diferentes composiciones isotópicas
muestreando en distintos puntos de los molares, lo que nos permite hacernos una
idea de las variaciones ambientales que se producían a lo largo de la vida del
animal”, aclara García‐Alix.
Los restos empleados en esta investigación se
encuentran expuestos en el Museo Arqueológico de Granada, en el Parque de las
Ciencias de Granada y en el museo del Departamento de Estratigrafía y
Paleontología de la Universidad de Granada, institución que también ha
colaborado en el estudio.
El equipo al que pertenece García-Alix está ahora interesado la otra fauna que
aflora en la turbera, los restos de caballos y bisontes para saber si vivían
allí o como los mamuts lanudos, sólo se refugiaban temporalmente, lo que
convertiría a Padul en un paleorefugio natural de fauna. De momento, ya tienen
concedido un proyecto para estudiar el cambio climático en el sur de la
Península mediante estudios isotópicos en micromamíferos fósiles.
Mamuts en Sierra Nevada

Mandíbula del mamut en tres vistas. | Diego Álvarez / FYCIT.
Madrid
Los huesos de cuatro mamuts lanudos hallados en las inmediaciones de Padul
(Granada) corresponden a los restos de esta especie más
meridionales de Europa. Además, están situados "tan sólo un grado más
al norte de la localización más sureña que se conoce de estos animales en todo
el mundo", según explicó Diego
Álvarez Lao, doctor en Paleontología de la Universidad
de Oviedo y autor de una
investigación publicada en 'Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology'.
El estudio revela, además, que durante el Pleistoceno Superior (hace 30 y 40.000
años), los mamuts que habitaron Padul y sus
contemporáneos de otras regiones europeas tenían la misma envergadura y
no existieron diferencias significativas entre ellos.
Entre las teorías que explicarían la igualdad entre poblaciones tan lejanas
estaría el carácter estacional de la presencia de estos animales en Sierra
Nevada, aunque no es la única hipótesis. Según Álvarez Lao, existe la
posibilidad de que la similitud se explique debido a que las
condiciones ambientales eran similares en este área y en Europa central.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores han datado y analizado los
restos de los mamuts de Padul y los han comparado con los hallados en otros
yacimientos europeos.
El estudio sobre los mamuts de Padul se enmarca en un trabajo más amplio
realizado por Álvarez Lao acerca de los grandes
mamíferos adaptados al frío que habitaron la Península Ibérica durante
el Pleistoceno y que incluyen a especies como el zorro Ártico, el glotón, el
reno, el buey almizclero y el rinoceronte lanudo, y que se publicará en 'Quaternary
International'.
Restos de mamuts lanudos informan sobre la temperatura en la
Península hace 40.000 años
Al final del Pleistoceno, hace entre 30.000 y 40.000 años, el sur de la
Península Ibérica tenía una temperatura similar a la que hoy presenta el sur de
Escandinavia, con una temperatura media anual de unos 10 ºC. Así lo revelan los
restos de mamuts lanudos que han analizado investigadores del Instituto Andaluz
de Ciencias de la Tierra, un centro mixto del CSIC y la Universidad de Granada (UGR).
CSIC/SINC | 17
febrero 2012 10:41 Sacado de
Agencias inc

Ilustración de mamut lanudo del Museo Real de Victoria. Imagen: Wikipedia
El área de la turbera de El Padul, en la provincia de Granada, tenía hace entre
30.000 y 40.000 años una temperatura media anual de entre 9 y 11°C, similar a la
que tienen el sur de la península escandinava y Dinamarca en la actualidad. Esta
es una de las conclusiones a las que ha llegado un estudio de científicos de
Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT, CSIC-UGR) publicado en la
revista Quaternary Science
Rewiews. Los resultados de la investigación derivan del análisis de los
restos de tres mamuts lanudos hallados en la turbera en 1983, los más
meridionales registrados en Europa.
Los especímenes estudiados datan de unos episodios muy fríos y secos que
afectaron a toda Europa, llegando incluso al sur de la Península Ibérica, hace
entre 30.000 y 40.000 años.
“A partir del análisis de isótopos estables realizados en restos de dientes y
huesos hemos visto que estos mamuts vivieron en una área esteparia bastante
árida, que podría estar situada a decenas o cientos de kilómetros al oeste de El
Padul, y que puntualmente, cuando las condiciones climáticas eran especialmente
extremas, migraban a la zona de la turbera”, explica Antonio Delgado,
investigador del IACT y coautor del trabajo.
Estudio de los dientes
Los grandes mamíferos, como los elefantes o los extintos mamuts lanudos,
necesitan grandes cantidades de agua y comida fresca a diario, lo que deja una
señal isotópica en sus tejidos capaz de dar pistas sobre las condiciones
climáticas de la época en la que vivieron.
“Los dientes de los mamuts lanudos crecían durante toda su vida y generaban
nuevas laminillas de esmalte según pasaban los años.Así, podemos identificar
diferentes composiciones isotópicas muestreando en distintos puntos de los
molares, lo que nos permite hacernos una idea de las variaciones ambientales que
se producían a lo largo de la vida del animal”, comenta CSIC Antonio García-Alix,
otro de los autores y científico del IACT.
La turbera de El Padul es el punto más meridional de Europa donde se han
hallado restos de mamuts lanudos. Estos animales llegaron al continente
procedentes de Siberia hace unos 200.000 años y desaparecieron hace unos 4.000
años.
Los restos empleados en esta investigación se encuentran expuestos en el Museo
Arqueológico de Granada, en el Parque de las Ciencias de Granada y en el museo
del Departamento de Estratigrafía y Paleontología de la Universidad de Granada,
institución que también ha colaborado en el estudio.
Referencia bibliográfica:
A. García-Alix. A. Delgado Huertas. E. Martín Suárez. “Unravelling the Late
Pleistocene habitat of the southernmost woolly mammoths in Europe”. Quaternary
Science Reviews 32: 75–85,
16 de enero de 2012. DOI: 10.1016/j.quascirev.2011.11.007.
Los mamuts que llegaron al sur

Mandíbula de mamut de Padul
Foto: Diego J. Álvarez Lao
El mamut lanudo es quizá la
especie más emblemática de las glaciaciones. Su paso por la península
Ibérica nos dejó un buen número de restos, tal como se describió en la entrada
anterior, llegando a alcanzar la latitud de Granada, concretamente el
yacimiento de Padul, en su migración hacia el sur durante los momentos más
fríos. Sobre este punto nos detendremos algo más en esta entrada.
La turbera de Padul es un
entorno peculiar, muy diferente de la imagen que nos podemos hacer del
paisaje andaluz. Está situada en Sierra Nevada a una altura entre los
700-800 metros sobre el nivel del mar. Esta altura y el entorno montañoso le
confieren unas condiciones ambientales particulares que, durante los
episodios más fríos del Pleistoceno Superior, permitieron que los mamuts
vivieran aquí. Por aquel entonces, la turbera estaría formada por un terreno
anegadizo, encharcado por zonas, en cuyo entorno crecía una vegetación
herbácea idónea para su alimentación, creando así un enclave especialmente
favorable para esta especie. Eventualmente, algunos de los individuos
penetrarían en el interior de la turbera y quedarían atrapados en este
terreno anegadizo. Sus cuerpos se enterrarían y, tras miles de años, los
paleontólogos pudimos tener acceso a sus huesos muy bien conservados. Estos
huesos nos han contado historias interesantes. En primer lugar, nos han
permitido saber que los mamuts poblaron la turbera de Padul al menos durante
un periodo de unos 10.000 años, ya que las dataciones realizadas nos han
proporcionado fechas de entre 30.000 y 40.000 años. No podemos saber con
seguridad si se establecieron aquí de forma permanente durante todo este
tiempo, pero sospechamos que no lo hicieron. Uno de los motivos que nos
llevan a esta idea es el hecho de que la talla de los ejemplares de Padul es
igual a la de los mamuts centroeuropeos, con los que se les ha comparado
(hemos podido estimar la altura de uno de los ejemplares granadinos en 2,7
m). Si los mamuts de Padul hubiesen permanecido durante diez milenios
seguidos, es muy posible que hubieran desarrollado alguna peculiaridad
física, concretamente una disminución de talla, en relación con su posición
geográfica tan meridional y de acuerdo con la regla biológica de Bergmann,
de la que ya se ha hablado en la entrada
anterior. Los datos apuntan a que más bien su presencia debió producirse
de forma temporal (durante años especialmente fríos), o incluso estacional.
Esto último tampoco debería parecernos tan improbable, pues se sabe que los
elefantes africanos actuales pueden realizar migraciones estacionales de
cientos de kilómetros en busca de alimento y agua. Más aún, los renos
actuales del norte de Canadá (más conocidos como caribúes) realizan
migraciones de hasta 1.300 Km. al año en busca de pastos adecuados.
Los restos de Padul nos han
indicado que corresponden a, al menos, cuatro individuos (hay que tener en
cuenta que tan solo se ha investigado una reducida parte de la turbera, por
lo que su número real podría ser mucho mayor), constituyendo la población
más numerosa de esta especie conocida hasta ahora en la península Ibérica.
Desafortunadamente no poseemos esqueletos completos, pero sí que se han
podido recuperar tres mandíbulas en muy buen estado, además de una defensa
completa (expuesta en el Parque de las Ciencias de Granada) y numerosos
restos de huesos de extremidades y molares. El estado de desarrollo de sus
dientes y huesos nos ha permitido conocer que los 4 individuos murieron a
una edad avanzada, de entre 43 y 55 años, según los ejemplares. Algunos,
además, han mostrado claros indicios de padecer enfermedades del hueso,
tales como artrosis. Esto nos sugiere que quizá los animales muriesen al
caer en la turbera y no poder salir debido limitaciones físicas propias de
su edad o de las enfermedades que padecían.
El yacimiento de Padul
presenta también especial interés por ser el más meridional de toda Europa
que nos ha proporcionado restos de mamut lanudo (situado a la latitud de
37º01’ N), lo cual marca el límite sur de su distribución en nuestro
continente. Tan solo un yacimiento, situado al otro extremo del gran
continente eurasiático (en China), ha proporcionado restos ligeramente más
meridionales de esta especie (a latitud 36º35’N).
Las causas de semejante migración, tal como se apuntaba en la entrada
anterior, no estarían relacionadas con el intenso frío, al que estos
animales estaban bien adaptados, sino con la disponibilidad de alimento: los
mamuts migraron al sur durante los momentos más fríos y áridos buscando los
ambientes de tundra-estepa disponibles, cuando el norte y parte del centro
de Europa se encontraban cubiertos por el hielo.
Algunos de los medios nacionales
que se hicieron eco de esta noticia: El
País, El
Mundo, ABC,Agencia
SINC, La
Nueva España, La
Voz de Asturias, El
Comercio, Muy
Interesante.