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Antigua Venta de la Guapa, hoy Venta Natalio
Talará era un pueblo de ventas y mesones en el camino Real de la Alpujarra, que se fue consolidando como lugar de paso y centro comercial para los pueblos de los alrededores y que con el trazado de la carretera de Motril, a comienzos del siglo XIX, absorbió el trafico de la Costa en perjuicio de Restábal y Pinos que era por donde transcurría el camino de herradura hacia la Costa.
Las ventas y mesones eran una necesidad esencial para reponer fuerzas y continuar el camino. La venta de la Dolores, también conocida como la venta de la Guapa, hoy venta de Natalio, estaba regentada a comienzos del siglo XX, por Dolores Callejón Ortega y José Padial Martín padres de mi abuela materna María Padial Callejón, su oficio de venteros lo aprendieron a mitad de los llanos de Contra en la Casa Parador de San Rafael; a su memoria dedico este articulo sobre las Venta. El ser descendiente de ellos me anima a recopilar recuerdos de lo que eran las ventas, sean ustedes lectores indulgentes y no traten de comparar mi tosco escribir con el de Don Miguel de Cervantes, insigne maestro literato y doctor en ventas. A pesar de todos los pesares, no quiero lector, que estos mis trazos burdos de aprendiz, dejen escapar a estos lugares, mesones y ventas, que eran cuentas del largo rosario del camino que transitaba por el Valle de Lecrín y que en su día recorrió Cervantes.
El maestro don Joaquín Muñoz Ruiz nos ofrece, en su libro "Recuerdos de Antaño" (prologo fechado en 31 de enero de 1958), algunas líneas que hacen referencia a los comienzos del siglo XX.
Quiero acercaron en un viaje en el tiempo de los testimonios más moderno a los más antiguos. Escribe don Joaquín, el maestro poeta: - "aquellos interminables, viajes en carro, con sus pantagruélicos regodeos en las ventas del camino; las infantiles, competiciones de, los postillones, con su gorrilla de visera, su faja de colorines y su corneta al hombro. ¡Ah, las ventas de camino! El ventorrillo de «La Guapa», en Talará, donde se hacía el primer descanso, por la cuesta arriba y se tomaba la primera copa; el «Aguadero», en el Padul, donde esperaban las aceitunas en aliño y el humeante bacalao frito; la «Romera»; pináculo de las dos vertientes, desde donde la lejanía, de Granada es como un peñascal esparcido. Todas estas paradas en marco andaluz, con sus divertidos comentarios y su vinillo blanco. O tinto. Según el lugar y según la hora. Todo pasó a la historia..." |
El Defensor de 9 de mayo 1907, periódico de Granada, da cuenta en un apartado que titula "Noticias del Valle"; de las minas de calamina de Restábal, del movimiento de protesta en Chite contra el nuevo arreglo parroquial y de la nueva distracción en Talará. De este articulo me permito entresacar algunos párrafos que van a centrar el tema que quiero tocar de nuestro pasado: "Las ventas y los mesones". Escriben en el Defensor:
"El servicio de locomoción por los automóviles Tartajada constituyen para estos pueblos un acontecimiento de agradable distracción... Todas las tardes acuden a este pueblo de Talará desde Murchas y Mondújar a la venta de la Dolores, multitud de gente para ver los hermosos coches....que bajan para Motril a las cinco y se detienen en dicho punto un momento". |
De una venta del camino y de Talará, escribe Pedro Antonio de Alarcón en su libro La Alpujarra. Sesenta leguas a caballo precedidas de seis en diligencia (1874). Dejemos atrás Talará y centrémonos en la venta de Tablate.
"En cuanto á nosotros, pocos momentos después de pasar, sin peligro alguno,
el Puente de Tablate, tuvimos también la dicha de llegar sanos y salvos á la
Venta del mismo nombre.
Esta Venta, llamada además de Luís Padilla (no sé si por referencia á su fundador, á su propietario ó á su inquilino), ocupa una posición tan estratégica, bajo el punto de vista hostelero, como el Puente bajo el punto de vista militar. Aquel paraje es un foco de caminos (un fondac, que dirían los Moros), donde se cruzan todos los días los viajeros y trajinantes de la Costa, los de Granada, los del Valle y los Alpujarreños. Pero entremos en la Venta. ¡Líbreme Dios de describirla! ¿Quién habla de ventas después de haber leído el Quijote? ¿Qué pintor se atrevería á tratar de nuevo los asuntos pintados por Velázquez?" |
Antigua casa de Camineros de la carretera. Hoy convertida en una bella vivienda
En el Diccionario Geográfico de Pascual Madoz encontramos también una referencia a Talará y a sus ventas, es a modo de una radiografía estática del lugar en 1846.
"TALARÁ.: Lugar que forma ayuntamiento con el de Chite, en la provincia, diócesis, audiencia, territorial y capitanía general de Granada (5 leguas), partido judicial de Orgiva. Situado en la falda meridional Sierra Nevada, no lejos de un arroyo que se incorpora luego al que baja de la laguna del Padul y va á parar al río Guadalfeo. Su Clima: es frío pero sano. Padeciéndose más comúnmente dolores reumáticos e irritaciones. Tiene 230 casas, buena agua para el surtido del vecindario; una escuela de niños dotada con 1100 reales; Iglesia parroquial Nuestra Señora, de las Angustias, aneja de la de Mondújar, y una ermita bajo la advocación del Santo Cristo del Zapato. Confina el Termino por el norte con los de, Acequias y Nigüelas; Este con el de Mondújar; Sur Melegís, y Oeste Murchas; comprendiendo varias ventas. El Terreno es montuoso, poblado de olivos, encinas y algún monte bajo, y Produce principalmente aceite, algún trigo y maíz, ganado lanar y caza de conejos y perdices. Cruza la jurisdicción la nueva carretera de Granada á Motril, siendo locales y malos los demás caminos para los pueblos inmediatos. La correspondencia se recibe de la estafeta del Padul. Población 230 -vecinos, 900 almas dedicados á la agricultura y á las labores del esparto. Riqueza Productos: (incluso el Chite) 3.298.883 reales, Imponible 134.347 reales, Contribución 12.538 reales." |
Del Dicconario Geográfico de Tomás López (1776) recogemos esta descripción del Camino Real a la Alpujarra. Tomás sembro y fue Pascual Madoz quien recogio frutos. Escribe así el camino por nuestros pueblos:
"entra en el lugar de Dúrcal, figurado en el número 12, por donde pasa hasta el número 20, que en este sitio hay una venta que se llama la venta del Torrente, y sigue hasta el número 21, desde donde desciende derecha la cuesta del Torrente, que así se llama, que desciende hasta el canal del río, que pasa sin puentes; y este canal sirve de camino hasta que se desvía en una cuestecita corta en la forma figurada. Y luego pasa por el lugar de Talará, figurado en el número 17, y en la forma figurada haciendo vuelta, cuando ya ha pasado de Talará, hace codo por entre dos cerros o lomas, y pasa por el lugar de Béznar, figurado en el número 25, y sigue hasta el número 27, en donde se haya figurado una puente que a ella se baja por una cuestecita corta, y se llama la puente de Tablate, sitio de mucho nombre, por donde pasa el camino. Y en una cuestecita, en la forma figurada, asciende y pasa por el lugar de Tablate, figurado en el número 28." |
Pero las ventas no son idealizadas por todos los escritores viajantes, como Muñoz y Alarcón, sirva de muestra un botón entresacado de "Un viaje a la Alpujarra" (1836) de Charles Didier:
"Aunque fuera aún temprano, el calor era ya tan fuerte, que tuvimos que hacer un alto en el caserío de Talará para dejar refrescar las monturas; pero la hospedería o venta estaba tan desprovista, tan sucia, tan repulsiva que no quise ni siquiera entrar y fui a acostarme bajo los olivos, al pie de una larga cresta de rocas cortadas en sierra, y cuyas cabezas calvas se dibujaban en gris pálido sobre el azul oscuro del cielo. Los pájaros se callaban, en cambio todas las cigarras de la provincia cantaban a coro en estos campos recién segados." |
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Retrocedamos una centuria y consultemos el Catastro del Marques de la Ensenada (1751) en este caso aparece que Ana López vecina del Chite tenia entre sus propiedades: "Otra casa en el dicho termino (Talará), quarto bajo, alto, patio, caballeriza y corral; veinte varas de frente y diez y siete de fondo, es mesón y tienda propia de la suso dicha, linda con Don Manuel de Ledesma y Gregorio Roldan; gana al año trescientos cincuenta reales." Aparece también en el Catastro un planillo de Chite y Talará pintado a acuarela y un albaricoque con una cartela de su población, que era de 555 habitantes, 276 en Chite y en Talará 279 (147 varones y 132 hembras), cosas del camino. Completo mediados del siglo XVIII con datos de Beznar donde hay taberna y tienda del consejo que renta 1300 reales y un mesón de Don Juan Pacheco de Padilla que gana 150 reales.
En Diciembre de 1594 un recaudador de impuestos se desplaza desde Madrid a la provincia de Granada con el fin de cobrar dos millones y medio de maravedíes por tasas atrasadas, el recaudador recorre los caminos del valle de Lecrín y se aposenta en sus ventas es Miguel de Cervantes. Miguel a su llegada a Motril se encuentra con un problema, los pagadores presentan recibos del dinero entregado al Tesoro. En Ronda y Vélez-Málaga continua con los problemas para el cobro. En Sevilla entrega 136 000 maravedíes al banquero Simón Freire que tendrá una bancarrota. Esta situación provoca que la Audiencia de Sevilla le comunique una orden de comparecencia, en septiembre de 1597, dándole noticia de la obligación de liquidar sus cuentas o en su caso que sería encarcelado. Miguel ingresa en la Prisión Real de Sevilla, después de haber recorrido nuestras Ventas. Hay que encontrar los protocolos notariales de este cobrador por el Valle de Lecrín.
Estamos en 1572 los moriscos han sido expulsados después del levantamiento y los funcionarios del rey Felipe II están realizando el Apeo de los lugares de Chite y Talará, entre las propiedades apeadas están los mesones de Rodrigo de Mieres, de Gonzalo de Torres y de Pedro Delgadillo nieto de Pedro Delgadillo, así era el mesón de este último:
"Un mesón que es el Alto, de Pedro Delgadillo, en sitio de la Iglesia que era corral, que tiene a la entrada de la puerta un cuarto labrado encamarado que serán de dos tercias partes del dicho portal y cámara de la Iglesia por que la otra tercia parte es del dicho Pedro Delgadillo que lo compró, y luego tiene un patio y a la mano derecha de el hay un cuarto labrado, con un corredor del sitio que pertenece a la Iglesia, y el cuarto labrado y caballeriza es del dicho Pedro Delgadillo que lo compro; y enfrente de la puerta del dicho mesón esta una caballeriza encamarada y a la mano izquierda del dicho patio otro portal encamarado e otra casa de la Iglesia que esta perdida en este dicho mesón la cual dicha casa tiene un portal que solía ser descargadero y en medio tiene un patio de diez y ocho pies, y es descargadero de diez pies y es todo cuadrado, y enfrente del descargadero tiene una cocinilla encamarada y a la mano derecha tiene una caballeriza del mismo largo del patio y descargadero y dentro en la dicha caballeriza a un rincón de ella hay su palazuelo encamarado, y enfrente de la puerta de la caballeriza esta una puerta que sale a un trascorralejo lo cual todo, casa y sitio donde esta el mesón es de Lahimeh y alinda el dicho mesón y casa con casas de Pedro Delgadillo por la una parte y por la otra parte con huerta y casa de Francisco el Cadah difunto y con la calle Real " |
En los años posteriores a 1492 fecha de la conquista de Granada, al igual que sucede con los hornos y molinos que pasan a manos de los señores, al Marques de Mondejar un molino en Talará y otro Béznar y a Hernando de Zafra secretario de los Reyes Católicos un molino en Beznar y a su hermano Pedro de Zafra el castillo de Mondújar. De igual modo las ventas y mesones pasan a manos de cristianos viejos, de la pequeña y mediana nobleza, se trata de lugares muy estratégicos para el control de la población musulmana.
En le siglo I de nuestra era, la Villa Romana del Feche con sus termas no es sino un remanso de paz, deleite y sensualidad en el camino, en ella está el origen de las sucesivas ventas que han crecido junto al camino y lo han hecho posible.
Antes de nuestra era, cuando los caminos eran los cauces y orillas de los ríos, en el pago del Moxinar sobre el cerro del Castillejo de Chite, dominando los valles del río Grande y del barranco de Arrendate, se asentaba comunidades de la civilización de los iberos y con anterioridad pueblos que se encontraban en la edad del bronce.
Hoy las áreas de servicio en las autovías ocupan el lugar que una vez llenaron las ventas en los caminos. Acerquémonos a Talará y paremos un momento y no nos perdamos detalle, ni confundamos lugares, claro que viajando en automóvil, como nuestro Nóbel, Don Camilo José Cela, en su "Segundo viaje andaluz" (1948) escribe
: "Sobre las fachadas de las casas de Talará lucen las rojas ristras de pimientos. En Chite unas niñas saltan a la comba en medio de la carretera y no les parece nada bien que el coche del viajero, con el claxon, las anime a quitarse del medio. En Béznar están cargando un camión, que intercepta por completo la carretera, con un castillo de fuegos artificiales..." |
Andemos el camino, detengamos nuestros pasos y tomemos una copa en uno de nuestros bares, mesones y ventas, hagamos un alto con familiares y amigos. ¡Estamos de fiestas!
Francisco Manuel Martín Padial
Licenciado en Geografía e Historia.