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El Valle de Lecrín por su posición y enclave privilegiado a medio camino entre la costa, la capital y la Alpujarra, así como por ser ruta comercial por excelencia de todas la mercancías que llegaban a los puertos mediterráneos granadinos, va a albergar en poco espacio geográfico un importante número de fortalezas, así como de otros elementos dispuestos para la defensa (torres de alquería y atalayas).
En opinión del profesor Malpica Cuello 18 el sistema de defensa del Valle de Lecrín es muy similar a los modelos de defensa fronterizos, y esto tal vez se explique por ser un espacio muy importante en la red de comunicación de todo el periodo nazarí.
Todas estas fortalezas por lo general se van a encontrar jalonando grandes elevaciones y ocupando emplazamientos topográficos privilegiados desde los que podían mantener largos enlaces ópticos, bien directamente entre sí o sirviéndose de torres atalayas. Todo este conjunto de fortificaciones jugaría un importante papel en la espesa red que constituía el potente aparato defensivo militar nazarí.
Dominan, generalmente, algún curso de agua, gran parte de las vegas de la alquería y los accesos al terreno circundante.
Los castillo rurales que voy a analizar suelen presentar restos de murallas circundando todo su recinto salvo en las zonas en que el relieve lo hace innecesario, otro rasgo común será la pobreza arquitectónica, se sirven de los materiales facilitados en el mismo emplazamiento donde está el enclave, teniendo un trazado irregular y adaptándose a las condiciones del relieve, están dotados de unas infraestructuras mínimas y poseen muy pocas construcciones dentro de su recinto fortificado ( normalmente torre y aljibe). Esta pobreza edificativa y lo reducido de sus construcciones nos hace intuir que en estas fortificaciones se daría un hábitat mínimo, posiblemente cumplirían el papel de refugio temporal para los vecinos de las alquerías cercanas, y simbolizarían el poder central en estas pequeñas comunidades rurales.
Hay que señalar que esta área granadina es una gran desconocida, porque aunque su riqueza arqueológica es muy importante, aun no se ha llevado a cabo un trabajo de base, además no suele aparecer mencionado en las fuentes escritas ni se ha documentado arqueológicamente ninguna estructura urbana; por el contrario, el hábitat rural es totalmente identificable, y los edificios castrales que existen son muy visibles y reconocibles en el paisaje actual.
| 18 MALPICA CUELLO,A. Poblamiento y castillos en Granada . Legado Andalusí, 1996. |
Paso a continuación al estudio individualizado de cada una de las estructuras defensivas lecrinenses, ordenándolas alfabéticamente, según el núcleo de población en el que se encuentren situadas.