ÁNGEL RODRÍGUEZ AGUILERA ARQUEÓLOGO
Otro estudio del mismo autor: EL PUENTE DE TABLATE DESDE UNA PERSPECTIVA ARQUEOLÓGICA E HISTÓRICA.
Este estudio se realiza antes de la actual reparación. Sacado de la Revista BIBATAUBIN publicada por la Diputación de Granada en 1999
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Mapa de localización del puente de Tablate y su entorno |
Los caminos y los medios de comunicación, entendidos como los necesarios para salvar una distancia física entre un punto y otro, son factores esenciales a lo largo de la historia y en la configuración de los paisajes históricos, como puso de manifiesto W.Kula siendo fundamental la posibilidad de salvar accidentes geográficos que permitan la comunicación de distintas zonas. En este sentido, uno de los elementos más importantes que está vinculado a las vías de comunicación son los puentes.
La accidentada geografía del Reino de Granada hacía necesario la construcción de distintos tipos de estructuras que permitiesen realizar esta función de paso, siendo unos de mampostería, otros de cantería o construidos simplemente con maderas y tablas.
El caso que estudiaremos aquí es el del principal acceso a la comarca de la Alpujarra desde el Valle de Lecrín cruzando el arroyo de Tablate que se salva mediante el puente de obra que existe y que lleva el mismo nombre, habiendo mantenido su funcionalidad hasta no hace mucho tiempo. En este trabajo vamos a esbozar las primeras líneas del estudio del citado puente, aportando algunos datos acerca de la cronología de su fábrica y disipando de esta forma algunas dudas sobre el mismo, utilizando una metodología que se encuentra directamente relacionada con la Arqueología (el estudio de la estratigrafía muraria de uno de sus frentes)
Por otra parte, su estudio requiere la conexión de varios elementos para poder explicarlo, tales como la vinculación al camino tradicional que ha dejado su impronta en el paisaje, a pesar de haber sufrido un proceso de destrucción muy intenso, a la cortijada de Tablate, antigua alquería nazarí, y al castillo de Lanjarón como elemento vertebrador de un territorio mucho más amplio. De momento nos centraremos únicamente en el estudio de los restos estructurales del puente.
Como ya hemos indicado, el puente de Tablate se encuentra en la vía tradicional de acceso a la Alpujarra que bordea el pie del monte de Sierra Nevada y cruza el arroyo del mismo nombre para, de esta forma, adentrarse hacia el de Lanjarón. El medio físico en el que se inserta está formado por un sustrato geológico de conglomerados de grano fino cementados con arena, por lo que el sustrato vegetal de la zona es muy pobre ante la escasez de suelos, predominando el monte bajo aunque la creación de bancales artificiales y los rellenos de tierra vegetal ha permitido el desarrollo de otro tipo de vegetación. Esta situación se ve modificada en las primeras lomas que dan acceso a la Alpujarra en donde existen depósitos cuaternarios sobre los conglomerados, siendo estas las únicas zonas que se han destinado tradicionalmente a la agricultura, tal como sucede en el caso concreto del paraje de Tablate, antigua alquería nazarí que se encontraba directamente vinculada al puente, a la explotación agrícola de su entorno y al camino de Lanjarón.
La existencia de un puente en esta misma zona se remonta a la Edad Media y aunque no aparece citado de forma directa en las fuentes árabes, los testimonios que nos han llegado tras la conquista castellana del reino de Granada así lo demuestran, junto con el análisis estructural de los restos que quedan visibles en la actualidad.
En la descripción que hace al-Udri de la cora de Ilbira no es citado, apareciendo únicamente Aryuba (Órgiva) la cual estaría comunicada con la costa por un lado y con el iqlim al-Laysar por otro, debiendo realizarse el tránsito hacia esta zona salvando el barranco de Tablate. Así durante la Edad Media dicho puente se encontraba entre los aqalim de Garnata (Valle de Lecrín) y de Farrayra (Lanjarón-Órgiva), encontrándose más próximo a la alquería de Tablate que debía depender del hisn al-Anyarun.
Las primeras referencias que poseemos de la existencia del puente se encuentran directamente vinculadas a la conquista del reino de Granada, debiendo pasar las tropas castellanas por el mismo cuando se conquista la Alpujarra en 1491:
«Y los cristianos lo pasaran mal sino fueran socorridos por Gonzalo Fernandez de Cordova, con la jente de su capitania, que apretó a los moros tanto hasta los echar adelante de la Puente de Tablate; donde a la priesa del pasar los cristianos mataron y tomaron muchos de los moros. Y en esta puente se hicieron tan fuertes que los cristianos no puedieron más pasar a ellos. Y como el marques vido esto, recogio su jente, rica con muchos despojos de seda y ganados y moros y se vino al Padul, do estava su Altera, el qual ubo mucho placer con su venida» |
El mismo hecho es relatado por Luís del Mármol Carvajal de la siguiente forma:
« (el Zogoibi) sabido el camino que el rey don Hernando llevaba, envió algunos alcaides con mucha gente de a pié para que ocupasen los pasos de Tablate y Lanjaron, por donde necesariamente habian de pasar los cristianos, no fueron parte para defendérselo, porque los capitanes del Rey acometieron el barranco de Tablate por la puente, y por otro paso dificultosísimo que estaba a la parte de arriba una legua de allí» |
Posteriormente, durante la revuelta mudéjar de la Alpujarra del año 1500, el puente fue destruido para impedir de esta forma que los ejércitos castellanos accediesen con facilidad, por lo que una vez sometida se debieron iniciar los trámites para su reparación.
Este aspecto aparece recogido en dos documentos del Archivo Municipal de Granada, ambos fechados en 1502 por los que los Reyes Católicos, a petición del concejo de Granada, toma algunas medidas al respecto debido a su importancia para la comunicación de la Alpujarra con el valle de Lecrín y de la Vega.
Los motivos quedan expuestos de forma clara en el documento con fecha del 30 de junio de 1502:
«Sepades que por parte desa dicha çibdad nos fue fecha relaçion por su petiçion que ante nos y el nuestro conçejo fue presentada diziendo que bien sabiamos como al tienpo que los moros del Alpuxarra se levantaron, quebraron la puente de Tablata, y diz que tienen mucha nesçesydad de la hazer e adobar (...)» |
Para conseguir el dinero suficiente e iniciar las obras se ordena que cada persona que pase por dicho puente pague en concepto de peaje 1 maravedí, al igual que cada bestia durante un período de tres años. El objetivo de esta recaudación no era únicamente la subsanación de los destrozos causados por la revuelta mudéjar sino que la parte sobrante se destinará «para el reparo de los camynos de las Alpuxarras porque los anexos son pocos y no bastan para ello» cuestión que está íntimamente ligada a la importancia que juegan los puentes en las redes viarias.
Para la ejecución de las obras se ordena tomar «maestros e personas espertas que sepan de la dicha obra» que posiblemente serían alarifes mudéjares que utilizan unas técnicas constructivas similares a las empleadas durante la época nazarí. Pero una obra de este tipo requiere un gran esfuerzo material y humano por lo que en su reparación intervienen, junto con la ciudad de Granada, todas aquellas villas que se veían afectadas por su destrucción así que los gastos serían repartidos entre los concejos de las Alpujarras y el de Granada, aportando cada uno según el uso que se hiciese del puente, debiendo tomar para ello parte de los ingresos provenientes de sus bienes propios:
«Asi lo que asi se quiere de gastar en la dicha puente se debe pagar de los propios de la dicha çibdad e de las dichas villas e lugares de la comarca o por repartimyento o por sysa» |
Posteriormente, una vez reparado, el puente funciona con normalidad hasta que en 1568 se produce la revuelta de los moriscos del reino de Granada, jugando de nuevo un papel fundamental en el acceso hacia la Alpujarra siendo destruido en el siglo XVI en este contexto tal como se narra en La Guerra de Granada de Hurtado de Mendoza
«El Marqués dejando guardia en Durcal, paró aquella noche en Elchite, de donde partió en orden camino de la puente; y habiendo enviado una compañía de caballos con alguna arcabucería a recoger la gente que había quedado atrás, para que asegurasen los bagajes y embarazos, y mandado volver a Granada los desarmados que vinieron de la Andalucía, tuvo aviso que los enemigos le esperaban, parte en la ladera, parte en la salida de la misma puente, y la estaban rompiendo» |
El puente se repara provisionalmente para permitir el paso hacia Lanjarón utilizando todo tipo de materiales y así se indica en el mismo texto:
«Reparóse la puente con puertas, con rama, con madera que se trajo del lugar de Tablate, por donde pasó la caballería: el resto del campo se aposentó en él sin seguir los enemigos, por ser ya tarde y haberse ellos acogido a lo fuerte, donde los caballos no les podían dañar» |
Finalmente a finales del XVI o principios del XVII es de nuevo rehecho en obra ya que es citado de 1610 con objeto de la expulsión definitiva de los moriscos:
«Pregonose el bando de la expulsión en la ciudad de Granada en dies y nuebe de enero deste dicho año, reserbando en Granada y su reino las casas ilustres de los cavalleros nobles y otros hijos de algo, descendientes de moros; y para que la expulsión de la dicha ciudad de Granada se hiciese quieta y pacificamente se puso en la puente de Tablate, entrada de las Alpujarras, una plaça de armas de gante de a cavallo de las costas del dicho reino de Granada» |
En el Catastro del Marques de la Ensenada se referencia su existencia, siendo objeto de algunas reparaciones durante el siglo XVIII y en el siglo XIX Pascual Madoz indica que su estado era «ruinoso»
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Estructura adosada la cara sureste que quedó visible tras el derrumbe |
Para el estudio del puente, el primer paso ha consistido en la realización de un estudio preliminar de sus características estructurales, ya que de su análisis posterior podremos observar cómo se pueden diferenciar distintas fases constructivas que pueden asociarse a varios momentos históricos.
El puente se ubica en un paso angosto del barranco de Tablate, no asentado directamente sobre el lecho del río sino en un escalón que forma la pared de conglomerados a cierta altura y que sirven de base para los estribos que actúan como pilares elevados sobre los que se asienta la zona de paso.
Los estribos están realizados en mampostería unida con mortero de cal pudiendo diferenciar dos fábricas distintas en los mismos. Su altura es variable pues el estribo de la izquierda, visto desde su frontal Sureste, tiene unos 11,75 m y el de la derecha unos 10 m aproximadamente.
Por otra parte presenta un arco de medio punto que se encuentra realizado en mampostería siendo la parte exterior de cantería aunque en la actualidad ha perdido algunas de sus dovelas, sobre todo en la zona de la clave y en su base, donde apoya directamente sobre la roca. El intradós presenta un aparejo bastante regular de mampuestos de tamaño mediano. Este arco se asienta directamente sobre los estribos, habiendo sido colmatado todo el espacio que queda entre ambos con distintos materiales constructivos y reutilizando otros, como se puede observar en el frente Noroeste en donde se aprecian restos de tapial realizado con la técnica medieval de la tabiya. Exteriormente conserva restos de enfoscado al que se le añadió otra capa de enlucido, visible en la parte superior y lateral del arco, tanto en su cara Noroeste como Sureste.
Sobre éste se encuentra una primera línea de aliviaderos o desagües, concretamente tres, que responderían a la primera fase del puente, sobre la cual se distingue una segunda línea de aliviaderos que sirve de asiento al paso, actualmente de tierra y de unos 20 metros de longitud aproximadamente.
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Reutilización de material medieval en las reparaciones modernas |
El derrumbe parcial de una parte del estribo en la margen derecha nos permite observar parte de la estratigrafía que nos muestra las distintas fases de construcción y uso del puente.
En primer lugar destaca la existencia de un muro adosado al actual frente perteneciente a un momento anterior al actual, realizado de mampostería, con cantos medianos unidos con un mortero más rico en cal que el del muro que se le superpone.
Entre este muro y la parte interior del estribo podemos observar parte de los aportes de tierra para unir y rellenarlos hasta el primer nivel de uso que correspondería a la línea inferior de aliviaderos y que cronológicamente debe asociarse a una fábrica del siglo XVI, con un nivel de paso mucho más bajo que el actual, encontrándose realizado en mampostería más o menos alineada y cubierta por una capa de enlucido y que debe asociarse a la reconstrucción del puente a finales del XVI o principios del XVII, tras la revuelta de los moriscos.
La segunda fase respondería a una remodelación del puente en épocas posteriores, en la cual se recrece el nivel de paso con un cuerpo de mampostería de factura más grosera y sin enlucido que llega hasta la segunda línea de aliviaderos. Posiblemente esta última fase constructiva pertenezca a las reformas que se le realizan al puente en el siglo XVIII pues en el Catastro del Marqués de la Ensenada ya aparece configurado estructuralmente como lo conocemos en la actualidad.
Hasta el momento hemos realizado un análisis estructural en base a la observación directa de los restos del puente de Tablate, pero un análisis pormenorizado del mismo puede aportar datos significativos no sólo sobre su fábrica y técnicas constructivas sino también de las fases constructivas de distintos momentos históricos que ya han sido apuntadas.
Por otra parte, hemos constatado la reutilización en la fábrica del siglo XVI-XVII de elementos anteriores, especialmente en la cara Noroeste en donde es claramente visible el uso de restos de tapial medieval, que se utiliza para rellenar los estribos por lo que hemos de suponer que éstos pudieran pertenecer a la estructura medieval del puente, que fue destruido en el siglo XVI en el contexto de la Guerra de las Alpujarras, como ya hemos visto.
Como análisis preliminar hemos realizado una primera aproximación a la estratigrafía muraria del frontal Sureste del actual puente de Tablate y hemos diferenciado dos elementos en el croquis que presentamos:
Las primeras están representadas por números romanos y son las siguientes:
En cuanto a las líneas interfaciales, con éstas hemos querido remarcar los distintos momentos constructivos y reparaciones del puente, aunque sería necesario la realización de un estudio más detallado de las mismas, tanto del frente Sudeste como del Noreste. De momento podemos avanzar que destacan aquellas vinculadas a los restos de los estribos medievales, las reparaciones sobre la fábrica de los siglos XVI-XVII y las ampliaciones del XVIII y XIX.
Vista general del frontal sureste del Puente de Tablate.
Todo esto nos lleva a concluir este trabajo de una forma clara: por una parte conocemos algunos datos esenciales acerca del puente, y por otro queda puesto de manifiesto la necesidad de profundizar en su estudio en la medida en que los puentes son unos elementos esenciales que nos han llegado como muestras de un determinado paisaje histórico.
Por tanto es necesario la realización de un amplio estudio que contemple una fase de trabajo de campo en la que se localicen y cataloguen todos los elementos patrimoniales de estas características; un exhaustivo trabajo de archivo para recopilar el mayor volumen de información acerca de los puentes y las vías de comunicación; y finalmente tomar las medidas oportunas para su conservación y puesta en valor en el contexto de la Alpujarra.