Trabajo de MIGUEL LUÍS LÓPEZ MUÑOZ
Periódicamente los obispos tenían que cumplir la obligación de visitar las basílicas romanas y de exponer ante el Papa la situación de sus diócesis y las gestiones realizadas. Documentos importantes en estas visitas ad limina son las relaciones del estado de la diócesis. Cada una de ellas y todas juntas permiten observar genéricamente la evolución de las iglesias locales. La visita de 1685, siendo arzobispo de Granada Ríos y Guzmán, presenta interesantes datos sobre la estructura diocesana, el clero parroquial, la situación general de la ciudad y religiosidad de los fieles. Es, además, la visión de conjunto que se pretendía ofrecer a la Curia romana.
La diócesis comprendía ocho partidos: la Ciudad, la Vega, la Sierra —estos tres formaban una única vicaría—, las Ciudades —Loja y Albania—, las Villas, el Valle, la Costa de la Mar y las Alpujarras. Se contaban casi doscientos núcleos de población
Las vicarías sufrieron algunos cambios a lo largo del tiempo. En 1637 se contaban diecisiete: Íllora, Iznalloz, Guadahortuna, Montefrío, Montejícar, Modín, Colomera, Loja, Motril, Salobreña, Almuñécar, Alhama, Béznar, Santa Fe, Narila, Ohanez y Bentarique. Esa división se revisó en busca de una racionalización, que hizo prosperar nuevas vicarías en la Alpujarra, a la vez que se reducían las correspondientes a la comarca de las Siete Villas
El Valle de Lecrín | Parroquias en | |
1685 | 1725 | |
16 | 10 |
Por lo demás, algunas visitas dejan traslucir ciertas preocupaciones de los prelados que las realizaron. La reconstrucción de las iglesias destruidas durante la sublevación morisca y los recientes hallazgos del Sacromonte son temas destacados en las visitas de Vaca de Castro. Es frecuente indicar el estado de pobreza de la diócesis y de sus moradores. Ascargorta expresa en 1707 su abatimiento por las calamidades de la Guerra de Sucesión. Tueros insiste en el proceso de beatificación del padre Padial; también expresa su malestar por las imposiciones tributarias. Salamanca lo hace por la administración real de las fábricas de las iglesias. El, terremoto de 1755 y los desperfectos en la iglesia del Salvador son motivo de atención para ese mismo prelado. Barroeta informa de la restricción del asilo en sagrado. La secularización de muchos religiosos y, en fin, su exclaustración durante el trienio liberal preocupan profundamente a Álvarez de Palma, tanto como la infiltración de la masonería en las filas del clero y la ola de laicismo de la época
La visita de 1685 presenta un carácter eminentemente descriptivo; su información la convierte prácticamente en una guía resumida de Granada y su diócesis, en la que se informa al papa no sólo del estado de la iglesia local, sino también, aunque en menor medida, de la realidad institucional de Granada y su reino.
Relación del estado de la diócesis de Granada, realizada por el arzobispo Alonso Bernardo de los Ríos y Guzmán, con ocasión de la visita ad limina apostolorum.
Está este arzobispado de Granada en España, en la provincia de Andalucía y tiene dos obispados sufragáneos, el de Guadix y el de Almería. Tiene ciento y setenta poblaciones grandes y pequeñas, en las quales se contienen seis ciudades, que son: Granada, ciudad mui ylustre, caveza de reyno y la más principal de el arzobispado y tan populosa que se reputan sus moradores por cinquenta mil vezinos; Santa Fe, Loxa, Alhama, Almuñécar y Motril; nueve villas: Iznalloz, íllora, Montefrío, Montexícar, Colomera, Guada(h)ortuna, Modín, Salobreña y Uxíxar en la Alpujarra; vicarías veinte y una, iglesias parrochiales ciento y noventa y seis, benefizios ciento y sesenta y siete, curatos ciento y sesenta y nueve; una iglesia cathedral y quatro yglesias colegiales; conventos de relixiosos treinta y seis, de relixiosas diez i nueve; beateríos dos y colegios siete.
Las yglesias parrochiales que (h)ai dentro de esta ciudad son veinte y tres. Sírvense con treinta y tres beneficiados, que son los rectores o cavezas de ellas.
Exercítase demás de esto la charidad Christiana dentro de Granada en diez hospitales. El primero es el Hospital Real, fundación de los Reyes Cathólicos, fábrica y dotación opulenta y magnífica. Consta de más de veinte ministros para la asistencia y curación de los enfermos y las más principales plazas de ellos las da su Magestad.
El segundo es el hospital maior, que se intitula de Señora Santa Ana. Fundóse en la erección de este arzobispado. Administrólo el arzobispo y su dotación es casi dézima parte de los diezmos de Granada y su campana y una centésima de todas las de el arzobispado, donde (h)ai ordinariamente hasta veinte camas. Cúranse aquí principalmente sazerdotes pobres y todo género de personas y son asistidos con exacta puntualidad y mucho regalo a toda costa de mantenimientos y medizinas.
El terzero es el hospital de San Juan de Dios, primera fundación de este santo, con cinco salas capacísimas, donde (h)ai ordinariamente ciento y setenta camas para pobres enfermos de todos achaques e incurables; unas salas para hombres y otras para mugeres. Son asistidos y curados por los mismos relixiosos con gran puntualidad y regalo. Los demás hospitales /1.371 v son menores, unos para hombres, otros para mugeres, otros para combalescencia, con diferentes dotaciones.
Sin los hospitales dichos (h)ai en Granada quatro hospitales. Uno para niños expósitos de todo el arzobispado; es administrado por el prelado y dotado de una porción de los diezmos. Tiene competente número de amas para criar los expósitos, todas las que son menester sin limitación dentro y fuera del Hospicio, y a vezes pasan de trecientas. Otro es de niños huérfanos que llaman de la Doctrina, a donde se crian y enseñan hasta que tienen edad de aprender algún oficio o arte. Y por ser tanto el número que no vasta para todos este hospicio, a(h)ora nuevamente se (h)a empezado a fundar otro para huérfanos y huérfanas, a donde se les enseña a leer, escrivir y algún exercicio (h)onesto y útil. El otro es un hospedage para peregrinos. Fuera de los dichos, en cada ciudad, villa, en muchos lugares de todo el arzobispado, (h)ai su hospital dotado de una porción casi onzava de los diezmos de su distrito, y donde no le (h)ai, por no ser nezesario, se junta la renta que le toca y entra en un thesorero que nombra el arzobispo y se gasta en limosnas de médicos, cirujanos, sangradores y medicinas para pobres que se curan en sus casas, y de aquí se compran y pagan las camas, vestuarios i salarios de amas de los expósitos.
Está dividido este arzobispado en veinte y una vicarías. La primera es la de Granada, que se estiende también a treinta y seis lugares de la Vega, que son: Güétor y Cáxar, Monachil /1.374 v., Güéxar de la Sierra, Pinos de Genil y Zenes, Quéntar y Dúdar, Dílar y Góxar, La Zubia, adonde (h)ai un convento de San Francisco de la obserbancia recolección, los dos Oxíxares, Churriana y Armilla, Gavia la grande y sus dos anexos Gavia la chica y Cúllar, Alhendín y Otura, La Malá, Pulianas y Peligros, Alfacar y Víznar, Güétor y Santillana, Beas, Cogollos, Nívar, Güevéxar con Calicasas, Asquerosa, Albolote, Marazena, Atarfe y Pinos de la Puente. En esta vicaría no (h)ai otro vicario sino el general. Goza treinta y ocho beneficios, sin los treinta y tres de la ciudad y veinte y seis curatos y más los veinte y tres de la ciudad.
La duodécima es la vicaría de el Valle de Lecrín. Tiene diez beneficios, onze curatos y diez y seis lugares, que son: Padul, Dúrcal, Cóncha(r) y Cuzvíjar, donde (h)ai un monasterio de San Basilio, Mondújar y Azequias, con Talará, Nigüelas, Melegís y Murchas, Restábal y Saleres, Buñuelas, Béznar, Pinos y Tablate y Lanjarón.