Ocupa Mondujar, en el conjunto de núcleos de población del municipio de Lecrín, una posición ligeramente desviada a la izquierda en el camino de Granada a Motril. Consta que fue antiguo poblamiento ya desde la época romana, como lo atestiguan las excavaciones arqueológicas de 1083 del paraje del Feche, que ha puesto al descubierto toda una villa romana, en la que han podido delinearse muros y espacios de habitación, tales como unas posibles termas, con piscina y caldarium, amén de diversos fragmentos de mosaicos, columnas y estatuas, que guarda el Museo Arqueológico de Granada. Acaso pueda remontarse a estas últimas fechas, la construcción de una bien protegida fortaleza, como señalan algunos lienzos de sillería romana y espacio abovedado, todavía existentes y que fue, después reutilizada por los árabes, hasta construir un enclave defensivo y lugar de asilo de los reyes nazaritas, luego de las guerras civiles entre Muley hacen y su hijo Boabdil, pues se refiere cómo el primero se refugió en Mondújar, hacia 1483, y fue aquí donde transcurrieron sus últimos días (1485), en compañía de Dª Isabel de Solís "Zoraya", por lo que la tradición popular cree que ambos están aquí enterrados.
No terminaron aquí los hechos notables de su protagonismo histórico en las postrimerías del S. XV, pues allá por el año 1490, Mondujar sería atacada por Boabdil y, en su defensa, alcanzaría celebridad Dª María de Acuña, la esposa del Alcalde de la citada fortaleza: Finalmente, cuando se decrete la expulsión de los moriscos, sus despoblación sería importante, por lo que tendrá que ser repoblada, a partir de 1570, con familias de colonos procedentes de Castilla y otras provincias limítrofes a la de Granada, buen número de los cuales forman la nómina de los primeros hermanos de la Cofradía del Santísimo Sacramento, de 1586, cuyas Reglas se conservan en el archivo parroquial de Talará, autorizadas por el arzobispo D. Juan Méndez de Salvatierra.
La arquitectura principal es la de su iglesia parroquial, dedicada a la encarnación, y es de una sola nave, de planta rectangular y cabecera plana (28,8,50 m), cubierta en toda su superficie por armadura mudéjar de madera en su color, de las llamadas de limas mahomares, con almizate estrellado, seis tirantes transversales y uno en cada rincón del rectángulo. Hay también, a ,los pies un pequeño coro, montado sobre el cancel de entrada. En los parámetros exteriores alterna el sillarejo y el ladrillo, y posee dos accesos (uno a los pies de la iglesia, y otro en el muro de la Epístola) con vanos de medio punto, frontones curvados y adornos barrocos. adosado al citado plano rectangular, y en el extremo izquierdo de su pie, álzase la torre-campanario de planta rectangular y tres cuerpos embebidos, cubierta a cuatro aguas y vanos dobles sobre alfiz, en cada una de las caras del cuerpo superior, no así en las dos inferiores, que solo presentan un vano, rectangular, en su pie frontal, con paños geométricos a los lados. Los bajos de la torre albergan la Capilla bautismal, abovedada y de nervios, con arco de medio punto en su acceso desde la nave de la iglesia.
Al presbiterio se accede mediante grada y posee un retablo del S. XVII, de dos cuerpos y tres calles, con hornacinas de veneras y pequeñas esculturas de madera, muy características de la escuela granadina (dos santos clérigos, un San Juan bautista, La Virgen del Rosario y un crucifijo), así como una tabla pintada de la Santísima Trinidad. En la calle central y, a ambos lados, el escudo del arzobispo benefactor, D. Fernando Valdés y Llanos y una fecha, 1637.
En otros altares, adosados a los muros y sin duda provenientes de algún retablo desaparecido, hay otras estructuras en madera policromada, tal vez pertenecientes a finales del S. XVII o primer tercio del S. XVIII: un Nazareno de vestir, que podría ser la imagen titular de la Hermandad de Nuestra P. Jesús Nazareno, cuyos libros de 1755 se conserva en la sacristía; Cristo del Santo Entierro (1,30 m) la Virgen de la soledad, también de vestir, con creciente de plata, punzonado por Cha/bes; pequeña Inmaculada de madera, un santo. Obispo (1,10 m), Un San José y un San Juan Evangelista ( de unos 0,70 m), un Niño Jesús (0,70 m), Un San José con el niño (0,55 m) y otro de vestir de la misma medida. También, en la sacristía, que es obra posterior adosada a la cabecera, hay un crucifijo de madera de tres clavos y unos 30 cm. de altura, así como otro pintado sobre cruz de madera de 95x36 cm.
De pintura solo hay un lienzo de la Visión de Santa Teresa (106x77 cm.), obra mediocre del S XVIII. Su libro primero de bautismo es de 1590 y se conserva en la iglesia de Talará
A finales del siglo XVIII el titular de la iglesia de Mondújar era San Juan Bautista; en el XIX la iglesia estaba dedicada, según Madoz a La Encarnación.
Parroquia: La Inmaculada Concepción
Institución parroquial
En 1501 Mondújar fue adscrito, como anejo, a la parroquia de Beznar. (-> Béznar) Posteriormente, en Mondújar, con pila bautismal desde antes de 1587, se constituyó un curato con los anejos de Talará y Acequias, y a su iglesia quedó adscrito uno de los tres beneficios instituidos en la parroquia matriz.
En 1787 el arzobispo Antonio Jorge erigió en propio, perpetuo, colativo y sujeto a oposición, el curato de Mondújar, Talará y Acequias, y, en atención a que este curato, que valía 6.060 reales, no tenía toda la congrua y renta suficiente, lo dotó uniéndole el beneficio de dicha parroquia, que valía 4.398 reales.
Tras la supresión de los diezmos, el curato de Mondújar, Talará y Acequias fue considerado parroquia de segundo ascenso y, de tercera clase en los presupuestos para los gastos de culto. En el arreglo parroquial de 1906 se mantuvo la parroquia La Inmaculada Concepción, de Mondújar, con categoría de entrada; segregando de ella la iglesia de Talará, para erigida en parroquia, y declarando la iglesia de Acequias coadjutoría residencial por la dificultad a temporadas de comunicarse con la matriz.
Archivo parroquial
Libros sacramentales de bautismos
matrimonios y defunciones, desde los libros 1 (1590)
Iglesia parroquial
Al principio se debió hacer uso de la mezquita.
En 1565 se proyectaba hacer una iglesia nueva en Mondújar con un coste de 1.269.310 maravedís. Cuando estalló la rebelión de los mariscos, la estaban haciendo el albañil maestre Alonso, el carpintero Juan de Robles y el cantero Pedro Gómez de Fuenfría. En un informe de los daños causados por la rebelión se decía: "La iglesia de Mondújar, que se estaba edificando, quemaron la madera labrada y la por labrar y maltrataron todo el edificio. Vale el daño 1.100 ducados". Inmediatamente después se reemprendieron las obras a cargo del mismo cantero, Pedro Gómez, del albañil Juan Alonso Jiménez y del carpintero Francisco Hernández.
Pero no la terminaron, pues en un informe de 1621 se decía: "Mondújar..., lugar de 20 vecinos, tiene iglesia de una nave atajada por la mitad, porque es del tiempo de los mariscos, y está descubierta la mitad; que no es capaz lo que está cubierto para la gente del pueblo, porque tiene un barrio de otros 14 vecinos, que dista de este lugar un tiro de arcabuz, [que] no tiene iglesia y los vecinos de él vienen a oír misa a la dicha iglesia de Mondújar. La dicha iglesia de Mondújar tiene Santísimo Sacramento y pila bautismal con su sacristía y campanario". Así, atajada por la mitad, estuvo muchos años.
En 1634 el visitador general del arzobispado informó: "A muchos días que está comenzada a hacer la iglesia de Mondújar y necesita de acabarse con toda puntualidad, porque no cabe la mitad de los feligreses en la iglesia vieja donde oyen misa. Y tiene recogidos materiales, que se van perdiendo y una partida de madera que llevó Juan de Valbidares, maestro de carpintería, a cuyo cargo dicen están, la cobró sin contada el beneficiado...". Esta iglesia debió terminarse en el pontificado del arzobispo Valdés y Llano (1633-1639), porque su escudo aparece en el testero del altar mayor. La prolongación de la nave se pone especialmente de manifiesto en la armadura.
La parte antigua presenta apeinazado en todo el almizate, en los arranques y partes medias de los faldones, siendo igual en la cabecera ochavada; los tirantes de esta zona apean sobre canes de cartela. En cambio la parte de armadura realizada en el siglo XVII es más sencilla en su decoración, es de limas bordones y tirantes pareados sobre canes marueristas de perfil y En el siglo XVIII se haría el coro y los retablos, destacando el del altar mayor, de finales del mismo siglo.
El templo tiene planta rectangular, bastante alargada, con capilla mayor marcada por dos pilas tras. Su fábrica es de ladrillo y cajones de mampostería con cantería en esquinas y en las dos portadas, una a los pies y otra lateral. La torre, sobre el baptisterio, de robustas proporciones, tiene tres cuerpos.
Otros lugares de culto o devoción
En 1805 el cura de Mondújar, Talará y Acequias certificó que en su feligresía no había más oratorio público o privado que la ermita del Cristo de Luca [popularmente "del zapato"] en el término de Talará.
Según el historiador Mármol, Muley Hacén se refugió en la fortaleza de este lugar, cuando fue derrocado por su hijo Boabdil, y en ella murió el año 1485. Posteriormente, en este mismo castillo se detuvo Boabdil, camino de la Alpujarra, después de haber entregado Granada a los Reyes Católicos.