—Con fecha de ayer telegrafían de Granada:
«Según los partes recibidos de los pueblos de la provincia, en ninguno causo desgracias, personales ni destrucción de edificios el movimiento de trepidación que se dejo sentir de diez y media á once de la noche del 14.
El ruido subterráneo, más fuerte que el terremoto, se dejó sentir con mas violencia en. Pinos del Rey, Albuñuelas, Calahorra y Talara.
En esta ciudad no ha habido alarma.»
—El comisario regio señor Lasala, en su nuevo y reciente viaje á Granada, donde en la actualidad se encuentra, ha tomado disposiciones por las cuales se confía, con gran, aplauso y gratitud de los interesados y del país en general, que para el mes de octubre próximo estará concluida la reconstrucción de la casi totalidad de los pueblos destruidos por los terremotos, pudiendo creerse que para Navidad poco ó nada quedará que hacer, como no sea en el pueblo de Albuñuelas, que, vistas las resistencias locales, no sería imposible que se limitasen las obras á reparar los deterioros en las casas resentidas.
En cambio los habitantes de Güevejar facilitan cuanto pueden la construcción de la nueva población, cuyo importe llegará á dos millones de reales
—En Pinos del Rey (Granada) se ha cometido un doble crimen.
En una de las casas del barrio bajo, vivía acompañado de su criada don Cándido Cálvente, soltero, de avanzada edad, y el cual poseía alguna fortuna. En la mañana del lunes, cuando el gañán fue á dar el pienso á los bueyes halló á dicho señor extrangulado, varios objetos y documentos rociados por la habitación, y abiertas por descerrajamiento las arcas y otros muebles de la casa, de los que había desaparecido una cantidad de dinero considerable,
Aún no se conoce quién pueda haber sido el autor de tan terrible crimen.
En plazo muy breve se anunciarán á oposición les escuelas públicas de niños de Baza con 1,375 pesetas, y las de Alhama, Albuñol y Lanjarón con 1.100. También las de niñas de Vélez Benandalla y Lanjarón, con 1,100 pesetas.
Por concurso de traslado las de niños del Padul, con 1,100 pesetas, y de niñas de Orce, con 1,100, Pinos del Rey y Rébita, con 825.
Por concurso de ascenso las de niños de Parullena y Espliana, con 625 pesetas.
Se ha efectuado la entrega á sus dueños de las casas recompuestas en Murchas (Granada) con los fondos reunidos por la Diputación y el Arzobispo de aquella ciudad, á raíz de los terremotos.
ENTIERRO DEL GENERAL RIQUELME
El viernes por la noche llegó á Granada el cadáver del general Riquelme.
«A la llegada del tren, dice El Defensor de aquella ciudad, la estación hallábase totalmente invadida por las autoridades y comisiones. El Capitán general, el Gobernador, el Alcalde, el vicepresidente de la Comisión provincial, el Ayuntamiento, casi todos los diputados provinciales residentes en Granada, comisiones del cuerpo de zapadores bomberos, de la oficialidad de la guarnición, de empleados, y multitud de particulares estaban allí rindiendo al ilustre general este último tributo de simpatía.
Abierto el furgón y trasladado el féretro al coche mortuorio, á las nueve de la noche se puso en movimiento la comitiva, que ha sido la más numerosa y notable que, desde mucho tiempo á la fecha, se ha visto en Granada.
A los lados del coche mortuorio iban dos filas de soldados con blandones encendidos; detrás, la berlina del difunto, enlatada, y luego más de 200 carruajes. Ya estaba el coche mortuorio en la calle de las Tablas, y aún no había entrado el último de la comitiva en la de San Juan de Dios. Por este dato se puede calcular cuan numerosa era.
Un inmenso gentío ocupaba todas las calles del trayecto, desde la estación donde se agolparon más de 2,000 persones, á la casa mortuoria que estaba de todo punto inaccesible. Calcúlase que la muchedumbre estendida en toda la carrera, excedería de 8 ó 9,000 personas.
El ataúd que contiene el cadáver es una riquísima y artística caja de zinc, con severos adornos de bronce. Veíanse sobre ella las insignias del general; la leopoldina, la banda y la espada, y una soberbia corona.
El ataúd fue colocado en la cámara ardiente, instalada en el patio del palacio, que ofrecía un aspecto deslunbrador. Tapizados los muros con ricos paños negros, galoneados de oro, y adornado el friso con una colgadura de terciopelo bordada al oro en relieve, en el fondo álzase un severo altar sobre el que descuella un magnifico crucifijo de marfil. Al pié de este altar, y rodeado de 24 blandones de cera virgen, fue colocado el ataúd.
Levantada la tapa de zinc á través del cristal pudo ser contemplado el cadáver.
El número de luces pasaba de 600, colocadas ora en magníficas arañas pendientes de la techumbre en los imercolunmos, ora en suntuosos candelabros de bronce. Un piquete de infantería dio la guardia de honor, á la vez que quedaron velando el cadáver, toda la noche, los deudos y parientes del difunto.
Hasta las doce de la noche fué visitada la cámara ardiente, por una concurrencia numerosísima. »
El sábado á las diez y media se verificaron en la catedral suntuosos funerales por el eterno descanso del ilustre difunto; siguiendo el entierro por las calles de las Tablas, Alhóndiga, Puerta Real, Reyes Católicos y Méndez Núñez á Santa Ana donde fue despedido el duelo, conduciéndose el cadáver por la carrera de Darro y cuesta de los Muertos al cementerio.
Los parientes del difunto han solicitado que el cadáver fuera conducido por la Alhambra; pero esto no era posible porque hace años lo prohibió terminantemente una real orden de Fomento.
El general Riquelme nació en Granada, en la casa de la Acera de la Virgen propiedad hoy de doña Angustias Zabala, el 3 de febrero de 1822.
Su familia la constituyen, su esposa que reside actualmente en Trinidad (Isla de Cuba) y seis sobrinos.
Deja una gran fortuna, de la que mucha parte radica en el Valle de Lecrín, términos de Acequias, Mondujar y Talará
Varios jóvenes se hallaban jugando en la carretera de Tablate á Isbor (Granada) cuando fueron sorprendidos por el hundimiento de un ribazo de la linde de! camino, que sin darles tiempo para sustraerse al peligro, se desprendió sobre ellos. Uno de los muchachos quedó muerto instantáneamente y otro sufrió un terrible golpe en la pierna izquierda, siendo probable que haya necesidad de amputársela.
En el cortijo de las Nieve», término municipal de Padul (Granada), se promovió una cuestión por dos sugetos y el cortijero, hombre de 66 años y su mujer. No se ha averiguado hasta ahora quién disparó, pero es lo cierto que sonó un tiro, cayendo á tierra uno de los sugetos que espiró á los pocos momentos.
Tomamos de El Defensor de Granada:
«Varios vecinos de Izbor y Tablate han dirigido al señor Gobernador una exposición manifestándole que de todos los individuos que constituyen la corporación municipal, el único que sabe leer y escribir es el segundo síndico, pues el primero que ocupa accidentalmente la alcaldía tampoco entiende de letras.»
Se ha visto en la Audiencia de Granada, el proceso conocido con el nombre de «El" crimen de Otura».
He aquí la relación del sangrienta suceso:
El 18 de junio de, 1888, Cecilio Jiménez Zurita, vecino de Otura (Granada), se, dirigió á la cercana villa de Padul con objeta de vender una pequeña cantidad dé cebada que trasportaba en una caballería. Y según se desprende de la causa, los tres criminales, el Gangoso, Marchenilla y Jeromo, expiaron los pasos del infeliz Gecilio, águardando su regreso, para robarle á la vuelta de Padul.
Jeromo situóse en un alto del terreno para vigilar y dar la voz de alerta, y el Gangoso y Marchenilla se ocultaron en el barranco de Castro, bien distante de la «Venta del Suspiro,» para dar el feroz golpe sobre seguro.
El terrible plan se ejecutó como lo habían meditado los bandidos, pasó el pobre Cecilio en su caballería, bien ajeno del peligro que amenizaba su existencia y de un salto, los dos criminales le acometieron, sujetándole cada uno de ellos por un brazo, y matándole cobardemente de seis puñaladas en el corazón.
Registrada entonces la víctima por sus verdugos, quitándole él bolso que llevaba en la faja, conteniendo seis pesetas en plata. ¡Dos pesetas para cada uno!
El sangriento crimen, que produjo en el contorno inmensa sensación, permaneció en el misterio por algún tiempo, hasta que una coincidencia que recibiera la Guardia civil dio con los criminales, que la benemérita entregó á la justicia con varias piezas de convicción. .
El tribunal há condenado á la pena dé muerte al Gangoso por concurrir en él la agravante de reincidencia y á los otros dos á cadena perpetua y abono de 2,000 pesetas á la familia de Cecilio Jiménez.
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