Alquerías de Padul, Dúrcal, Nigüelas, Cozvíjar y Cónchar

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Alquería y lugar de Padul

En 1571 existen 202 casas en Padul, dentro de las que se incluyen los molinos de aceite, los molinos de harina y los hornos. De todas ellas, únicamente estaban habitadas ocho, a consecuencia de la destrucción producida por los continuos enfrentamientos ocurridos en el lugar, no solo en la Guerra de 1568- 1571, sino tiempo atrás desde la Conquista de Granada. Hemos podido comprobar que Padul fue sistemáticamente destruido en los diferentes asaltos sufridos por las tropas castellanas y musulmanas28. Tal y como se encuentra la alquería en el momento de redacción del LAR en 1571, apenas quedan casas en pie y las que permanecen habitables están ocupadas por cristianos, ya que la población morisca había sido erradicada del lugar en su práctica totalidad. Algunos moriscos de Padul se encontraban en prisión o habían muerto, los más habían sido desplazados a otras regiones y otros en cambio se marcharon a la sierra en rebeldía con las autoridades castellanas. Francisco de las Cuevas es el único habitante morisco en la alquería, con lo que el elemento islámico queda prácticamente excluido de este lugar. Es probable que el número de casas en época islámica fuese bastante similar a este, por lo que la población medieval debió aproximarse a 200 vecinos, unos 800 habitantes.

Sabemos del estado y número de las casas pertenecientes a los cristianos por las anotaciones del escribano Matías Rodríguez (Ferrer, 1994, págs. 78-100), quien junto al Licenciado Pedro Guerra de la Vega toma posesión de ellas. Para sí mismo, se apropia de una vivienda que había sido propiedad del morisco de Padul llamado Alonso Alatdar. Otra de las casas, que antes era propiedad del morisco Bartolomé Alonso, pasó a manos de Juan de Álvarez, gobernador del pueblo. Por su parte, Alonso Pérez ocupa varias casas de moriscos, concretamente las casas de Baltasar de Zafra y la de Martín de Zafra (Ferrer, 1994, pág. 82). La casa que había sido de Diego Hernández Abuzaid, que había sido desterrado, estaba parcialmente destruida pero en la parte habitable se aposentó Rui García Gerillo.

Encontramos el particular caso de cuatro casas que habían sido propiedad de los moriscos Lorenzo de Granada, Diego López Soto, García del Campo y Martín de Santafé, todas juntas y que fueron derribadas y convertidas en fuerte (Ferrer, 1994, pág. 84). La casa en la que se indica que vive Pedro Teruel, había sido propiedad del morisco Gabriel Mexía. En el horno de cocer pan vive Pedro Rodríguez, vecino del lugar, aunque solo en la mitad porque la otra mitad era de la Iglesia. El resto de casas quedaron habitadas por los vecinos cristianos viejos del lugar.

Las viviendas como hemos dicho, se encontraban destruidas en su práctica totalidad pero no son descritas salvo algunos detalles como la existencia en algunas de ellas de corrales. Suponemos que las viviendas serían similares a la tipología típica del contexto rural nazarí. Por las medidas de las casas que podemos conocer por las relaciones de bienes habices de la Iglesia, vemos que el tamaño es muy irregular. Tal y como recoge Padilla Mellado en su trabajo sobre los habices de las Iglesias del Valle de Lecrín (Padilla Mellado, 2010), la información sobre las dimensiones y estructura de las casas de la Iglesia en Padul, no es muy detallada pero aporta datos interesantes. De las propiedades urbanas de habices eclesiásticos, son enumeradas varias casas que al deslindarse nos indican peculiaridades del entramado urbano así como de la morfología del lugar. La primera que encontramos en el estudio, alindaba con una calle que salía desde la Iglesia a la Rambla y que era la actual Calle del Cura. Además, constata la existencia de tinaos, al indicar que:

Alinda por una de las partes con la calle que va de lo alto del lugar a la Fuente y frente de la casa de Alonso Barbero y por otra parte con otra calle que va de la Iglesia a la Rambla y según se pasa por bajo de una portada de la casa caída de Hernando de Mena (Padilla Mellado, 2010, pág. 1063).

Con el deslinde de otras dos casas de bienes habices eclesiásticos se puede situar la Calle Real y contar con unas claras referencias de la trama urbana de Padul en el siglo XVI, una de ellas que:

Esta en el comedio del dicho lugar. Parte de ella está cubierta y el resto está hecha corral, [...] Linde por una parte con la Calle Real que pasa entre el horno y la rabita, por otra con casa de Francisco Gutiérrez, que al presente es alcalde y por la otra parte con otra calle que va delante de la puerta de la dicha casa (Padilla Mellado, 2010, pág. 1063).

Y la otra de las viviendas que:

Alinda por un lado con la Calle Real que va de las eras a dar a la casa de Alonso de la Corte y por delante la puerta el Camino que va a la Venta de lo Alto y esta frontero la puerta de la Iglesia (Padilla Mellado, 2010, pág. 1063).

Además, la casa que tenía dada a censo en 1592 Catalina de Sosa, estaba en la calle que va a la Fuente, donde se encontraba el horno del pan y justo en esa misma calle había un molino de aceite. Esa localización podemos aproximarla ya que el molino al que alude, coincide con el desaparecido Molino de las Moralas y al que, bajando por la calle de la Iglesia, se accedía a la calle donde está la Fuente del Lavadero. El horno al que se refiere estaba situado en la actual calle Horno, haciendo esquina con las escaleras de la calle Santísima Trinidad. También existía un solar que lindaba con el mesón y que estaba situado cerca del horno y de las eras, por debajo de la torrecilla y la rábita (Ferrer, 1994, págs. 133-137).

A través de la lectura de adjudicación de las casas y contrastando esta información con las construcciones que han pervivido hasta época reciente, hemos confeccionado un plano de Padul tal y como era en los siglos XV-XVI. Podemos observar cómo se configuraba un único núcleo urbano delimitado por el Camino Real en su parte superior y por la calle o camino de la Fuente del lugar por el lado inferior. Al lado de poniente, se encontraban las eras y las casas de Martín Pérez y al lado de levante, la Rambla constituía el elemento que marcaba el límite del casco urbano con las zonas de cultivo. Aparecen también los deslindes de las viviendas aportando una gran cantidad de información para entender la configuración urbanística rural nazarí y morisca de Padul. Del análisis de este último aspecto, podemos concluir que las casas de las familias se situaban juntas unas con otras conformando pequeños harāt o manzanas.


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Alquería de Padul (Padul) (siglos XV-XVI). Plano de elaboración propia, según los datos del LAR de Padul

Las casas de los padres lindan con las de sus hijos, e incluso hay ejemplos en los que las casas de los hermanos del padre también forman parte de estos conglomerados de viviendas. En lo que respecta al entramado urbanístico de la alquería de Padul, éste debió estar marcado por la sinuosidad y estrechez de algunas de sus calles. De ello tenemos constancia por la redacción en los deslindes de las casas, ya que en varias ocasiones se refiere a ellas, diciendo que dan a la calle pública. Al diferenciar este hecho, de manera indirecta nos indica que existían callejuelas para el acceso a las viviendas y que únicamente solían transitarse para acceder a ellas por sus propietarios.

Para complementar el estudio de la fisionomía de Padul en el siglo XVI, hemos extraído de los bienes habices pertenecientes a la Iglesia del lugar, la presencia de varias rábitas y hornos (Padilla Mellado, 2010). En lo que respecta a los lugares religiosos, se describen varios de ellos a lo largo de los mencionados documentos. El primero sería un lugar descrito como sitio de Iglesia vieja, que juntamente con otros tres lugares que fueron rábitas, conforman un amplio repertorio de lugares de culto:

Un sitio de Iglesia vieja que ahora está hecho corral. Alinda por una parte con el Camino Bajo que va a la Venta, por otra con la calle que va a la Fuente desde la casa de Juan de Vergara y es frontero de la casa de Pedro de Vera, y por otro lado con la calle que va por la puerta del Molino del aceite que está todo cercado de paredes altas.

Un sitio de rabita que estaba caída en estos años, que no tiene pared ninguna. El dicho sitio estaba a la parte de arriba del dicho horno y en medio de ambas piezas hay un sitio de calleja que solía ser, y por la parte de arriba de la rabita pasa la calle principal.

Le sigue un solar que fue rabita conocida como Rabita de Duraigua, que está toda caída. Tiene 29 pies de largo y 20 de ancho, Linde por una parte con casa de Juan de Santamaría y por otra con una calle que pasa por las espaldas de la casa de Antón de Morales.

Para finalizar estos centros de culto se describe una rabita que dicen de las Eras, con una torre vieja a su lado, que tendrá 20 pies de largo y otros tanto de ancho poco más o menos, que alinda por una parte con la calle que esta a las espaldas del Mesón que solía ser de la mujer de Vergara y por otra con otros solares caídos que habían sido casas (Padilla Mellado, 2010, pág. 1058).

Los macaberes de Padul que se mencionan en el LAR de 1571, aparecen también en el traslado de una pieza de Apeo fechada en 1592, en la que se relacionan los diferentes bienes habices de Padul, indicándonos que existían cuatro (Padilla Mellado, 2010).

Tenemos constancia de dos macaberes, uno en lo que el LAR describe como un corral colindante con la casa de García López Yaal y otro campo llamado mocavir colindante con la casa de Martín el Cambil. Respecto a la ubicación de los mismos, los que aquí se recogen, se encontraban en la parta alta de la alquería, junto al camino y por encima de las casas. Su extensión era amplia, ya que el primero ocupa una superficie de cuatro marjales, y el segundo tiene ocupa 18 marjales, es decir, dos fanegas.

Un tercer espacio de enterramientos estaba, según esta información, junto a las eras del lugar.

Un macaber que ahora está hecho haza, cercado de tapias caídas que será de cuatro marjales poco más o menos. Linde por una parte con un camino alto que entra desde el Camino de Granada por lo alto del dicho lugar, por otra parte con casa de Luis Pérez, que fue del Capitán Juan Álvarez y con casa que fue de Juan Orenda Vizcaíno y ahora la posee Pedro Romera, por la otra parte.

Un haza que solía ser macaber que tendrá más de dos fanegas de sembradura, que está en la Rambla. Alinda por un lado con el Camino de la Alpujarra, por el otro lado con la calle que baja del Barrio Alto a dar a la Fuente y por el otro con tierras de Francisco García y el hoyo donde suelen majar esparto, que es de la dicha haza.

Otro pedazo de tierra que solía ser macaber por encima del dicho pedazo. Está por encima de las casas y del camino que viene de Granada al lugar por la parte alta. Alinda con el mismo camino por una parte y por lo alto con unas peñas que la cogen casi toda por arriba.

Más dos marjales y medio de tierra macaber, en las mismas eras. Linde por una parte con ellas y el majuelo de los Cuevas y por otra con haza de suso por un rincón de abajo y con la Torrecilla del Ohimazula y el Camino que va a la Fuente por otra parte (Padilla Mellado, 2010, págs. 1064-1065).

Cuando comparamos estas informaciones con las que aparecen en el Catastro del Marqués de la Ensenada (en adelante CME) en 1751, vemos que el incremento de la población del lugar ha sido significativo porque tal y como responden en el interrogatorio del censo, existen 240 casas, con seis cuevas, tres cortijos y tres molinos. Sin embargo la estructura de la antigua alquería parece ser que se ha mantenido en su mayor parte. Tampoco disponemos de referencias para estructurar el urbanismo del pueblo, aunque a partir de algunas informaciones sabemos de la existencia de calles que continúan llamándose igual en la actualidad, como en el caso de la Calle Encrucijada.

A la Vigésima secunda pregunta digeron que habrá en esta Villa hai Doscientas y cuarenta Casas a corta diferencia, inclusas en ellas seis Cuevas, tres Cortijos y tres Molinos, de las quales hai once arruinadas y siete inhavitables, y están afectas todas al Real Censo de Población a excepción de una de Don Juan Perez de Errasty vecino de Granada; otra de los herederos de Don Juan Pedro Vivaldo desta vecindad y otra de la Capellanía que fundó Diego Hernandez de Bonilla, Beneficiado que fue de la parrochia de esta Villa, y responden29.

En definitiva, el paso de siglo y medio apenas cambió la fisonomía del lugar y el aumento de construcciones no supuso más que un incremento del 16,7 %. Es por tanto evidente que la morfología urbana de Padul apenas se modificó hasta fechas muy recientes, bien entrado ya el siglo XIX, acelerándose este proceso de una forma más evidente desde finales del XIX y principios del siglo XX.

Es en estos años cuando se construye el Barrio de Dílar con las gentes que llegaron por los terremotos del año 1884 (Martín Gijón & Martín Padial, 2011) y que poco tiempo después, al igual que el resto de la población, sufrieron una terrible epidemia de cólera.

La circunvalación al pueblo, que evitaba el paso de todo el tráfico de la costa por la sinuosa Calle Real y que se construye ya a principios del siglo XX, también modificó la estructura del lugar. Se trató de un proyecto elaborado para el gobierno por el perito del Estado Ricardo Puyol y el perito de los propietarios Rafael Trinidad con fecha de 1913. En definitiva, fue en estos años cuando Padul inició un rápido proceso de transformación del paisaje urbano, dejando atrás su diseño original.


Plano de Padul incluido en el Catastro del Marqués de la Ensenada, año 1751


Plano topográfico de Padul, fechado en 1897


Alquería y lugar de Dúrcal

Dentro del contexto islámico, a pesar de datarse el LAR de Dúrcal en 1572, atisbamos a través de la información que podemos extraer de sus extensas páginas, un asentamiento prototípico islámico en forma de alquería con una división en barrios o harāts, muy definida a través de los nombres de los mismos: Marjena (actual Marchena), Almohada alta y baja (Almócita), Celdelaque, Bala (Balina), Alauza y Audarro (Darrón), aunque también estaba el barrio de En medio que aparece mencionado en las adjudicaciones.

El dicho Lugar de Durcal esta dividido e apartado en seis barrios que se llaman Marjena, Almohada Alta e baja, Celdelaque, e Bala e Alauza e Audarro, e no hay mas de una iglesia donde se diga misa, que esta haçia el barrio principal, aunque en el de Marjena hay una ermita, hay ansimismo un barrio en el dicho Lugar que pertenece a su Majestad30.

Bajo el mandato del Licenciado Jusepe Machuca, encargado del reparto de suertes y Apeos de la mayor parte de las alquerías del Valle de Lecrín, se registra el estado de la alquería:

Hizo parecer ante si personalmente a Miguel Maldonado e Pedro Zapata e Francisco Mejia e Hernando Ramirez vez del dicho lugar e Miguel de Breza, morisco conocedor e de ello e de cada uno de ello recivio juramento en forma de derecho. E so cargo del aviendoles el dicho Señor Juez hecho algunas preguntas para averiguacion de lo contenido en su comision e instrumentos los susodichos hicieron la declaracion siguiente, Licenciado Jusepe Machuca. Ante mi Antonio Perez Escribano31.

Según las averiguaciones recogidas al inicio del LAR de Dúrcal, antes del levantamiento había en la alquería doscientos vecinos. Gracias a las declaraciones de los testigos moriscos de la alquería, tenemos acceso a parte de la realidad social de Dúrcal en aquellas fechas. Indican dichos testigos que existían doscientas casas, de las cuales, setenta había que repararlas y ciento treinta estaban habitables. Las casas que encontramos en cada harāt suelen estar junto a un huerto colindante con las mismas, con riego y con arboleda, preferentemente de moreras o parras jataguíes que a su vez se asocian a la presencia de un almez:

Este dicho lugar de Durcal esta a quatro Leguas de la Ciudad de Granada en el dicho Calle esta en el paso y Camino Real que ba de la dicha ciudad a la Alpujarra y otras partes, y a esta causa es lugar muy pasajero, e en el ai tres mesones que pretenden ser de cristianos viejos en tiempo de morisco, avia en el dicho Lugar doscientos vez poco más o menos, e agora al presente ai cien veçinos de la nueva población que por arrendamiento viven e residen en el dicho lugar en el qual ai ciento e treinta casas buenas e bien reparadas que se viven e avitan que estas pertenecen a su Majestad e otras que no se pueden avitar que estan muy maltratadas y es menester gran reparo para ellas setenta casas las cuales también se podrían vivir si en ellas se hiciese algun reparo aunque algunas estan tan perdidas que es menester casi hacellas de nuevo. La Yglesia del dicho Lugar esta buena e no quemada, ni caida, aunque la Sacristia tiene destechada faltandoles en las puertas cerraduras, tiene una campana e en ella se dice misa32.

 No se recoge en el LAR ninguna referencia a los nombres de los propietarios moriscos de cada una de las casas de Dúrcal repartidas a los repobladores. Hemos extraído y estructurado toda la información que aparece al respecto en el LAR elaborando unas tablas con todas las propiedades urbanas de la alquería, diferenciando cada uno de los harāts. Así mismo, se muestran los propietarios cristianos a los que pertenecen y las lindes de cada una de las viviendas, pero no disponemos de informaciones sobre sus propietarios moriscos.

En primer lugar, el barrio de Almócita tenía a su vez dos partes diferenciadas, Almócita Alta y Almócita Baja. En total, existían en este harāt un total de 32 casas con trece huertos, seis solares, además de una torrecilla y una casa mesón. A su alrededor se situarían las hazas de riego irrigadas con el agua de la acequia de Mahina. Este barrio, se encontraba rodeado por sus vegas a excepción de un reducido espacio de eras por uno de los lados.

El barrio del Darrón o Audarro cuenta con la existencia de treinta y cuatro casas asociadas a quince huertos. Además existía entonces un aljibe, que se conserva en la actualidad, junto al que las averiguaciones sitúan una plazoleta llamada asimismo del aljibe.

Existían seis aljibes distribuidos por los barrios de Dúrcal, por lo que suponemos que habría un aljibe en cada uno de ellos:

Los vezinos del dicho lugar beben e sirven del agua de las dichas açequias e tienen seis aljibes donde recogen el agua para beber e para servicio del pueblo, las cuales estan buenas, e dentro del dicho lugar no hay ninguna fuente mas de que fuera del pueblo en el termino Real de Granada cerca del Valle, que esta algo lexos del pueblo hay una fuente grande e de muy buena agua e cerca de ella otros manantiales e desta agua muelen los dichos molinos que estan dichos33.

En el barrio de Marchena había treinta y ocho casas a las que se le añaden tres solares, conformando el núcleo de población más grande de la alquería de Dúrcal. La zona de huertos es muy limitada ya que cuenta solamente con dos huertas junto a las viviendas. Únicamente disponían de una zona de vega situada en el lado inferior de la acequia que iba al Padul. Sin embargo, disponía de una iglesia, una rábita reconvertida en ermita, además de un aljibe.

Ubicado junto al Camino Real, se alineaba el barrio de Balina. Disponía de veintiuna casas y diez huertos asociados a ellas. Igualmente, por la adjudicación de la suerte de Francisco de Noguera, sabemos que incluía un corral y una alfarería. También existía un aljibe para almacenar agua. Este aljibe, se encontraba en el borde del espacio de vega como constatamos historiográficamente, ya que con fecha de 4 de abril de 1613, dentro de la suerte que reclama Marcos Pascual se incluye, «una haza en Balina de dos marjales alinde de Diego López y con haça de María Çamorana y de cara al algibe»34. El barrio contaba también con un horno para cocer pan.

Junto al barrio de Alauza, el barrio del Çocaque ocupaban la actual zona urbana situada entre la plaza principal y en dirección a Padul, junto al Camino Real.

En el barrio del Çocaque encontramos veinticinco casas junto a quince huertos adosados a ellas. También disponía en el entramado urbanístico de un molino de aceite y de un aljibe para abastecimiento de agua. Por último, junto a las casas se encontraba un cementerio o macaber.

En el barrio de Lojuela o Alauja había veintiuna casas a las que se adosaban dos solares, siendo el segundo barrio más pequeño de toda la alquería de Dúrcal, solamente por delante del Barrio de Enmedio. Este barrio se situaba junto a la calle Real que iba a la Plaza .

Por último, el barrio de En medio, el más reducido de la alquería de Dúrcal, con solamente dieciocho casas. Ocupaba la actual zona de la Plaza del pueblo, donde se situaba y sitúa hoy día la iglesia del lugar. Fue el núcleo en torno al cual se agrupó todo el entramado urbano de Dúrcal. Independientemente del reparto de casas que se recoge en el libro de Apeo, en este barrio encontramos edificaciones que no son apeadas por ser de cristianos viejos. Por eso, las recopilamos también, ya que forman parte del entramado urbanístico de este barrio y por consiguiente, del lugar de Dúrcal:

A nivel global de Dúrcal, observamos que existían doscientos vecinos antes del levantamiento, lo que arroja una horquilla de entre 800 y 1200 habitantes en épocas nazarí, mudéjar y morisca. Como era costumbre de la Corona, se repuebla Dúrcal con la mitad de vecinos cristianos respecto a la población islámica anterior, de forma que estadísticamente cada uno de ellos recibe la hacienda de dos moriscos. No obstante, las autoridades, sabedoras de las reticencias de los pobladores a hacerse cargo de gastos de mantenimiento, les obligan a conservar las suertes mediante la imposición de inspecciones de control que atestigüen el estado de las viviendas y su necesidad de reparo.

Será en 1594, cuando se reciba la visita de Don Diego de Mendoza, visitador de la población en este lugar. De las pesquisas que lleva a cabo obtenemos el estado de las viviendas a los veinte años de realizarse el Apeo. El estado de las viviendas es el que refleja el documento; treinta y tres estaban en buen estado y cincuenta y cuatro necesitaban reparación. Se hace esta visita el día cuatro de diciembre de dicho año pero no es posible acabar las diligencias y por tanto se vuelve a personar el representante legal el día nueve del mismo mes35.

Un elemento destacado de la conformación de las alquerías y de sus diferentes harāts, fueron los lugares destinados a enterramientos, denominados macaberes. Tal y como hemos comprobado en la alquería de Padul los lugares destinados a dar sepultura a los difuntos se repartían por toda la población, junto a las casas. Además, suele ser común que se ubiquen junto a algún camino según las descripciones que encontramos en los diferentes LAR. En el caso de Dúrcal, al estructurarse en barrios diferenciados, hemos podido constatar la existencia de multitud de macaberes repartidos por cada uno de ellos, más de una veintena, los cuales habían sido comprados por cristianos para poner sus tierras en labor, antes de la guerra y la posterior expulsión de los moriscos. En la declaración que hacen Isabel y Francisca de Leonís, con fecha de 19 de abril de 1572 se indica, entre muchas de las posesiones que reclaman heredar de su hermano y clérigo, una torre que linda con el macaber de Marchena, unos morales en el macaber que había en la haza que fue del morisco llamado Parrique, otro moral en el macaber de Almócita así como la posesión de un macaber propiamente dicho junto a una haza en el Pago de Marchena, lindando con las eras. Vemos cómo dichos espacios funerarios se sitúan junto a las viviendas:

Una torre con un pedazo de corral e una camara en el dicho Lugar de Durcal en el varrio de Marjena, linde con Casa e Corral de la Anfrana, e con el macaber de Marjena, e con dos calles […] Item tres morales, los dos detrás de las casas de Diego Herrero en un macaver en haça del Parrique e el otro en un macaver cerca de la casa de Juan Array […] otro moral entre dos pedazos de macaberes en el almoceta, que eran de Martín Almohafar […] Item una haça e un macaber que esta junto lo uno con lo otro en el pago de Marjena linde con las eras de Marchena36.

En el memorial que presenta Alonso de Cazalla, encontramos más macaberes, repartidos en Çocaque y Almócita de los que incluso se indica la extensión, que oscila entre el medio y un marjal:

Un macaber de medio marjal que tiene un granado que alinda con una senda que viene de Almocata a la Yglesia […] Un macaber por abrir, que sera un marjal linde casa de Diego Halid y casa de Juan Alburra y el cimenterío de la Yglesia. […] Una haça de riego de un marjal que era macaver, dicese macaber Alanaque, linde haça y olivar de García el Dubuz en Ajocaque, que alinda con haça de avices de su majestad37.

Desglosando el memorial y declaración de posesiones de Hernán Ramírez, que era el mesonero de Dúrcal, con fecha de 23 de abril de 1572 encontramos otros dos macaberes, que están junto a la iglesia del barrio de En medio el uno, y el otro a la salida hacia el campo:

Primeramente dos macaberes cada uno de un marjal poco más o menos el uno de ellos a las espaldas del cimenterío de la Yglesia linde de Solar que del dicho macaver se sacó, e tiene a censo Salbador Halí linde de haça y morales de Garcia el Muedan y otros linderos y el otro macaber es enfrente de huerta de Diego Lopez, linde de Lorenzo el Burce, e morales de los herederos de Alonso el Haní, e con eriazo de los Montaraces los cuales huvo, e tiene a censo perpetuo de Alonso de Cazalla, que los tenía antes de la Yglesia de que escrivio escriptura en forma, que paso ante Juan de Olivares, escribano publico del dicho valle su fecha a seis días del mes de Marzo de mill y quinientos e sesenta e dos años38.

Del vecino de Granada Íñigo Muñoz podemos constatar la propiedad en Dúrcal de diez macaberes, en pagos alejados de las casas pero igualmente diseminados por varios barrios de la alquería. Lo hace constar a través de su memorial y declaración de bienes y posesiones con fecha de 21 de octubre de 1572:

Item un macaver de tres marjales y medio linderos tierra de Gonzalo de la Torre e de Lorenzo de Toledo. Item otro macaver de marjal y medio en el pago de la Rambla que dicen micota, linde con el camino de Granada. Item otro macaver en tres pedazos en el pago de Almazara de tres marjales, linde de tierras de Hernando Murca. Item otro macaver de dos marjales linde de tierras de Garcia Padilla. Item otro macaver en el pago de Arzoaque de marjal y medio, linde de Juan Alberca, e con haça del Conchí. Item otro macaver de un marjal en el pago de alcolaque linde de haça de García Dubar e del Macoche. Item otro macaver en el dicho pago de Alcolaque de dos marjales linde de haça de Pedro Adulaci. Item otro macaver en dos pedazos en pago de Vallina de quatro marjales linde de tierra de Lorenzo Eludí. Item otro macaver en pago de Valeman de dos marjales, linderos haça del Cerrez. Item otro macaver [...]39.

Alonso de Cazalla, declaraba igualmente poseer varios macaberes repartidos por toda la alquería, insertos unos en el núcleo de los barrios y otros junto a los pagos de cultivo. Igualmente, por las lindes de otras de sus propiedades localizamos otros macaberes, que fueron tan abundantes en el Dúrcal morisco. En este sentido al reclamar la posesión de un horno en Balina, se nos indica la linde con uno de estos lugares e igual sucede con la posesión de una rábita en el mismo barrio, que linda con el aljibe del lugar y con el macaber:

Un horno caido en el varrío de Balinda que el dicho Alonso de Cazalla hizo labrar año de mill quinientos sesenta y tres que alinda con haça y macaver de la Yglesia, que al presente tiene Íñigo Muñoz, y con morales de Hernando el Coton, que tiene agora Francisco el Corayman.[…] Una rabita en Valina que tiene en largo veinte y siete pies y en ancho veinte pies con un pedazuelo de macaver que en su linde, que eta junto a el aljibe y linde haça de Juanes de Solana y el Camino que ba a el Alpujarra40.

Seguidamente, el memorial de Íñigo Muñoz indica que también posee un macaber de medio marjal en Balina, otro de la misma superficie junto al camino que une Almócita con la Iglesia, aquel que se encontraba junto a los habices del Rey y que medía trece pasos. Un macaber que medía un marjal y que se llamaba Alanaque, en el barrio del Çocaque junto a los habices del Rey; medio marjal de macaber junto al camino de Nigüelas; otro junto al camino que salía de Almócita la Alta hacia las Eras y la Sierra también de medio marjal; y el mayor de todos hasta ahora, de tres marjales de extensión en el barrio de Marchena, lindando con los habices del Rey.

Un macaver de medio marjal en Valina linde haças de Bartolome el Urayma y Francisco el Correbí.[…] Un macaber de medio marjal que tiene un granado que alinda con una senda que viene de Almocata a la Yglesia.[…] Un pedazo de haça macaver de trece pasos en una cavezada de haças de avices de su majestad y alinda con un aceytuno del Bernabel Hajin.[…] Una haça de riego de un marjal que era macaver, dicese macaber Alanaque, linde haça y olivar de Garcia el Dubuz en Ajocaque, que alinda con haça de avices de su majestad.[…] Un pedazo de macaver de medio marjal que alinda con haça de García el Dubuz por dos partes y el camino que ba de Nigüelas a Granada y con aceitunos de Alborayax.[…] Un pedazo de macaver de medio marjal en el mocatal alta linde con casa y huerta de Miguel Montarax, y el camino que ba a las eras de Almoceta, y a la Sierra […] Una haça que fue macaver en Marxena de tres marjales linde con haça de avices de su majestad y con haça de Lorenzo el Boruque y Juan el Harrar y Pedro de Nabas Alaceraque41.

Por su parte, Francisco Calderón, vecino también de Dúrcal, con fecha de 3 de mayo de 1572, reclama la propiedad de diversos bienes entre los que se incluye un macaber en el barrio del Darrón que mide dos marjales y otro donde se construyó su casa, que le fue otorgado por su padre Juan Calderón:

Dijo, que el tiene e posee por erencia de sus Padres un pedazo de viña macaver que sera de un marxal poco más o menos donde tiene labrada una casa en el dicho Lugar linde el Zayate, e del molino de aceyte de García Alpujarrí, que es hasta una senda que tiene el dicho pedazo por medio del Cavo de abajo, e ansimismo otro pedazo de macaver en el pago del Darrón de dos marjales que solía ser viña42.

Por último, las posesiones reclamadas en su memorial y averiguación por Damiana de Soto, viuda de Rodrigo de Zaragoza, con fecha de 23 de abril de 1572, también contienen varios macaberes que ya eran propiedad de su marido mucho tiempo antes del levantamiento Morisco. Uno de ellos alinda con el camino de Nigüelas, otro está en Almócita la Alta junto al mismo camino e incluso se indica su nombre en aljamía que es macaber Almocala; otro se localiza en el barrio del Çocaque justo detrás de las casas y estaba dividido en dos pedazos, lindando uno de ellos con otro macaber que era propiedad de Íñigo Muñoz tal y como hemos indicado anteriormente:

Item una viña en el pago de Aldarroca, que era Macabeo, en que abra seis marjales con olivos, e un moral, e otros arboles que se dice macaver Alcudia, linderos el camino que ba a Niguelas, e haça de Cristobal de Baeza, e haça de Andres Alid, e haça de Garcia el Laují. Item otro macaver en el pago de Almocita la Alta linde del camino que ba a Nigüelas, e haças de la Yglesia por las dos partes que se dice Macaver almocala. Item otro macaver en el pago de Azocaque detrás de las casas de Hernando Acerreb, que es en dos pedazos, e el otro pedazo que es el alto entra en este traspaso el qual está linde de otro macaver de Íñigo Muñoz, e ciertas veredas e caminos lo qual todo el dicho Rodrigo de Zaragoza tenía a censo perpetuo de la Yglesia por traspaso que le hizo Juan Calderóon el viejo como constó e pareció por escripturas otorgadas por el tesorero de las Yglesias e por el dicho Juan Calderon mucho tiempo antes del alzamiento de este Reyno, que están signadas e firmadas del escribano publico de que hizo demostracion43.

La fisionomía urbana de la alquería de Dúrcal se completaba con la presencia de dos torres, en los barrios de Marchena y de Almócita respectivamente. Igualmente, la alfarería de la alquería estaba dentro del barrio de Balina y en el Çocaque también hubo un molino de aceite.

En el lugar central se transformó la mezquita en iglesia, que ocupó su espacio en la plaza del barrio de En medio.

El número de casas que conforman el casco urbano de Dúrcal aumentó tras el paso de siglo y medio. En el CME se dice que en el pueblo había 226 casas en las que vivían 210 vecinos. Cinco de ellas están en el campo porque son cuatro molinos harineros y un molino de aceite. Además, de las restantes hay nueve que están arruinadas. Sin embargo, en las respuestas particulares encontramos una incongruencia ya que recogen que en el pueblo hay 235 «casas las dos de ellas arruinadas y las doscientas treinta y tres habitables; treinta y tres corrales e uno arruinado»44.El aumento respecto a las informaciones de los conocedores cuando aluden a «tiempos de moriscos» es de solamente 26 viviendas. Por tanto, podemos decir que superado el trance de la expulsión de los vecinos moriscos del lugar, cuando la repoblación supuso el reparto de todo el lugar en cien suertes, se tardó siglo y medio en volver a unos niveles de población similares a los existentes en el Dúrcal islámico.

El crecimiento de los barrios y la configuración actual del pueblo tendrán lugar ya en la segunda mitad del siglo XX, cuando sus barrios se unen entre sí eliminando la mayor parte de los espacios de vegas situados entre ellos.

En 1930 podemos ver un plano croquis que muestra la disposición de los barrios del pueblo a lo largo de la carretera, antiguo Camino Real de Granada a la Alpujarra. Los barrios de Almócita y el Darrón, que ya se mencionan en el apeo, aparecen aún separados del resto de los barrios. Sin embargo los demás sí están integrados en un núcleo, que se amolda al recorrido de la principal vía de comunicación que supone la carretera o antiguo Camino Real a la Alpujarra. No quedan especificados en el plano los solares de las casas, lo cual nos permitiría contabilizar las viviendas pero sí se delimita el contorno de las manzanas de casas o barrios. Observamos como los espacios inmediatos a las casas están ocupados por huertos, tal y como se menciona en los repartos de suertes del LAR, conformando los núcleos de casas un archipiélago de islas rodeadas de los espacios de regadío.

Plano de Dúrcal en el Catastro del Marqués de la Ensenada, 1752


Dúrcal en la década de 1930 www.adurcal.com/enlaces/planos30/1930_1.htm 

Comparando esta situación a través de imágenes aéreas tomadas en los años cincuenta y en la actualidad, podemos apreciar la estabilización del crecimiento urbanístico de Dúrcal durante siglos que se verá alterada de cuarenta años a esta parte. La ocupación moderna de las vegas por las casas, resultó inevitable para el crecimiento del pueblo, ya que era imposible crecer y extender el núcleo urbano sin ocupar zonas de regadío, puesto que más allá de las casas se encontraban las huertas. El abandono de los criterios de aprovechamiento ancestrales, hizo que las zonas dedicadas tradicionalmente al riego fuesen destruidas para edificar viviendas. Siendo la sustitución de espacios de cultivo tradicionales una práctica contraria a la racionalidad ecológica campesina, las vegas de la localidad han sido mermadas de forma considerable. A ello hay que añadir el trazado de la N-323 por mitad de la vega de Almócita, que eliminó varios cientos de marjales de cultivo de regadío.

Alquería y lugar de Nigüelas

Para el análisis del espacio urbano de la alquería de Nigüelas nos hemos basado historiográficamente en el estudio de todas las adjudicaciones que se recogen en su LAR. Podemos comprobar que se repartieron 186 suertes, adjudicadas a cristianos viejos, bien de la nueva población o ya asentados en el lugar antes de la expulsión morisca. La morfología de las viviendas, al parecer, no difiere demasiado de la que podemos constatar en otras alquerías estudiadas y pertenecientes a otras zonas del Reino Nazarí. Junto a las casas, se ubicaban zonas dedicadas a diferentes usos.

Comprobamos que en la conformación y estructuración del entramado urbano aparecen 10 corrales, 41 solares y 131 huertos. Si bien los huertos no son un espacio propiamente urbano sino más bien agrícola, es necesario precisar que en el contexto de las alquerías nazaríes del Valle de Lecrín, constituyen un elemento que aparece sistemáticamente. Aunque en las informaciones de las que disponemos no aparecen referencias al respecto, podemos argumentar que la alquería medieval de Nigüelas estaba estructurada en varios barrios, que sin embargo no fueron percibidos así por las autoridades cristianas.

El juez de población, según recoge su escribano Antonio Pérez, aduce que, «Esta todo este lugar en un barrio junto» (Ferrer, 2000, pág. 83). Posteriormente, en la redacción del libro encontramos dos referencias que contradicen la primera afirmación. La primera de ellas aparece dentro de una petición realizada por el morisco Álvaro de Baeza, vecino de Nigüelas, quien solicita a las autoridades, con fecha de 13 de mayo de 1572, que se le consienta conservar sus bienes. Adjunta, al parecer, una petición presentada en el Consejo de Granada que fue refrendada por el secretario del susodicho consejo don Alejo de Paz, en la que se mandó que le permitieran conservar sus bienes. Entre estos se encontraba la casa donde vivía y que ubica en el Barrio Alto:

Alvaro de Baeza, Morisco, en nigueles trece dias del mes de mayo de mili y quinientos y setenta y dos años, ante el dicho Señor Juez e por ante mi el dicho escribano por parte de albaro de baeza morisco vecino de nigueles se presentó una petición, presentada en el consejo de granada con un decreto, refrendada de Alexo de Paz secretario del consejo de guerra por la qual se manda que por aora le dejen a albaro de baeza gozar de la hacienda que tenia en nigueles, e que ninguno se lo impida, ni perturbe el labrar e gozar de ellos, probeyose en Granada a beinte y cinco de septiembre de mill y quinientos y setenta y cinco años. Despues de lo qual parese que en onze de noviembre de mill y quinientos y setenta y un años Bartolome Conde alguasil mayor del valle por ante Pedro de Ledesma, escribano publico del, le metio e amparo en su hacienda que son las posesiones siguiente: Una casa en el barrio alto enfrente de la Huerta de Vilches (Ferrer, 2000, pág. 107).

La segunda de las referencias a la realidad de un lugar estructurado en barrios recogida en el LAR, aparece en un reconocimiento de las posesiones de los menores de Pedro de Vílchez, apodado Piedepalo. Se trata de una información fechada el 12 de mayo de 1572, en la cual, dos vecinos moriscos a modo de conocedores, son preguntados por las posesiones de la hija de Pedro de Vílchez. Se trata de Lorenzo de Moya y de García de Jaén, quienes junto a Andrés Pariente, vecino cristiano viejo y antiguo del pueblo, testifican diciendo que la susodicha tiene una casa en el Barrio Bajo:

En Nigueles a doze dias del mes de Mayo de mil y quinientos y setenta y dos años el dicho Señor Juez abiendo sido informado que en el dicho lugar y en termino pretende tener derecho a ciertos vienes y posesiones de Ines Viches, menor, hija de Pedro de Viches piedepalo, cuyo curador es Gaspar de Vilches, vecino de granada, el cual, aunque fue citado, no aparecido para averiguación de la Hacienda, que el dicho Señor Juez de su oficio hizo parecer ante si personalmente a los dichos Lorenzo de Moya e García de Jaen moriscos e conocedores del dicho lugar, e Andrés Pariente cristiano biejo antiguo, vecino del e de ellos, recibio juramento en forma de derecho, so cargo del cual, mando digan y declaren las posesiones e bienes que en el dicho lugar tiene e posehe e le pertenecen a la dicha menor, los quales prometieron de lo ansí hacer y cumplir, e declararon las posesiones siguientes: Primeramente una casa en el dicho lugar en el Varrio de abaxo, linde casas de anton pariente por una parte, e por otra con casa de anton lorenzo, con huerta de ocho marxales, poco mas o menos, la qua es del dicho Pedro de bilchez y tenía a censo perpetuo de la yglesia (Ferrer, 2000, pág. 108).

Cuando estudiamos las propiedades existentes en el CME de Nigüelas en 1752, las respuestas al interrogatorio y las informaciones generales recogidas por la administración indican que, curiosamente, el número de casas presentes en Nigüelas, ciento ochenta años después de la elaboración del LAR, es igualmente de 186, todas en buen estado, excepto siete que están en ruinas. Esto significa que no aumentó en absoluto el número de casas existentes en el pueblo. Del mismo modo, comprobamos que perviven dos molinos harineros que muelen con el agua de la acequia y también subsiste una almazara de aceite, que probablemente es la Almazara de las Laerillas.

Por último, tenemos la presencia de una venta en el lugar tal y como era habitual en la mayoría de los pueblos. Resulta evidente que transcurridos ciento ochenta años, se había fosilizado el número de viviendas. No se modificó entonces la morfología del pueblo respecto a la alquería islámica. Puede ser que algunas de las casas en este momento ocupen espacios que en el LAR se recogían como solares y que algunos de los hogares sufriesen el paso del tiempo y se derribaran para construir otros nuevos.

En definitiva, presenciamos la perpetuación de un espacio urbano esencialmente de diseño islámico, aunque adaptado a las condiciones impuestas por el grupo social que lo sustituyó. Aún hoy, la estructura y morfología del pueblo de Nigüelas se nos presenta como un paisaje en gran parte relicto, que deja entrever las influencias que condicionaron su diseño original. El entramado urbano de calles sigue respetando el trazado original de las acequias que atraviesan el pueblo en busca de las vegas, aunque se hayan ocupado zonas anteriormente dedicadas al cultivo, junto al barranco del Río Torrente, o encima del Pago del Ramil hacia el Camino de Dúrcal. Igualmente, el crecimiento hacia la parte alta del casco urbano, como en el caso del barrio de la Alhambra, ha provocado que las originarias hazas de regadío situadas por debajo del Partidor de la Acequia se hayan transformado en casas.

Lógicamente, se incluyen dentro de la alquería de Nigüelas una serie de lugares dedicados a los enterramientos. El primero que encontramos en las páginas del LAR es una referencia dentro del memorial de Alonso de Cazalla, quien posee cuatro morales, « [...] dos de ellos en una esquina de un macaber que Juan de buches tiene puesto de Morales a las espaldas de la yglesia del dicho lugar» (Ferrer, 2000, pág. 136). La segunda y última referencia a macaberes aparece dentro de la suerte de la Sacristía, a quien al adjudicarle una casa en la calle que va a la iglesia, se le proporciona otra accesoria a la primera, encima del molino alto, que alinda con el macaber:

Se apreció la casa de morada a esta suerte y vecindad de la sacristia, y dasele para su cumplimiento la acesoria, que alinda con Juan de Prados, otra arriba del molino alto, que alinda con el macaber, con que se cumplio (Ferrer, 2000, pág. 136).

Dentro de la alquería existió una torre, tal y como se indica en la relación de bienes del vecino del lugar, el Doctor Ojeda: «un huerto que está en el dicho lugar, e linde una Torre que se llama la calahorra, que tiene dos morales y un limón y otros árboles» (Ferrer, 2000, pág. 122). También existía una plaza en el centro del pueblo, donde estaba el horno de pan. La iglesia constituía otra de las edificaciones principales del lugar y anteriormente la mezquita fue el elemento que ocupó este espacio. Podemos encontrar aún hoy en la plaza del pueblo, un aljibe que suministraba agua a la población y que se data en época medieval. En referencia a este aljibe, los habices de Nigüelas incluían un sitio de iglesia vieja, justo enfrente del mismo que lindaba con la calle y con la acequia que regaba el Pago del Ramil:

Un sitio de Iglesia vieja, frontero del aljibe del agua, que por la parte del aljibe linda con calle y con la acequia que va a dar al lugar del Ramill, y por la parte de arriba con una calleja angosta que pasa por el dicho solar de iglesia y casas, por el poniente con una calle que va a dar a la dicha acequia y esta frontero del horno de la iglesia que está en medio del lugar (Padilla Mellado, 2010, pág. 932).


Partidor de Nigüelas http://www.adurcal.com/mancomunidad/guia/niguelas/partidor/partidor.jpg


Plano de Nigüelas en el CME en 1752 http://www.adurcal.com/enlaces/cultura/zona/historia/ensenada/niguelas2.jpg

Alquería y lugar de Cozvíjar

La alquería de Cozvíjar se organizaba en un único barrio. De su LAR obtenemos la siguiente tabla en la que se recogen un total de 33 casas. Junto a las casas, existían solares para edificarlas. De su existencia sabemos por las escrituras de los bienes habices de la Iglesia en Cozvíjar (Padilla Mellado, 2010). Había dos solares que tenía a censo Juan del Muchí junto a la iglesia. Por tanto, el casco urbano estaría conformado al menos por estas treinta y cinco edificaciones, treinta y tres casas y dos solares, pero es posible que existieran algunos más pertenecientes a los Habices del Rey. Conjuntamente con las casas, aparecen cuatro corrales en los repartos. Si consideramos las escrituras de censo que otorgaba la Iglesia en Cozvíjar, podemos añadir al entramado urbanístico de la alquería, la existencia de un horno de pan y varias casas que también aparecen en el LAR (Padilla Mellado, 2010, pág. 437). Si llegaron a existir varios macaberes islámicos, solamente tenemos referencia por el LAR de uno de ellos. Así, en la media suerte adjudicada a Ana de Bedmar, su huerto, situado a espaldas de su casa linda con el llamado «macaber del doctor».

Tiene un huerto detras de su casa con una noguera y dos pies de morales y los demas arboles que le pertenecen que tiene cuatro celemines de tierra linde corral de Juan Lebrero y macaber del doctor y casa de Juan de Alba45.

Cuando analizamos el CME de Cozvíjar con el objetivo de estudiar su evolución demográfica y urbanística, apreciamos que transcurridos ciento ochenta años desde la repoblación que se refleja en el LAR, el número de casas ha aumentado justo al doble de las que existían en 1572, pasando de 33 a 70 casas46:

A la Vijesima secunda pregunta Dijeron abra hasta setenta casas y yabitable una por estar casi arruinada y aunque esta Villa es de Señorio no contribuie nada a el Dueño por razon de otras casas y Responden47.

Todo esto supone obviamente que la población aumenta durante este periodo hasta los ochenta vecinos: «A la Vijesima prima dijeron que el numero de Vezinos de que se compone esta Villa sera de ochenta; y tres de ellos en Casas de Campo y Molinos y responden»48.


Mapa de Cozvíjar en el CME, 1752

Alquería y lugar de Cónchar

La alquería de Cónchar se engloba en una tipología de asentamientos islámicos rurales de ladera al igual que ocurre con Nigüelas, Dúrcal y Padul (Guinot & Sema, 2012). Dentro del núcleo urbano había 47 viviendas, una mezquita, una rábita y varios macaberes, todo ello completado por un espacio de eras agrupadas. Era común la existencia de aljibes para el suministro del agua de boca. No aparece ninguna referencia que apunte a la existencia de aljibes. Por tanto, este consumo de agua se daría a través de los manantiales que existían dentro del pueblo y en sus inmediaciones.

Tampoco disponemos de documentación sobre el número de viviendas de Cónchar en época medieval por lo que nos basamos en documentos posteriores a la conquista castellana como son las cartas de censo, los bienes habices o el LAR de la localidad. De todos estos recursos historiográficos, encontramos que la fuente más completa al respecto es el LAR fechado en 157449 del que no se ha conservado el apeo aunque sí el repartimiento de suertes. La redacción del mismo no es muy exhaustiva en cuanto a la recopilación de nombres de pagos, de propietarios moriscos de las hazas o de las casas. Incluye el reparto de suertes pero no el deslinde ni el amojonamiento, por lo que conocer el número de casas se ha conseguido con el examen de todas las suertes repartidas.

Tras la toma de posesión por parte de la Corona de todas las propiedades que eran de moriscos no se transforma la fisionomía de la alquería, o al menos no de manera significativa. Se adjudican en suertes todas las propiedades y cómo es norma en la repoblación del Reino de Granada, tomaron como referencia la población morisca existente antes del levantamiento de 1568 y decidieron la instalación de la mitad de nuevos vecinos cristianos, por lo que las propiedades respecto a las de sus predecesores era estadísticamente del doble.

Adaptadas al recorrido de la acequia principal que surte a las tierras de regadío, las casas y calles ocupan un espacio que limita el uso de algunas tierras irrigables en el trayecto urbano de la canalización.

El trazado de la calle principal es el Camino Real de Melegís, que supone el tramo en Cónchar del Camino Real de Granada a Motril y que atraviesa toda la alquería.

Existía también una plaza delante de la iglesia que fue mezquita años antes.

Con un trazado paralelo e inferior a la Calle Real discurre la acequia principal, mediando el espacio de una casa entre la calle y la misma. La constatación de todo esto la tenemos en la descripción del reparto de suertes de los distintos vecinos repobladores:

Pedro Fernández (el casado) hijo de Atanasio Fernández, sucedio a Juan Melguizo, una casa y una accesoria y otra accesoria que alindan con la calle principal y por el cabo de abajo con la acequia50.

Igualmente, en la adjudicación de la suerte de Bartolomé de Martos se puede leer que «Bartolomé de Martos tiene en su hacienda una casa en la calle real que alinda con el abad y por el otro cabo con Pedro Fernandez y con la acequia»51. Por otra parte, encontramos más adelante que, «Tiene Juan de Aguilera en su suerte una casa con su accesoria que alinda lo uno con lo otro y con la acequia principal y la calle Real»52. También podemos contrastar la presencia de las canalizaciones por el trazado urbano de la alquería en el relato que se hace de la suerte del Curato:

Tiene en su hacienda una casa y una accesoria al lado con un huerto y el huerto tiene dos morales y una albercoque y una parra y cercado de dos tapias en alto que alinda con la propia acequia y casa y la casa alinda con calle real y con casa de Bartolomé de Martos53.

En el caso de estas viviendas, disponemos de datos fechados en 1541 procedentes de los bienes habices del lugar. En esa fecha los tenía a censo el Bachiller Diego Leonís aquellos que eran propios de la iglesia. Una de las casas tenía linde por una parte con Luís Espinosa, la Calle Real y tanto por la parte de abajo como por el lado restante lindaba con dos acequias, que serían ramales de la que va a regar los huertos hondos, tal y como indica en el Apeo.

La segunda de las casas mencionadas en esta escritura de censo, disponía de un huerto. Los deslindes de esta segunda casa son con otras viviendas, de la que conocemos los nombres de sus propietarios moriscos: por una parte con la casa de Benefar el Viejo y por otra parte con la casa de Abenuja.

La última de las moradas es una casa que se encontraba caída, con una torre, que había sido de la Rábita. Cinco años después, en 1546 estas propiedades las toma a censo perpetuo Miguel el Nayar. Los datos mencionados anteriormente aparecen de la documentación de esta forma;

Sucedió Antonio Álvarez / sucedió Miguel de Martos; Sucedió su hijo en esta suerte a el poblador Alonso de Yllanes, tiene en su hacienda una casa con una accesoria a las espaldas junto a la puerta de la iglesia y por el otra parte de la acequia54.

La segunda referencia nos indica los linderos únicamente con viviendas; «Juan Ruiz Callejón tiene una suerte y en su hacienda tiene una casa en calle real y una accesoria en las espaldas que alinda con Juan Moreno y con Juan Ruiz Duque»55.

La acequia principal de suministro de la alquería se divide a la entrada de Cónchar en dos ramales.

Al tener un carácter prioritario el riego, la canalización pasa por las calles lindando con algunas propiedades, ya sean casas o huertos:

Atanasio Alonso Fernández, natural del Reino de Galicia (5 suertes), una casa encima de la iglesia y una accesoria debajo de la acequia que alinda la casa con el cementerio y con la calle que va a Melegís56.

Conjuntamente con la mezquita principal de la alquería, existía en Cónchar una rábita incluida dentro del núcleo poblacional. Sabemos de ella por una carta de censo fechada el 5 de septiembre de 1547 a favor de Diego de Leonís, que junto a otras propiedades urbanas, en este caso tres casas, recoge la escritura que, «hay así mismo una Rábita junto con ella que se llama la Rábita de Hazacel» (Padilla Mellado, 2010, pág. 364).

El estado de las casas de Cónchar unos años después del repartimiento parece haber empeorado. Algunas de ellas habían sufrido un gran deterioro al ser abandonadas por sus adjudicatarios. Para prevenir y subsanar estas incidencias, las autoridades instauraron un mecanismo de visitas que registrasen el estado de las propiedades dadas a los repobladores. Como resultado de esta situación, se hace constar un auto de la visita del responsable de esta actuación en el lugar, quien advierte a los vecinos de las consecuencias de la dejadez de algunos de ellos en el cuidado de sus suertes:

En el lugar de Meligis del Valle a treinta dias del mes de junio de mil y quinientos y noventa y tres años su merced de don Diego Hurtado de Mendoza bisitador de los lugares de la nueva población deste reyno Por su magestad aviendo visto la visita que a hecho del lugar de Concha del Valle proveo en ella lo siguiente. Hazeseles cargo a los alcaldes y regidores que han sido y son del dicho lugar que no an tenido cuydado ni procurado que los vecinos le tengan del veneficio y reparo de las casas antes están muchas dellas con necesidad de reparos y otras maltratadas particularmente están maltratadas las casas de Bartolomé de Martos, la del cura, la de Gil Alonso, la de Juan Ruiz Callejon, la de Melchora Rodriguez, la de los menores de Aguilera, la de Juan Moreno, la de Martin Jimenez, la de Pedro Fernandez El Mozo, las de Juan Duran, la de Juan Bautista el Mozo; en lo qual se dan por culpados los dicho vecinos y los dichos alcaldes y regidores a los quales se le manda que desde luego a premien a los dicho vecinos a que baya alçando y reparando las dichas sus casas como son obligados por las escripturas del censo y sola pena della y para ello le enbarguen los frutos de sus haciendas con apercivimiento que sino lo hizieren el danio resçebido de que adelante se recebir se cobrara dellos y de sus vienes y para que entiendan de la manera que a esto an de acudir se les notifique el auto por su merced proveydo en veynte y nueve de diciembre del anio pasado de quinientos y noventa y dos57.

Respecto a la presencia de hornos de pan tenemos que utilizar otra documentación para localizarlos. Gracias a las escrituras de censo de moriscos conservadas en el Archivo Histórico Arzobispal de Granada (Padilla Mellado, 2010), advertimos la relación de dos hornos de pan, que perteneciendo a los bienes habices de la Iglesia de Cónchar estaban dados a censo.

Uno de ellos lo tomó a censo en 1547 María Ruiz, por una cantidad de 1020 maravedíes. Este edificio está incluido en el pueblo ya que se indica claramente que alinda con la casa de Mateo Lecano y también con la de Bartolomé Guzmán. El otro horno de pan cocer, era de mayor tamaño ya que se arrienda por una cantidad superior, 7875 maravedíes, a los hermanos Lorenzo y Bernabé Marche. Ambos hornos se incluyen en la relación que aparece en el Libro Becerro. El primero que hemos mencionado nos señala que la propiedad en la que se encuentra tiene una superficie de medio marjal, que alinda con una acequia, aunque no dice cual y que es atravesada por el camino que va al río (Padilla Mellado, 2010, pág. 359), mientras que del segundo no se indica. Finalmente, sabemos de la existencia de una rábita añadida a la existencia de la mezquita, ya que cuando en una escritura de censo fechada el 5 de septiembre de 1547, hace la descripción de una de las casas que poseía Miguel Nayaz en 1547, la deslinda con las casas de Miguel Pérez, la de Domingo Pérez y con la Calle Real, de la que no especifica si es la Alta o la Baja. Claramente dice que también hay una rábita junto a esta casa, llamada Rábita de Haracel. Cuando se produce la redacción del LAR, no hay mención alguna a esta rábita en ninguna de sus páginas.

Ya en el siglo XVIII, el pueblo ha crecido mucho proporcionalmente ya que apreciamos un aumento en el número de casas que se cifra en ochenta, tal y como recoge el CME,

A la vigesima segunda pregunta dijeron que en esta poblacion hay hasta ochenta casas y de ellas cinco sin vecino por no haber quien las ocupe y no por arruinadas, y dos totalmente arruinadas y responden [...] A la vigesima prima pregunta dijeron que esta poblacion tendra hasta setenta y cinco vecinos y solo dos de ellos viven fuera de la poblacion que son los dos maestros de molino de pan y responden58.

No obstante, no podemos confiar en la exactitud de las respuestas que se anotan en el interrogatorio, ya que si leemos detenidamente la parte final de la redacción de dicho catastro, una vez terminada la recopilación del eclesiástico y del secular, queda anotado que el censo total de casas y corrales es de noventa y ocho casas y media. En esta cantidad se incluyen los corrales que se integran en dichas casas, además de dos molinos harineros, otro de aceite y un horno de pan.

Por tanto, si hacemos los cálculos, éstos nos arrojan la cantidad de ochenta casas contabilizando las siete que están inhabitables. Aquí incluiríamos también los tres molinos y el horno, por lo que hasta el total de noventa y ocho y media estaríamos contabilizando los corrales existentes en el pueblo, esto es, dieciocho59.

El aumento de población es significativo aunque no llega a igualar el número de habitantes que la población islámica de Cónchar tenía antes de la expulsión de los moriscos tras el levantamiento de 1568. Sin embargo, este incremento no se debe al aumento de la extensión de tierras de cultivo, ya que las condiciones orográficas lo impiden. Será la disponibilidad de vender las propiedades originarias de las suertes de poblamiento adjudicadas en los libros de Apeo, la que permita la instalación de nuevos vecinos. La posesión de la tierra es muy rígida, por lo que gran parte de la población se dedica a la agricultura como jornaleros. Sin embargo, esta actividad no puede mantener a estos vecinos que complementan su economía familiar con las labores del esparto:

A la trigesima quinta pregunta dijeron que en este pueblo todos los vecinos se mantienen del trabajo personal de recoger y trabajar esparto en lo que un dia con otro se le puede regular a dos reales y medio un dia con otro y responden60.

A pesar de ello, la pobreza está presente tal y como indica la respuesta a la pregunta trigésimo sexta a la que contestan los averiguadores: «que en este lugar hay dos pobres de solemnidad»61.

En la ilustración que acompaña a las averiguaciones del interrogatorio del CME, se recoge un mapa del lugar que nos muestra la estructuración urbanística; con la iglesia a la entrada del pueblo y las casas dispuestas a lo largo de las dos calles principales, la Calle Alta y la Calle Baja. Aparece un grupo pequeño de viviendas antes de entrar al pueblo en la zona de las Alberquillas de creación posterior al apeo. Las casas ocupan la zona más accesible hasta llegar al borde del barranco que cae sobre el río y es a partir de esta zona donde se ubican las vegas. Se aprecia también en el mapa algunas incoherencias ya que el Arroyo del Alcázar aparece inmediato al pueblo, cuando en realidad está bastante más separado por varios pagos de secano, como el Pago de Burra Mala, que no se plasman en la ilustración. Junto al río de Dúrcal, en el citado Arroyo del Alcázar, se aprecia la existencia de un molino que debe ser uno de los referenciados en el interrogatorio del CME.

No queda constancia en el LAR que existiese alguna estructura de carácter defensivo dentro del núcleo urbano de Cónchar, aunque sí existe la Atalaya frente al Arroyo del Alcázar Hondo. Se trata de uno de los elementos constituyentes del sistema de vigilancia y de información a la ciudad de Granada en época medieval. Desde la misma se da vista a la torre de las Albuñuelas y a la desaparecida torre de la Atalaya en la Sierra del Manar de Padul. Se encuentra encima del Pago del Alcázar enfrente del cerro de la Loma.

En la historiografía, LAR y bienes habices, solamente encontramos una referencia sobre la ubicación de los lugares de enterramiento presentes en la alquería de Cónchar al respecto. En la suerte que se le reparte al repoblador Francisco de Guzmán localizamos la única referencia en todo el texto conservado del LAR de Cónchar referida a la existencia de algún macaber:

Francisco de Guzman tiene en sus suertes una casa con accesoria junto y linde del horno que dicen de la iglesia y casa de Francisco de Yllanes y casa de Juan Bautista accesoria y macaber de la iglesia62.

Sabemos que se encontraba dentro del casco urbano de la alquería, en un lugar central de la misma, junto a la mezquita. Este mismo macaber aparece también en las escrituras del libro Becerro de las Iglesias del Valle (Padilla Mellado, 2010, pág. 361), que nos completa la situación de este lugar de enterramiento con fecha de 3 de enero de 1560 a favor de Diego de Leonís. Indica que el cementerio tiene linde con el Barranco por una parte, por otra con un haza que era una moraleda propiedad de Miguel de Ronda; también tenía linderos con un camino y con las Eras del lugar. La escritura se pasó ante el escribano público Francisco de Córdoba en 1560.

En el año 2004 se descubrieron unos enterramientos datados en el periodo islámico en la zona del Portichuelo, durante las obras de urbanización del entorno, permitiendo la complementación de esta forma la información historiográfica con elementos de la cultura material


Plano de la localidad de Cónchar en el Catastro del Marqués de la Ensenada


Atalaya de Cónchar y cerro del Caballo al fondo


Macaber del Portichuelo de Cónchar63