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Manuel Vílchez es un cura que desde hace más de 20 años lleva viviendo por la sierra de Dúrcal. Antes de llegar a nuestra comarca, Vílchez vivía por la comarca de la Alpujarra. Desde que llegó por nuestro Valle de Lecrín, fue intención de Manuel Vílchez ponerse al servicio de la gente con problemas. En concreto, este cura atiende en la sierra de Dúrcal un centro de rehabilitación de toxicómanos. Este lugar, tiene la peculiaridad de que todos los que lo habitan son vegetarianos.
Como cada 15 de agosto, festividad de la Virgen de la Asunción, oficia una misa en la sierra de Dúrcal.
La lluvia no fue impedimento para que el padre Manuel Vílchez saliera con sus fieles en peregrinación el pasado 15 de agosto. Manuel Vílchez es el penúltimo de la fila |
Francisco Puerta Ruiz, natural de Cozvíjar, lleva casi cuatro lustros dedicado al sacerdocio, que ejerce en la actualidad en Alhama de Granada
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Francisco Puerta oficiando misa en la iglesia parroquial de Cozvíjar. |
Vitaliano Fortunio
Francisco Puerta nació en Cozvíjar hace 45 años. Tras el Bachillerato, cursó Teología en Granada y luego ejerció el sacerdocio un año en Pinos Puente, 7 años en Cáñar, Soportújar, Carataunas, Bayacas y Órgiva. Luego estuvo cinco años en Algarinejo y Fuentes de Cesna y en la actualidad ejerce en Alhama de Granada. El pasado mes septiembre ofició misa en su pueblo natal, Cozvíjar, donde concedió esta entrevista a nuestro periódico.
Pregunta: ¿Cómo se encuentra usted en su nuevo destino, Alhama de Granada?
Respuesta: Alhama es una ciudad excelente. A nivel de Historia, se puede codear casi con Granada. Fue tomada por las tropas cristianas diez años antes que la capital, concretamente el 28 de febrero de 1.492. Después, los Reyes Católicos estuvieron preparando la entrada en Granada desde Santa Fe. En ese tiempo, los reyes se volcaron en Alhama, un pueblo muy castigado a través de la Historia, y dejaron allí su impronta. Allí se construyó el primer templo cristiano de todo el Reino de Granada, que es la Iglesia de la Encarnación y están, a nivel de orfebrería, los famosos "ternos de Alhama", considerados entre los mejores de Andalucía y tal vez de toda España, porque se conservan más completos.
P: Dice usted que Alhama ha sido una ciudad que ha sufrido mucho. ¿Cómo le afecta eso a la Iglesia y a su trabajo?
R: Hubo momentos en su historia en los que Alhama fue arrasada. Los franceses en la guerra de la Independencia se llevaron todo lo de valor, y en la Guerra Civil española fue arrasado todo. Tenemos abiertos al culto cinco templos, pero sobre todo la iglesia del Carmen guarda las pocas cosas que quedan, se conservan allí con cariño y afecto. Son iglesias que a nivel de imágenes y todo eso son pobres, pero lo poco que hay tiene un valor enorme.
P: ¿Qué son los ternos?
R: Los famosos ternos de Alhama (hubo 33, pero fueron quemados en la guerra civil y sólo quedan cinco) son lo más importante que posee el patrimonio eclesiástico de Alhama. Son el conjunto de ornamentos litúrgicos y los componen una casulla, dos dalmáticas y una capa pluvial. Son de los siglos dieciséis y diecisiete, y uno de ellos fue bordado por la reina Isabel la Católica. Se corresponden con los cuatro colores litúrgicos actuales, blanco, verde, rojo y morado, además de otro negro, que se utilizaba anteriormente para los difuntos. Esos ternos, junto con una orfebrería, cálices, copones, vinajeras, custodias, etc, es lo que ahora ha salido a la luz con el recién creado Museo Litúrgico de Alhama. No se ha podido exponer todo, porque es un recinto muy pequeño. A partir de ahora iremos conservando, renovando y restaurando las piezas que tenemos más deterioradas.
P: ¿La población de Alhama siente todo esto con fervor?
R: Alhama es un pueblo peculiar. Mirando la sociedad y el momento actual en el que vivimos, en que el secularismo es lo que prevalece, es un pueblo que tiene un arraigo religioso bastante profundo. La gente, diríamos, si no muy religiosa, sí que tiene un gran afecto y un gran cariño a las cosas de la Iglesia. Esto ayuda al pueblo muchísimo, porque es una cosa suya. Se le ha hecho ver a través de los años, y se le sigue haciendo ver, que es una cosa suya, no de los párrocos que vamos pasando, sino que la Iglesia la formamos todos y concretamente en Alhama ellos son parte de la Iglesia, y ellos lo miran desde ese punto de vista. Entonces, ellos se sienten orgullosos, satisfechos, contentos de tener eso lo primero, y después de que la gente que venga pueda ver algo que es inaudito y muy difícil de contemplar en otros lugares.
P: Hoy está aquí en su pueblo, en la iglesia de Cozvíjar. ¿Qué siente usted en días como este, cuando dice la misa ante sus paisanos?
R: Llevo 19 años de sacerdote. Cuando se llevan tantos años, el celebrar la eucaristía, a los que tenemos esta vocación, es algo grandioso. Cuando lo haces en tu pueblo, en tu iglesia, donde a ti se te ha bautizado, donde has hecho la primera comunión, donde tú has celebrado la primera misa de sacerdote, pues muchísimo más. Tienes a tu familia, tu madre o tus hermanos delante, pues no es que me ponga nervioso, ya está uno acostumbrado, pero sí se siente algo dentro cuando se piensa en esos momentos `aquí nació mi fe, y después de tantos años la sigo expresando y la intento comunicara la gente'.
P: ¿Sueña con terminar su carrera sacerdotal en el Valle de Lecrín?
R: Eso no depende de mí. No me he planteado irme a un sitio u otro. Cuando me haga mayor, no sé cómo pensaré. Pero ahora mismo dependo del obispo e iré donde me mande. Yo vendría con muchísimo gusto. El hecho de tener a la familia y los amigos, eso favorece un poco, pero desde luego no voy a ir a decirle mándeme usted al Valle de Lecrín... Como sacerdote, siempre que pueda hacer el bien y ayudar a la gente, estaré bien en cualquier sitio.
En los años cincuenta y sesenta media docena de durqueños carmelitas se establecieron en Argentina, donde llevaron a cabo una intensa labor, tanto desde el punto de vista religioso como social. Algunos siguen allí
Este artículo lo escribe el padre Antonio Jiménez, un durqueño que es prior del convento de Carmelitas de Córdoba (Argentina). En él habla también de otros frailes durqueños que estuvieron allí y que fueron muy populares en los años 60-70. Uno de esos frailes fue el padre Evaristo, "Velillo", confesor de Manuel de Falla en Córdoba y también el que lo atendió en su muerte y lo trasladó a Cádiz.
Eran lindos aquellos años, comienzos de los 50, en aquella "agua oculta que llora", que es mi Granada mora y cristiana, y en "la perla del Valle" que es mi Dúrcal natal. Yo era bastante niño entonces. Oía hablar de unos "frailes": el fraile de "Vereas", el de "Carretas", el de "Antoñico el Carpintero", el de "Velillo" y el del "Sastre", que estaban en América.
A finales de los 50 comencé a saber que esos "frailes" eran "carmelitas" y que estaban en la Argentina y que el de "Vereas" se llamaba Padre Gregorio; el de "Carretas", P. Leandro; el "Velilla", Evaristo; el del "Sastre", José Antonio y el hijo del "Carpintero", Juan de la Cruz; y que estos dos últimos eran primos y que todos trabajaban de lo lindo en aquellas tierras.
Y lo iba sabiendo porque yo aspiraba a ser también carmelita como ellos y estaba en "El teresiano", colegio preparatorio de la Córdoba de allá, la "Ciudad de los Califas", Cordobita la llana, de la Campiña y la Sierra.
En los años sesenta conocí a alguno de estos y otros carmelitas "argentinos" que andaban de paso por sus tierras andaluzas, vascas o castellanas, pero que volverían a su América, que tanto extrañaban
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El autor del artículo, Fr. Antonio Jiménez, segundo por la izquierda. |
Después me tocó estudiar lejos de nuestra Andalucía.
En los años 70 conocí más "padrecitos" y sus tareas: supe que el P. José Antonio había sido prior de Córdoba y entre otras cosas comenzado a construir la torre de la iglesia , que volvió a España y, enfermo, entregó su alma bastante joven al señor. Yo, ya sacerdote, asistí a su funeral en Cádiz, la Tacita de Plata. Supe que el P Juan de la Cruz había muerto de repente mientras esperaba el colectivo (autobús); que el P. Leandro tuvo su apostolado especialmente en el Carmelo de Charcas de la Capital y propició que también allá se rindiera culto a la Patrona de Granada, la Virgen de las Angustias.
Y que el padre Evaristo era amigo y confesor de Manuel de Falla, el gran músico, y el P. Gregorio había salido de la orden y estaba en Chile de sacerdote.
En los años 90 me tocó por fin conocer ya en directo la Pampa y el Río de la Plata, y admirar su inmensidad. Comencé por la Plata, "Capital de la Provincia de Buenos Aires", estudiosa y amplia y sobre todo ¡"buena familia" la gente del Camelo de Santa Teresa de la Plata!
Después fue Rosario, que no quiere ser provincia sino capital y a ello tiende. Pero la Virgen de la Av. Pellegrini se llama del Carmen y ese nombre es universal, sin fronteras, y querida por todos.
Y al fin ¡Córdoba! Final año del siglo para conocerla; y a sus gentes. Sus muchos estudiantes que se acercan al Carmelo buscando buscando lugar de oración y a María que vive en este Carmen de la Cañada, buscando confesión y dirección espiritual, "que en otros lugares ni se oye la palabra". Jóvenes "sanos" de provincias, sobre todo del norte, que no son de Córdoba pero resultan amándola tanto.
"Supe que el P. Leandro propició que se rindiera allí culto a la Virgen de las Angustias, y que el P. Evaristo era amigo y confesor de Manuel de Falla, el gran músico, y que el P. Gregorio estaba de sacerdote en Chile"
Y conocí esta Cañada, verde y negra filigrana en sus "tipas" y cristalina luz en su agua.
Y vi Alta Gracia y su Gruta de Lourdes con el continuo orar devoto de sus peregrinos y al Hno Ángel que cuida de todo, y ¡aquella vegetación!
Y visité el museo de Manuel de Falla y las fotos del P. Evaristo en el que son confirmación de una amistad.
Y me tocó esperar el siglo XXI "tocando" solo las campanas de nuestra torre. Y pasé horas en el confesionario porque ahora hay más feligreses y menos "padrecitos" y escuchar tantos problemas en estos tiempos difíciles, y oír que también a mí me llaman padrecito. Y también, en estos días, hacer un esfuerzo más buscando en libros antiguos, en fotos amarillentas, cosas familiares que compartir con vosotros. Y aquí tenéis parte de los frutos de este trabajo. Sea para gloria de Dios y de Ntra. Madre del Carmen en este 750 aniversario de la entrega de su escapulario y Primer Centenario de nuestro convento.
Y orad que ella nos envíe los "padrecitos" necesarios para que desde todo el Carmelo se continúe sirviendo y dando a Dios.
Fr. Antonio Jiménez F
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Fernando Muñoz en la Catedral de Granada. |
Fernando Muñoz, ex alcalde por IU de Padul y hasta hace poco concejal del PA, se ordena sacerdote
Fernando Muñoz, persona conocida en Padul por su actividad política en el ayuntamiento a lo largo de bastantes años bajo las siglas del Partido Andalucista, ha sorprendido a propios y extraños por su radical cambio al pasar de la vida pública a la religiosa. El Valle de Lecrín conversó con él justo tres horas antes de su ordenación como presbítero.
Vitaliano Fortunio
Pregunta: Femando Muñoz, ex político, ex alcalde de Padul. ¿Cómo debería de llamarle, Fernando, Don Fernando o Padre Fernando?.
Respuesta: Hombre, todavía Padre no. Es muy pronto. Faltan tres horas para que sea Padre. Dígame Fernando, simplemente.
P: ¿Nos puede contar qué acontecimientos han producido este cambio?.
R: Le voy a contestar lo mismo que le dije al obispo cuando me hizo esta misma pregunta: "Pues, no lo sé". Eso mismo le digo a usted: "No lo sé".
P: ¿Esta vocación es lo que propició su salida de la política?
R: Bueno, ha sido un motivo muy ponderado para dejar la política activa.
P: ¿Pero usted tenía esta idea premeditada hace tiempo, antes de dimitir como portavoz del grupo del PA de Padul?
R: Sí. Este planteamiento me lo he venido haciendo desde hace unos cuatro años.
P: Pero si el PA de Padul hubiera funcionado, ¿usted habría tomado también la decisión de ordenarse sacerdote?
R: Quizá con más alegría. Si realmente hubiese funcionado entonces ya ni siquiera se hubiera planteado el problema de que yo encabezara una lista y demás. Yo sé que no soy indispensable. Nadie es indispensable en este mundo y el PA podría haber funcionado muy bien sin mí.
P: ¿Usted prefiere ser servidor de Dios o servidor de los políticos de altura?
R: Bueno, planteado así, el único servicio que yo admito, y no es de ahora, es el servicio a Dios. El hombre no tiene porque servir al hombre si no es realmente porque en el hombre vemos a Dios. Servir al hombre es un servilismo que no es ni humano ni cristiano.
P: En la última noche antes de ordenarse sacerdote, es decir, esta noche pasada del 30 al 1 de diciembre, ¿cómo ha sido para Fernando Muñoz?.
R: Muy bien. Muy tranquilo. Hombre, siempre se tiene ese gusanillo de decir, bueno, el paso que voy a dar es muy trascendental..., no sé, y ciertamente eso siempre produce un cierto nerviosismo, ¿no?. Pero dentro de lo normal. Por lo demás, muy sereno, muy tranquilo y muy agradecido, porque realmente el que a mis años Dios quiera que yo preste todavía un servicio a los hermanos, realmente para mi es un motivo de satisfacción y agradecimiento.
P: Cuando sea usted presbítero, ¿le gustaría ser párroco de Padul?
R: Yo creo que los curas no deben tener en cuenta eso. Deben ir donde se les mande.
P: Pero, ¿le gustaría oficiar una misa en Padul?
R: Hombre claro que sí. Por supuesto.
P: Aprovechando que todavía quedan algunas horas para tomar los hábitos, ¿cómo ve usted la situación política actual de Padul, con acontecimientos como el cambio que se ha producido al volver su alcalde a su antiguo trabajo?
R: Creo que el actual alcalde es un hombre muy valioso y que tiene cualidades que deberían honrar a cualquier político, pues es trabajador y honesto. Lo que se ha podido interpretar en otro sentido por el hecho de que faltando poco para las elecciones municipales haya abandonado la dedicación exclusiva de la alcaldía, es decir, para que lo entienda la gente, que haya dejado de cobrar por su función como Alcalde, y se haya ido a trabajar a una empresa como cualquiera y atender en su tiempo libre al Ayuntamiento pues, sinceramente, a mi entender verifica lo que yo decía antes, que Cipriano es un hombre honesto.
P: Sin embargo, en Padul muchos creen que Padul se merece un alcalde a tiempo total en su Ayuntamiento. ¿Usted haría lo mismo si estuviera en su situación?
R: No tengo conocimiento suficiente que me permita pronunciarme sobre la decisión que ha tomado el Alcalde de Padul
P: ¿Puede ser una estrategia política?
R: No lo sé. Creo que puede haber otro tipo de motivos que le hayan forzado a hacer lo que ha hecho, pero sólo él puede explicar esos motivos. Creo que él ha tenido que tener motivos muy sólidos para abandonar la exclusividad como Alcalde y eso entra en el respeto que se le tiene que dar a cada persona.
P: ¿Piensa que esta actuación del alcalde pueda influir en el resultado de las próximas elecciones?
R: No lo sé. Creo que no demasiado, pues entiendo que lo que influyen en unas elecciones es el conocimiento de las personas que se presentan, desgraciadamente la gente no lee los programas que presentan los partidos.
P: Por último, ¿qué opina de la cantera de Padul?
R: La postura, más que mía, del grupo político en el que yo militaba, la sabe todo el pueblo. Lo que no sé es si la gente la comprendió en aquel entonces, pues usted sabe que nos hicieron víctimas, culpables y cómplices de muchas cosas que realmente no fueron así. Yo siempre he defendido que las canteras son un núcleo de riqueza económica para este municipio, si bien el que esto sea así no evita un razonable replanteamiento de toda la situación. Lo que no es lógico, y creo que eso no lo ha entendido nunca la gente, es que de la noche a la mañana, a problemas tan grandes se les intenten dar soluciones tremendas, por no decir malas. Estos planteamientos, sobre todo cuando se tratan de un tejido industrial muy fuerte, no solamente para Padul, sino para toda Andalucía, requieren que cualquier solución que se de a esos problemas cuente con unos plazos de tiempo razonables. Si realmente hay, como se dice, alternativas a las canteras, que no sean traumáticas para nadie y a la vez salven el medio ambiente, pues lógicamente hay que hacerlo. No se trata de cantera sí o cantera no, si bien habrá que cerrar aquellas que no cumplan con los requisitos legales y medioambientales
Fue ordenado en la Catedral en diciembre y ejerce en Nívar, Cogollos y parroquia Virgen del Carmen de Granada
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Lorenzo Márquez Garrido, en el momento de la Consagración |
El pasado mes de diciembre el pueblo de Restaba¡ celebró un acontecimiento importante en su historia cristiana: su hijo, Lorenzo Márquez Garrido, fue ordenado presbítero. Todo comenzó un nublado y caluroso 10 de Agosto de 1973, en Restaba¡, como corresponde al día de San Lorenzo, fecha en la que nació. Desde pequeño sus padres lo educaron en la fe de Jesucristo e iniciaron a la vida cristiana, y fruto de ello y del amor de Dios es hoy su sacerdocio.
Sus padres recuerdan que, en una ocasión, cuando venían a Restaba¡ predicadores y monjas, hicieron un Belén viviente y lo vistieron de ángel; desde entonces ha continuado colaborando y llevando a cabo las labores de la Iglesia.
Con tan sólo 10 años decidió marcharse con Don Antonio Jiménez al Seminario de los Redentoristas de Santa Fe. Mientras estuvo Don Antonio Terribas de párroco en Restaba¡ (casi 20 años), Lorenzo participaba en la catequesis, y en todo lo que estuviera relacionado con la Iglesia, siempre encaminado por su gran amor a Dios, e influenciado por sus padres, que también son colaboradores de la Parroquia. Posteriormente, comenzó la carrera de Derecho y cuando la culminó comenzó la carrera de Teología, su primer gran paso para ser sacerdote.
Entretanto, Lorenzo seguía cuidando de la Iglesia, estando pendiente de lo que había que hacer; y colaborando con ésta.
Así pasaron algunos años, hasta que recibió las órdenes de Acólito y Lector en la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias, en Granada. Y fue enviado como seminarista a diversas parroquias, entre ellas a la Parroquia de Santa Micaela, en La Chana. Posteriormente, el día 22 de septiembre recibía en la Catedral la Orden del Diaconado por Don Antonio Cañizares Llovera, el entonces arzobispo de Granada y actual arzobispo de Toledo. En ese momento se trasladó a Nívar, donde ha ejercido de diácono. Y más tarde, el día 1 de diciembre de 2002, a las 6 de la tarde y en la Catedral, fue ordenado presbítero por Monseñor Cañizares Llovera. Días después, el día 4 de diciembre, miércoles, Lorenzo celebró su Primera Eucaristía en la Iglesia Parroquial de San Cristóbal (Restaba¡). Fue una ceremonia preciosa, preparada con muchísima ilusión, a la que asistieron una buena cantidad de sacerdotes, entre ellos, D. Andrés Molina, D. Antonio Terribas, D. Antonio M. Montosa y D. Manuel España (todos ellos anteriores presbíteros del pueblo), acompañados por D. Manuel Navarro, párroco actual de Restaba[; y numerosos seminaristas, entre otros amigos de Lorenzo. Fue una ceremonia preciosa y muy emotiva. Una ceremonia a la que asistió mucha gente: amigos, familiares, vecinos, conocidos... y demás habitantes de Restaba¡ y de los pueblos de alrededor. Durante la celebración de la Eucaristía, Lorenzo nos comunicó que estaba muy feliz porque ya era lo que él quería ser: sacerdote; quería servir a Dios. Su sueño se había hecho realidad y por ello estaba muy emocionado, muy contento, muy feliz. Actualmente permanece en tres parroquias: la Parroquia de Nívar, la de Cogollos Vega y la Parroquia de la Virgen del Carmen, en Granada.
Lorenzo, te damos la enhorabuena y te damos las gracias por todo lo que has hecho, y estás haciendo, por la Parroquia de Restaba¡. Tu entrega es ejemplo vivo de tu amor hacia Dios, hacia la Iglesia y hacia todos los cristianos y demás habitantes de la Tierra. Por amor hacía Dios y hacia los demás lo has dejado todo y le has entregado tu corazón; has encontrado el verdadero tesoro. Que el Señor te dé mucha salud, mucha fuerza, mucho amor, y que ilumine tus pasos. Sé muy valiente y muy fuerte, y no dejes nunca de luchar por nuestro mundo, por la Iglesia, por el pueblo cristiano. Cristo te necesita, y has de servirle. Un abrazo muy fuerte. Lorenzo Márquez Garrido en el momento de la Consagración.
Mª del Mar Palma Maroto
El padre jesuita José Caba Rubio imparte clases de doctrina en la Universidad Gregoriana de Roma, el más prestigioso centro de enseñanza de la iglesia Católica. Tiene publicados cinco libros y en la actualidad prepara otro sobre el Capítulo 17 del Evangelio de San Juan
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El padre Caba y María José Ortiz en el transcurso de la entrevista. |
María José Ortiz de Aspe Enviada especial ROMA
Cuéntenos, para quienes no le conozcan en profundidad, brevemente su biografía.
Nací en Dúrcal, el 1 de marzo de 1931, y tres días después me bautizaron en la Iglesia Parroquial por don Rafael Ponce de León. Estuve unos seis años en el pueblo porque luego mi familia se trasladó a Granada. A los once años entré en el Seminario Diocesano, donde estuve hasta terminar los años de Filosofía, dejándolo entonces porque me sentí llamado por el Señor para entrar en la Compañía de Jesús, concretamente el 14 de septiembre de 1950. A los dos años hice la Profesión. Continué mi formación en Madrid y en el Puerto de Santa María. Allí alternaba mis estudios con la enseñanza del latín y griego a otros jóvenes jesuitas. En 1958 comencé los estudios de Teología en la Facultad de Granada y en 1961 recibí el Orden Sacerdotal. Después aquí en Roma hice la licenciatura y el doctorado en Sagrada Escritura. En 1966 comencé a dar clases un semestre en la Facultad de Cartuja de Granada y el otro semestre trabajé en mi tesis en la Universidad Gregoriana en Roma. Y es a partir del año 1974 cuando me trasladan definitivamente aquí como, profesor de Teología Fundamental y después con la especialidad de los Escritos de San Juan.
Además de las clases, ¿se dedica a otras actividades?
Ejerzo mi ministerio sacerdotal, ahora estoy terminando un libro sobre el capítulo 17 del Evangelio de San Juan y soy el postulador de la Causa de Beatificación y Canonización de los mártires de Granada, entre los que se encuentra un primo hermano mío, Antonio Caba Pozo.
¿Tiene otros libros editados?
Sí, tengo varios, además de la tesis doctoral, que versó sobre la oración de petición en los cuatro Evangelios y en los escritos de San Juan. Tengo editados en la BAC "De los Evangelios al Jesús Histórico", "El Jesús de los Evangelios", "Pedid y recibiréis", que es una versión de divulgación de la tesis, "Resucitó Cristo mi esperanza" y "Cristo Pan de Vida".
¿Qué recuerdos guarda de su infancia en Dúrcal?
Muy pocos, ya que me fui de allí muy pequeño: hice la Primera Comunión; asistí a las clases de doña Carmen; recuerdo a don Antonio Bayo que fue el párroco que sustituyó a don Rafael Ponce de León. Para mí era también un acontecimiento ir en el tranvía a Dúrcal a visitar a la familia.
Es postulador Causa de Beatificación de los Mártires de Granada, entre los que se encuentra su primo Antonio Caba Pozo
¿Tiene todavía familia en el pueblo?
Hace unos años murió mi hermano, ahora sólo viven unos primos y primas, entre ellas María Mercedes Caba, que es maestra allí.
¿Ha seguido manteniendo contacto con el pueblo?
Mucho no. Después de ordenarme sacerdote celebré mi primera misa, luego he ido a predicar con ocasión de las celebraciones y a visitar a la familia, pero desde la muerte de mi hermano y al no pasar la autovía por el pueblo, hace mucho que no voy. Según nuestros datos, Dúrcal es el pueblo de la provincia de Granada con más misioneros. ¿A qué cree que se debe esta circunstancia? Yo creo que el alma de un pueblo, de una comunidad cristiana, es el sacerdote, y don Antonio Bayo y los que le han sucedido han sido bastante activos, según tengo entendido.
¿Quiere decirnos unas palabras a los lectores de El Valle de Lecrín?
Que honren la cuna con su vida, cada uno en su misión.
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Aula de la Universidad Gregorioriana donde imparte clases el padre Caba. |
MJOdA/ROMA
El pasado 27 de marzo tuve la oportunidad de visitar en Roma al padre Caba. En un rato de diálogo con él pude entender su gran pasión por la enseñanza, y sobre todo por los escritos de San Juan.
No quiso que fuera una entrevista muy técnica, ya que los dos nos conocíamos desde hace bastante tiempo, así que fuimos hablando distendidamente y de vez en cuando contestando algunas preguntas que durante la conversación iban surgiendo. Al término del encuentro, que se prolongó por cuestión de una hora, nos estuvo enseñando toda la Gregoriana. En ella se encuentra una de las bibliotecas más grandes del mundo por el volumen de libros, unos 700.000; también nos enseñó su clase, donde imparte la asignatura, en la que tiene cabida para unos 250 alumnos y según nos comentó se le llena.
Yo, a título personal, quiero darle las gracias por este tiempo tan agradable que pudimos tener, y a El Valle de Lecrín, pues así pude ver a una persona a la que hacía mucho tiempo que no veía y que en muchos momentos me ayudó y animó.
La iglesia parroquial estuvo abarrotada de fieles, y asistieron a la ceremonia 30 sacerdotes y varios políticos, entre ellos la alcaldesa
José Villena
Un antiguo regidor del municipio se ha hecho cura. Coincidirán conmigo
que este no es un hecho frecuente y, si no, díganme Vdes cuantos casos
conocen de que un político haya puesto fin a su carrera abrazando la
vida religiosa. Y mas todavía siendo de izquierdas.
Sin embargo esto ha ocurrido en el Padul porque aquí, al igual que en
Granada, todo es posible y el pasado veintiocho de junio los paduleños
tuvimos la oportunidad de comprobarlo en la persona del antiguo
alcalde Fernando Muñoz Pérez.
Ha sido, el nuevo cura, uno de los políticos mas activos y
comprometidos de la democracia, con una trayectoria de más de quince
años de servicios al municipio la mayoría de ellos como concejal, unas
veces en la oposición y otras formando parte del equipo de gobierno.
Ocupó la alcaldía entre los años 1.989 y 91 dentro de las siglas de
IU, si bien en calidad de independiente.
Posteriormente abandonó esta formación y pasó al PA del que fue
portavoz en el Ayuntamiento.
En su etapa de alcalde luchó por la venida al Padul del Campus de
Ciencias de la Salud, tal vez animado por ciertas promesas que le
hicieron abrigar falsas esperanzas. A la postre el sueño de muchos,
porque una mayoría de vecinos compartía sus ilusiones, se desvaneció
quedando el empeño en una vana quimera.
Fue también, en su condición de concejal, uno de los firmantes de la
moción de censura que, a finales del año noventa y siete, desalojó a
los socialistas del poder municipal, en una mas de las numerosas
actuaciones de su dilatada e intensa carrera política.
A pesar de su militancia, Muñoz Pérez nunca abjuró de sus creencias
religiosas siendo, desde siempre, un asiduo asistente a la Eucaristía
y al resto de actos litúrgicos que habitualmente tienen lugar en el
templo.
Ahora, cuando ya la vida lo lleva inexorablemente hacia la Tercera
Edad, sus profundas raíces cristianas se han impuesto a su reconocida
vocación política, haciéndole cambiar las acaloradas discusiones de
los plenos por las sosegadas y reflexivas homilías.
La ceremonia fue muy brillante. Tuvo como escenario la iglesia
parroquial, prácticamente abarrotada de fieles entre ellos la
alcaldesa y varios políticos mas, que fueron sus compañeros de
corporación, y con la presencia de una treintena de sacerdotes,
algunos hijos del pueblo, que se desplazaron expresamente para
arroparlo en momentos tan trascendentales.
Un gesto de amistad
La expectación que había despertado la ordenación sacerdotal de
Fernando superó la capacidad de comprensión de muchos. Los que
acudieron al templo tuvieron, además, ocasión de presenciar un hecho
insólito, la subida al altar mayor del anterior alcalde, Cipriano
Duarte, para hacer la primera lectura de la misa. Fue un hecho
emotivo, que caló muy hondo, y que los asistentes valoraron como un
gesto de reconocimiento y amistad hacia quien un día, todavía cercano,
fue su rival en las lides políticas. ¡Para que luego digan!.
La ordenación de Fernando marca un hito en la historia religiosa del
pueblo. Gracias a ella El Padul tiene ya un nuevo sacerdote, un cura
que, por su tradición, pasa a engrosar la larga lista de hábiles
políticos que han brillado con luz propia en el seno de la iglesia. Y
desde ahora la diócesis de Granada cuenta, también, con un experto
administrador de la “res pública”.
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Enrique Ángel Martín Puerta. |
El durqueño Enrique Ángel Martín Puerta, de 41 años, lleva catorce ordenado sacerdote, y ejerce en El Valle
Mª Mar Palma Maroto
Traemos este mes a las páginas de "El Valle de Lecrín" a un durqueño muy especial. Su nombre es Enrique Ángel Martín Puerta, tiene 41 años y es sacerdote. Ha sido elegido para dar testimonio de la fe en el Señor y para que Su Palabra se haga oír en este mundo. Y así nos lo contó él, feliz por haber sido escogido por Dios para realizar esta labor.
- ¿Cómo se decidió a ser sacerdote? ¿Qué le impulsó?
- Yo daba catequesis y participaba en las actividades que realizaba la parroquia de Dúrcal y siempre me había sentido interesado por los asuntos religiosos. Muchas veces comentábamos entre los catequistas la falta de sacerdotes que ya por entonces había y que era muy necesario que aumentara el número de presbíteros. Muchas veces pensaba que podía ser sacerdote, pero rechazaba la idea porque creía que era algo muy grande para mí: ¿Quién era yo para representar a Dios en medio de la gente? Pero después llega un momento en el que descubres que es Dios quien te llama, que es Él quien te elige, y ahí es donde está el momento en el que te decides a dar el paso. Y si Dios, que me ha dado tanto, me llama ¿cómo le voy a decir que no? Es entonces cuando respondes "SÍ'.
- ¿Hubo alguna persona que le ayudara a tomar esa decisión?
- Si, el párroco de Dúrcal, Don Julio, con el que empecé a participar en reuniones y de catequista; muchos catequistas de la parroquia; y Don Manuel Hódar, párroco de Talará, que me fascinaba por su vida de oración y por la forma tan maravillosa de tratar a la gente.
- Háganos un breve resumen desde que se decidió a ser sacerdote hasta el día de hoy.
- Cuando entré en el seminario empezó para mí una vida nueva. Yo participaba en la Iglesia y colaboraba mucho en la parroquia, tenía una sensibilidad de oración, participaba en la misa, incluso leía libros espirituales... pero en el seminario era todo mucho más intenso. Allí se llevaba un estilo de vida muy distinto a lo que yo había llevado habitualmente. Fue en este lugar donde conocí a don Eutimio, un sacerdote que ya era algo mayor, pero que tenía una vida intensa, una vida espiritual muy profunda, un hombre de Dios verdaderamente. Don Eutimio era nuestro Director Espiritual, y nos ayudó mucho a ver la vida (lo bueno y lo malo) desde una clave espiritual. Y nos animaba mucho a vivir las cosas desde la oración, a que tuviéramos una relación muy grande con el Señor, y que no dejáramos ningún día ese momento de oración, de hablar con Dios, de exponerle nuestras preocupaciones y contarle nuestras cosas... eso no nos podía faltar nunca, y el que hoy día yo tenga una vida de oración se la debo a ese empeño y a ese convencimiento que tuvo don Eutimio con nosotros. Después de terminar la carrera, vinieron las órdenes: el 18 de mayo de 1.987 me ordené de Lector y Acólito, el 13 de mayo de 1.990 de diácono, y el 15 de agosto de ese mismo año me ordené sacerdote. Se ordenaron conmigo Manuel España (actual párroco de Melegís), Francisco Fernández, Manuel Calvente (de Padul) y Jesús Ramírez. Posteriormente estuve de coadjutor en Dúrcal, atendiendo también Nigüelas, Acequias y Murchas; después estuve en Olivar, Jete y Lentejí durante siete años; cinco años en Alomartes, Tocón y Brácana; cinco meses de encargado de la Parroquia del Espíritu Santo en Granada; y un año que llevo en estos pueblos del Valle (Restaba¡, Béznar, Ízbor y Pinos).
- Ya lleva un año en el Valle, ¿Cómo le han ido las cosas?
- En el Valle llevo toda la vida pero tengo que reconocer que este año me ha servido para conocerlo mucho mejor. Estoy muy contento de ser cura de pueblo, es estupendo, porque todos somos como una gran familia; no hacemos cosas llamativas pero es como el silencio de la vida de Jesús en Nazaret que no ha dado noticias pero dejó una huella profunda en su vida. Me han llamado la atención las hermosas iglesias del Valle y los tesoros que en ellas se conservan. Merece la pena que la gente los conozca. Otra cosa que destacaría es la buena relación de todos los sacerdotes del Valle, que nos ayudamos en todo lo que podemos.
- La creencia en Dios y en la Iglesia decae cada día más ¿por qué?
- Porque nos sentimos autosuficientes con lo que tenemos y la creencia en Dios nos obliga a asumir una moral y unas normas que Él mismo ha establecido, y esto parece que nos quita libertad y no estamos dispuestos a ello. Pero también hemos vivido mucho tiempo un cristianismo casi obligatorio en algunos momentos, y quizás a lo mejor antes no era tanto como parecía.
- El aborto, la eutanasia, la investigación con células madre embrionarias... todos ellos son temas con los que la Iglesia no está de acuerdo, ¿Qué dice al respecto?
- Bueno, no está de acuerdo ni con esas ni con otras muchas cosas que no se han enunciado ahí. A veces a la Iglesia se la quiere callar y se pretende que no entre en el debate social de temas peliagudos. Parece que molesta que aporte su opinión, que está basada en la Sagrada Escritura y en los Evangelios. Los representantes de la Iglesia quieren dar una opinión para aquellas personas que quieran escucharlos y quieren participar en ese debate como una parte de la sociedad que es.
- Ha dicho antes que se quiere callar a la Iglesia, ¿acaso puede representar algún peligro para la sociedad?
- La Iglesia no es ningún peligro, y aporta espiritualidad a esta sociedad. A veces hay sectores que se molestan mucho, especialmente los del poder, porque ven que la voz de los obispos o la voz del Papa tiene un eco muy importante en unos sectores muy amplios de la población y, viendo el prestigio de la Iglesia creen que pueden perder el propio. Pero quizás, el futuro de la Iglesia sea reducirnos a un grupo más minoritario, con menos prestigio, y así resultar menos peligrosos para nadie, porque de lo que se trata es de profundizar en el Evangelio, que es lo que queremos transmitir.
- Se dice que la mentalidad conservadora de la Iglesia impide el desarrollo social, ¿Eso es verdad?
- La Iglesia somos todos los católicos, todos los que nos sentimos llamados por el Evangelio, y la forman gente muy conservadora y gente muy progresista, por lo tanto la mentalidad conservadora puede estar en algunos de sus dirigentes, pero no en la Iglesia, que lo que lleva consigo es el Evangelio. Y por supuesto, no impide el desarrollo social. Si empezamos a hablar de Galileo, que por cierto era cura, o de Darwin, o recordamos ahora momentos en los que los dirigentes de la Iglesia tiempo atrás frenaron cosas que estaban sirviendo para el desarrollo, podemos citar otras: San Juan de Dios, en Granada, se dedica
"Hay muchos religiosos que están fomentando la educación y la sanidad en países donde es muy difícil"
a recoger enfermos y, por razones religiosas, funda un hospital, ¿eso es oponerse al desarrollo o es fomentarlo? Y se podrían poner muchos ejemplos más. Hoy mismo, hay muchísimas personas que están fomentando la educación en países donde eso no es posible, que están mejorando la sanidad en sitios donde es muy difícil, etc. Eso, que también es labor de la Iglesia ¿está impidiendo el desarrollo o fomentándolo?
- últimamente no hacemos más que escuchar en televisión que el estado de salud del Papa es delicado, ¿no impide eso que desempeñe una labor más comprometida?
- Yo creo que no. Es impresionante el eco tan importante que tienen sus palabras. El año pasado, cuando empezaron las manifestaciones contra la guerra, el Papa, con un estado de salud delicado, se movilizó para impedirla: envió a mucha gente a hablar con los responsables de los países que intervenían, y con el país afectado. Puso en marcha todas las posibilidades habidas y por haber para evitar el conflicto. Parece que no puede tomar este tipo de decisiones, pero luego demuestra que es capaz de muchas cosas y está cumpliendo su misión bastante bien.
- La gente habla mucho de las riquezas de la Iglesia, y critica que siempre se esté hablando de pobreza, ¿qué dice?
- Las riquezas que tiene la Iglesia son sobre todo de patrimonio. Los creyentes celebraban la Eucaristía y construyeron iglesias que con el paso del tiempo se han convertido en monumentos y con el esfuerzo o las donaciones de alguien que tenía dinero se compraron imágenes y cuadros que también son de valor. Y eso no son sólo patrimonio de la Iglesia, sino que son también patrimonio de la humanidad. Pero hay que mantenerlo y para ello necesitamos un dinero del que no disponemos. La pobreza de la que se habla, eso es algo personal, el Evangelio nos ha llamado a vivir la pobreza y la austeridad. En este mundo el afán que hay por tener cada vez más es cada día mayor, por eso el testimonio del cristiano tendría que verse sobre todo por esa capacidad de desprenderse y de compartir y de no estar interesado en acumular, sino en hacer cada vez más felices a los que nos rodean.
El misionero Antonio José Molina, hijo de madre paduleña, trabaja en
la desembocadura del Amazonas
Antonio José Molina Sánchez es un joven sacerdote, hijo de madre
paduleña, que desempeña su ministerio en una de las muchas regiones
deprimidas que se extienden a lo largo y ancho de nuestro planeta. Es
misionero en Brasil, en Marayó, la mayor isla fluvial del mundo
situada en la desembocadura del río Amazonas.
Pertenece a la congregación de Agustinos Recoletos uno de cuyos
colegios se encuentra, muy cerca de aquí, en el Barrio de Monachil.
A pesar de que su vida religiosa y misionera no es muy dilatada
todavía en el tiempo, sin embargo posee ya un intenso curriculum de
servicios en una zona en donde el objetivo prioritario de las personas
es la supervivencia y en donde los misioneros han de multiplicarse
realizando grandes sacrificios y, a veces, interminables viajes para
pode realizar su labor pastoral y humanitaria.
En declaraciones al Valle de Lecrín, Antonio José nos ha hablado de su
vida familiar, de sus visitas al Padul, y fundamentalmente de su
trayectoria religiosa y misionera, en un castellano salpicado de
vocablos portugueses fruto de su estancia en aquellas tierras del cono
sur de América.
“Mi abuela se llamaba Carmen Avila, y era muy conocida en El Padul. Yo
no residía en el pueblo pero iba todos los años a casa de ella para
esperar la llegada de mis tíos, Aurora y Antonio, emigrantes en
Francia”.
Así lo estuvo haciendo durante cierto tiempo hasta su ingreso en el
seminario de los agustinos.
Ahora vuelve a visitar a su familia cada vez que regresa a España,
“que no es con la frecuencia que desearía ya que el trabajo allí es
mucho y el viaje muy costoso”.
Se ordenó de sacerdote en el año 1.985, tras estar dos cursos fuera
del seminario reflexionando sobre la solidez de su vocación. Estuvo
destinado dos años en Motril y seis como formador de aspirantes en el
Seminario Menor que la orden tiene en Guadalajara.
Posteriormente, entre 1.992 y 95, fue enviado a Venezuela, a la región
de Maracaibo. Desde aquí marchó a Marayó donde actualmente desempeña
su labor misionera.
Confiesa que para la mayor parte de la población la situación en
Brasil es muy difícil “por supuesto nada que ver con lo que hay por
aquí en donde sois unos privilegiados”.
La iglesia no tiene ningún tipo de ayuda y ha de financiarse por sus
propios medios.
Sobre el nivel de vida de la gente asegura, utilizando una expresión
brasileira, que es “muito precario”.
Los niños no asisten a la escuela, entre otras cosas porque ello les
supone tener que hacer largos desplazamientos en canoa a través de los
ríos con los peligros que esto entraña, razón por la cual la mayoría
de los padres no los dejan ir. No disponen de libros ni de cualquier
otro material escolar.
A esta dificultad se une el hecho de que los padres consideran que la
escuela no les produce ningún beneficio por lo que prefieren que sus
hijos permanezcan junto a ellos ayudándoles en el trabajo.
Respecto a la práctica religiosa, misas u otros actos parroquiales,
existen idénticos problemas. Debido a las enormes distancias y a los
escasos medios de comunicación, todos en barco, en muchos lugares
únicamente es posible celebrar una sola misa al año.
Sin embargo, asegura el P. Antonio José que, en todas las parroquias,
entre ellas la suya de Salvatierra, la asistencia es masiva destacando
la misa de las ocho de la mañana, destinada a los niños, en la que la
iglesia se abarrota de “crianzas” acompañados de sus progenitores. Su
permanencia en la iglesia supera las dos horas que es la duración
normal de la Eucaristía.
“No entiendo como aquí se queja la gente de que la misa es larga”,
apostilla el misionero.
Esta es, a grandes rasgos, la historia de un misionero, paisano
nuestro, que, lejos de los suyos, ejerce una ingente labor religiosa y
humanitaria, siempre peligrosa y casi nunca reconocida.
Natural de Albondón, ha ejercido en Granada y la Alpujarra. Su destino anterior era la parroquia Divina Pastora, de Motril
Mª Mar Palma Maroto
Desde el pasado 31de Julio, Dúrcal cuenta con un nuevo párroco en la persona de Antonio Luís Martín. Natural de Albondón, fue ordenado sacerdote en 1989, ejerciendo su Ministerio en el Zaidín, Armilla, en los pueblos alpujarreños de Pampaneira, Bubión y Capileira; más tarde en Ugíjar, Cherín y Jorairátar, y por último en la Parroquia de la Divina Pastora de Motril.
P: Antonio Luís,¿Cómo has sido acogido en Dúrcal?
R: Desde el primer apretón de mano, desde el primer saludo, desde el primer beso, he escuchado siempre: “vivo en tal calle y allí tiene usted su casa, para lo que necesite”.Se me ha facilitado desde el primer momento tanto por las religiosas como por el Consejo Parroquial todo lo que he ido necesitando para conocer la realidad. Ciertamente que ya he podido ir visitando bastantes casas e instituciones y en todas ellas ha estado siempre el respeto, la acogida y la sinceridad.
P: ¿Cuáles han sido tus primeras impresiones de la Iglesia de Dúrcal?.
R: Pienso que Dúrcal es un pueblo con unas raíces muy profundas en la Fé Cristiana. Y donde también la secularización se ha ido encargando de hacer su mella. En esta Parroquia Hay un grupo nutrido de personas que se sienten y comportan cómo verdaderos Testigos del Evangelio de Jesús. Me ha impresionado el número de niños y jóvenes que participan en las catequesis parroquiales.
Otra impresión alegre ha sido el poder contar con un grupo de personas para rezar cada día la Liturgia de Las Horas. En relación con el compartir, es una bendición de Dios encontrar cristianos tan generosos.
P: ¿En qué estado se ha encontrado el Patrimonio de la Parroquia?.
R: En relación al templo, agradecer todo cuanto ya se hizo para su adecentamiento, que es espléndido. La imaginería quizá sea lo único que está por acometer. Tenemos una Ermita, la de San Blas, que ciertamente necesita un adecentamiento de tejados y exteriores.
P: Descríbenos un poco el funcionamiento de la Parroquia: elementos que la componen y papel que desempeñan.
R: La Parroquia tiene distintos campos de trabajo.
Litúrgico y Celebraciones: son las Hermanas las que llevan la responsabilidad, al preparar y buscar la ayuda necesaria para unas celebraciones llenas de vida y de sentido comunitario.
Consejo Parroquial: es el grupo de personas que en su día fueron propuestas para analizar y aconsejar sobre los distintos temas que se presentasen en la Parroquia.
Visitadores de Enfermos y Ministros Extraordinarios de la Comunión: desarrollan la tarea de acompañar a los enfermos y llevarles la Sagrada Comunión.
Grupo de Cáritas: personas sensibilizadas con la ayuda a los demás. Implicadas en la solución en los distintos casos de necesidades que se presentan a lo largo del tiempo en la parroquia.
Catequistas: son cuarenta y cinco cristianos y cristianas que dedican parte de su tiempo a compartir con niños y jóvenes la fé que tienen y siguen descubriendo.
Coro Parroquial: para animar cuantas celebraciones se presentan a lo largo del año.
Consejo de Economía: personas que dedican su tiempo a contabilizar los ingresos y gastos que se producen a lo largo del mes en la parroquia y que tras presentarlos al párroco, los comunican al resto de cristianos.
Luego colaboran otras muchas personas en distintas tareas, como por ejemplo la limpieza, el mantenimiento de lo que se estropea, cuidado del reloj, del jardín, etc.
P: ¿Cómo ha sido, Antonio Luis, tu primera Navidad en Dúrcal?.
R: Ciertamente que sabía sería diferente, tener sólo una celebración te da posibilidad para celebrar con más tranquilidad. Han sido muchos los actos o acontecimientos que la han rodeado, desde el “Teatrillo de los Peques”, visita a enfermos, visita con jóvenes y catequistas a la Ciudad de los Niños, la organización de la Campaña del Kilo….. y todos ellos han sido novedosos y agradables.
Los días propios de Navidad sí fueron un poco difíciles, pues este año en esas fechas fallecieron tres personas, yo al menos eso lo he notado. Y cómo en otras ocasiones muy sencilla, vivida con mi madre y acogido por todos vosotros.
P: Háblenos de la iniciativa de poner a la venta imágenes de San Blas.
R: Bueno, pues esto es una iniciativa con la que quisiéramos cubrir parte de los gastos que suponga el adecentamiento del patrimonio artístico de nuestra parroquia. Como decía antes, los durqueños ya han manifestado en distintas ocasiones su generosidad, y en esta ocasión se les quiere hacer entrega de algo que les quede como recuerdo de ella. Por eso se han hecho estos artículos de regalo.
P: Sus últimas palabras quisiéramos que fuesen un saludo e invitación a aquellas personas que aún no conocen nuestra parroquia.
R: Pues, recordando las palabras del Evangelio: “Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”, decir a todos ustedes, que cada día trabajemos juntos por todo lo que hace crecer al Hombre; que dejemos a un lado rémoras del pasado y pongámonos a buscar cuanto nos une.
Que desde la Parroquia se ofrece una posibilidad para ello, que en ella estamos decididos a ofrecer, lo que nosotros mismos hemos descubierto: el Amor de Dios.