Bajada por la carretera

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D. Juan José Bonel y Orbe

Salgamos a la calle y prosigamos nuestra visita. Estamos en la carretera. Ésta se traza en el siglo XIX, durante el reinado de Isabel Segunda. Al llegar a la Venta de las Angustias se bifurcará, siguiendo un ramal el mismo recorrido de antes hacia las Alpujarras y abriéndose uno nuevo que bajará a la Costa. En tiempos de Isabel Segunda era jefe de los ejércitos de la Reina un granadino, el General Narváez, de Loja; y era jefe de la Iglesia Española, el Cardenal Primado Arzobispo de Toledo D. Juan José Bonel y Orbe, natural de Pinos del Valle. Se emprenden obras importantes en nuestra comarca como la desecación de la Laguna del Padul canalizando el agua hacia Cozvíjar, la construcción de una iglesia de arte neoclásico en Pinos, esta carretera que el cardenal evita que pase por su pueblo para sus paisanos no sufran las perversiones que suelen traer el tránsito de personas extrañas, en Dúrcal se levanta el gran Puente de Piedra y el Pilar del Mono en terrenos adquiridos para ello a los antiguos propietarios de la finca del molino dedicado hoy a hotel rural.


Puente de Piedra

También se compra, para que la carretera pase por la plaza de la Iglesia, una habitación de la casa donde hoy se ubica el butano; se le regala el Pilar de la Plaza. Hay una mención muy alegre a Dúrcal por el escritor Pedro Antonio de Alarcón a su paso por aquí a finales del XIX en su libro “Viaje a la Alpujarra en el que se pone de manifiesto el carácter festivo de los durqueños que ese día celebran la fiesta de San José. El camino real pederá su importancia ganándola la carretera. Muestra de ello es que la ermita quedó definitivamente de espaldas a la vía moderna por estar orientada de siempre hacia la antigua. Esta entrada del pueblo en la que nos encontramos ahora ha sido siempre la más hermosa.

 
La carretera por balina   Patio de las escuelas de Balina

Las construcciones se alinean a la carretera dejando delante un buen trozo de huerto que se convertirá en jardín a medida que decae el campo. Las casas se construyen con los primeros dineros de la emigración y se caracterizan por unos aleros amplios sostenidos por pechos de paloma y losas con relieve de flores que se fabricaban en Dúrcal y se adoptaron por entonces en toda la Comarca. Prosigamos carretera abajo. A mano derecha una fábrica aserradora con maquinaria de más de medio siglo. Algo más adelante, a la izquierda, las escuelas de Balina, casa particular con patio andaluz que fue vivienda de un rico industrial y que se dedicó a escuelas desde principios del XX; actualmente propiedad municipal, la ocupan el Juzgado, la Cámara Agraria, los Servicios Sociales, la sala de exposiciones Manuel Molina (estos días con una colección de trajes de novia del siglo XX) y arriba la emisora de Radio Dúrcal. Llegamos a la plaza de España. Este pueblo fue encrucijada de arrieros del Valle y transeúntes. Aquí llegaban las murcheras con sus cestas de pollos, los mulos con las castañas de Mondújar, la miel en pellejos de Restábal, las cargas de leña y las seras de piñas de las Albuñuelas, el aceite de Pinos del Valle, las naranjas de Béznar, Talará y Melegís y las reatas de burros enteros del Padul cargados de herpiles de paja. Dúrcal y Nigüelas vendían a su vez sus patatas de siembra criadas en la sierra.

 
Pilar de la Plaza de Isabel II   La Plaza de Dúrcal

- Dinos lo que compraba tu padre en el Valle.- pregunta una mujer-.

- Mi padre compraba jamones con una borriquilla y luego los llevaba a Granada en el tranvía para venderlos; de ahí viene lo de Jamón serrano.- Antonio bromea-.

A esta plaza daba un palacete romántico en el que estuvo Alfonso XII cuando visitó la comarca devastada por los terremotos de 1884. En la rebelión de los moriscos tuvo aquí lugar una batalla siendo capitanes de las tropas cristianas Gonzalo de Ávila (infantería), Lorenzo de Alcántara (caballería) y de las moras Miguel de Granada Xaba. Entremos pues en la Iglesia.


Palacete romántico de los Echevarría

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