Peñagallo

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Preguntan los más pequeños porqué se habla en Dúrcal de Peñagallo. Es difícil de entender si no se vivió la época de nuestros abuelos. Este era el camino obligado para subir a la Sierra a nuestras labores de labranza.

En unos momentos donde todo el campo de Dúrcal estaba cultivado hasta la más mínima parcela, hubo que recurrir, como en la mayoría de las poblaciones de aquel entonces, a aprovechar cualquier pedacito de terreno que produjera unas buenas patatas. La sierra era el refugio de la familia humilde para tener un terreno o para aumentar el poco que tenía en la población. Como dicen los mayores, antes de la emigración que surgió a partir de la década de los 60 del siglo pasado, la sierra era la que equilibraba el presupuesto de la familia humilde.  En el Periódico del Valle de Lecrín de los años 20, en su segunda época, más de un artículo salía mostrando la "buena obra social" que representaba la labranza de estos lugares

Era por lo tanto el lugar obligatorio de paso para la mayoría de la población. Y todo el mundo se preguntaba, sobre el significado de esa roca tan alargada y extraña. Cuentan los viejos que era la "Roca de Peñagallo" porque si acercabas la oreja en una parte plana que hay a la ladera del camino, oías cantar el gallo. Como éramos muy "brutos" en el pueblo, el gallo cantaba tras el consiguiente empujón y el correspondiente carazo que se daba el pobre inocente contra la roca. El caso es que en Dúrcal todo el mundo conoce el insigne nombre de peñagallo. Hasta nuestras patatas fritas se llaman Patatas Peñagallo de dúrcal

 

Aquí se puede apreciar el tamaño del gallo cantor al compararlo con una persona