Una joven alemana murió ayer en Dúrcal (Granada), al saltar del coche que la había recogido cuando hacía autostop junto con otra ciudadana germana, que resultó herida grave. Las primeras investigaciones apuntan que las dos extranjeras fueron recogidas por una furgoneta, un monovolumen de color blanco y provisto de puerta lateral, que debía aproximarlas a Sierra Nevada. Al parecer, ambas repararon en que el trayecto del vehículo se alejaba del macizo montañoso y se dirigía hacia la costa de Granada, según informaron fuentes de la Guardia Civil de Tráfico. Fue entonces cuando, con la furgoneta en marcha, decidieron abrir la puerta lateral y saltar al exterior.
Al parecer, las dos turistas dudaron sobre las intenciones del conductor. “Pudieron temerse lo peor y les entró pánico”, ante lo que optaron por precipitarse al exterior del vehículo, añadieron las mismas fuentes. El conductor se dio a la fuga y la Guardia Civil inició, poco después del siniestro, la búsqueda de testigos que pudieran aportar más información sobre lo sucedido.
La Guardia Civil, que investiga las causas que rodean el extraño suceso, ha hecho un llamamiento a la población para que aporte pistas con el objetivo de localizar al conductor del monovolumen blanco. Los hechos tuvieron lugar hacia las 14.00 horas en el punto kilométrico 160 de la carretera N-323, en el término municipal de Dúrcal.
Un helicóptero del servicio de emergencias sanitarias 061 trasladó a la herida, de 24 años, hasta el hospital de traumatología de Granada, donde a la hora del cierre de esta edición permanecía ingresada.
Inicialmente, la Guardia Civil de Tráfico informó de que las dos víctimas iban andando por el arcén de la carretera cuando fueron atropelladas por un vehículo no identificado que se había dado a la fuga. Pero, posteriormente, los agentes rectificaron y dieron otra versión del trágico suceso.
Un médico que viajaba en un automóvil por la carretera N-323, poco después de que producirse el siniestro, trató de asistir a las dos jóvenes. Sin embargo, poco pudo hacer por una de ellas, la que falleció, aunque sí pudo ofrecer los primeros auxilios a su compañera.
Las dos ciudadanas alemanas se encontraban hospedadas en un camping, en los alrededores de la capital granadina. Precisamente, fue en las afueras de esta ciudad donde a las recogió la furgoneta para llevarlas. Lo que empezó como unas vacaciones en el sur de España, acabó en un trágico desenlace.
Hace unos meses, en otro punto de la carretera N-323, cerca del lugar del suceso de ayer, una mujer murió atropellada por un automóvil, cuyo conductor también huyó del lugar sin auxiliarla. Todos los esfuerzos se centran ahora en dar con la persona que conducía el monovolumen blanco. c
Ian Gibson, memorias de un biógrafo
Autor de las monumentales biografías de Federico García Lorca y Salvador
Ian Gibson en su residencia de Restábal (Granada)
Autor de las monumentales biografías de Federico García Lorca y Salvador Dalí, Ian Gibson ha decidido autobiografiarse en “Viento del Sur”unasmemorias apócrifas en forma de novela en las que el hispanista irlandés pasa revista a su infancia, a su larga trayectoria de escritor y a su relación con España, su cultura y su reciente historia
El escritor e hispanista Ian Gibson, biógrafo de Lorca, de Dalí y pronto de Machado, publica sus memorias apócrifas, “Viento del Sur”(Plaza &Janés), en las que invita al lector al juego de averiguar qué elementos de su libro ocurrieron realmente y cuáles fueron inventados. El resultado es una novela en tono de ensayo, o viceversa. El oficio de contar la vida de otros cansa, pero lo realmente difícil es repasar objetivamente la propia. Imposible. Tarde o temprano aparecen los fantasmas o los olvidos más o menos voluntarios que acaban arruinando el proyecto. Ni siquiera se libran de esa maldición los biógrafos profesionales, diestros en escudriñar documentos que desmienten equívocos, en desempolvar correspondencias con medias palabras de las que deducir verdades completas, en rastrear testimonios de frágiles memorias para reconstruir un pasado.
Puede que el primer impulso de Gibson fuese contar realmente la propia experiencia, de ahí la fidelidad del relato en sus capítulos de la infancia, aunque después sucumbiese a los miedos y a la tentación de vivir la vida que no tuvo. Se defiende: “Seríamuy duro escribir determinadas cosas, muchos miembros de mi familia aún viven...”. Puede que haya hecho aquí el uso de la libertad que no pudo al contar la vida de Lorca o Dalí. O puede que siempre haya narrado su propia vida a través de los demás. El caso es que “Viento del Sur” es su primera novela, con elementos biográficos, como dicen que son siempre todas las novelas. O, más bien, una biografía con elementos novelescos, para desconcierto del lector, que nada hay tan inquietante como la duda de si se está ante la realidad o la ficción.
La luz del Mediterráneo
El autor afirma que “éste es un libro muy irónico, en el sentido cervantino, no quería hacer mi biografía sino, como dice el subtítulo, las ‘Memorias apócrifas de un inglés salvado por España’”. Que es su caso, excepción hecha del adjetivo que finge su origen, sabida es su nación irlandesa. Salvado Gibson de las tinieblas de la represión victoriana por la pagana cultura latina, de la bruma de los días grises por la luz del Mediterráneo y de la mediocridad académica por el lustre que da haber dedicado media vida a investigar la vida de Lorca. El Sur es sinónimo la libertad, incluso cuando estaba gobernado, como solía, por dictadores. A él, al Sur, acudían los exploradores de lo exótico. Gibson llegó a la España de Franco agonizante. En su descargo, por la paradoja, argumenta que él no sabía lo que estaba pasando en la vida política, sólo se había enamorado del idioma, leído con avaricia a Darío y a Lorca, pero también a Brenan, y buscaba las raíces populares de la poesía de Lorca para su tesis doctoral, nunca acabada.
Pero todo eso lo cuenta, y es verdad, en “Viento del Sur”. Lo que no cuenta es casi nada de sus investigaciones sobre Lorca, como si huyera de una presencia que ha ocupado toda su trayectoria de biógrafo. “Ya he escrito mucho de Lorca y necesito hacer cosas nuevas. Estoy harto de que me pregunten por Lorca porque siempre he llevado adelante varios libros a la vez, como ahora, que preparo una biografía de Machado y la edición en español de ‘El erotomaníaco: la vida secreta de Henry Spencer Ashlee’.”Por eso en su novela apenas aparece la figura de Lorca. Disimula con Rubén Darío, al que el protagonista (J. Hill, J. Pujol, según el juego de traducción al catalán que hace Gibson) dedica buena parte del trabajo y su paso de varios años por París, con novia enamorada de Wilde incluida. Pero Gibson no ha vivido nunca en París, sino dos años en una pequeña localidad del sur de Francia. “Son guiños que hago al lector. Tampoco he escrito ninguna biografía de Darío, que podría hacer por lo mucho que le he leído y algo que he investigado. Al fin y al cabo, la obra de Lorca viene de la poesía del nicaragüense.”
Una infancia reprimida
Tampoco Gibson se divorció, ni se enamoró de un niño de su primera escuela, aunque sí fue un destacado jugador de cricket, al que tuvo que renunciar como pago a la vocación de hispanista. Lo peor del escritor irlandés fue su infancia plagada de represiones e inseguridades. Por eso los capítulos primeros son una revancha, tenía que escribirlos para no reventar. “Mi familia era metodista, una rama minoritaria de los minoritarios protestantes irlandeses. Los puritanos del puritanismo. Todo estaba prohibido, la belleza no existía y el único placer que recuerdo era acudir a una marisma a contemplar pájaros. En el libro, que es un alegato contra el catolicismo, hablo del horror protestante. Yo fui casi crucificado por el radicalismo religioso de mi familia. Por eso creo que la catarsis de echar los fantasmas familiares en estas páginas ha sido posible por haberlas escrito en castellano, en inglés nunca hubiera podido hacerlo. Escribir en otro idioma es tomar distancia.”
Pero esta entrevista no debería seguir por esos derroteros porque desvelaría demasiados misterios de la novela. Mejor que mantenga el carácter de memorias poco fiables y que sea Gibson, no John Hill, quien explique su huida al Sur. “Mi primer idioma extranjero fue el francés, y con diecisiete años, en Dublín, empecé a aprender castellano. Rubén Darío fue uno de mis primeros poetas, seguido al poco tiempo por Lorca. Ese descubrimiento de la sensualidad, que fue un choque para un adolescente sometido a la educación victoriana, provocó mi necesidad de huir al Sur. Me obsesionaban lo orígenes y mi idea era buscar las raíces populares de Lorca, para lo cual llegué a España con una grabadora y un bloc de notas y me encontré con que la gente de la vega granadina hablaba de la Guerra Civil y de la tremenda represión fascista. Confieso que fue una revelación para mí, por lo que empleé la grabadora para hacer mi primer libro: ‘La represión nacionalista de Granada en 1936 y la muerte de Federico García Lorca’”, publicado con éxito en 1972 en París por Ruedo Ibérico y traducido a catorce idiomas.
Tiempos de represión
Sentir en propias carnes la violencia de la ley del más fuerte predispone contra el matonismo. Gibson estuvo interno, preso se sentía, en el sistema de las Public Schools (“Por caminos arduos hasta las estrellas”, era el lema; los castigos físicos, su forja). Era suficiente para entender el idioma de los fascistas y la ruindad de sus métodos para acabar con los demócratas, un término que en su vocabulario es sinónimo de débiles. “En eso, Lorca fue una víctima más. Odio a los matones porque a mí me amargaron la vida de niño y porque mataron a Lorca.”Arguyendo que buscaba datos sobre la presencia irlandesa en la Guerra Civil
Machado, la biografía pendiente
Saturado de Lorca, satisfecho de la incursión en la vida de Dalí, frustrado por no haber sido capaz de vender a los editores una biografía de Buñuel, ¿qué otra cosa le faltaba a Gibson? Le quedaba la incursión en la novela que supone “Viento del Sur” y otra biografía, la de Machado. “Ya tengo alguna cosa escrita, pero me pondré a fondo con Machado a partir de mediados de septiembre.”La idea fue de su mujer, Carola, dotada de una especial intuición para los libros. “También me recomienda que haga una biografía de Julio Iglesias (ríe), pero ese mundo no forma parte de mis inquietudes literarias.” Ruiz Mateos le invitó a cenar para otro tanto. En España escasea la tradición biográfica, así que tiene que venir un irlandés a llenar huecos.
El libro sobre Dalí fue un éxito mundial, cuyo anticipo se elevó a treinta millones. Gracias a ello pudo trabajar a fondo y relajado durante seis años. En inglés tuvo el título equívoco e intraducible de “Shamefull live of Salvador Dalí”, que aquí apareció como “La vida desaforada de Salvador Dalí”. “Mi tesis era que Dalí fue un avergonzado que sólo tenía dos salidas, o pegarse un tiro o crearse una personalidad exhibicionista.” Para escribir la biografía de Buñuel en el 2000, coincidiendo con el centenario de su nacimiento, pidió otros treinta millones, pero esta vez el personaje no interesó. “Los editores mandan mucho en todas partes, y fue una lástima ya que hubiese hecho la trilogía Lorca-Dalí-Buñuel.”
Y la de Antonio Machado, por encargo de Plaza&Janés, posiblemente será la última biografía que haga. “No haré un libro para eruditos, sino que habrá mucho paisaje andaluz y castellano”, dice Gibson, al que no gusta mucho hablar de los libros antes de hacerlos. “Trataré de que tenga un ritmo tranquilo, pensado mientras se camina por los campos, aunque también marítimo, como el andaluz sereno que fue Machado.” Incluirá elementos de investigación, “no me resisto a la emoción del detective”, y colaboración con la familia del poeta. “Esta vez prometo ser sintético, algo habré aprendido de la experiencia, y cada palabra estará en su sitio. Algo ligero de equipaje, hay mucho mar en Machado, para terminar el ciclo de grandes biografías. Con Antonio Machado tengo trabajo para cuatro años. Luego, ya veremos, siempre que se acaba una ruta descubres otra.”
El fuego arrasa más de 2.000 hectáreas en la ladera del parque natural de Sierra Nevada
Dos turistas confesaron que en la noche del jueves encendieron varias hogueras al sentirse perdidos en el bosque
Dos bomberos trabajando en el paraje de El Tello, en Lanjarón, donde empezó el
incendio
Arde la ladera de Sierra Nevada. Un incendio de considerables proporciones, que anoche había calcinado cerca de 2.500 hectáreas de gran valor ecológico, obligó al desalojo de numerosos cortijos ubicados en la falda de la sierra.
Los dos excursionistas que confesaron haber provocado el incendio por una imprudencia fueron puestos en libertad provisional después de prestar declaración ante el juez de Órgiva, que les retiró los pasaportes. Reconocieron que se sintieron perdidos la noche del jueves y encendieron hogueras porque creyeron que así les encontrarían. A la hora de cierre de esta edición permanecían activos los frentes este y norte pese a la intervención de 28 aeronaves llegadas de varias provincias para atajar las llamas.
A media tarde de ayer, ante el descontrol del fuego, la Guardia Civil ordenó el desalojo de unas 15 personas que habitaban cortijos en el término municipal de Soportújar. En esa zona se encuentra también el templo budista Padre Eterno, cuyos ocupantes tuvieron que abandonarlo. Anoche no había constancia de que el fuego hubiera afectado a ninguna vivienda habitada. Un equipo de salvamento de alta montaña buscó durante horas a un topógrafo que habría quedado aislado en un barranco. El hombre fue encontrado sano y salvo por unos vecinos de la zona. Su coche quedó calcinado.
Durante la mañana se temió que el viento de poniente, que empezó a soplar con fuerza cuando las llamas remitían, empujase el incendio hasta el barranco del Poqueira, donde existen importantes poblaciones. Sin embargo, esa lengua de fuego quedó controlada, lo que desplazó la mayor atención hacia el frente este. El avance de las llamas tuvo en algunos momentos frentes de 10 kilómetros y amenazaba con alcanzar la enorme masa forestal de las estribaciones de Trevélez, la localidad más alta de la Península. Casi la mitad de la superficie calcinada pertenece al parque natural de Sierra Nevada. Los términos municipales afectados por las llamas son Lanjarón (donde empezó el incendio), Dúrcal, Lecrín y Nigüelas.
La orografía de la zona, con barrancos de difícil acceso, y el viento hicieron penoso el trabajo de los técnicos contra incendios. Para colmo, la llegada de la noche impidió la actuación de los aviones y helicópteros del Infoca y limitó sobremanera el trabajo de los retenes contra incendios que trabajan en tierra. Todo ello hacía temer que durante la noche quedaran descontrolados de nuevo los frentes que a lo largo del día permanecieron contenidos. Cerca de 250 personas, 15 aviones y 13 helicópteros trabajaron ayer en la extinción de las llamas.
El incendio empezó sobre las ocho de la tarde del jueves en un paraje conocido como El Tello, donde dos excursionistas, un hombre británico de 59 años y una mujer francesa de 50, se perdieron. Llamaron al centro de emergencias 112 para pedir auxilio y acto seguido prendieron dos hogueras creyendo que así serían encontrados fácilmente. Poco después, el fuego era ya imparable en toda la sierra.
El juez les ha retirado el pasaporte y tienen obligación de presentarse cada tres días en el juzgado. El alcalde de Lecrín, Salvador Ramírez, dijo ayer que el fuego ha calcinado buena parte de ese término municipal y que ha destruido una zona de incalculable valor ecológico y económico. Al menos mil hectáreas estaban pobladas de almendros, castaños y nogales, algunos centenarios. También se ha visto afectada la importante producción apícola de la zona.c
El incendio que ha arrasado más de 2.600 hectáreas en parajes naturales de Sierra Nevada quedó controlado ayer. El balance realizado indica que el 90% de la zona afectada pertenece a los espacios protegidos de los parques natural (70%) y nacional (20%) de Sierra Nevada. La Junta de Andalucía asegura, sin embargo, que el fuego no afectó a ningún ecosistema singular. La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, informó de que el fuego no dañó los robledales de Cáñar, los abedulares de Dúrcal y las buitreras. La peor parte se la han llevado unos pinares de repoblación plantados hace 24 años.
El esfuerzo de extinción ha supuesto movilizar a casi 600 operarios, 16 vehículos autobomba y 40 aeronaves. Finalmente, a las once de la mañana de ayer consiguieron cortar el avance de los dos frentes activos durante cuarenta horas que han ha arrasado 2.610 hectáreas de bosque de gran valor ecológico. Los aviones permanecieron refrescando el perímetro afectado para evitar posibles rebrotes. La Junta se personará en la causa contra los dos excursionistas que provocaron el fuego
Los catorce nuevos humedales Ramsar son: parque nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici (Catalunya); humedales de la sierra de Urbión (La Rioja); Lagunas de Peñalara (Madrid); paraje natural Brazo del Este (Sevilla); Lagunas de Palos y Las Madres (Huelva); Punta Entinas-Sabinar (Almería); Complejo Endorreico de Espera (Cádiz); reserva natural Laguna del Conde o Salobral (Córdoba); reserva natural Laguna de Tíscar (Córdoba); reserva natural de los Jarales (Córdoba); Turberas de Padul (Granada); reserva natural Laguna Honda (Jaén); reserva natural Laguna del Chinche (Jaén) y reserva natural Lagunas del Campillo (Jaén)
Paralelamente, el PSOE ha denunciado que, en los tres últimos días del plazo habilitado, la secretaria local del PP en Lanjarón (Granada) presentó 168 solicitudes de empadronamiento de “familiares y allegados” del alcalde popular, que, en su mayoría, no residen en esta localidad. Lanjarón cuenta con una población de 4.000 habitantes.
La lluvias registradas en distintos puntos de la provincia de Granada originaron ayer inundaciones de diversa importancia en las localidades de Padul, Las Gabias y en La Malahá, según informaron fuentes municipales y del Centro Coordinador de Emergencias 112. En Padul, en apenas unos minutos se registraron veinte litros por metro cuadrado. Estas precipitaciones provocaron la inundación de varios bajos y locales comerciales Asimismo, en Las Gabias entró agua en garajes, cocheras y sótanos.
Font Vella y Aguas de Lanjarón, empresas que forman parte de la división de bebidas de Grupo Danone en España, han nombrado a Jordi Junyent nuevo director comercial. Junyent, hasta ahora director de desarrollo comercial, comenzó su trayectoria profesional en Danone en 1993.