Este es el Puente de Natalio Rivas. Cuando en los años 40-50 del S. XIX, en plena época de la restauración en el reinado de Isabel II, se construye la actual vía de la antigua carretera N 323. Cuando pasaba por aquí interpretaron los técnicos, que no hacía falta puente para atravesar dicho río por ser un mero torrente. Así la carretera (que hacía honor a su nombre por ser para carros) bajaba hasta el lecho del río, de lo cual aún queda una muestra de ello, y es la venta que hay en el mismo puente. En ella se ve que la dirección del antiguo camino no es el puente sino que busca el cauce del Torrente, una vez cruzado se dirigía río abajo por el margen izquierdo hasta salir por la actual fábrica de ladrillos del Barranco del Pleito
Así estuvo hasta que una vez pasaba por allí Natalio Rivas, en aquel entonces insigne político de la primera parte del S. XX. El señor ministro tuvo la desgracia de encajar las ruedas de su diligencia en el turbulento río torrente, de tal forma que no podía salir. Tuvo que pedir ayuda a los humildes conciudadanos del lugar, los cuales si conocían que el río torrente se rebeldecilla de vez en cuando y le cortaba el paso de la carretera. por lo que le hicieron prometer al político que lo sacaban si mandaba construir un puente. Y así es como tenemos este hermosa plataforma de tres arcos
El puente visto desde el Norte. El torrente a la derecha
Visto desde el sur. estamos en medio del río. Ahora bastante seco