1884-85 El terremoto en el Valle de Lecrín

El terremoto de 25 de diciembre de 1984 en el Valle de Lecrín. Hemos preferido reseñarlo a parte por la abundancia de noticias, ya que en aquel tiempo fue un acontecimiento de máxima importancia a nivel nacional. Recomendamos leer el "Interrogatorio" reseñado en uno de los artículos

Sábado, 27 diciembre 1884, página 16 edi. de tarde

Un telegrafista de Vélez Málaga, que ha quedado contuso por efecto del terremoto, comunica qué se ha visto obligado á montar la estación bajo un tinglado. Añade que han quedado arruinadas muchas casas, resultando las demás con graves desperfectos. Dice que el terremoto ha ocasionado muchas víctimas y heridos, habiendo acampado el vecindario. En Loja, Motril, Alhama y Albuñuelas ha habido muchas desgracias producidas por los derrumbamientos. En Sevilla se ha hundido parte del convento de la Misericordia. En Almuñecar hubo doce temblores en el espacio de un cuarto de hora.

Lunes, 29 diciembre 1884, página 16 Ed. Tarde

En Alhama, pueblo de la provincia de Granada, ha habido más de trescientos muertos á consecuencia del terremoto, habiéndose hundido todos los edificios. En Albuñuelas la población ha sido destruida, calculándose en mil los cadáveres, según participa

Martes, 30 diciembre 1884, página 9

La Agencia Fabra trasmitió ayer los siguientes telegramas á un colega local: «Según las últimas noticias recibidas acerca de los terremotos, en Torrox ocurrieron 26 horrorosas oscilaciones, quedando destrozado todo el caserío y huyendo los vecinos, y en Antequera han quedado en estado ruinoso todos los edificios.

El total de muertos á consecuencia de los terremotos en la provincia de Granada es el siguiente: 150 en Alburqueros, 40 en Arenas del Rey, 8 en Murchas, 12 en Loja, 1 en Motril, 4 en Olivar y 12 en Talarraya. En la provincia de Málaga murieron 2 personas en la capital, 32 en Porriana y 5 en Alcaicín. Además hay muchísimos heridos y centenares de casas amenazando ruina, faltando aún datos de muchos pueblos.»

Escriben de Granada que la fachada de la catedral ha experimentado á consecuencia del terremoto una desviación que infunde alarma, y que se han hundido muchos tejados y chimeneas. Se añade que en Albuñuelas han perecido más de la mitad de los habitantes, que ha quedado destruida la mayor parte del pueblo de Alhama y que la catedral de Sevilla, particularmente la torre de la Giralda, ha sufrido daños.

Se ha repetido el temblor de tierra en el pueblo de Alhama, el cual ha quedado destruido. Hay 300 muertos entre los escombros. Reina una gran consternación

La prensa de Granada da minuciosos pormenores acerca del terremoto. La primera oscilación duró quince segundos. El vecindario aterrado lanzóse á las calles y plazas, en donde una densa polvareda empañaba el ambiente. Una lluvia de materiales y escombros caía sin cesar sobre los vecinos, de los cuales, los más religiosos se arrodillaban para orar. En el teatro hubo mucho terror y se suspendió la función. En el Casino principal desplomáronse sobre la techumbre grandes jarrones de piedra que destruyeron el pavimento.

Restablecida por un momento la tranquilidad, reprodújose el fenómeno durando tres segundos. Los presidiarios se amotinaron, pretendiendo salir de las cuadras. Permitióseles pernoctar en los patios. Pocos momentos antes del terremoto notóse un gran descenso en el barómetro. Al día siguiente se reprodujo el fenómeno de relampaguear, á pesar de estar completamente despejado el cielo.

En Porriana han sido extraídos treinta muertos y diez y ocho heridos de entre los escombros causados por los terremotos, los cuales continúan.»

Miércoles, 31 diciembre 1884, página 5

Albuñuelas

Un testigo refiere así lo sucedido:

«Serían poco más ó menos las nueve de la noche del 25 cuando, hallándome en la cama, sentí un ruido espantoso y un terrible golpe en el pecho: era que la techumbre de la alcoba se había desprendido sobre mi cama; me levantó trabajosamente y como pude salí de entre los escombros.

Dirigíme inmediatamente, y á tientas, porque la oscuridad era espantosa, hacia la plaza, donde me encontró gran parte del pueblo llorando y dando grandes alaridos que espantaban el espíritu más fuerte. Allí, cerca del antiguo palacio del arzobispo, halló á don Manuel Duran escarbando en los escornbros de una casa donde aquella noche habia el velatorio de un niño muerto. Aproximándose otros vecinos pudieron extraer de las ruinas á Geferino Quesada Castilla, sin que fuera posible sacar á los otros allí sepultados. Nos dirigimos después hacia otra casa hundida, entre cuyos escombros se escuchaban espantables gritos, y pudimos extraer á Antonio Castillo Jiménez y su madre.

Según cálculo del alcalde, ha perecido más de la mitad del vecindario.

Se han hundido las casas del barrio alto y las del bajo; han muerto un número incalculable de personas y las que quedaron vivas han acampado al aire libre en la plaza pública en el sitio llamado la Loma y en la viña de las Monjas; lo que allí ha pasado es espantoso y no hay colores ni palabras con que describirlo. »

Miércoles, 31 diciembre 1884, página 6 Ed. tarde

Béznar.—Casi todos los edificios se han venido al suelo. La torre de la iglesia se derrumbó por completo.

Lanjarón.—Se han hundido 16 casas.

Murchas.—Se han hundido casi todas las edificaciones, habiendo que lamentar muchas desgracias personales. No hay detalles..


Jueves, 01 enero 1885, página 11

En Zafarraya grandes hundimientos y muchas desgracias. Se pensó que los socorros salieran hoy á las tres, pero pensándolo mejor,se resolvió dejarlo para mañana ir en el tren correo; estos desgraciados recibirán los auxilios que les presten los padres de la provincia á las sesenta y dos horas de estar enterrados.

En este momento (seis de la tarde), hay un incendio en el Gobierno civil, pero no se ha quemado más que la chimenea. En Alfarnate me dicen que el terremoto ha causado también muchos destrozos y desgracias.

Episodios. Un sujeto que jugaba al golfo en el Circulo la noche del 25, al sentir el terremoto, se levantó é impulsado por el miedo abrió un balcón para tirarse (segundo con entresuelo), pero recordando que dejaba sobre la mesa 10 pesetas, volvió por ellas, siendo tal su miedo, que inmediatamente cayó desvanecido; diez pesetas le han salvado la vida.

Otro que jugaba al billar bajó con tal prisa las escaleras que derribó á otro que las subía, no parando de correr hasta la Carrera; alli lo encontró un amigo con el taco en la mano y sin sombrero ni abrigo.»

Periana.~Van ya extraídos de entre los escombros treinta cadáveres y diez y ocho heridos. Prosiguen las excavaciones en busca de las muchas personas cuyo paradero se ignora. La mayoría de los vecinos se han refugiado en los pueblos inmediatos, no quedando en el pueblo más que unas cuantas familias pudientes, que se han albergado en casas provisionales. Ayer se procedió al entierro délos treinta cadáveres extraídos de las ruinas.

Albuñuelas, 26.—A las siete de la noche de anteayer llegó á Dúrcal la comisión encargada de socorrer á las víctimas de Albuñuelas supervivientes á la horrible catástrofe que ha arrasado este pueblo. Los guías se negaron á seguir la marcha porque reinaba un fuerte temporal de lluvias y viento, y habiéndose entrado la noche, era muy peligroso continuar el viaje; detuviéronse, pues, en Dúrcal los señores Burgos, Soto, Sánchez, Rubio, Rodríguez Rubio, Castreras y Peña, que constituían la comisión, ordenando el primero que se demolieran los únicos edificios que quedaban en pié y amenazaban desplomarse, y que se diese sepultura á diez cadáveres que aún no habían sido enterrados, y, al romper el alba, prosiguieron su camino, llegando á las Albuñuelas á las seis. El espectáculo que ofrecen las ruinas de este pueblo es espantoso é indescriptible; los vecinos que se han salvado de la catástrofe, vagan entre las ruinas, removiendo con ansiedad los escombros, buscando los inanimados restos de algún ser querido. Las edificaciones por tierra casi todas, siendo pocas, muy pacas, las que quedaron en pié.

El número de muertos aun no se conoce con exactitud, pero se gradúa en 300. Los heridos, que eran muchos, fueron curados en número de 50 por el médico señor Rubio, auxiliado del farmacéutico del cuerpo de zapadores señor Pena y del titular de Albuñuelas, señor Castillo, del que nos dicen que desde los primeros instantes que siguieron á la catástrofe, con una actividad digna de premio y alabanza, socorrió á numerosos heridos, trasladándolos después de curados á su casa, que era la única que quedó en todo el pueblo y en estado de seguridad.

En Alhama pasaban el día 28 de 100 los cadáveres extraídos de entre las ruinas.

En Güejar Sierra ocurrió un fenómeno extraño. Media hora antes de sentirse la primera oscilación, que fue á las nueve menos cuarto, escuchóse en aquel pueblo un sordo y prolongado ruido, así como de tormenta lejana, pero más fuerte, que puso en alarma al vecindario. Al sentirse la referida oscilación hubo de notarse que los grandes peñascos que coronan el cerro, en cuya falda está Gúejar, chocaron unos contra otros, produciendo el choque un sonido que infundía espantó al más valiente, uno de dichos peñascos cayó rebotando por el declive hasta el fondo del río, sin que afortunadamente produjera daño alguno en el pueblo. Todos los edificios conmoviéronse hasta sus cimientos; la gente se lanzó á las calles y á las plazas pidiendo misericordia al cielo. Las oscilaciones se repitieron, no habiéndose hundido ninguna casa ni hay que lamentar desgracias personales.

Nerja, 29 (9 mañana).—El alcalde de Frigiliana participa que, á consecuencia del terremoto del 25, repetido diferentes veces, se han desplomado muchas casas en aquel pueblo, amenazando la mayoría de las restantes inminente ruina.

Los habitantes huyen aterrados al campo y la consternación es general.

Málaga, 29 (l'4O tarde).—En Nerja las lluvias de anoche han complicado el conflicto, precipitando la ruina de los edificios resentidos por el horroroso terremoto. El pánico y la consternación, en aumento. Paralizan trabajos. Miseria espantosa. Suspendido el sorteo de quintos.

Granada, 29 (3 tarde).—Se reciben parles dando cuenta de nuevas desgracias ocurridas en algunos pueblos de la provincia.

En Santa Cruz de Alhama han quedado destruidos todos los edificios, incluso la iglesia, y se han extraído de entre los escombros 13 cadáveres.

Viernes, 02 enero 1885, páginas 8 y 9

Los terremotos

Granada

Los periódicos de la capital lamentan que el Gobierno haya dedicado la mezquina cantidad de 10.000 pesetas para remediar las catástrofes ocurridas en aquella provincia.

El Defensor dice:

«¿Qué idea tiene el Gobierno de lo que aquí ha sucedido? ¿No sabe que con ese dinero no hay ni siquiera para dar de comer durante dos días al sinnúmero de familias que se extremecen de frío y de hambre, traspasadas de dolor, en la soledad de los campos, sobre las ruinas de sus hogares, hoy sepultura de los seres para ellos más queridos?

La catástrofe ha sido inmensa, y á la inmensidad de la desgracia deben corresponder los exfuerzos del país y del Gobierno, y el celo de las autoridades superiores de la provincia, que ciertamente deja mucho que desear y es objeto de acerbas censuras por parte de la opinión imparcial, generosa y desinteresada.»

Un telegrama fechado el 30, é las 7'50, en aquella capital, anuncia que se acababa de sentir un nuevo terremoto de unos dos segundos de duración.

El espectáculo que ofrece el pueblo de Jayena es aterrador. Los heridos, que son muchos y graves, se hallan abandonados y morirán casi todos, porque faltan medicinas y personal farmacéutico. El sábado muchos vecinos obligados por el hambre, atreviéronse é remover los escombros de sus viviendas para buscar alimento. Hallaron algún poco de trigo, y aunque estaba húmedo ó hinchado por la lluvia, y sin condiciones para reducirlo á harina, con él se alimentaron.

Además carecen de agua; el río ha quedado seco á causa de las profundas grietas que abrió el terremoto en su cauce.

En Alhama, de donde hemos publicado ya extensos pormenores, continuaban el domingo acampados en la plaza pública todos los vecinos, y entre ellos las monjas del convento de Franciscas observantes y los presos de la cárcel.

Las casas que había al borde del Tajo se hundieron todas, cayendo muchas de ellas al fondo del abismo, dándose el caso de que cuatro personas que habitaban una de estas últimas resultaron ilesas.

Los vecinos que se han salvado de la catástrofe se hallan en la más profunda desesperación.

Los jornaleros se negaban á trabajar en la extracción de cadáveres, y la Alcaidía tuvo que dictar un bando obligándoles á hacerlo por la fuerza.

Por telégrafo se sabe que el 30, á las dos de la tarde, iban enterrados 192 cadáveres, y que las casas destruidas eran más de mil.

El domingo salieron de Granada para aquella ciudad el coronel de la guardia civil, don José Albisua Burgos, el coronel de artillería don Enrique Barbaza y sesenta hombres de la guarnición, llevando palas, picos, azadones y algunos fardos de lona para construir tiendas de campaña.

De los tres barrios en que se divide el pueblo de Béznar, el de Jabita ha quedado convertido en ruinas, y en el barrio bajo las pocas casas que permanecen en pié han sido abandonadas por sus moradores por estar ruinosas. La situación de los habitantes es tristísima. La iglesia está cuarteada por completo, y las pérdidas materiales son incalculables. Un solo propietario, don Salvador Fábregas, ha perdido 8,000 duros.

No ha habido desgracias personales.

Un telegrama fechado el 30 en Albuñol anuncia que el pueblo de Alburquerque ha quedado destruido, pereciendo las autoridades. De los escombros han sido extraídos 93 cadáveres y más de 120 heridos.

En ese despacho debe haber error, pues en la provincia de Granada no hay ningún pueblo que se llame Alburquerque.

El alcalde de la capital ha publicado una alocución recomendando la tranquilidad al vecindario y aconsejándole que no acoja las predicciones terroríficas que hacen algunos, como tampoco las noticias exageradas y ridiculas que el vulgo propala.

También recomienda á los propietarios, en vista de no disponer la Alcaldía de suficiente número de peritos, utilicen á los particulares, y no demoren en sus fincas las obras interiores, solicitando para las exteriores el oportuno permiso.

Sábado, 03 enero 1885, página 8 y 9

Los terremotos Granada

Dos noticias desconsoladoras se han recibido de Granada.

No cesan los movimientos oscilatorios, habiéndose sentido uno á las cinco de la tarde del 31 superior en duración é intensidad á todos los ocurridos desde el día 25, y el cual había sido el décimo de los registrados. Han abandonado la población, dirigiéndose á puntos distantes de ella, unas 10.000 personas.

Las casas están desiertas: la gente acampa en plazas y calles.

Se están reconociendo los puentes y terraplenes del ferrocarril, para evitar nueras catástrofes.

Siguen relatando los diarios de la ciudad tristísimos episodios:

En Albuñuelas, dos jóvenes que se dirigían de un punto á otro del pueblo, quedaron sepultados y muertos entre los escombros de un edificio. Su mismo padre les dió sepultura, encerrando sus cadáveres en un arca, la cual depositaron en una finca rústica, porque en el cementerio no había ya sitio.

Una familia compuesta de cinco personas, dos de corta edad, pudieron salvarse refugiándose en una cueva resguardada del viento. Era tal el frío, que la madre acudió al recurso de emborrachar á sus hijos con una botella de aguardiente que llevaba, para impedir que muriesen helados.

La noche del 25 fue espantosa. Además de los temblores de tierra, una tempestad horrible se desencadenó sobre Albuñuelas, llenando el espacio de chispas eléctricas que parecían una lluvia de fuego, y aumentando el terror una gran avenida del río que pasa por las inmediaciones del pueblo.

Los cortijos de Ríos, Pedro Bueno, Las Nieves, Las Cabreras, El Pilar y La Parrilla, del término de Lojá, 'han desaparecido. Un cabo y dos guardias civiles, que acudieron á socorrer alas víctimas del último expresado, encontráronse tan solo un montón de ruinas. Nadie respondía á las voces de los guardias; el cabo, metiéndose entre los escombros y alumbrándose con fósforos, logró penetrar en una de las habitaciones arruinadas, donde halló un hombre casi enterrado que pedia socorro. Con gran exposición, y valiéndose de las manos y de las bayonetas, pues no teman herramientas, consiguieron extraer al desgraciado, que tenia quebradas las piernas.

La difícil operación duró tres horas; los guardias tuvieron que apuntalar las ruinas, y cuando sacaron al herido, que con lágrimas en los ojos bendecía á sus salvadores, tuvieron que abrigarle con sus propias levitas, pues el infeliz se moría de frío. Los guardias continuaron sus exploraciones, y al siguiente día, ayudados por varios vecinos y un peón caminero, extrajeron de las ruinas del expresado cortijo los cadáveres de dos mujeres ancianas v de una niña de unos tres años.

En Loja elogíase con justicia la conducta de los expresados individuos de la Guardia civil; llámanse Jiménez, el cabo, y Lopes y Espinosa los guardias.

Entre los escombros del cortijo del Pilar fue hallado el cadáver de un joven de diez y ocho años y una mujer gravemente herida.

En todos los cortijos han perecido gran número de caballerías, y las cosechas han. quedado enterradas.

El día 28 iban exlraidos de las ruinas del que fue pueblo de Arenas del Rey, 130 cadáveres, suponiéndose que había sepultados hasta 200.

Además han muerto unas 200 caballerías, de cuyos cadáveres se desprenden miasmas insoportables, que pudieran producir una epidemia.

El pánico es indescriptible; los que escaparon en los primeros momentos, lejos de cuidar de nada ni de nadie, han huido; en el pueblo no quedan más que las autoridades y los pobres, que empiezan á experimentar la falta de recursos.

Los heridos pasan de 200.

En Pinos Genil se han hundido varias casas, y las demás han experimentado graves deterioros; la iglesia muy resentida; el arco toral de la capilla mayor se ha quebrado, y el muro amenaza ruina.

En Zafarraya han quedado derruidas más de una tercera parte de las casas, y de las restantes solo quedan habitables cuatro ó cinco, habiendo sido desalojadas las demás por estar hundiéndose.

La nueva iglesia, que estaba terminándose, es un montón de escombros; igual suerte ha sufrido la casa-escuela de niñas, pereciendo entre sus restos la profesora y un hijo suyo de diez años de edad; la de niños se encuentra cuarteada y amenaza peligro; la guardia civil ha tenido que abandonar el cuartel.

Una gran parte de las albarradas y muros de contención que dividen las propiedades del término y caminos que al mismo conducen, han quedado destruidas en una extensión de cerca de tres kilómetros.

El día 28 iban extraidos 24 muertos v 45 heridos.

En Guajar Alto no quedan en pié más que cuatro ó seis casas y en estado ruinoso. Hay muchos heridos, entre ellos la esposa del alcalde, por cuya vida se teme.

Domingo, 04 enero 1885, página 11

Los terremotos

 En la provincia de Granada

 Los periódicos de la capital publican algunos detalles de los dos temblores sentidos en ella la noche del martes, de que dio cuenta el telégrafo.

Al notar el primero, á las siete menos diez minutos, y que duró de uno á dos segundos, pero que fue bastante violento, todos los vecinos se lanzaron á la calle con el pánico consiguiente, mucho mayor del que se produjo la noche del 25. En la Carrera, el. Campillo y en otros puntos, se encendieron hogueras, alrededor de las cuales pasaron la noche multitud de personas.

A las nueve y catorce minutos se repitió el sacudimiento; la gente que había en la iglesia de las Angustias, creyendo que se hundía la bóveda del templo, salió precipitadamente á la calle, prorrumpiendo en gritos desconsoladores. Se desmayaron muchas señoras y hubo algunas contusiones.

El jueves á las seis de la mañana sintióse otro temblor.

Continúan recibiéndose tristísimos pormenores de los pueblos de la provincia: en Albuñuelas, al sentirse el primer terremoto, el cura se hallaba sentado en un sillón junto á la lumbre, y junto á él su cuñado el maestro de escuela. La casa se hundió, sepultándolos entre sus ruinas.

En las inmediaciones del pueblo de Güevejar se ha abierto una sima de cuatro metros de longitud, siendo de notar que hallándose en la línea de esta abertura un enorme olivo, su tronco se rajó verticalmente en dos partes, quedando medio árbol en un borde de la grieta y la otra mitad en el opuesto.

Todos los vecinos de Güevejar han abandonado sus casas.

En Venta de Huelma estaba celebrándose una rifa en una casa del pueblo, á la que habían acudido más de 200 personas. Al sentirse el terremoto saliéronse todas á la calle, hundiéndose seguidamente el edificio, sin causar ninguna desgracia. Los vecinos acudieron seguidamente á la iglesia, y al notar otras dos oscilaciones lanzáronse á la plaza, con tanta fortuna, que al acabar de salir la última persona, se desprendió una parte del muro de un edificio cayendo sobre la torre, la cual quedó inutilizada. Todos los habitantes se encontraban el día 27 cobijados en chozas en el campo, y faltos de alimentos por no atreverse ninguno á penetrar en el pueblo.

En Monachil todas las casas han quedado resentidas, y la iglesia en muy mal estado. No han ocurrido desgracias personales.

Asciende á 38 el número de casas hundidas en Beznar, habiendo quedado las demás, excepto 12, completamente inhabitables.

La iglesia está cuarteada y se teme que se desplome; la torre de la misma se hundió en la noche del 25.

Lunes, 05 enero 1885, página 7 Edi de Tarde

La estadística oficial de los siniestros contiene los siguientes datos: Loja, 4 muertos-, Motril, 1; Alhama 269 muertos y 1,400 casas destruidas; Zafarraya, 17 muertos; Albuñuelas 160 muertos y 260 heridos; Otivar, 4 muertos; Murchas, 8 muertos; Arenas del Rey, 185 muertos; Cájar, 2 heridos; Salar, muchos heridos; Cacin, muchos heridos; Santa Cruz de Alhama, 13 muertos; Jatar, 2 muertos; Ventas de Zafarraya, 50 muertos; Jayena, 10 muertos

Lunes, 05 enero 1885, página 15 Edi de Tarde

Desde Granada escriben á un colega diciéndole que en Albuñuelas se abrió la tierra sobre que se asentaba la iglesia, que se hundió completamente, no quedando á flor de tierra más que la veleta de la torre.

Miércoles, 07 enero 1885, página 5 Edi de tarde

Los pueblos de Granada

Según las noticias que encontramos en los periódicos de la capital, es mayor de lo que al principio se supo el número de pueblos perjudicados por los terremotos.

Aparte de Alhama y Albuñuelas, donde es sabido que el siniestro tuvo proporciones espantosas, trae la prensa datos de Bérchules, Otura, Guajar-Alto, La Mala, Cañar, Capileira, Campotejar, Iznalloz, Ferreirola, Nigüelas, Ótivar, Lanjarón, Jatar, Mecina Fondales y otros.

En casi todos estos pueblos han continuado las oscilaciones hasta la fecha de las últimas noticias, que son del 31 de diciembre, produciendo nuevos hundimientos en los edificios quebrantados por las sacudidas de los primeros días.

En Mecina Fondales cayeron el 25 cincuenta casas, entre ellas la escuela y el ayuntamiento, pero no hubo desgracias personales.

En Olivar se ha perdido la tercera parte de las casas, y otras varias amenazan ruina.

El hundimiento de la primera casa, propia de don Antonio Fajardo, sorprendió acostados á un honrado matrimonio y sus hijos, y á pesar del arrojo con que se trabajó, solo se salvaron con vida, aunque con fuertes contusiones, dos hijos, extrayéndose cadáveres al Fajardo, su esposa y dos hijos más.

La segunda casa caida había cogido entre sus ruinas á sus pacíficos moradores, Antonio Martín, esposa y dos hijos, y todos se salvaron milagrosamente bajo tres vigas que no se quebraron, y fueron extraídos casi asfixiados y con muchas contusiones.

Como estos se salvaron muchos la noche 25, gracias al valor y arrojo de los vecinos y á la oportunidad en acudir á favorecerlos, ofreciendo el resultado siguiente: muertos, 5; heridos y contusos, 15; abortos, 3.

Hay muchos terrenos hundidos, incluso una gran parte del célebre cerro del Gitano en Cázulas, de cuyo punto aseguran haber visto salir algún humo.

Los jornaleros se niegan á trabajar en los derribos, y hace mucha falta que el Gobierno mande fuerzas que lo hagan, según se ha reclamado por telégrafo. Solo se para de llorar para dar vivas á la Virgen, al Padre Eterno, á Jesús, María y José, hallándose cada olivo convertido en templo de oración, por haberse refugiado bajo ellos el pueblo.

El digno diputado señor Bermúdez de Castro y Montes ha ofrecido su casa y bienes á todos, socorriendo á cuantos á él llegan.

Pero esto, el celo de las autoridades, funcionarios públicos y mayores contribuyentes, es nada ante lo que se necesita.

En Jatar han venido á tierra las dos terceras partes de las viviendas, pereciendo bajo sus escombros unas cuantas personas, cuyo número exacto no dicen todavía las correspondencias de aquel pobre pueblo. El de los heridos es considerable.

Tanto en Jatar como en la mayoría de los lugares castigados ó amenazados por este terrible siniestro, ha huido el vecindario de sus antiguas habitaciones para instalarse en el campo, donde ya puede imaginarse cuántos no serán sus sufrimientos y necesidades.

Jueves, 08 enero 1885, página 5 Edi de tarde

Los terremotos

En la provincia de Granada

A las seis menos doce minutos de la tarde del lunes se sintió en Granada otro terremoto de unos tres segundos de duración. El pánico fue inmenso. Todo el vecindario abandonó sus casas, huyendo la mayor parte hacia las afueras de la población.

Según telegrama, por las calles no se veían más que mujeres llorando, en tanto que los hombres ocupábanse en sacar los muebles de las casas.

En las plazas construíanse nuevas tiendas y barracas, en cuya operación se hallaban ocupados muchos obreros.

Los presidiarios del correccional amotináronse al sentir el terremoto, ó intentaron salir á la calle, siendo necesario que el capitán general del distrito y el gobernador se presentaran en el penal. Ha sido necesario reforzar la guardia del mismo.

El rico propietario de Albuñuelas don Manuel Moreno García, refiere así á El Defensor la muerte de sus hijos:

«Hallábame en mi casa—dice—la funesta noche del 25, y á eso de las ocho y media salieron mis dos hijos Trinidad Moreno, joven de 19 años de edad, y Manuel Moreno, de 10, con objeto de ir á mi otra casa, situada en la misma calle como á unos cincuenta pasos de la que habitábamos, y antes de llegar, entretuviéronse hablando con una vecina; acabada su conversación siguieron su camino, sintióse el terremoto y quedaron sepultados entre los escombros de una casa que cayó sobre ellos.

Al sentir el terrible fenómeno corrí desolado en busca de mis queridos hijos, y al llegar al sitio de mi desgracia vi dos hombres que trataban de levantar á una persona que no conocí al pronto por causa de la polvareda producida por los hundimientos. Entonces les pregunté:—¿A. quién desenterráis, es á mi hija? A lo cual ella contestó con voz desfallecida:—«Yo soy, padre.» Púseme á trabajar con ahínco por acabar de librarla de los escombros, yá poco, mi mano izquierda tropezó con la masa encefálica de mi hijo menor, que estaba completamente destrozado. Llegó mi esposa en esta ocasión, y para dedicarme por completo á salvar á mi pobre hija, dejé sobre la falda de mi esposa al hijo menor. Terminada esta triste operación, conduje á aquellos dos pedazos de mi alma á casa de un cuñado mío, donde espiró mi hija á la media hora, pasando yo la noche, que continuó lluviosa y sucediéndose los terremotos, velando aquellos cuerpos que fueron mi alegría y mi dicha.

Volví por la mañana á las cuevas donde estaba mi esposa, á quien trató de consolar, y bajé otra vez al pueblo pasado aquel día, con objeto de libertarlos dos cadáveres de la voracidad de los cerdos y perros que vagaban hambrientos por las calles.

Entretanto, los cadáveres hallados eran tantos, que el cementerio no era suficiente para contenerlos, y visto esto, busqué en mi casa un arca bastante espaciosa, y colocando en ella los restos de mis dos amados hijos, díles sepultura en un huerto de mi propiedad. Dediquóme después á enterrar algunos cadáveres, y en esta santa ocupación hubiera pasado todo el día, á no llamarme á las cuevas la triste situación de mi esposa, doña Trinidad García Vera, con la cual me he trasladado á Granada.»

Los periódicos publican algunos pormenores de los terremotos sentidos en aquella provincia, posteriores al del 25,

En Güevéjar causó un pánico espantoso el de la noche del 30, que duró cuatro segundos. Todos los habitantes huyeron á las eras, donde se instalaron alrededor de varias hogueras. Tres temblores más se sintieron aquella misma noche, resultando del reconocimiento facultativo que se practico al siguiente día, que la mayor parte de las casas que no habían sufrido ya desperfectos, han quedado inutilizadas, así como también tres fábricas de moler aceituna, dos molinos de harina y la fábrica de pólvora.

El casco del pueblo desquebrajado y cuarteado, desciende continuamente hacia el río, por lo que es de temer que muy pronto desaparezca.

En Restábal, han sufrido también graves desperfectos los pocos edificios que se habían salvado del terremoto del 25.

El día 3 todo el pueblo continuaba acampado al aire libre: muchos propietarios han dado permiso á los pobres para que corten leña de sus olivares á fin de que no les falte lumbre.

De Arenas del Rey escriben que el pánico es horrible. A las cinco de la tarde del 30 se sintió otro terremoto y á las siete de la mañana siguiente se llevaban contados 34, precedidos de espantoso ruido subterráneo.

Dice El Defensor que los pocos que han sobrevivido á la catástrofe recorrían locos y desesperados las calles y contemplaban los escombros, debajo délos cuales estaban su felicidad, sus goces, los cadáveres de sus familias. Arenas del Rey contaba unos 1,200 habitantes; iban extraídos el día 2 de entre los escombros, 163 cadáveres y quedaban aún muchos; había 200 heridos y unos 400 contusos.

En Motril se hundieron el lunes varias casas.

jueves, 08 enero 1885, página 8 Edi de tarde

El corresponsal del Standard, que ha regresado de Granada, dice que es indescriptible el espectáculo horroroso que presentan Alhama y Albuñuelas, donde las calles se hallan convertidas en enormes montones de escombros conteniendo aun muchas víctimas; pero juzga exagerados los terrores de los habitantes de Málaga y Granada, donde los terremotos no han causado daños de gran importancia.

Viernes, 09 enero 1885, página 16

Madrid, 8, á las 4'50 tarde.—El Consejo de ministros bajo la presidencia del rey duró tres horas, ocupándose principalmente de la cuestión de los terremotos y del viaje del rey. El señor Cánovas dio cuenta de los últimos despachos que acusan nuevas oscilaciones, creciendo la alarma en la región andaluza. El señor Romero Robledo leyó también despachos de Málaga y Granada confirmando aquellas noticias y expresando la satisfacción de los pueblos al anuncio del viaje del monarca.

El rey saldrá mañana acompañado de los ministros de la Guerra y de Gobernación. Este último lleva tres tiendas de campaña por si se necesitara dormir en despoblado. Sobre el itinerario nada definitivo se ha acordado, dependiendo de las necesidades que resulten sobre el terreno.

El rey irá primeramente á Loja, siendo posible que visite sucesivamente á Alhama, Albuñuelas, Arenas, Jayena, Murchas, Padul y Granada.

El general Quesada dio cuenta del ascenso á brigadier del coronel de artillería señor Tejado, y de haber destinado á Cataluña al brigadier don Luís Aguilar.

Terminado el Consejo de ministros detuviéronse estos en la escalera, hablando de los debates parlamentarios, de la sesión secreta del Senado y de la actitud de los partidos respecto del Gabinete.

Sábado, 10 enero 1885, página 6 Ed. de Tarde

Granada, 7, á las 9'45 noche.—Según las noticias recibidas aquí, el itinerario que seguirá S. M. el rey en la visita á las poblaciones que más han padecido de resultas de los terremotos será el siguiente:

Pernoctará en Loja, á su llegada, y el sábado visitará Alhama y Santa Cruz de Alhama, volviendo á Loja á dormir. El domingo visita á Zafarraya y Ventas. El lunes llegada á Granada y visita de la capital. Al día siguiente recorrerá los pueblos de Murchas y Albuñuelas, regresando á ésta para pasar la noche. El miércoles visita á Arenas del Rey y Agrón. La salida para Málaga se verificará el viernes.

Se han pedido más tiendas y mantas.

Acordado desde ayer el envío de socorros á los pueblos de la provincia. Para Alhama, 4.000 (?). Para Ventas de Zafarraya, 1.000. Para Santa Cruz de Alhama, 2.000. Para Albuñuelas, 1.000. Para Murchas, 500. Para Agrón, 1.000. Para Zafarraya, 500.

La Comisión provincial ha resuelto que salgan los diputados á formar sobre el terreno una estadística fiel de los daños y perjuicios producidos por los terremotos.

Se ha recibido el ofrecimiento de poner gratuitamente en los puntos necesitados cuantas drogas y medicinas puedan hacer falta.

En Granada se han dejado sentir hoy otras dos oscilaciones.

Continúa la construcción de barracas.

De Alhama anuncian nuevos desprendimientos del Tajo.

El número de casas denunciadas aquí hasta la fecha en que telegrafío llega á quinientas.

Lunes, 12 enero 1885, página 8 Ed. Tarde

Los terremotos En la provincia de Granada

En la capital no disminuye el pánico. El miércoles á primera hora cundió la noticia de que á las tres de la tarde se habría de sentir un horroroso temblor de tierra. Durante toda la mañana no se habló de otro asunto ni se pensó más que en refugiarse al sitio menos expuesto que fuese posible; muchas personas querían marcharse á las montañas, y otras enfermas, lloraban su muerte segura. Unos por ignorancia, otros por superstición y otros por dudas de si habría razones para creerlo y esperarlo—dice El Defensor—lo cierto es que la población sufrió de una manera tan terrible como la misma realidad de una catástrofe.

Los terremotos que se sintieron los días 4 y 5 han causado perjuicios de consideración en la provincia.

En Dúrcal, los pocos edificios que no habían experimentado ya graves deterioros, se han resentido hasta el punto de que se teme se desplomen de un momento á otro, por lo que ha sido preciso desalojarlos. No parece, escriben á El Defensor, sino que se ha recibido ciertísima noticia del exterminio de este pueblo; tal es el movimiento que se nota en desocupar los hogares y en la construcción de barracas y chozas.

Los que venden comestibles se ven constantemente asaltados por demandas á plazo indefinido, única garantía que puede prestar el que carece de todo. En Dúrcal hay hambre y urge enviar socorros.

En Motril el pánico es inmenso. Muchos de los edificios quebrantados por anteriores terremotos se han hundido, y otros amenazan ruina. Son innumerables las casas que se hallan apuntaladas, y muchas las que se están apuntalando. Todos los operarios no se ocupan en otra cosa, dejando para mejores días la reparación de los considerables daños sufridos, que se calculan en muchos miles de duros.

Entre los edificios perjudicados se cuentan el hospital, la cárcel, las Casas Capitulares, la Casa Correo y Telégrafos, el templo parroquial, otras iglesias y la casa del Registro de la propiedad. Los enfermos del hospital se hallan en una barraca que el alcalde mandó construir precipitadamente en el campo de Capuchinos: los presos se hallan en el convento de este nombre: las oficinas de Correos y Telégrafos, en una barraca improvisada en la plaza de la Constitución: las del Ayuntamiento se hallan en los bajos del edificio, pero se busca otro lugar para ellas, porque el que ocupan amenaza ruina; y las monjas nazarenas se albergan en una barraca en el huerto de su convento.

En Lanjarón y Agroz el pueblo está consternado. Casi todas las casas amenazan desplomarse.

De Chite y Talará escriben con fecha 5 que aquel día se hundieron varias casas, quedando inhabitable la que poseía en dicho pueblo el general Riquelme.

Martes, 13 enero 1885, página 16

El rey irá mañana á Albuñuelas.

Miércoles, 14 enero 1885, página 8 Edi de tarde

S. M. el rey regresó á Granada después de visitar á Padul, no avanzando hasta Albuñuelas por impedirlo los torrentes y el temporal

Viernes, 16 enero 1885, página 3

Alhama, 307 muertos y 502 heridos.—Albuñuelas,102 muertos y 500 heridos.— Arenas del Rey, 135 muertos y 253 heridos.—Ventas de Zafarraya, 73 muertos y 28 heridos.—Santa Cruz de Alhama, 13 muertos y 8 heridos.—Zafarraya, 34 muertos y 86 heridos.—Murchas, 9 muertos y 12 heridos.—Jayena, 17 muertos y 5 heridos.— Cacin, 18 heridos.—Olivar, 1 muertos y 3 heridos.—Alar, 1 muerto y 20 heridos.—Cajar, 1 muerto.—Zubia, un herido.—Jatar, 2 muertos y 11 heridos.— Cañar, 1 herido.—Jordales, 1 muerto.—Capileira, 2 heridos.—Motril, 1 muerto.— Loja, 5 muertos y 30 heridos.—Total, 695 muertos y 1,480 heridos.

Sábado, 17 enero 1885, página 16

El gobernador de Granada telegrafía al Gobierno manifestando la noble y acertada conducta de la comisión del Círculo Mercantil de Madrid en la distribución de auxilios, añadiendo que estuvo expuesta á perecer entre Albúñuelas y Jayena.

Miércoles, 21 enero 1885, página 5 Edi. tarde

Interrogatorio

Ya saben nuestros lectores que el Gobierno ha nombrado una comisión especial para «el estudio de los terremotos ocurridos en Andalucía.

La comisión se nombró como se nombran casi todas las de España.

Un individuo, desde los bancos del Parlamento ó desde las columnas de la prensa, dice:

—Es preciso que el Gobierno nombre una comisión que estudie este ó el otro asunto.

El Gobierno, al cual en esto de nombrar comisiones no le duelen prendas, contesta:

—La idea me parece oportunísima.

Y en el acto nombra presidente de la comisión que se ha de formar al iniciador de la idea.

Sucede las más de las veces que las comisiones solo sirven para que se hagan tarjetas los individuos que las componen.

Y é los pocos días de nombrada una comisión se lee en el muestrario de un establecimiento de tarjetas al minuto:

DON BARTOLOMÉ LÓPEZ Y PÉREZ

VOCAL DE LA COMISIÓN CODIFICADORA DE ALCOBENDAS

Esto sucede con casi todas las comisiones, pero no con la comisión que entiende en los terremotos.

Digámoslo en honor suyo.

No puede darse mayor actividad que la desplegada por ella para cumplir la misión que le ha sido confiada.

Tres días á lo sumo cuenta de vida y ya ha formulado un interrogatorio, dirigido en forma de circular á los pueblos que han sufrido los terribles efectos del mal de la temblaera, de que recientemente se sintió acometida la tierra.

Los pueblos han sido tan diligentes como la comisión, y se han recibido ya en Madrid algunas circulares con las respuestas que dan personas que experimentaron los efectos del terremoto, como si dijéramos, los terremovidos, á las preguntas que formula la comisión.

He aquí la copia de una de las circulares contestadas, que prueba que la gente andaluza no pierde la gracia ni aún en las más tristes situaciones.

Contesta al interrogatorio un honrado vecino de Albuñuelas, que según confesión propia no encuentra terreno firme desde el día en que vio que los terrones se bailaban por todo los lados.

Las preguntas y por ende las respuestas son tantas, que por fuerza nos hemos de limitar á copiar solamente aquellas que puedan proporcionar á nuestros lectores noticias y detalles nuevos de los terremotos.

Dice así el documento:

P.—¿Hubo varias sacudidas?

R.—No puedo dar razón más que de la primera. Me entró la jindama y perdí la cuenta. Creo que lo mismo le sucedió á todo el vecindario. Y es lo natural. ¿A ver si hay una pulga capaz de decir cuántas veces se la sacude un perro?

P.—Dirección de los movimientos.

R.—La gente se movió en todas direcciones, pero siempre volviendo las espaldas al pueblo.

P.—Inclinación de las quiebras producidas en los edificios.

R.—Las quiebras tienen malas inclinaciones. Pueden calificarse de quiebras fraudulentas.

P.—¿Hubo subidas del suelo, derrumbamientos, deslizamientos ó hundimientos en el terreno?

R.—De todo hubo. El suelo subió mucho; tanto, que los de Albuñuelas tocábamos el cielo con las manos. Derrumbamientos... ¡con decir que el pueblo es un derribo! Deslizamientos... Hubo cuarto piso con entresuelo que se deslizó hasta la acera; y en cuanto á si nos hemos hundido ó nó, venga Dios y véalo.

P.—¿Qué fenómenos experimentaron las personas y los animales?

R.—A las personas no les llegaba la camisa al cuerpo. Los animales no se afectaron tanto; mi suegro apenas notó la trepidación.

P.—¿Qué sucedió en las fuentes?

R.—Que aquel día no fue nadie por agua.

P.—¿Se agotaron los manantiales, ó aparecieron otros nuevos?

R.—A mí se me han venido al suelo dos casas, con cuya renta vivía: es decir, que puedo dar fe de que por lo menos se ha agotado un manantial. En cambio han aparecido muchos nuevos. ¡Cómo que toda la población está vertiendo torrentes de lágrimas!

P.—¿Se apreció algún olor en las aguas ó en la atmósfera?

R.—Sí; estaba oscuro y olía á queso.

P.—¿Son frecuentes los terremotos en la localidad?

R.—Hombre, ¿cree usted que estas cosas son para todos los días?

P.—¿Hubo subida ó bajada en el barómetro?

R.—Cualquiera se iba á entretener en consultar el barómetro en aquellos momentos. Sin embargo se puede asegurar que habrá bajado mucho. ¡Cómo que andaría por los suelos!

P.—¿Aumentaron ó disminuyeron las nubes?

R.—No sean ustedes curiosos.

P.—¿Se observó la brújula?

R.—No, porque la perdimos todos; y por el modo de preguntar me parece que la han perdido ustedes también.

P.— ¿Hay algún aparato especial para el estudio sísmico en la localidad?

R —¡Cuándo digo que han perdido ustedes la brújula! ¡Conque no hay aparatos de ese género en el Observatorio de Madrid, y preguntan ustedes si los hay en Albuñuelas!...

P.—¿Cuál es y qué observaciones se han hecho con él?

R.—Ya he dicho que en Albuñuelas no hay nada sísmico. Ni hace falta que lo haya para hacer observaciones. Yo, sin más aparato que el sentido común, he observado que lodo lo que se me pregunta no viene al caso, y que en el supuesto de que viniera, debería ser yo el presidente de esa comisión, toda vez que sé, en punto á terremotos lo que ella, desde el momento en que lo pregunta, ignora. Pero soy progresista y contesto por honor de la ciencia.

Aquí termina el interrogatorio, y terminan las contestaciones del vecino albuñuelense.

Yo que no soy tan pesimista como éste, creo que el interrogatorio formulado por la comisión científica dará resultado.

Reúnanse todas las circulares que vuelvan contestadas de los pueblos andaluces, y fórmese con ellas un libro.

El libro no dará luz acerca de las causas de los terremotos y de los fenómenos que los acompañan, pero será interesante.

Será un ramillete de chistes andaluces.

La ciencia no ganará nada, pero el ingenio mucho,

Y con esto podremos darnos por satisfechos y aun admirar á una comisión que ha servido para algo.

Pero lo más probable será que la comisión se quede á media correspondencia.

Es decir, que ella pregunte, y que los andaluces no la contesten.

(El Globo.) JOAQUÍN MAZAS.

Jueves, 22 enero 1885, página 7

Un recorte:

«Nunca se vé tan de relieve lo disparatado y absurdo de nuestro mecanismo administrativo como al sobrevenir circunstancias extraordinarias.

Prueba práctica. Un generoso y caritativo español, residente en París, envia para el socorro de los desgraciados de Andalucía una remesa de mantas que no bajarán de 3,000 á 4,000.

La remesa llega á Madrid; pero como no ha pagado los derechos de Aduanas, el director general del ramo resuelve que queden aquí hasta que se paguen esos derechos.

Pero los infelices de Alhama, Albuñuelas y demás puntos perecen de frío; urge enviar esas mantas allá, y á alguien se le ocurre que de la suscrición nacional puede tomarse la cantidad necesaria para el pago de los derechos en cuestión.

No hay para ello más que una dificultad. La formación de un expediente; y ya se sabe lo que tardan aquí en resolverse los expedientes.

Queda otro medio. Apelar al Círculo Mercantil, á fin de que se encargue de pagar esos derechos y de hacer la distribución de las mantas.

Mas el Gobierno no quiere que el Círculo Mercantil se lleve esa gloria. Bastante se ha llevado ya y está llevándose. Se vuelve, pues, á la idea del expediente.

Los infelices que tiritan de frío en las asoladas comarcas de Málaga y Granada, pueden entretanto tener un consuelo.

En la seguridad de que ya recibirán esas mantas... para el verano.»

Miércoles, 04 febrero 1885, página 4

La suscrición abierta en el Instituto de Fomento del Trabajo Nacional á favor de las víctimas de los terremotos de Andalucía, ascendía ayer á la suma de 250.851'21 pesetas.

Además se recibieron varios efectos.

Continúa abierta la suscrición en el Instituto, Pino, 5.

Según noticias recibidas, los comisionados del Instituto de Fomento del trabajo nacional, señores Masó, París y Soriano, que se encuentran en Granada para cumplir como corresponde el encargo de repartir el producto de la suscrición á las víctimas de los terremotos, continúan en su tarea de allegar datos para el desempeño de su cometido, á cuyo objeto han adquirido informes de todas las autoridades así provinciales como municipales, y de personas pertenecientes á todas las clases sociales, haciendo además cada día excursiones á los pueblos perjudicados, los que piensan visitar sin excepción alguna.

El fruto de sus investigaciones ha sido confirmarse en la opinión manifestada por ellos desde el principio, de que no eran precisos en la actualidad ropas y efectos, ni tampoco dinero, sino que lo verdaderamente necesario es la reconstrucción de los edificios arruinados. Con esta convicción, y á fin de que otras entidades puedan seguir el mismo camino, en reunión celebrada con los delegados de Granada, se acordó que se debía destinar la mayor parte de la recaudación del Instituto, que corresponda á dicha provincia, á la construcción de un pueblo, que será designado después de haber visitado los que se encuentran completamente destruidos, á invertir el resto de la suscrición en la compra de mobiliarios y utensilios, que serán entregados alas otras poblaciones perjudicadas. Dichos comisionados, después de varias excursiones, en que han recorrido, entre otros, los pueblos de Albuñuelas, Murchas, Talará, Durcal, el Padul, Loja, Zafarraya, las Ventas y Alhama, se ratifican en sus primeros acuerdos.

Son muchas las pruebas de consideración que de todas las clases reciben los comisionados del Instituto, pues en la capital y en todos los pueblos se muestra profunda gratitud hacia Cataluña y Barcelona. El encargo de la referida comisión será cumplido sin ingerencias oficiales de ninguna especie, conforme se dijo al abrirse la suscrición del Instituto.

Viernes, 06 febrero 1885, página 2 Edi de tarde

—Dicen de Granada que el pueblo de Güevejar continúa descendiendo, y la profunda grieta que lo circunda abriéndose cada vez más.

En un sitio próximo á Albuñuelas denominado Las Ventas, se ha observado un nuevo fenómeno geológico.

En dicho sitio, y en una superficie de unos doce metros cuadrados, se ha encontrado una espesa capa de finísima arena de un color especial.

Jueves, 19 febrero 1885, página 8 Edi de tarde

Ya parecieron los chorizos de Candelario.

Según nota oficial se ha distribuido una caja á cada uno de los pueblos de Jatar, Albuñuelas, Murenas,

Martes, 03 marzo 1885, página 3

«También han comprado los terrenos en que se han de levantar las futuras construcciones, y tenemos noticia de que se mandaren operarios de esta capital, con viaje pagado y ganando pingües jornales que harán más costosas las construcciones.

Nos permitimos advertir al Instituto, que la construcción del futuro pueblo puede resultar una casi-plancha, porque está destinado á sustituirá Arenas del Rey que contaba próximamente cuatrocíenlas casas, y con treinta mil duros no pueden hacerse muchas más de doscientas. Decimos treinta mil duros, porque los diez del obispo, se destinan á la iglesia.

Barcelona hará un pueblo en la provincia de Granada, sí, pero no un pueblo que sustituya por completo á otro, cosa que se hubiese logrado construyendo el de Murchas, que era el pensamiento primitivo; pensamiento de que se desistió, á consecuencia de la. habilidad del gobernador de Granada, que deseaba ser él, con el arzobispo, el que lo construyese, cuyo deseo ha logrado.

La idea fue constituir un pueblo que reemplazare á otro de los destruidos, y si así no se hace, que no se hará, mostraremos á Barcelona las personas a quienes debe tal puñado de honra: los señores Massó, Paris y Soriano, cuyas indisculpables debilidad y aquiescencia á una autoridad que como vulgarmente suele decirse se ha quedado con ellos, son los que harán pasar por tal bochorno é la ciudad condal, que no merece •ciertamente sufrir tal vergüenza, por la tibieza ó ineptitud de tres caballeros particulares.

Las últimas noticias son que en Granada reanudaron la interrumpida serie de comilonas, y que el gobernador, como agradecimiento, les agasajó y regaló grandemente.»

Martes, 21 abril 1885, página 15

Gobernación.—Real orden confirmando la suspensión impuesta al Ayuntamiento de Albuñuelas (Granada).

Domingo, 19 julio 1885, página 23

Cartas recibidas de Granada confirman que desgraciadamente continúan sintiéndose terremotos en Sierra Tejada.

Durante la noche del 10 un violentísimo temblor de tierra llenó de terror al vecindario de Melegis. En Albuñuelas hubo el 11 una fuerte sacudida. La noche del 12 se sintieron fuertes trepidaciones en Loja.

Lunes, 20 julio 1885, página 16

Repítense los terremotos en Sierra-Tejada, sintiéndose fuertemente en Aibuñuelas y Melegis.

Domingo, 26 julio 1885, página 8

En Andalucía se repiten los terremotos. En Albuñuelas y Melegis se han sencido de nuevo con una fuerza más que regular. No hay que darle vueltas. No tendremos paz ni tranquilidad, ni nos veremos libres de pestes, terremotos, inundaciones y demás menudencias mientras gobiernen los conservadores. Es probado que esos monstruos son los únicos que tienen las llaves de la caja de Pandora.

Jueves, 06 agosto 1885, página 16

En la madrugada del 30 de julio último se sintió en Albuñuelas un fuerte temblor de tierra que alarmó á todos los vecinos por su intensidad y duración.

Miércoles, 07 octubre 1885, página 15

Las reparaciones se hallan muy adelantadas en Alhama, Jayena, Jatar y Fornes, y van á dar principio en los pueblos del valle de Lecrín y Sierra Almijarra